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URGENCIAS OCULARES
EN LA CLíNICA DIARIA (I)
Las urgencias en oftalmología suponen entre un 5 y un 10% del total de las urgencias
clínicas. Un buen diagnostico, y sobre todo un tratamiento eficaz y rápido, puede ob-
tener excelentes resultados. Sin embargo, cuando no sabemos identificar el problema
o no aplicamos una terapia adecuada, el resultado final puede llegar incluso a una
ceguera irreversible.
En este trabajo vamos a presentar una serie de “cuadros clínicos” habituales en la consulta
de urgencias e intentaremos ayudaros al diagnóstico y al tratamiento para conseguir una
solución satisfactoria, que en muchos casos será definitiva y en otros, aun tratando co-
rrectamente la urgencia, necesitará de la colaboración de un oftalmólogo veterinario.
Traumatismos físicos
Foto 4.- Herida profunda de la córnea. En estos casos el tratamiento debe ser muy agresivo y bajo una estricta supervisión.
son aquellas que afectan al epitelio corneal; las profundas abarcan el epitelio y el estroma y las perforantes atra-
viesan la córnea en todo su espesor. Tanto unas como otras deben tratarse lo antes posible, ya que en muchos
casos, heridas no complicadas de córnea pueden acabar en una enucleación al no instaurarse el tratamiento
adecuado.
• Los cuerpos extraños alojados sobre la córnea deben extraerse rápidamente, producen heridas que pue-
den ser de espesor parcial o bien de espesor total, además son un vehículo para la entrada de gérmenes
al interior. Su extracción deber ser cuidadosa y evitar que durante la manipulación sea introducido en la
cámara anterior. Lo más sencillo es empujarlo hacia la superficie empleando un par de agujas y aplicar un
tratamiento adecuado a la lesión corneal (foto 5).
• Cuando la lesión en la córnea es muy profunda, puede producirse una protrusión de la membrana de
Descemet a través de la lesión y se denomina descemetocele (foto 6). Esta es la membrana basal del endo-
telio corneal, constituido por una única capa celular, por lo que se requiere una reparación urgente ya que
hay peligro de perforación corneal y salida del contenido intraocular. Para el tratamiento realizaremos anes-
tesia general, ya que cualquier movimiento incontrolado del animal puede resultar en perforación y salida
del contenido intraocular.
En pequeñas heridas la
aplicación de adhesivos ti-
sulares (cianoacrilato y
adhesivos de fibrina) están
dando buenos resultados.
Es necesario limpiar la cór-
nea de restos epiteliales y
necróticos y antes de su
aplicación debe estar to-
talmente seca. El adhesivo
desaparece cuando la cór-
nea ha cicatrizado.
de submucosa de intesti-
no de cerdo liofilizada que
una vez rehidratada se in-
corpora a la matriz corneal
dando excelentes resulta-
dos. Actualmente se están
realizando algunos traba-
jos tanto clínicos como
experimentales con mem-
brana amniotica para el
tratamiento de ulceras pro-
fundas, descemetoceles y
perforaciones corneales no
traumáticas.
El pronóstico de la herida corneal dependerá en cualquier caso, de su profundidad y extensión, si está infec-
tada o no, y de la rapidez con que se instaure un tratamiento adecuado. Entre las complicaciones más graves
puede aparecer una sinequia anterior con desarrollo de glaucoma (no se debe producir si hemos aplicado un
midriatico), prolapso del contenido intraocular (lo evitaremos mediante una adecuada técnica quirúrgica)
o una contaminación que evolucione hacia una endoftalmitis (la infección deberá ser controlada mediante
un antibiótico específico). Si a pesar de la instauración de una terapia adecuada, ocurriera cualquiera de es-
tas complicaciones deberá tomarse una decisión sobre si seria conveniente una enucleación del globo ocular.
Por otra parte, si existe cualquier posibilidad de salvar del ojo, debe intentarse un tratamiento. No debemos
precipitarnos.