LOS NOVENTA
pone al alcance de los lectores una coleccion con
temas de las clencias sociales. Mediante la public
esta serie proporciona un amplio espectro del pensamien-
to critico de nuestro tiempo.
PIERRE BOURDIEU
SOCIOLOGIA Y CULTURA
Traduccién:
MARTHA POU
srijalbo
Consejo Nactonal
per
MEXICO, D-F.134 ‘SOCIOLOGIA ¥ CULTURA
nente desvalidos, ya no tenian practicamente nade
ialidades, cuando yo les planteabe
preguntas del tipo que se hacen en los sondeos de opi
nion —y también en las ensayos académicos. Son preguntas
que requieren que se adopte un estilo que consiste en hablar
de tal modo que la cuestidn de la verdad o falsedad no surja
nunca. El sistema escolar ensefia no sélo un lenguaje, sino
también una relacion con el lenguaje que lleva aparejada una
con las cosas, con los seres, una relacién con el mun-
mente desrealizada."
sciences sociales, nims. 5-6, noviembre de 1975, pp. 185-190.
Algunas propiedades de los campos*
Los campos st presentan para la aprehensién sincrénica como
espacios estructurados de posiciones (o de puestos) cuyas pro-
piedades dependen de su posicién en dichos epacios y pueden
analizarse en forma independiente de las caracteristicas de sus
(en parte determinados por ellas). Existen leyes gene-
‘caripos: campos tan diferentes como el de la polit
(gracias a esto el proyecto de
resulta absurco y ya desde ahora es pos
aprende sobreel funcionamiento de cada cam
para interrogar e interpretar a otros campos, con 10
ogra superar a antinomia mort
cay de la teoria formal y v
nuevo campo, ya sea el d
moda de nuesiros dias 0 el
descubren prepiedades espe
particular, al tiempo que se contribuye al progreso del conoci
miento de los mecanismos universales de los campos que si
especifican en funcién de variables secundariss. Por ejemplo,
debido a las variables nacionales, ciertos mecanismos genéri.
cos, como la lucha entre pretendientes y domainantes, toman
formas diferentes. Pero sabemos que en cualguier campo en-
contraremos una lucha, cuyas formas especificas habré que
buscar cada vez, entre el recién legado que trcta de romper los
cerrojos del derecho de entrada, y el dominante que trata de de-
fender su monopolio y de excluir a la competerc
Un campo —podria tratarse del campo cientifico— se defi-
ne, entre otras formas, definiendo aquello que esta en juego
* Conference rigida aun grupo de filblogose historadores dela litera:
tura, en la Ecole normale supérieure en noviembre de 176
Bs136 SOCIOLOGIA ¥ CULTURA
yllos intereses es}
cuentra en
(no sera poi
disputa entre ge6grafos) y que no percibiré alguien que
ya sido construido para entrar en ese campo (cada categ
.05, que son irreduct
otros campos 0 a sus
alo que se en-
ereses propios
cesario que haya algo en juego y gente dispuesta.a jugar, que esté
dotada de los habitus que implican el conocimiento y reconoci-
rmiefito de las leyes inmanentes al juego, de lo que esta en juego,
etcétera,
Un habitus de filblogo es a la vez ui
ce técnicas, de referencias, un ci
mo la propensién a conceder t
texto, propiedades
nacional) de la di
n la jerarquia de las
condicién para que funcione el campo y el producto de dicho
tado de la relacion de fuer-
tuciones que intervienen en la
lucha 0, fen, de la distribucion del capital
especifico que ha sido acumulado durante luchas anteriores y
que orienta las estrategias ulteriores. Esta misma estructura, que
se encuentra en la base de las estrategias dirigidas a transfor-
pre est en juego:
ponen en accién al monopolio de
dad especifica)
de los limites de este
se puede convertir en otra especie de capi-
tas condiciones. Basta con pensar, por
, en el fracaso de Cardin cuando quiso transferir a la
a cultura un capital acumulado en la alta costura: hasta el
10 de los criticos de arte sentia la obligaci6n de afirmar su.
superioridad estructural como miembro de un campo que era
ALGUNAS PROPIEDADES DE LOS CAMPOS 137
imo, diciendo que todo lo que hacia
10 era pésimo ¢ imponiendo asi
a su capital la tesa de cambio mas desfavorable.)
‘Aquellos que, dentro de un estado determinado de la relacion
de fuerzas, moncpolizan (de manera més o menos completa) el
capital especifico que es el fundamento del poder > de la autori-
dad especifica caracteristica de un campo, se izclinan hacia
estrategias de censervacién —las que, dentro de los campos
ero ees rl ene cee
més jévenes) se inclinan
fn: las de la herejfa. La hi
, que est a menudo
la que obliga a los dominantes a salir de st
cio y les
impone la obligacién de producir el discurso defexsivo de la or-
todoxia, un pensamiento derecho y de derechas que trata de res-
te comprometida con un campo ti
ses fundamentaes comunes, es decir, todo aquel
‘que queda reprimido en lo ordinario, en un
decir, todo lo que forma el campo mismo,
los presupuestos que se aceptan tactam
‘el mero hecho de jugar, de entrar en el juego.
en la lucha contribuyen a reproducir el
de manera mas 0 menos completa segin
ir la creencia en el valor delo que esta en
legados tienen que pagar un derecho de ad-
1c en reconocer el valor del juego (la selec-
cin y cooptacén siempre prestan mucha atencidn a los
indices de adhesion al juego, de inversion) y en conocer (préc-
ticamente) ciertos principios de funcionamierto del juego.
Ellos estan condenados a subversion,
pero éstas deben permanecer dentro de ciertos limites, so pena
En realidad, las revoluciones parciales que se
cefectiian continsamente dentro de los campos no ponen en tela,