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La Ciudad

Autonómica
Una propuesta política
con coraje

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Jorge A. Giorno - Nicolás E. Puente

La Ciudad
Autonómica
Una propuesta política
con coraje

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Composición y armado: Eduardo I. San Martín
Diseño de tapa: Grupo M
Corrección: Susana A. Frugoni Villar
Versión digital: Francisco M. Silva

© Jorge A. Giorno y Nicolás E. Puente


jorgeagiorno@aol.com

Printed and made in Argentina


Hecho e impreso en la República Argentina

I.S.B.N.: 987-43-5690-1

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, o su


almacenamiento en un sistema informático, su
transmisión por cualquier medio electrónico, mecánico,
fotocopia, registro u otros medios sin el permiso previo por
escrito de los titulares del copyright.
Todos los derechos de esta edición reservados por sus
autores.

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En memoria del
Dr. Luis Reinaldo Fernández

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Indice

Prologo

PARTE I

En busca de la nueva política

Guía de lectura rápida


CAPÍTULO 1. Del país desintegrado a la ciudad-estado
CAPÍTULO 2. De la ciudad-estado a la nación soberana
CAPÍTULO 3. La soberanía en la actualidad
CAPÍTULO 4. La comentada crisis de las ideologías
CAPÍTULO 5. El principio de la transversalidad como
factor fundacional
CAPÍTULO 6. La organización de la democracia moderna
CAPÍTULO 7. El derecho de ser representado y el deber de
representar
CAPÍTULO 8. Los movimientos políticos locales
CAPÍTULO 9. Alianzas estratégicas
CAPÍTULO 10. Una propuesta electoral
CAPÍTULO 11. El sentido de nación

PARTE II

Un proyecto político, económico y social

Guía de lectura rápida


CAPÍTULO 1. La economía global
CAPÍTULO 2. Geopolítica, una nueva concepción espacio-
temporal
CAPÍTULO 3. Concentraciones urbanas
CAPÍTULO 4. El concepto de economía urbana
CAPÍTULO 5. El motor de la transformación
CAPÍTULO 6. La reconstrucción del trabajo humano
CAPÍTULO 7. Nuevos yacimientos de empleo

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CAPÍTULO 8. Salud, educación, la industria del ocio, la
construcción y otras formas de trabajo humano

PARTE III

Acción política en el siglo XXI

Guía de lectura rápida


CAPÍTULO 1. Las novedosas bases sociales
CAPÍTULO 2. Estrategia y táctica
CAPÍTULO 3. Organización política
CAPÍTULO 4. El camino del triunfo

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Prólogo
La Ciudad es el entorno donde crecemos, aprendemos a valorar,
donde vivimos nuestro presente y pensamos nuestro futuro, sin
embargo no es el único escenario, simultáneamente nos relacionamos
con el mundo constantemente en nuestras tareas y hábitos
cotidianos, simplemente porque vivimos en un tiempo de
globalización. El mundo se ha empequeñecido y no podemos negar lo
que ocurre en él, independientemente de nuestra voluntad. Nuestro
desafío es realizar propuestas creíbles que puedan mixturar en forma
eficiente estas dos realidades: nuestra ciudad, la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y el mundo globalizado.

Este es un análisis de la realidad desde nuestro punto de vista,


sostenido con la vehemencia y la fuerza que nos otorga el hecho de
pretender construir una opción, buscar una salida, señalar el camino,
que estamos convencidos, nos llevará a vivir en una Nación integrada
al mundo.

Para ello definimos tres partes relacionadas, la Primera que titulamos


"En busca de la nueva política" responde al reclamo constante de
nuestra sociedad, no ya sólo al recambio de dirigentes, sino a la
evaluación de una nueva teoría de comprensión del momento histórico
que nos corresponde transitar.

La Segunda destinada al desarrollo del marco instrumental en que la


transformación mundial enunciada en la primera parte, repercutirá
en los centros urbanos y muy especialmente en nuestra ciudad.
Elaboramos "Un proyecto político, económico y social" en la
convicción de que debemos ser los actores fundamentales en la
refundación de la república.

En la Tercera parte definimos concretamente la estrategia y la táctica,


los medios y la forma en que vamos a transitar esta etapa histórica,
siendo realmente protagonistas. Enunciamos "La acción política en
el siglo XXI" y nos aventuramos a definir nuestro camino al triunfo,
en un futuro que creemos venturoso.

El nuevo escenario mundial requiere, para ser conquistado,


inteligencia estratégica y pasión por la acción, ambos elementos son la
característica existencial de los hombres y mujeres que hacemos el
Partido de la Ciudad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
responden a cualidades propias de una nueva generación de líderes
surgentes en nuestra Nación.

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PARTE I

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En busca de la nueva Política

"Para afianzar nuestra seguridad en el mañana, tenemos


que estar seguros de que los pobres del mundo tengan un
futuro. Creer que no va a afectarnos el que miles de
millones vivan en la desocupación es como negar que el
modelo bolchevique tenía fallas fatales. La desigualdad
social erosionará la legitimidad del sistema capitalista
global con el tiempo, con tanta seguridad como la ausencia
de la libertad erosionó al comunismo desde adentro."

Mijail Gorbachov

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Guía de lectura rápida

La búsqueda de la nueva política se ha transformado en los últimos


tiempos en un término pronunciado constantemente por los políticos
que se proponen como alternativa ante el sistema que organiza los
destinos de nuestra nación. La búsqueda de la nueva política ha sido
también el camino elegido por algunos dirigentes, para enunciar las
ideas y formular las propuestas de lo que creemos, va a acontecer en
nuestra ciudad, en la nación y en el Mundo, en el siglo XXI.

Hemos analizado y estudiado la realidad por la que transitamos, con


el objetivo de construir un razonamiento director, que nos resulte útil
para comprender nuestro pasado reciente, para analizar el presente
de la humanidad y para proyectar nuestras ideas y por supuesto,
junto a ellas, nuestra acción política para llevarlas adelante.

Comprendemos que la búsqueda de una nueva política significa hallar


la forma de recuperar la confianza entre los dirigentes y el Pueblo. Al
mismo tiempo significa asumir que se está produciendo a nivel global
un cambio profundo en las estructuras organizacionales de la
humanidad con la consecuente implicancia en el desarrollo de nuestra
nación.

Es por ello que hemos comenzado analizando la disgregación de las


naciones tal como las hemos conocido en el siglo XX, en función del
crecimiento de las asociaciones y alianzas continentales y el
fortalecimiento de las ciudades autonómicas teniendo en cuenta el
fenómeno global de migración hacia los centros urbanos. (Capítulo 1:
"Del país desintegrado a la ciudad-estado".)

Esto nos ha permitido concluir que el camino correcto para refundar


las Naciones, será justamente volver a discutir los principios
fundacionales, no ya desde la perspectiva de la integralidad histórica,
sino desde una nueva concepción de nación soberana. (Capítulo 2:
"De la ciudad-estado a la nación soberana".)

Debemos comprender que lo que sucede en el resto del mundo no nos


es ajeno. La revolución tecnológica que se ha desatado desde la
masificación de la computación y la tecnología de las comunicaciones
ha obligado a los estados a redefinir sus estrategias de inserción en el
mundo y han propiciado nuevos conceptos de soberanía que debemos
contemplar. (Capítulo 3: "La soberanía en la actualidad".)

Por supuesto que esto nos obliga a analizar nuevamente las ideologías
dominantes hasta el año 2000 y el camino de su obsolescencia. El fin
de las ideologías fue una enunciación prematura, pero, el fin de las
ideologías del siglo XX no lo es. Debemos construir juntos las

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ideologías que liderarán el desarrollo de la humanidad en el nuevo
siglo. (Capítulo 4: "El comentado fin de las ideologías".)

Como toda nueva propuesta, no debe ser sólo la expresión de una


vanguardia iluminada, es indispensable que los actores actuales
comiencen un proceso de transformación de su pensamiento que les
permita definir las nuevas particiones de la sociedad en función a los
nuevos paradigmas que se discutirán en el presente. Es por eso que lo
definimos como un período transversal. (Capítulo 5: "El principio de la
transversalidad como factor fundacional".)

Definido el nuevo estado-nación, integrada la tecnología y en proceso


de discusión las ideologías, indefectiblemente esto desembocará en
una nueva organización para el sistema democrático. La consulta
permanente al ciudadano será el rector de la toma de decisiones de
los políticos y gobernantes y definirá el perfil de los opositores.
(Capítulo 6: "La organización de la democracia moderna".)

Los individuos, como ya sucede en casi todos los rincones del planeta,
descubren cotidianamente que las expresiones tradicionales de la
política actual, no los representan. Debemos comprender que cuando
nadie nos representa, no debemos optar por el menos malo o por el
mal menor; cuando nadie nos representa es que ha llegado nuestra
hora de conducir, de fijar posición, de crear partido y de enunciar
nuestra ideología en el espacio público. (Capítulo 7: "El derecho de se
representado y el deber de representar".)

Si consideramos que se está produciendo una migración global hacia


las ciudades y como observamos, se están fortaleciendo los centros
urbanos por sobre las naciones, entonces resulta estratégico definir
los movimientos políticos locales en los mencionados centros urbanos,
porque sus características de aglutinación serán distintas a las
tradicionales. Los nuevos partidos políticos locales serán justamente
los pilares básicos de la nueva pirámide de poder político de las
naciones del siglo XXI. (Capítulo 8: "Los movimientos políticos
locales".)

Teniendo en cuenta que en la actualidad el ochenta por ciento de la


población mundial vive en centros urbanos, y que se estima que para
el año 2020, el noventa y cinco por ciento de la población vivirá en
ciudades, no es inapropiado pensar que los movimientos locales
urbanos adquirirán una fuerza significativa y deberán ineludiblemente
diseñar alianzas estratégicas con sus pares en la conformación de
confederaciones que les permitan disputar el poder en el marco del
estado-nación. (Capítulo 9: "Alianzas estratégicas".)

Si todo esto no se cristaliza en una propuesta electoral, entonces


resultaría una cosa bien insignificante, porque si algo debe deplorar la

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población es a los tibios que se esconden en el diagnóstico del
problema, pero no son capaces de asumir públicamente un
compromiso por una idea y luchar por ella hasta las últimas
consecuencias. (Capítulo 10: "Una propuesta electoral".)

Con la fuerza de las palabras, armados de una nueva ideología,


buscando fusionar lo mejor de lo nuevo con lo mejor de lo arcaico,
entendiendo que somos parte del mundo moderno y protagonistas de
la era de las ciudades, le encontramos un nuevo sentido a la nación
soberana. Tal vez en una gesta generacional sin precedentes en la
historia de la humanidad. (Capítulo 11: "El sentido de nación".)

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Capítulo 1

Del País Desintegrado


a la Ciudad-Estado
"Ante el planteamiento dominante, según el cual el
capitalismo ha ingresado a una nueva etapa de su
desarrollo, conformando "una nueva totalidad histórica", en
la que las fronteras se nulifican o se anulan y donde el
estado-nación y la soberanía se tornan "anacrónicos" y
"quiméricos", se impone la necesidad de pensar y repensar
un razonamiento alternativo."

José Gandarilla Salgado

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Las crisis de la organización política de los denominados estados
modernos en el último tramo del siglo XX resultan innegables, hemos
asistido al inicio de un proceso histórico que desembocará en una
redefinición del papel de las naciones en el entramado de la política
mundial y en el rumbo que tendrá la evolución de la humanidad
durante el siglo XXI.

De la ciudad-Estado a la nación soberana:

La desintegración de las naciones en función del fortalecimiento de las


ciudades-Estado y su posterior refundación, desde la ciudad-Estado
hasta lograr una nueva nación soberana, es un proceso que ya se ha
producido en algunas naciones. Está aconteciendo en otras e
inevitablemente sucederá en las restantes, porque si algo nos ha
enseñado la historia es que los procesos evolutivos no son únicos ni
exclusivos.

La integración del mundo a través del desarrollo de las


comunicaciones, los avances tecnológicos en materia de transportes,
el crecimiento de la utilización en la computación y el desarrollo de
sistemas operativos universales que hacen abstracción de las lenguas
nacionales, más allá del hombre integrando a la máquina; la
migración constante del campo a los centros urbanos, la crisis
manifiesta de generación de empleo y la redefinición de los sistemas
económicos, monetarios y financieros, son situaciones comunes a
todas las naciones de nuestro mundo.

Para el lector no resultarán sorprendentes estas afirmaciones, por el


contrario, en lo intuitivo de cada individuo se identifica un análisis
similar, porque hoy, más que nunca, nuestro pensamiento individual
y el desarrollo de nuestra percepción no hacen otra cosa que formar el
pensamiento colectivo. Cuando nos identificamos con algo,
automáticamente colaboramos a formarlo.

Rediscusión de los valores nacionales

Es por esta razón que lo que nos sucede como país, no es único, no
nos acontece a nosotros solamente más allá de nuestras propias
cualidades. Responde a una realidad universal en la que, nos guste o
no, estamos inmersos. Pero esta aparente desventaja resulta un factor
positivo, porque también quiere decir que nuestro país se encuentra
en la etapa de rediscusión de los valores nacionales.

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Debemos fortalecer los centros urbanos donde actualmente se
aglutina el ochenta por ciento de nuestra población, estaremos, así,
consolidando los pilares en los que se asentará la nueva república, la
nación Argentina integrada al mundo.

El concepto de ciudad autonómica, responde justamente a esta


necesidad. Pero para comprenderlo, primero debemos explicar porque
consideramos que nuestra nación, al igual que el resto de las
naciones, de la forma en que las construimos en el siglo XIX, se
desintegra. Se desintegra no en un sentido apocalíptico, sino para dar
paso a una nueva fundación simultánea.

El viejo modelo organizacional y el país desintegrado

La concepción del país federal inaugurada en 1853 y consolidada en


1880 fue eficiente durante un largo tiempo, sin embargo, sabemos por
el simple sentido común, que nada es para siempre, mucho menos un
modelo de organización político, económico e institucional.

El fracaso del intento reformista

El debate sobre la forma de organización política no es menor. La


última reforma constitucional, producto del pacto de Olivos,
intentaba, entre otras cosas, atenuar el sistema presidencialista, dotar
a la democracia de mayor estabilidad, propiciar la negociación política
y desalentar la confrontación, ampliar la representación de las
minorías y facilitar el paso de una democracia indirecta a una directa,
incorporando mecanismos como el plebiscito, el referéndum y la
consulta popular.

La intención era correcta y acorde con lo que sucedía en el mundo, no


vamos a dudar de la convicción de los dirigentes políticos que
participaron de la reforma ni de la seriedad de sus intenciones, lo que
parece sumamente claro es el fracaso de esas iniciativas.

El punto central en que gravitó la inutilidad del intento reformista fue


la imposibilidad estructural para la readaptación de la constitución
sancionada en 1853, se demostró con total claridad que esta forma
político-organizacional no era totalmente elástica. Tenía límites claros
relacionados con el tiempo en que fue concebida y la ideología que la
inspiró.

Es lícito preguntarnos cómo podría reorientarse una constitución con


un espíritu claramente restrictivo en cuanto a la participación política,

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hacia formas de democracia semi directa o directa, tal cual era la
pretensión esgrimida. A la luz de esos viejos módulos ideológicos la
sola pretensión transformadora parece un verdadero despropósito.
Algo totalmente insuficiente comparado con nuestra propuesta de
organización de la nación a partir de ciudades autonómicas que
superará el vetusto diseño constitucional de 1853.

Hacia la superación del viejo modelo

A partir de estas críticas y de muchas otras que se podrían hacer, se


comprende por que fracasó el intento de reforma constitucional y
culminó transformándose sólo en una autorización para la reelección
presidencial. La democracia directa, organizada a partir de ciudades
autonómicas tal como la promovemos, es el único proyecto político de
los últimos años orientado a solucionar los problemas de desarrollo y
de estructura organizacional del país.

El modelo de organización nacional de la generación del ochenta


generó un país integrado al mercado mundial pero con enormes
asimetrías en su desarrollo. Estas características injustas están allí
para que les busquemos una solución y reflexionemos sobre por qué,
por ejemplo, en las provincias del norte casi no hay empleos genuinos
y productivos, pero sí los hay en el sur o en la llanura pampeana. Se
dice vulgarmente que este fenómeno es estructural, pues bien,
entonces estamos en condiciones de ponernos a pensar en cambiar
esa estructura que genera desarrollos desiguales e inequidad social.

El país desintegrado

Si se coincide con el diagnóstico anterior nos es lícito sostener que el


país se encuentra desintegrado. Con esta calificación pretendemos dar
cuenta de una triple desintegración. Reconocemos una desintegración
entre las diversas zonas del país, fenómeno que produce niveles de
vida altamente diferenciados, cosmovisiones culturales distintas y a
veces opuestas, además de oportunidades de desarrollo humano no
equitativas.

También existe un notable grado de desintegración entre la dirigencia


política y la base social que le debiera dar sustento y legitimidad. Por
último, nos parece que hay una vasta desintegración entre los niveles
de gasto social del estado y los beneficios reportados a la población.
Esta desintegración en triple sentido podría aprovecharse, sólo si todo
el diseño organizacional cambia.

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Para nosotros, desarrollo político y económico van de la mano, pero la
llave del desarrollo es política. El impulso de cambio sobrevendrá sólo
si el viejo esquema de la república oligárquica es modificado.

El fortalecimiento de las ciudades

En el mundo se verifica un movimiento migratorio de características


excepcionales comparable al momento histórico en el cual los vasallos
abandonaron a sus señores feudales y se agruparon en los burgos.
Esto produce, como definimos y ejemplificamos, la disgregación del
estado nacional tal como lo conocemos, para dar lugar a un nuevo
estado, definiendo nuevamente los valores nacionales en función de
nuevas regiones, nuevos actores sociales y novedosas formas de
representación política.

Nuevos fenómenos migratorios

El fortalecimiento de los centros urbanos tal como surgieron las


ciudades-estado, concentrando al noventa y cinco por ciento de la
población mundial, será una realidad hacia el año 2020 si continúan
las tendencias actuales.

No estamos hablando de fenómenos aislados, nos referimos a


tendencias concretas, ya no específicas de nuestro país, sino de todo
el mundo. Si tomamos como ejemplo el caso de la Columbia Británica
en Canadá, observamos que en los últimos quince años se ha
verificado una migración constante hacia los centros urbanos
principales que provocó, que en la actualidad el ochenta por ciento de
la población se haya radicado en Vancouver y Victoria, como
resultado de esto se ha producido la notable desertificación de
cincuenta y dos pueblos, que han quedado deshabitados en los
últimos cinco años.

Inútiles han resultado los esfuerzos de los gobiernos centrales de los


países para contener este proceso migratorio. La búsqueda de la
comodidad de vivir en ciudades, el acceso a los beneficios de la
tecnología y la ciencia, la educación, el ocio y el bienestar, resultan
tremendamente atractivos y contrastan con la automatización de la
explotación del campo, transformada en una actividad expulsora de
empleo y el reemplazo de la mano de obra del hombre por la máquina
en los procesos industriales.

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Las nuevas ciudades

Por supuesto que las nuevas ciudades surgirán sobre el territorio de


las actuales, definiendo su sistema de gobierno en base a la aplicación
de la tecnología al servicio de la toma de decisiones por parte del
ciudadano, acercándonos al concepto de democracia directa elaborado
por los griegos. Al mismo tiempo, las poblaciones concentradas
generarán un sistema económico propio, hallando novedosos
yacimientos de empleo en función de la redefinición del trabajo
humano.

Las nuevas urbes responderán a criterios propios de evolución y


volverán a configurar la escala de valores en la relación con los
estados nacionales en función de su densidad de población y su
incuestionable poder económico.

La ciudad autonómica

Este modelo de ciudades sustentables, en cierta medida,


autosuficientes y con autonomía económica y política, es lo que
denominamos ciudades autonómicas. Unidades poblacionales que
han reconstruido sus valores acercando a los ciudadanos a la política
a través de mecanismos concretos de participación, que han
recuperado el empleo y han desarrollado nuevas actividades
generadoras de riqueza consolidando su economía y que han devuelto
a la población la alegría de vivir en comunidad.

No nos referimos a una simple enunciación de voluntad. Esta


definición responde al estudio concreto de un proceso evolutivo, que
como ya dijimos, consideramos inevitable.

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Capitulo 2

De la ciudad-Estado
a la nación soberana
“Las sociedades modernas enfrentan hoy la necesidad de
transformar la estructura del estado-nación debido al proceso mundial
de reconversión capitalista, para lo cual se deben modificar las formas
en que tanto política como economía se habían relacionado hasta ahora
entre sí. Esta crisis que atraviesa hoy esta forma de estado es uno de
los aspectos más difíciles que la teoría política debe resolver, ya que ha
sido a partir del concepto de Nación que se constituyeron las
identidades políticas en el mundo moderno, cuestión que, por el hecho
de producir la integración simbólica de los sujetos, nos remite al
problema central de la legitimidad.”

María de los Angeles Yannuzzi

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El término soberanía tiene una larga tradición en teoría política,
siempre ha estado relacionado a la idea de un poder supremo y
originario de mandar. Refería a una capacidad casi ilimitada de
realizar la voluntad de la autoridad política dentro del espacio
territorial de un país.

La política moderna es más que nunca negociación y formación de


consensos. Los actores de peso en el mercado, los sindicatos, las
cámaras empresarias, las organizaciones de la sociedad civil, las
asociaciones de profesionales, tienen obviamente, menos poder que el
estado, pero coaligadas podrían llegar a torcer una decisión
gubernamental.

El concepto de ciudad-Estado

En varias oportunidades, para explicar el concepto que proponemos


de ciudad autonómica, hemos hecho y haremos referencia a las
ciudades-estado de la antigüedad. Está claro que no proponemos un
grado de autonomía tal que haga imposible la coordinación de
políticas nacionales, en nuestro proyecto ciudad autonómica y estado-
nación conviven en un contexto de globalización.

Lo que queremos destacar del concepto de ciudad-estado es que


hacemos referencia a un tipo de organización político-social que era
posible, en su concreción y perduración, sólo si conservaba su
autonomía en base a la participación de los ciudadanos.

Ciudad-Estado y centralización: una relación problemática

El deseo autonomista de estas ciudades-estado produjo durante


muchos años que ellas rivalizaran con las nuevas monarquías.
Efectivamente, existía una contradicción entre las pretensiones
autonómicas de los ciudadanos libres de la ciudad-estado y la
voluntad soberana del Rey.

Como hemos puntualizado, por más de doscientos años se impuso la


voluntad del soberano y la monarquía se tornó absoluta. La evolución
continuó y el siglo XIX fue una época de cambios notables,
aparecieron agrupaciones político-sociales de la burguesía cuyo
objetivo primordial era la creación de una esfera íntima del individuo
protegida de la acción del estado. Al poder del monarca se le empieza
a oponer el concepto de derechos humanos. Luego aparecen los
derechos sociales como producto de la lucha de una clase obrera con
conciencia de sí misma y de la importancia de la práctica política.

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El regreso del deseo autonomista y la nueva representación

Durante buena parte de siglo XX la representación política fue


monopolizada por los partidos. Sin embargo, desde comienzos de la
década del noventa hasta la actualidad, todos reconocemos una
crítica fundada y cada vez mayor a la relación de representación
concebida en términos estáticos. La idea que proponemos de una
nueva organización política por medio de ciudades autonómicas, sólo
es posible con la participación, resultando ser la más adecuada para
nuestro tiempo.

Para comprender la nación soberana del siglo XXI

Una mala lectura de nuestra propuesta nos podría calificar como


impugnadores de todo tipo de soberanía. Nada más erróneo. Creemos
que con el devenir histórico el concepto ha ido cambiando de
significado. En el análisis del apartado anterior, observamos que la
evolución del término va desde un momento inicial absoluto,
necesario para lograr la unidad nacional superadora de la
disgregación medieval, hasta la aparición de un nuevo concepto
superador del poder absoluto, como es el de derechos humanos
concebidos como derechos individuales.

El concepto nacionalista de soberanía

El nacionalismo que hemos conocido históricamente ha sido siempre


agresivo y beligerante. Nos parece legítimo establecer una relación
posible de ser verificada entre épocas de pacificación, comercio e
internacionalismo, opuestas a tiempos caracterizados por la guerra, el
nacionalismo y las doctrinas de la soberanía y autosuficiencia
nacional.

El llamado nacionalismo económico nace a finales del siglo XIX, pero


es propio de la primera mitad del siglo XX. Se lo veía como parte del
desarrollo estratégico de la nación y estaba inserto dentro de una
hipótesis general que planteaba una inevitable tercera guerra
mundial. El siglo XIX había sido mucho más internacionalista, existía
confianza en el libre comercio, que se fue perdiendo cuando los
nuevos nacionalismos se hicieron beligerantes y agresivos.

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Soberanía absoluta y nacionalismo extremo son términos
absolutamente congruentes y representan a una época precisa de la
humanidad. La cuestión nacional, creemos hoy, no puede ser más
importante que la de los derechos humanos.

Autosuficiencia y puertas cerradas

Muchas veces durante el siglo XX el principio de "autodeterminación


de los pueblos" ha significado en los hechos que terribles dictaduras
tuvieran plena soberanía para someter a sus pueblos a los más
terribles vejámenes.

El pensamiento del hombre, la forma de organización política que una


época tiene por cierta son siempre racionales. Como hemos señalado,
el proyecto político de autosuficiencia y puertas cerradas, tenía
sentido en un mundo dividido en dos bloques ideológicos antagónicos,
en donde la hipótesis de una tercera y definitiva guerra mundial era
probable.

En tal escenario los países intentaban por todos los medios ser
autosuficientes, ya que en caso de conflicto, no serlo significaba un
serio peligro de desaparición. La política de seguridad era, en el
contexto que estamos describiendo, a todas luces, una política
racional. Las condiciones han cambiado, la enorme disparidad
armamentística hace que sólo las grandes potencias puedan llevar
adelante una guerra, también, como en aquella época, de resultado
incierto para toda la humanidad.

El viejo concepto de soberanía nacional

El comercio entre los países y entre bloques de países ha aumentado,


cambiando completamente la cultura integral, pero en modo alguno es
simplemente un fenómeno acotado al intercambio comercial. Sería
prácticamente imposible insertar la vieja doctrina de la soberanía
nacional en un contexto como el actual.

La presencia de lo extraterritorial en los ámbitos nacionales, hace que


cada día sea más difícil determinar qué es lo propio y qué es del
exterior. Los países se encuentran unidos por nuevos lazos, las
legislaciones han incorporado los tratados internacionales y pretender
un ejercicio irrestricto de la soberanía estatal parece una intención
destinada al fracaso.

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Un nacionalista entra en contradicción con el concepto de calidad,
pues debería en cada acción privilegiar lo nacional, aunque en
situación de globalización esto no esté muy claro. Resultaría
extremadamente difícil que un consumidor pudiera optar por un
producto u otro según un análisis pormenorizado de la nacionalidad
de los componentes que lo integran.

El nuevo escenario

Las prácticas político-económicas están cambiando en el mundo, la


dimensión de los negocios globales está opacando a la dimensión
territorial-nacional y también a las identidades nacionales.

Como un simple ejemplo de estos cambios recordemos que a


principios del siglo XX se consideraba que un país de gran territorio
tenía ventajas comparativas respecto de uno más pequeño. Hoy
tenemos la certeza de que no es el territorio lo que hace que Japón,
Bélgica, Suiza o los Países Bajos sean potencias mundiales.

La nueva identidad y la integración continental

Hemos identificado el surgimiento de las ciudades autonómicas y en


función de las mismas analizado la evolución del concepto de nación
soberana. La integración mundial entre los individuos, residentes en
las ciudades autonómicas, en una de las formas que se realiza es
combinando el concepto de ciudadano con el de consumidor. Además,
el acceso irrestricto a la tecnología a través de la globalización de las
comunicaciones y la universalización del conocimiento, precipitará
indefectiblemente la consolidación de nuevos estados soberanos,
ocupando los mismos territorios pero construidos en función de
integraciones continentales con intereses complementarios.

Hacia una mayor integración

El hombre, al decir de un político argentino, siempre avanzó hacia


integraciones mayores. En cada etapa debió consolidar la organización
preexistente. Así como formó los municipios, con ellos fundó a las
provincias. Fueron los estados provinciales los que constituyeron las
naciones y éstas, remozadas, teniendo en cuenta las ciudades
autonómicas, serán las que integren el continente.

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El proceso de integración cultural es innegable, ha avanzado más
rápido que la integración económica y ésta lo ha hecho más rápido
que la integración política. Es el momento de comenzar a discutir
entre nosotros si vamos a ser parte de este desafío mundial o vamos a
tratar de permanecer en el sistema obsoleto que nos ha llevado al
fracaso. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos
veces con la misma piedra. Nosotros como comunidad lo hemos hecho
más de dos veces.

Es la hora de confrontar. Es el momento de discutir. Porque es


nuestra soberana opinión la que conforma por efecto de la sumatoria
democrática de las voluntades, la voluntad de la nación.

El nuevo ciclo evolutivo

El comienzo del siglo XXI presenta una oportunidad especial, porque


coincide con el inicio de un nuevo ciclo en la evolución de la sociedad
partidocrática. Ciclo que se cumple cada cierta cantidad de tiempo y
que se caracteriza por homogeneizar las propuestas tradicionales y
generar nuevas divisiones en la sociedad en función de propuestas
novedosas, relacionadas con lo que será la partición política del nuevo
siglo.

La gran tarea: integrarnos al mundo

El trabajo no es menor, pero resulta apasionante teniendo en cuenta


que es nuestra generación la responsable de tamaña tarea. Sabiendo
que lo que hagamos o dejemos de hacer tendrá directa incidencia en el
futuro, en el mundo, sobre la humanidad y en nuestro país, sobre
quienes nos sucederán en el devenir de los acontecimientos.

Nosotros trabajamos para integrarnos al mundo en esta gran gesta


que ha encarado la raza humana, porque compren demos y
enunciamos análisis concretos, ideas progresistas y voluntad de
hacer. Es que en el terreno de la democracia queremos confrontar
nuestras ideas con otras ideas, para que juntos podamos lograr que
nuestra gente tenga futuro, un futuro venturoso como el que
auguramos para la humanidad.

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Capítulo 3

La Soberanía en la
actualidad

"La soberanía hoy día obviamente es otra cosa que cuando


se discutía en tiempos de los liberales del siglo XIX. Y
obviamente hay que reflexionarla bajo las condiciones de la
sociedad global en el siglo XXI. Lo mismo vale para la
unidad latinoamericana, los conceptos de Bolívar de la
Patria Grande o de Martí de Nuestra América, hoy día se
ven amenazados de ser desplazados definitivamente por
tres grandes proyectos regionales, dos de ellos
hegemónicos, el Tratado de Libre Comercio de América y el
Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea. Y lo
nacional, igual que lo de la soberanía, hoy día tiene que
definirse de otra forma que como se hizo hace 150 años."

Heinz Dietrich

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Hoy que ya la soberanía no es absoluta y que en todo el mundo
observamos un renacer de las organizaciones de la sociedad civil y de
la participación en general, estamos en condiciones de conciliar un
nuevo sistema que respetando la soberanía relativa de la nación
contemple y aliente la proliferación de ciudades autonómicas.

La crisis del Estado-nación

Modernidad y capitalismo son una y la misma cosa, por lo menos en


occidente. El capitalismo es un fenómeno ciudadano, razones
prácticas promovieron la migración masiva del campo a la ciudad y
luego la migración desde las naciones de Europa a América. El estado-
nación es también una construcción sustancial para la modernidad y
el capitalismo. Durante mucho tiempo el espacio nacional fue el
espacio político-económico por excelencia.

Sin embargo la globalización ha puesto en problemas el monopolio de


la decisión, que antes estaba en poder del estado-nación.
Corporaciones, organizaciones de la sociedad civil, grupos de interés,
asociaciones de preferencia, movimientos sociales, conforman una
forma novedosa de organización de lo social; el estado y la
representación política deben adecuarse a estos cambios sino quieren
quedar convertidos en una pobre manifestación del pasado.

La cuestión nacional

Se hace necesaria una reestructuración profunda de la política y de


las relaciones entre el estado y la sociedad, en la actualidad existen
diversas hipótesis que intentan resolver el tema. La mayoría de las
nuevas teorías cuestionan severamente la concepción clásica de lo
político como una actividad referida esencialmente al estado.
Observan que la próxima reestructuración estará orientada hacia un
mayor protagonismo de la sociedad civil, lo que puede redundar en
una desentronización de la cuestión nacional, en función del
surgimiento de nuevas regiones lideradas por las ciudades
autonómicas, o bien en función de la integración mayor que significa
entrar en la etapa del continentalismo a nivel mundial.

El integracionismo realista

De la siguiente manera podemos esquematizar las distintas posiciones


respecto al momento que nos toca vivir:

27
1. La conservadora: sostenida por aquellos que señalan que nada ha
cambiado, que el estado-nación sigue sien-do el único espacio
significativo en lo político.

2. La globalifóbica: postulada por los que ven en la globalización una


expresión unívoca del imperialismo americano y europeo.

3. El globalismo ingenuo: llamamos así a posturas que promueven la


desaparición de las fronteras nacionales y del estado-nación para que
mágicamente, prospere un libre comercio sin ingerencias estatales de
ningún tipo.

4. El integracionismo realista: que entiende a la globalización como un


fenómeno indetenible, propio del actual estadío evolutivo de la
humanidad. Esto implica que el estado no debe estar ausente de este
proceso, sino intermediar en las relaciones entre los individuos y las
corporaciones para evitar los casos de injusticias manifiestas y
desigualdades de oportunidades.

Nosotros entendemos al integracionismo realista como la llave teórico-


práctica que nos posibilitará ingresar en el escenario internacional en
el cual debemos desarrollar la nueva política. Por eso la tarea por
excelencia es, en esta etapa, emprender una reforma del estado que lo
capacite como un instrumento idóneo para desarrollar políticas
estratégicas de largo plazo. Es dentro de este último marco que el
integracionismo realista plantea que la optimización de las
posibilidades económicas de las ciudades es un objetivo ineludible e
imprescindible.

Vivir en el mundo es vivir en ciudades

En nuestro planteamiento el concepto de ciudad autonómica es de


liminar importancia. Hacemos referencia con él a dos cuestiones
fundamentales, por un lado se está completando definitivamente el
proceso de urbanización iniciado con el capitalismo, y por otro la
población rural tiende a desaparecer y la mecanización de la actividad
agropecuaria hace innecesaria la permanencia de las personas en la
unidad productiva. La vida del hombre será cada vez más "vida en
ciudades". A partir de este diagnóstico decimos que la forma política
más apropiada para este momento de la humanidad es un reverdecer
de las ciudades-estado.

No se trata de instaurar la vieja forma sino de actualizarla teniendo en


cuenta que debe convivir hoy tanto con el estado-nación como con el
mundo globalizado. Las ventajas de este tipo de organización de lo
social son enormes, el estado-nación se ha convertido en algo

28
demasiado grande, la estructura burocrática que lo caracteriza lo
convierte en inadecuado para adaptarse a las condiciones del cambio
permanente.

Nuevo estado y soberanía limitada en Argentina

Por todo lo anterior es que en nuestra propuesta política es


fundamental, diríamos un elemento central, la democracia directa.
Este sistema de gobierno es difícil de practicar si tomamos la nación
como un todo, pero pensamos a la futura democracia directa nacional
como la suma de todas las democracias directas ciudadanas, así
nuestra propuesta se hace entendible, práctica, y absolutamente
necesaria.

La República restrictiva

El viejo sistema federal deploraba los controles y desalentaba la


participación, era al decir del notable politólogo argentino Natalio
Botana: La República restrictiva; la clase dirigente manejaba el país
como una cuestión de familia. En la actualidad esto no es posible ni
deseable. Precisamente lo contrario, debemos aprovechar que el
tamaño de la ciudades de la mayoría de nuestro país hace posible que
los vecinos ejerzan un control constante.

El pueblo siempre ha sido el depositario de la soberanía, sin embargo


nunca como hoy se han dado las condiciones fácticas para que ese
ideal, el pueblo como soberano, evolucione de lo abstracto a lo
concreto. Una democracia de ciudades autonómicas provee a la
sociedad del más claro y eficiente sistema de control, pero además, si
se nos permite la expresión, es "más" democrática en tanto que los
vecinos tienen el poder total sobre su ciudad.

La red de ciudades autonómicas

Contraponer el viejo esquema piramidal de toma de decisiones con un


sistema de redes dentro de la ciudades autonómicas, en función de la
consulta constante ante las decisiones importantes que la comunidad
debe afrontar, inevitablemente da vuelta la pirámide tradicional del
poder transformando al ciudadano en decidor y al gobernante en
ejecutor.

29
Si la base social de la comunidad se encuentra integrada al resto de
las poblaciones de las ciudades autonómicas del mundo por el
proceso de globalización de las comunicaciones a través de redes
globales, entonces las decisiones no tendrán sólo un componente
nacional tradicional, sino que responderán a la experiencia
transmitida por miles de personas integradas horizontalmente.

Redefinición de la soberanía y de la representación

Esto redefine el concepto de soberanía. Torna en estratégica la


presencia y la opinión de nuestros ciudadanos en el mundo,
revalorizando su papel más allá de las representaciones tradicionales.
Queda perimido el concepto de fronteras territoriales y comenzamos a
definir fronteras virtuales, que trascienden a las naciones. Es que
para nosotros, el futuro es hoy.

30
Capítulo 4

La comentada crisis
de las Ideologías

"Ideología es una palabra muy usada en el ambiente


político, y aunque alguna buena parte de nuestra gente cree
sustentar el contenido de alguna ideología, pudiera afirmar
sin temor a equivocarme que muy pocos de los militantes de
las diversas corrientes conocen los principios en que se
sustenta la ideología que profesan. La Ideología es una
rama de las ciencias filosóficas que trata del origen y
clasificación de las ideas. El ideólogo es la persona que
profesa una ideología, pero también se dice de la persona
ilusa, soñadora, que piensa en utopías."

Carlos Quiñónez Torres

31
Algunos apuntes sobre nuestra propuesta

Nuestra propuesta no es de izquierda ni es de derecha. Estas


identificaciones nos permiten calificar, pensar y adherir o rechazar de
manera rápida y tajante. Sin embargo, la realidad y la totalidad no
son simples, sino que son realmente complejas y no se pueden
resolver con fórmulas o prejuicios.

La política como una relación de amigo y enemigo

Durante la vigencia de la "guerra fría" las identificaciones políticas


esgrimían una contundencia absoluta. Si alguien pertenecía a la
izquierda ideológica justificaba la terrible represión que ejercía Stalin
sobre el pueblo ruso y criticaba por injusta la situación de la raza
negra en EE.UU. Admiraba los éxitos en la mecanización de la
agricultura China y deploraba la incorporación de tecnología agrícola
en los países capitalistas por ser expulsora de mano de obra.

Si alguien se identificaba con la ideología liberal-capitalista estaba


dispuesto a tolerar la tortura a militantes de la izquierda
latinoamericana o a apoyar dictaduras militares genocidas, pero
criticaba con gran énfasis los campos de concentración de opositores
en el bloque socialista. Era un mundo en donde lo político era
concebido como una relación de amigo y enemigo. Para ejemplificar,
podríamos citar a una notable líder política de esa época que sostenía:
"a los amigos todo, a los enemigos ni justicia".

Las concepciones actuales

Las visiones políticas, en la actualidad, han evolucionado hacia


definiciones menos parciales, menos dramáticas y más cercanas a lo
universal. La existencia de tribunales internacionales de derechos
humanos como el que juzgó al dictador Milosevic o las órdenes de
captura internacionales libradas contra jefes de la dictadura
Argentina, permiten imaginar un futuro real donde la violación de los
derechos humanos sea verdaderamente un crimen contra "toda la
humanidad".

En términos simplificados: la ideología comunista privilegiaba la


igualdad en detrimento de la libertad; la ideología liberal realizaba un
gran esfuerzo en preservar la libertad de comercio sin tomar en
cuenta las enormes desigualdades e injusticias que ponían en peligro
los sistemas políticos.

32
La izquierda y la derecha en el imaginario colectivo

No vamos a realizar un análisis histórico exhaustivo de lo que


connotan los términos izquierda y derecha, pero sí intentaremos
analizar qué significan en el imaginario social.

Izquierda en un sentido positivo remite a justicia social, preocupación


por los desfavorecidos, igualdad de oportunidades, intervención
estatal en casos de desajuste del mercado o de injusticia social. Pero
también puede significar ausencia de libertad y de iniciativa
ciudadana, partido único, tiranía, represión, ineficiencia.

Derecha puede significar protección del pluralismo, respeto por los


derechos individuales, eficiencia productiva, igualdad ante la ley, o
también desprecio por los derechos humanos, dictadura,
consagración y promoción de las desigualdades sociales.

Lo que pretendemos aclarar es que es un truco de mal político poner a


todos los buenos jugadores del lado propio y a los malos del lado del
adversario. Suecia, Noruega, Suiza y Canadá, países de gran
desarrollo económico y social, no son socialistas pero tampoco son
liberales, privilegian el accionar del estado y el correcto
funcionamiento del mercado y no aceptan falsas contradicciones entre
las libertades de los individuos y los derechos de la comunidad.

Estado versus mercado

Sostenemos con convicción que estas oposiciones son absolutamente


falsas. Estado contra mercado, por ejemplo, es una contradicción
aparente que se resuelve con el concepto de nación. El mercado niega
al estado, pero sin él no puede existir, esta negación se resuelve con la
aparición del interés general, que no es la mera suma de intereses
individuales, sino que es, sin duda, el interés nacional. De allí que
nuestra propuesta es el pragmatismo, no entendido como un accionar
sin estar sujeto a valores, sino todo lo contrario, una acción de
gobierno que tenga en cuenta siempre el interés de los ciudadanos de
la nación que es el único interés concreto y real.

¿Las ideologías desaparecen?

33
Bajo ningún concepto las ideologías desaparecen, lo que sucede es
que con la evolución sociopolítica en el ámbito nacional e
internacional las diferencias ideológicas clásicas se sintetizan y
transforman, aquello que antes suscitaba un apasionado debate hoy
es en un acuerdo general.

Cuando toda la población llega a niveles importantes de consenso


sobre un tema en particular sucede que sube un escalón en su
desarrollo político y aparecen novedosas propuestas que toman el
desafío de definir nuevos problemas y objetivos. Los problemas
políticos no son previos a su instauración como temas de discusión en
el espacio público, son el resultado de la acción consciente de nuevas
ideologías, adecuadas para explicar lo que la sociedad ha calificado
como real, como importante.

Democracia en todos los ámbitos

Ya no cabe pensar una democracia moderna que sea la consagración


absoluta del libre mercado o en donde desaparezca la libertad en el
todopoderoso estado; que alcance el desarrollo económico pero que
atropelle los derechos humanos; que mantenga la legalidad pero que
sea impotente frente a la pobreza. Democracia en todos los ámbitos en
donde se desempeña el hombre, desarrollo económico igualitario y
ampliación constante de los derechos, son los pilares de cualquier
construcción política racional.

El discurso modernizante en Argentina se ha presentado en forma


incompleta, escindida, en base a una inexistente contradicción entre
justicia social y mercado. Decimos inexistente porque pensamos que
el estado debe intervenir en el mercado para corregir situaciones de
injusticia y capacitar a la población para integrarse con éxito a un
mundo económico en constante cambio.

La exclusión social

Las transformaciones económicas de los años noventa en nuestro país


provocaron una enorme exclusión social, además, nada se hizo
respecto de la reforma política, que quedó cristalizada en el viejo
sistema de organización. Cualquier propuesta política racional debe
serlo en forma integral, efectuar síntesis superadoras de las
oposiciones binarias. La pobreza de millones de argentinos no es un
tributo necesario al libre mercado y la solución a ese gravísimo
problema no es reponer una economía donde el estado sea el actor
principal.

34
El estado del espíritu humano no permite exclusiones autoritarias o
falsas oposiciones entre mercado y derechos, nuestra propuesta toma
cuenta de ese grado de desarrollo de la humanidad y lo que quiere es,
simplemente, profundizarlo, pues sino sería invertir tiempo y
esfuerzos en esquemas obsoletos.

Las nuevas ideologías

Pensamos que son desacertados los argumentos que llevaron a


Francis Fukuyama a proclamar el fin de las ideologías, afirmación
prematura y carente hoy de sustento. Si se habla de la muerte de toda
ideología, no cabe duda se trata de un pronóstico errado. Si de lo que
se habla es de la muerte de las ideologías decimonónicas como el
liberalismo y el marxismo, estamos de acuerdo porque coincide con el
ocaso de las ideologías que tutelaron los enfrentamientos políticos de
los últimos cincuenta años en nuestro país. El intento de mantenerlas
en el tiempo responde a la necesidad de justificar la existencia de las
estructuras políticas que las sostuvieron.

Las nuevas organizaciones políticas

El surgimiento de nuevas organizaciones políticas que representen la


nueva partición de la sociedad en propuestas concretas de
crecimiento, integración y desarrollo sostenido y autónomo,
inevitablemente implicará el advenimiento de nuevas ideologías. Nos
hallamos en un momento fundacional, oportuno no sólo para
declamarlo, sino para propiciar drásticamente la renovación de
dirigentes, estructuras, formas de hacer política y de proyectar a la
nación dentro de la comunidad internacional, porque las nuevas
ideologías no serán producto de una vanguardia iluminada,
responderán a una síntesis entre el pensamiento y los anhelos de
sectores específicos y transversales de la humanidad.

35
Capítulo 5

El principio de la Transversalidad
como factor Fundacional

“Mucho nos hemos esforzado por generar el diálogo y la reflexión


basándonos en el criterio de transversalidad política, pero, a la vista de
los resultados, ¿debemos seguir en esta línea? Personalmente pienso
que sí, aunque deberíamos asumir un mayor compromiso: estamos al
final de una generación y de una etapa política que ya no da más de sí
y lleva a nuestro país al estancamiento en algunos aspectos. Se debe,
pues, volver a la acción política, a la regeneración de los partidos
políticos, a las asociaciones cívicas, etcétera. Las bases establecidas
deben ser zarandeadas, son necesarias nuevas ideas, nuevas formas
de actuar, mayor sinceridad, menos ambigüedades y un lenguaje de
mayor riesgo. No podemos seguir con políticos aficionados, que no son
más que burócratas y técnicos, hemos de poder contar con políticos de
verdad, que se arriesguen por sus ideales y su país. Estamos, pues,
ante la pared de una situación surgida de la transición democrática: no
podemos esperar más, hay que franquearla o derribarla.”

Miquel Sellarés

36
Las relaciones de autoridad son propias de la infancia. Obedecemos a
nuestro padre independientemente de la racionalidad de su orden, en
su "ser padre" se encuentra la fundamentación de su autoridad.
Podemos decir entonces que el autoritarismo o
verticalismo político es propio de la infancia de la humanidad.

Hemos comenzado a transitar el siglo XXI, el espíritu del hombre ha


alcanzado la madurez y ya no aceptamos órdenes basadas en el
ejercicio de la pura autoridad, por eso el presente y el futuro están
signados por los conceptos de transversalidad y horizontalidad.

La multiplicidad de lo social

Integramos como sujetos gran cantidad de asociaciones, que son el


ejemplo práctico de la nueva multiplicidad de lo social. En todas esas
asociaciones se define parte de nuestro ser, inserto en la
postmodernidad, que tiene como característica principal el cambio.
Mañana podemos pensar distinto y realizar otras actividades o
relacionarnos con otros grupos de individuos. Si nos quedáramos con
este puro asociacionismo mutable nuestro nivel de humanidad sería
incompleto, seríamos un sujeto que se define a sí mismo día a día.

Nosotros creemos que existe un tejido social actual, un lazo


comunitario general, que está fundamentado en una ética
universalista laica que nos permite diferenciar entre lo racional y lo
insensato, entre lo que debe ser y lo que no.

Lo que nos sugiere el concepto de transversalidad

Con este término damos cuenta de la síntesis entre el individuo y la


comunidad Sabemos que el hombre es libre, conoce cuál es su propio
camino para llegar a la felicidad, sabe lo que le conviene, traza sus
propios planes de vida y se realiza junto a otros en la comunidad que
él elige. No se mantiene en el individualismo absoluto, eso es también
infancia, sabe que vive con otros, que los necesita y que la felicidad o
el dolor son también grupales, comunitarios, pues sigue siendo verdad
aquello que señalaba el gran Aristóteles, el hombre es un ser político.

La transversalidad es un principio de acción que resuelve la oposición


entre individuo y comunidad, entre subjetividad y objetividad. En el
plano íntimo soy este individuo particular que tiene tales o cuales
inclinaciones que me especializan e individualizan, pero cuando salgo
de esa esfera propia, íntima, tomo conciencia de que soy un hombre
más, que entiendo el sufrimiento y la alegría de los otros. Esa

37
capacidad me permite entender y trabajar por mi felicidad y la de los
otros. Allí aparece la política, la gran política, entendida como una
vocación por lo común, por lo general.

Este sentido supremo es el que supera las oposiciones preexistentes y


es esa la razón por la cual personas provenientes de distintos orígenes
ideológicos comienzan a elaborar una nueva síntesis de pensamiento
que generará nuevas escisiones políticas.

El momento histórico fundacional

Es por eso que consideramos este momento como un momento


fundacional, condicionado y caracterizado por la transversalidad.
Agotada la capacidad de explicación de las ideologías tradicionales,
personas provenientes de distintos signos políticos se agrupan para
dar origen a lo nuevo. Este comportamiento cíclico desde la vigencia
del sistema de partidos políticos se constituye en el elemento
disparador de una nueva etapa.

Somos conscientes de que nadie se organiza solamente por el hecho


de hacerlo, la consolidación de poder político detrás de estas
expresiones transversales, que conviven con las viejas expresiones
políticas, resulta una realidad innegable. Esto implica que la lucha
por el control del estado ya no será una confrontación sólo ideológica
sino que responderá a una confrontación explícita de sistemas
políticos, unos relacionados con el pasado y otros con el futuro.

Pero como en democracia, ningún cambio es instantáneo, debemos


comprender que la gradualidad del mismo definirá y al mismo tiempo
limitará el período temporal de la transversalidad. Estaremos
despidiéndonos del estado tal como lo conocimos en el siglo pasado.

Un nuevo mundo y un nuevo estado

El estado interventor (Welfare State), propio de los cincuenta y los


sesenta, fue un instrumento apto para solucionar ciertos problemas
"materiales" del hombre. Produjo una homologación que satisfizo las
necesidades de trabajo, consumo y servicios de la población. Pero una
vez logrados esos requerimientos básicos, se mostró absolutamente
ineficaz en lo referido a las nuevas demandas de la sociedad.

Si a lo anterior le agregamos la crisis económica recurrente producida


por la falta de incentivos a la inversión, vemos que la dirigencia

38
estatista caducó rápidamente, pues ya no podía solucionar ninguno
de los problemas reales que la sociedad presentaba a comienzos de los
setenta.

Se puede aplicar a la definición de este acontecimiento lo que


magistralmente señalara Antonio Gramsci sobre los cambios en la
sociedad y la caducidad de las dirigencias: "Los viejos dirigentes
intelectuales y morales de la sociedad sienten que les falta el terreno
bajo los pies, se dan cuenta de que sus prédicas se han transformado
precisamente en `prédicas', en cosas extrañas a la realidad, forma
pura sin contenido, larva sin espíritu".

El papel del nuevo estado

El estado es todavía hoy la asociación más importante, pues contiene


a todos y todos forman parte de él, pero debe ser reacondicionado
para poder enfrentar nuevas y variadas demandas. La sociedad civil
del siglo XXI está integrada por multitud de asociaciones
transversales que le dan un nuevo contenido al estado, pues él es la
expresión de la multiplicidad de lo social que no debe ser acotada,
resumida.

Un estado remozado se debe esforzar por atender las demandas de las


más variadas expresiones del hombre en sociedad, grupos de interés,
asociaciones de preferencias particulares, sindicatos, ciudades,
movimientos sociales, y vigila, básicamente, que ninguna de ellas se
convierta en un superpoder, porque como sabemos, el poder corrompe
y el poder absoluto corrompe absolutamente.

El nuevo estado que planteamos nunca obliga a realizar, sino que


interroga a los vecinos y en consecuencia facilita lo que necesitan para
gestionar sus propios proyectos. En la infancia de la humanidad era
necesario el estado-padre, en la adultez nos encaminamos hacia un
estado que proteja y promueva la autonomía.

Buenos Aires: ciudad autonómica

El concepto de ciudad autonómica es perfectamente aplicable a


nuestra ciudad, mucho más todavía si tomamos debida nota de que la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto al cono urbano bonaerense,
constituye uno de los principales centros urbanos del mundo en
función de la concentración de población. Si combinamos lo anterior
con la peculiaridad de que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el
único distrito cien por ciento urbano del país, se nos abre la

39
oportunidad histórica de liderar un proceso mundial. También nos
exige una responsabilidad absoluta en la renovación real y concreta
de la política como instrumento para la correcta y eficiente toma de
decisiones.

La nueva política

Es por eso que hablamos de la nueva política, no entendida como la


mera renovación de dirigentes o un simple traspaso generacional, sino
aplicada en el diseño de nuevos pensamientos políticos, en la
búsqueda de nuevas visiones de estadistas, que marquen el camino
del futuro de la nación, en el contexto real de evolución de la
humanidad.

Pretendemos desde la nueva política diseñar una opción real de


crecimiento, con sustento ideológico y razón técnica, para que no sólo
los ciudadanos de Buenos Aires, sino los habitantes del país,
comiencen a creer que es posible cambiar, que es posible construir un
futuro y que no tenemos porqué arrastrar la mochila de los frustrados
del pasado, de los agoreros del futuro y de aquellos que se dedican a
predicar la imposibilidad de hacer, para cubrir su ineptitud.

Tenemos el desafío de revolucionar los pilares mismos de la política


tradicional, explicar nuestras ideas, sus fundamentos y la forma en
que vamos a provocar el cambio. Ése es el desafío de la nueva política.

40
Capítulo 6

La Organización
de la Democracia Moderna

“Pero, más grave que todo es la convivencia y la ósmosis creciente


entre el mundo político, la alta administración y el mundo de los
negocios, que han creado el humus en el cual se han multiplicado las
malversaciones, la corrupción, el abuso de mandatos públicos y el de
bienes sociales. La proliferación de los escándalos y de los
enjuiciamientos judiciales en las referidas áreas ilustra
abundantemente esta tendencia. Todo esto ha redundado en una
desafección creciente del ciudadano hacia la política, que va del simple
desinterés al disgusto, provocando su alejamiento de la vida política y
el creciente abstencionismo en las elecciones, y reforzando la tendencia
a la profesionalización y la corrupción del mundo político. Es, por lo
tanto, vital, sanear la vida política, comenzando por la reanimación de
la reflexión política y de la participación ciudadana, procesos ambos
que sólo pueden darse en un marco global, en el cual el ciudadano y el
Estado se habrán reconciliado con el propósito de enfrentar los desafíos
del Tercer Milenio y de construir un mundo mejor.”

Ariel Français

41
Recrear la democracia clásica

Razones varias tornaron impracticable la democracia original griega,


una de las principales y mas obvias, fue el aumento de la población en
las urbes. Sin embargo, desde 1970 en adelante se ha producido una
revolución inusitada en las comunicaciones; lo que antes era
impensable, hoy es real y mañana será antiguo.

Formamos parte de una nueva comunidad virtual que se realiza en un


espacio público del mismo tipo. De la misma forma en que en Atenas
para tomar una decisión había que consultar a 10.000 personas,
número ideal de participantes de la democracia ateniense, hoy, a
partir de los nuevos medios de comunicación, podemos consultar la
opinión de millones de argentinos.

Esta certificación nos permite aseverar que estamos de nuevo en


condiciones de volver a la democracia clásica, potenciada, porque ya
no habrá excluidos como era el caso en la antigüedad respecto a las
mujeres o los esclavos.

Algunas de las viejas razones restrictivas

Desde el siglo XVI en adelante se utilizaron distintas argumentaciones


para impedir el acceso de diversos sectores de la población a la
decisión política. La razón de estado justificaba el secreto de estado, la
carencia de alfabetización sostenía la existencia del voto restringido, la
supuesta inferioridad mental femenina explicaba la imposibilidad del
acceso de las mujeres al voto. Todas estas fundamentaciones
restrictivas han sido superadas, ya no son aceptables, el hombre del
siglo XXI accederá universalmente a la decisión política más allá de la
voluntad de los gobernantes.

La consulta permanente

La consulta permanente es posible, el nuevo rol del político, cada vez


menos representante, será el de presentar razones, argumentos y
fundamentos, para que los ciudadanos tomen una u otra opción sobre
temas referidos a lo común, a lo general.

Nuestros antecesores democráticos, los griegos, votaban y decidían


sobre una diversidad de asuntos que aún hoy nos parecería increíble.
Para que tomemos conciencia, es oportuno referir que hasta la
declaración de guerra estaba sometida a la aprobación popular.

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Cuando se preparaba el ejército, el estratego, hoy le diríamos general
en jefe, explicaba el plan de acción en combate y terminaba su
alocución diciendo: "si alguien tiene un plan mejor, que lo diga".

La democracia directa es un remedio contra el gobierno de los


técnicos

Una de las formas más comunes de deslegitimación democrática ha


sido el llamado "gobierno de los técnicos", calificación que hace
referencia a la tendencia de la democracia moderna a ceder decisiones
a supuestos expertos, lo que ocurre en la economía es un buen
ejemplo de esta desviación.

La democracia ciudadana directa que proponemos no tolera el


"gobierno de los técnicos", el experto en ella es simplemente un
consejero, sugiere caminos de acción, pero la decisión, como en la
democracia clásica, está siempre en manos del pueblo.

Apuntes sobre la sociedad partidocrática


(Atrapados en el tiempo que los originó)

El nacimiento de un partido político responde a una necesidad


histórica, alguna situación es vista como injusta, algún nuevo sector
social reclama ser escuchado en el espacio público, alguna necesidad
acuciante de un grupo de la sociedad civil debe ser reivindicada, en
fin, los partidos responden a razones históricas y desaparecen cuando
quedan atrapados en el tiempo que los originó.

Durante más de doscientos años en Europa hubo un partido que


defendía la primacía del Papa en cuestiones terrenales y otro que
deploraba esa posibilidad, hoy este debate es inactual.

El radicalismo y el peronismo

Hablando del origen de los partidos nacionales podemos decir que el


radicalismo, ya centenario, nace fundamentalmente como el partido
de la clase media incipiente, de origen inmigratorio, que pedía
incorporarse al poder. El peronismo sustenta su entronización en que

43
posibilitó el ingreso a la escena política nacional de las mujeres y la
clase obrera.

Los objetivos fundacionales de los dos partidos más importantes de la


Argentina se han cumplido, hoy sobreviven como maquinarias
políticas sólo preocupadas en su preservación.

A pesar del reconocimiento generalizado a la crisis de representación,


desde la reconquista democrática en 1983 las autoridades
legítimamente electas han surgido de los partidos tradicionales, todo
intento por crear una tercera fuerza ha fracasado.

Las relaciones entre el éxito y la confianza

Los ciudadanos se han alejado de la política y la carencia de


resultados que puedan ser percibidos en la vida diaria es una de las
razones fundamentales.

Esta sensación se profundiza si agregamos que la certeza del


ciudadano argentino es que vivimos en un país rico. Es una paradoja
inexplicable que un país rico, en posibilidades, tenga el cincuenta por
ciento de su población sumida en la pobreza absoluta.

La integración al mundo global

Tenemos que aprovechar al máximo nuestras posibilidades de


integración exitosa al mundo global porque las oportunidades no son
eternas. Deberíamos recordar aquella parábola bíblica, la de los
talentos (Mateo, 25-14), en donde se nos refiere que después de un
viaje, un amo exigente forma frente a él a sus siervos y premia sólo a
los que acrecentaron su capital. Al que, conservadoramente, enterró
su capital para que nada le sucediera, lo echa de su casa.

Las palabras finales de Jesús en esa parábola son terribles y


aleccionadoras "porque en verdad les digo que a aquel que tiene se le
dará y tendrá sobreabundancia; pero a aquel que no tiene, aún lo
poco que tiene le será quitado". Valga esta parábola para pensar la
injustificable Argentina actual, uno de los cinco primeros productores
mundiales de alimentos, que condena a sus niños a la desnutrición.

Las oportunidades del mundo globalizado

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El mundo globalizado es de los osados, de los valerosos y de los que
no se conforman con administrar la crisis, los tímidos y los medrosos
no tienen lugar, por lo menos como dirigentes.

Si bien es cierto que la realidad globalizada es sumamente cambiante,


la corroboración de tal característica no obstruye la necesidad de
concebir e implementar políticas de mediano y largo plazo. Países que
hasta décadas atrás se encontraban evidentemente atrasados con
respecto al desarrollo social argentino, hoy nos han superado y ello es
debido a que han profundizado en planes de desarrollo estratégico.

Planes continuados de desarrollo

Chile y Brasil son un acabado ejemplo de que, aún con enormidad de


problemas, las clases dirigentes pueden llegar a acuerdos de largo
plazo sobre el perfil productivo de sus respectivos países. La ventaja
de tales concepciones es que ponen a salvo ideas centrales que serán
respetadas independientemente del partido al que le toque estar al
frente del gobierno.

En nuestro país otra muestra de la incompetencia de la clase dirigente


es la sucesión contradictoria de políticas públicas. Planes sociales que
no se continúan, políticas de desarrollo que se modifican con el
cambio de administración, concepciones encontradas respecto del rol
argentino en el mundo, todo eso fomenta la discontinuidad, la
dispersión y por lo tanto el fracaso.

El éxito se logrará sólo con la participación ciudadana

La clave del éxito político es la responsabilidad del ciudadano, sin


embargo, la cultura política argentina por diferentes razones no se ha
podido desprender del clientelismo. Sostenemos que el ciudadano es
visto como masa y la política es concebida como dádiva.

Esta concepción ha entorpecido el pleno desarrollo democrático y ha


mantenido a importantes zonas del país en una especie de
medievalismo caudillista.

La propuesta participativa

45
Nuestra propuesta hace hincapié en la idea de democracia directa,
participativa, porque entendemos que la modernización cultural es la
clave para la modernización política.

Una democracia directa de ciudades autonómicas dotará al sistema


político de una legitimidad nunca antes vista. El ciudadano argentino
ya no soporta la enorme distancia que significa la actual relación de
representación. Participación reflexiva, constante y responsable es la
propuesta que nos sacará de la decadencia y permitirá un grado de
homogeneidad básico, necesario para que por medio del éxito surja la
confianza.

La crisis del viejo sistema federal

Las características estructurales del viejo sistema federal nos


conducen a lo que hemos dado en llamar "la desigualdad negativa",
una de las razones profundas del fracaso. Hacemos referencia con
este término a la falta de una homogeneidad mínima en lo cultural,
político y económico.

La desigualdad se hace evidente en toda actividad que encaramos.


Pareciera, a veces, que nos concebimos como ciudadanos o habitantes
de países distintos y hasta enfrentados. A todo esto le debemos
agregar la desigualdad política y de desarrollo, en la consideración de
la justicia, de proyectos de nación.

El pacto fundante para una nueva nación

La tarea política más importante para los próximos años es lograr


cierto grado de homogeneidad conceptual y consenso que nos
permitan ser una nación y no una multiplicidad de átomos aislados y
enfrentados.

Mucho se ha hablado y poco se ha hecho acerca de la necesidad de un


pacto fundante entre todas las fuerzas partidarias para que las
políticas públicas tengan una continuidad en el tiempo,
independientemente de los cambios de administración.

El llamado "Pacto de la Moncloa", clave para la recuperación de


España, es un ejemplo concreto de que, con un acuerdo general, se
puede revertir el atraso y el subdesarrollo.

46
Proponemos entonces un nuevo pacto fundante entre ciudades,
regiones y asociaciones de la sociedad civil que posibilite una nueva
Argentina horizontal, participativa y desarrollada.

47
Capítulo 7

El Derecho de ser Representado


y el Deber de Representar

“De modo que es preciso subrayar que la participación


ciudadana apenas podría imaginarse sin una cuota,
aunque sea mínima, de eso que llamamos conciencia social.
Me refiero a los vínculos que unen la voluntad individual de
tomar parte en una tarea colectiva con el entorno en el que
se vive. Pero ocurre que la mayor parte de las personas
suele luchar por satisfacer sus intereses y sus necesidades
individuales antes que permitirse el sacrificio por los
demás. Y en la mayor parte de los casos, son esas
necesidades e intereses privados los que mueven a los
seres humanos a emprender actividades conjuntas con
otros: los que empujan a la participación ciudadana. De ahí
que la trama de motivaciones y aspiraciones que rodean la
vida social resulte tan complicada.”

Mauricio Merino

48
Las representaciones
Transversales y múltiples

El representante es aquel que "vuelve a presentar", de allí la palabra


representación. Vuelve a presentar, básicamente, las ambiciones,
deseos e ideas de su grupo de pertenencia. Pero esto no puede ser
algo absoluto ya que el interés nacional es el fruto de la conciliación
de una multiplicidad de intereses grupales. Pensamos también que
cuando una persona no se siente representada por nadie es que ha
llegado su momento de participar de lo público y postularse como
representante.

Hemos sostenido la necesidad de reconstruir la democracia directa,


alguien podría plantear cierta contradicción entre esta idea con el
concepto de representación. No lo vemos así porque nuestra definición
de lo político rechaza las oposiciones binarias. Imaginamos una nueva
Argentina en donde existan representaciones transversales, donde el
estado nacional no ejerza un monopolio de lo político.

Las democracias directas de las ciudades autonómicas discutirán con


los representantes elegidos, nacional y distritalmente, a su vez,
también participarán los movimientos sociales. De esa manera
sabremos positivamente que las decisiones referentes a la totalidad
serán tomadas desde una participación ampliada como nunca se
produjo en nuestro país y que por lo tanto permitirá subsanar el
déficit recurrente de legitimidad que aqueja a nuestro sistema político.

La relación de representación contemporánea, en la Argentina y en el


mundo, se encuentra cuestionada por los propios representados, es
obvio que gran cantidad de ciudadanos quedan afuera de la decisión
política. La razón fundamental es que los representantes se han
conformado en una corporación política que sólo tiene en cuenta sus
intereses particulares y utiliza al estado como un instrumento para
perpetuarse. No resulta difícil comprender a la luz de estas certezas
por qué son cada vez más bajos los niveles de asistencia a los
comicios y de participación política. La representación múltiple y
transversal es el único camino de relegitimación posible.

El estado: nacimiento, desarrollo


(¿fin de la representación?)

El estado, desde su nacimiento, ha representado lo general, era


concebido como una instancia distinta y cualitativamente superior a
la permanente lucha entre intereses grupales característicos de la
sociedad civil. El estado-nación moderno fue el pacificador por
excelencia y terminó con los "señores de la guerra" característicos de

49
la época medieval. Su obra principal estribó en concluir con la
"dialéctica de las bandas", fenómeno caracterizado por la búsqueda de
legitimidad interna y la autoafirmación grupal.

El desafío de conciliar lo grupal con lo estatal

En este sentido lo que vale para el pasado también es válido para el


presente, decimos que inmersos en el grupo, sus integrantes buscan
parecerse a sí mismos, autovalidarse; se crece o se escalan posiciones
dentro de la asociación, siendo el más extremista en cuanto a respetar
y promover los propios valores. Por tal razón la nueva política deberá
superar el desafío de conciliar lo grupal, para que no nos enfrentemos
a una medievalización de la vida común, con lo estatal, que no puede
significar la desaparición de la pluralidad.

Con la aparición de la dimensión nacional los grupos se encontraron


con valores de mayor alcance que pasaron a ser los principales. Si la
asociación quería sobrevivir tenía que ingresar en lo social y atenuar
la propia convicción para dialogar dentro de una valoración de
carácter general.

La creación de un espacio público común

Lo que estamos afirmando es que, con la entronización del estado, la


multiplicidad propia de la edad media desapareció no porque ya no
hubiera más grupos sino más bien porque la monarquía banalizó su
importancia en la medida en que todos comprendieron que la
condición de posibilidad de su existencia, era justamente, la
existencia del estado. Esto ocurría dentro de un contexto en donde era
incipiente la existencia de un espacio público común regido por una
legalidad abstracta y proveedor de una legitimidad general, ésta fue
una de las primordiales funciones de la estatalidad naciente: la
creación de un espacio público común.

El estado, en su desarrollo histórico logró un triunfo casi completo


sobre la multiplicidad de lo civil y esto fue negativo, se pasó de la
multiplicidad de las voces, al canto monocorde del rey. Aparecieron
expresiones políticas que cuestionaban la intromisión del estado o de
la sociedad en la esfera individual, y otra vez la sociedad fue la
expresión de la variedad. Para finales del siglo XIX nuevas teorías
políticas demostraron que la sociedad no era idéntica a la suma
individual de sus partes sino que se encontraba escindida en clases
sociales.

50
El protagonismo de los nuevos movimientos sociales

En la segunda mitad del siglo XX, con la caída de los llamados


"estados de bienestar", aparecieron movimientos que reclamaban
libertad y autoafirmación, que no querían ser absorbidos,
subsumidos, por la maquinaria estatal o por la representación clásica
de los partidos políticos. Era más que obvio que la división de la
sociedad en clases no agotaba las reivindicaciones posibles.
Movimientos de afirmación de identidad sexual, movimientos de
liberación nacional, de defensa de una cultura, de orgullo racial,
hicieron su aparición en el espacio público planteando nuevos clivajes
y reclamos tanto al estado como a la sociedad civil. Toda esta variedad
propositiva fue agrupada bajo el nombre de nuevos movimientos
sociales y es importante analizarlos y tratar de comprenderlos ya que
son la base principal de lo que llamamos "nueva política".

El poder del estado y los derechos del hombre

Estamos dando cuenta, simplificadamente, de un recorrido que sería


el siguiente: en los comienzos de la modernidad se produce el
nacimiento del estado a partir de la entronización de la autoridad
absoluta y la disolución de los grupos privados de honor y poder. En
el período político posterior se comienza con la discusión de la
autoridad absoluta a partir del concepto de esfera íntima del
ciudadano protegida de la acción estatal. El desarrollo continúa con la
aparición de la sociedad partidocrática y del concepto de derechos del
hombre y de los derechos sociales.

Por último nos encontramos con el momento actual, en donde se ha


puesto en discusión el monopolio del poder del estado y el monopolio
de la representación que ejercen los partidos. Como pensamos que
todo lo real es racional consideramos positivo y promisorio el tiempo
en que vivimos y no vemos ninguna necesidad de volver al pasado, en
todo caso, todo lo que del pasado tiene sentido en el presente se
encuentra en lo que hemos llamado arcaización de lo moderno y
modernización de lo arcaico.

La arcaización de lo moderno y la modernización de lo arcaico

Tomamos prestados estos conceptos del gran sociólogo brasileño


Florestán Fernández, él los usaba en un sentido a priori muy distinto

51
del que los usaremos nosotros. Efectivamente fueron enunciados en
los años 60, época en donde la teoría de la dependencia intentaba
explicar por qué no teníamos en Latinoamérica un capitalismo como
el que evolucionaba en Europa.

El capitalismo desarrollado: una ambición general

Para Fernández razones de tipo estructural e histórico hacían


imposible la concreción de un capitalismo desarrollado en América del
Sur. Nos parece de notable interés que desde un pensamiento anclado
en el socialismo, la preocupación estuviera puesta en desarrollar el
capitalismo y no solamente en realizar una revolución socialista.

Debatía con varias teorías pero especialmente con la ideología


popular-desarrollista que pretendía implantar en el cono sur un
modelo que superara la industrialización por sustitución de
importaciones que se desarrollaba en el subcontinente desde los años
treinta. Todavía hoy existen expresiones políticas que ven en la
producción de bienes tangibles una salida. Pensamos que en las
condiciones actuales de globalización tal industrialización no es
posible ni deseable, si tenemos en cuenta, por señalar sólo una de las
desventajas, el alto nivel de polución ambiental que provoca la
producción de bienes industriales.

La ciudad autonómica: síntesis entre lo antiguo y lo moderno

Cuando Fernández hablaba de arcaización de lo moderno y


modernización de lo arcaico quería dar cuenta de una mixtura de
elementos modernos y antiguos en una cierta combinación específica.
La propuesta de un nuevo país organizado a partir de ciudades
autonómicas va en ese sentido, se trata de rescatar del pasado una
forma de organización de lo social y actualizarla en función de la
realidad globalizada. La ciudad-estado clásica desapareció en la
historia, el estado-nación se encuentra sometido a un proceso similar,
pensamos que la desintegración (más no desaparición) de los estados
se producirá por obra de las nuevas ciudades autonómicas. Allí vemos
un ejemplo en donde lo antiguo y lo moderno se combinan de una
forma específica que define el presente y el futuro. La nueva política
propone nuevas rupturas, señala como político algo que no era
concebido como tal, aquellos que están preparados para ver solamente
un tipo de división social se quedarán afuera de la política.

52
El papel de nuevos movimientos

La división decisiva en el siglo XX fue entre los productores y los


dueños de los medios de producción, si bien no ha perdido toda su
importancia, ha sido opacado por los movimientos de identidad,
movimientos sociales y por todo lo que se da en llamar,
genéticamente, la nueva política.

Reivindicaciones de la nueva política

Reclaman, básicamente, libertad, es decir independencia del estado,


de la tiranía de opinión que puede ejercer la sociedad y de los partidos
políticos tradicionales.

Pues en la mayoría de los casos los problemas sobre los que enfocan
su accionar estos movimientos, han sido provocados por la acción del
estado o por una parte de la sociedad civil, más allá de identidades
partidarias o de clase. Los une la existencia de un problema común
que no puede ser atendido por una gran maquinaria política atada a
viejos esquemas conceptuales.

No desean integrarse al poder sino mantenerse independientes y en el


supuesto caso de que sus demandas sean satisfechas, no tienen
dificultad en desaparecer, porque creen que la dinámica de los nuevos
derechos, ya que de esto se trata, es inagotable.

La política no se agota en lo estatal

Muchos filósofos y analistas actuales llaman a pensar lo político fuera


del modelo que asimila lo político a lo estatal, como si esto agotara las
significaciones de lo político. Coincidimos en plenitud, es decir,
afirmamos que lo político no deriva necesariamente en estatal. Las
camarillas dirigenciales están profundamente des-prestigiadas y si
creemos que la única posibilidad de acción política es a través de los
partidos, la sociedad civil sin duda se frustrará. Los movimientos
sociales no plantean necesariamente el final de la representación
política por medio de los partidos, pero sí son el claro emergente de la
insatisfacción de la población por las formas habituales de
representación política.

La identidad política

53
Otro de los elementos a tener en cuenta para el análisis es la cuestión
de la identidad. Sabemos que los partidos políticos en el pasado
representaban una división que atendía sustancialmente a la posición
que ocupaban los contendientes en el reparto del trabajo social. Las
identidades eran fijas y los partidos se limitaban a reproducir una
división de tipo económico. Probablemente el padre y el hijo votaran
siempre por el mismo partido a lo largo de una buena cantidad de
años.

No es propio de nuestro tiempo la rígida especificación de lo que es


político y lo que es social, comparable a la distinción antigua entre
privado (no político) y público. El comienzo del nuevo milenio muestra
claramente que estas especificaciones eran también políticas, efectos
de una decisión que permanecía oculta por estar naturalizada. Hemos
llegado a la certeza de que todo es artificio, convención, creación
cultural. En este marco debemos comprender a los movimientos
sociales capaces de politizar conceptos, instituciones e ideas que se
percibían como naturales o como no sujetas a politización.

Recordemos apropiadamente aquella discusión bíblica sobre el sábado


y traigamos a la memoria la respuesta de Cristo: "el sábado se hizo
para el hombre y no el hombre para el sábado", nosotros podemos
decir "la forma política es para el hombre y no el hombre para la
forma política".

54
Capítulo 8

Los Movimientos Políticos Locales

"Estamos viviendo en la Epoca del paréntesis, el tiempo


entre una y otra era. Es como si hubiéramos aislado el
presente tanto del pasado como del futuro, porque no
estamos ni en el uno ni en el otro. La computadora
derribará la pirámide: creamos un sistema administrativo
jerárquico, piramidal, porque necesitábamos mantenernos
informados sobre las personas y sobre lo que esas
personas hacían; con la computadora para proporcionarnos
esa información, podemos reestructurar nuestras
instituciones horizontalmente. Pero en la época del
paréntesis podemos tener un extraordinario poder e
influencia, individual, profesional e institucionalmente, con
sólo poseer un sentido claro, una concepción precisa y una
visión nítida del camino que tenemos delante. ¡Dios Mío,
qué época tan fantástica para estar vivos!”

John Naisbitt

55
La década de los noventa tuvo en todo el mundo ciertas
características político-sociales comunes. Los temas compartidos se
referían al impacto de las nuevas tecnologías, la aparición de nuevas
expresiones políticas, la implementación de políticas de ajuste en los
países periféricos y la consagración de la democracia liberal como
sistema político mundial.

El achicamiento del estado y el crecimiento del mercado

En Argentina estos temas estuvieron en debate y hubo resultados


parciales satisfactorios que permitieron llevar adelante una política en
consonancia con lo que ocurría a nivel internacional.

En los primeros cinco años de la década del noventa en nuestro país


se produjo un sustancial cambio de matriz o lo que es lo mismo, en la
sustancia de las relaciones político-sociales.

Pasamos de una matriz estatocéntrica a una mercadocéntrica, como


afirma el politólogo argentino Marcelo Cavarozzi. Si antes todo se
gestionaba a partir del estado, en la década de los noventa la sociedad
entera se estructuró a partir de lo que decidiera el mercado. El
achicamiento del estado pasó a ser una consigna política de primer
orden que se realizó a partir de la privatización de las grandes
empresas estatales y de la liberalización de importantes sectores de la
economía.

El dogmatismo y el pragmatismo

Lo que debiera haber sido una política más, dentro de un proceso


complejo de reestructuración del estado argentino, se transformó en
un objetivo en sí mismo. Los resultados de la política privatizadora
son heterogéneos y han suscitado un amplio debate todavía no
concluido. De acuerdo a resultados distintos, lo único que debe
quedar fuera del debate son las posiciones dogmáticas sobre la
inconveniencia absoluta de la gestión estatal o de la bondad
indiscutible de la gestión privada. Nuestra postura sobre la oposición
entre lo privado y lo estatal es, como en lo referido a otros temas, el
pragmatismo.

Congeniar el negocio con la eficiente prestación de servicios

56
La aceptación acrítica de un dogma tal como "todo lo privado es
mejor" nos ha llevado a una situación inédita de pobreza y desorden
institucional.

Pretender, como proponen algunas fuerzas políticas, reestatizar


aquello que se privatizó, es sencillamente insensato, porque
significaría aislarnos de la comunidad internacional. La realidad
indica que lo que se debe hacer es proponer desde el estado nuevos
marcos legales regulatorios, que hagan posible congeniar el negocio y
la obtención de beneficios, con la prestación eficiente de servicios a la
comunidad, siendo éste último el valor más importante a proteger.

La ola privatizadora arrastró a una gran cantidad de empresas


estatales de enorme prestigio e historia, como a muchas empresas
automotrices europeas. La forma en que se llevaron a cabo las
privatizaciones, los constantes rumores, denuncias o sospechas de
corrupción pusieron un manto enorme de duda sobre estas acciones.
Y en ese sentido, en Argentina, la situación fue del mismo tono.

Pero a diferencia de lo ocurrido en Europa, en nuestro país, cientos de


miles de personas perdieron sus puestos de trabajo sin recibir del
gobierno ningún tipo de capacitación para reingresar al mercado. Aquí
tenemos al menos dos de los elementos centrales que permitieron la
aparición de nuevos movimientos político-sociales: la nueva pobreza y
la crisis terminal de este ciclo de la sociedad partidocrática.

Cómo surge lo nuevo


Ganadores y perdedores

Para 1996 era obvio que el modelo de la convertibilidad tenía


perdedores, la exclusión social y la desocupación producían nuevos
pobres y lógicamente, gran cantidad de exiliados económicos. Otros
sectores sociales se configuraban como beneficiados por el sistema y
legitimaban las políticas emprendidas. Como consecuencia de una fe
dogmática en el libre mercado el estado no había dispuesto ninguna
red de asistencia social eficiente, ni como ya lo mencionamos, de
planes de capacitación que permitieran la reinserción de los que
habían perdido su trabajo.

Vale la pena recordar que distintas ciudades del interior del país se
habían visto notablemente afectadas, porque las empresas del Estado
allí radicadas y ahora privatizadas, habían despedido gran cantidad
de personal o directamente cerrado la planta.

57
Nuevas formas de protesta

Se produjeron grandes movilizaciones populares y aparecieron en el


espacio público nacional gran cantidad de nuevos actores políticos.
Resulta sumamente difícil predecir hacia donde evolucionarán estas
nuevas formas de protesta, porque vemos en ellas acciones e ideas
contradictorias. Las calificamos así porque llevan adelante un
accionar errático en la medida en que oscilan entre la protesta
sectorial genuina y el viejo clientelismo político. Parece poco claro que
dirigentes que tienen una prédica antiestatal solventen sus
organizaciones con fondos que provienen, nada más y nada menos,
del estado. Además, coincidimos con toda la sociedad argentina
respecto de la necesidad de transparencia y nos parecen, por lo menos
discutibles, los métodos de asignación de planes sociales que tienen
estas organizaciones.

La nueva izquierda

También cambiaron las concepciones en la izquierda tradicional. La


caída del muro de Berlín significó un serio revés para todo
pensamiento anclado en el socialismo real. Por todo el mundo se
produjeron movimientos internos críticos de las prácticas clásicas de
la izquierda y Argentina no fue la excepción.

El resultado parcial fue un aumento de la fragmentación, producto


tanto de la desconfianza de la militancia a todo tipo de centralismo
autoritario, como de la crítica al accionar político tradicional que
estaba más direccionado hacia la captación de militantes que hacia el
trabajo social. Si para la izquierda histórica la consigna era "cuanto
peor, mejor", ahora hay una generación dispuesta y convencida a
realizar una práctica que diez años antes hubiera sido definida como
puramente asistencialista.

Otras experiencias participativas

Aparecieron también otras experiencias participativas, más cercanas a


lo cultural-social y a la ayuda comunitaria que a la concepción de la
vanguardia revolucionaria iluminada, propia de la izquierda o de la
captación masiva de votos, propia de los partidos tradicionales.

Los unía un concepto anclado en el territorialismo (mi barrio es el


mundo) y en la unidad de las experiencias de ayuda social (unidad de
los que hacen). Estas proclamas distanciaban aún más a estos grupos
solidarios de las prácticas políticas clásicas.

58
A todo esto debemos agregar la notable aparición de partidos locales,
ciudadanos o provinciales con una idea gestionalista y participativa.
En este momento es necesario señalar lo injusto de la impugnación
general a los políticos.

En cientos de pueblos y ciudades del interior del país concejales e


intendentes no cobran por sus funciones políticas o tienen salarios
razonables. Son apoyados por la población y por supuesto que
pueden, y lo hacen, salir a la calle.

Podríamos decir sin temor a equivocarnos que el rechazo de la


dirigencia política se expresa fundamentalmente en los niveles
superiores de gobierno. A nivel local la relación es mucho más fluida
porque el dirigente no es alguien distinto a sus representados,
comparte la vida con ellos y es ubicable todo el tiempo.

La única solución posible

Por estas razones nuestra propuesta de una nación constituida por


ciudades autonómicas sustentada en institutos de democracia directa
es la única solución viable que garantizará transparencia, desarrollo
económico y una solución concreta al problema de la corrupción.

En los partidos locales se verifica tanto una distancia de los partidos


tradicionales como de las ubicaciones ideológicas clásicas. Los
elementos comunes con las otras expresiones de la nueva política se
hacen aun más amplios, si tomamos nota del alcance local de sus
propuestas y de sus convicciones respecto de la política entendida
como acción y no como discurso no referenciado a una realidad.

Autonomía de los centros de poder

Los conceptos claves de esta multiplicidad de agrupaciones son


autonomía, transversalidad y horizontalidad. Autonomía de todo
centro de poder, ya sea del estado, de un partido nacional, de
empresas, fundaciones o de organismos internacionales. La nueva
política se caracteriza por un convencimiento profundo sobre la
imposibilidad de mantenerse libre integrando megaestructuras con
intereses y objetivos distintos a los de la propia organización.

Transversalidad y multiplicidad

59
La transversalidad como concepto de orientación está relacionada con
una preferencia por las asociaciones parciales y con fines
determinados, ya que la nueva política no tiene pretensiones de
totalidad. Reconoce que la sociedad civil se encuentra dividida en una
multiplicidad de expresiones distintas y por lo tanto plantea la unidad
en la acción que significa, coordinar actividades con organizaciones
semejantes o de intereses confluyentes, sin necesidad de llegar a la
asimilación.

Horizontalidad en las decisiones

Por último, la horizontalidad se refiere al convencimiento de la nueva


política sobre la necesidad de la consulta permanente. Todo se vota,
se decide en conjunto y no existe la llamada disciplina partidaria, que
en el esquema clásico de representación ha terminado justificando el
apoyo a las decisiones más innobles. Lo múltiple, lo mutable y la
democracia directa son los nuevos conceptos orientadores: ya no se le
pide a nadie que abandone sus convicciones por una causa o partido.

Nicolás Maquiavelo sostuvo que primero estaba la causa y luego los


valores personales, la nueva política invierte las prioridades y afirma
los propios valores por sobre cualquier causa, partido o idea.

60
Capítulo 9

Alianzas Estratégicas

“La constitución de alianzas sociales con base territorial


en torno a objetivos de desarrollo económico e integración
social puede constituir la base más sólida de reconstrucción
del Estado desde su periferia. Para el autor, este proceso
de recomposición del Estado es posible en las zonas de
máximo contacto entre el Estado y la sociedad civil, es
decir, en los gobiernos locales y regionales. La razón
reseñada: su flexibilidad, su potencial adaptabilidad a las
condiciones locales de las sociedades que representan, su
necesidad de territorializar las estrategias de desarrollo
económico, su inevitable contacto testimonial ante al
deterioro de la vida cotidiana en sus comunidades, favorece
un interés objetivo en encontrar una nueva ecuación de
acción pública capaz de combinar productividad económica
y equilibrio social.”

Morelba Brito

61
Una vez definido el surgimiento de movimientos políticos locales en
cada una de las ciudades y regiones mundo, tal como está sucediendo
en nuestro país y dentro del proceso más amplio de consagración de
la vida comunitaria en ciudades o centros urbanos, corresponde
comenzar a definir el proceso de integración de estas fuerzas en
proyectos comunes. Porque si bien estamos ante una situación en la
cual observamos cierta atomización, debido a la inadecuación del
modelo estatal-nacional al mundo globalizado, consideramos que la
tendencia histórica es siempre avanzar hacia integraciones mayores.

La teoría realista

Durante buena parte del siglo XX predominó en las relaciones


internacionales la teoría realista. En términos simplificados, la idea
central de esta teoría concebía a la política exterior como una
búsqueda absoluta y unilateral del poder, de acumulación de recursos
bélicos, dentro de un sistema internacional que adjudicaba lugares
preponderantes según las capacidades militares de cada país. La
situación ha cambiado y en consonancia con lo que venimos
sosteniendo, el comercio parece superar al militarismo. Ya lo hemos
expresado, no somos globalistas ingenuos y no pensamos que hayan
terminado para siempre las guerras, pero no cabe duda que los
conflictos armados han cobrado otro carácter, se producen por
razones distintas que en el pasado.

Tener unas fuerzas armadas poderosas es más una desventaja, un


costoso y peligroso gasto, que una ventaja comparativa. La
preocupación de los estados nacionales poderosos está puesta en la
cuestión económica, en el desarrollo social y en la educación. Los
países de Europa amplían y protegen sus mercados, buscan la
conveniencia económica y también cuidan la calidad de vida de su
población ejerciendo un control estricto de los productos que pueden
ingresar en sus fronteras.

Enfrentamientos culturales

Desde su publicación ha causado un notable efecto el trabajo teórico


de Samuel P. Huntington, titulado: "El enfrentamiento de
civilizaciones". En él se postula que "las mayores divisiones de la
humanidad y la fuente predominante de conflicto serán culturales",
definiendo a dos civilizaciones enfrentadas: occidente y oriente. A
partir de esto confirma también la etapa del continentalismo, aunque

62
a diferencia de nosotros observa una preeminencia de lo bélico a la
que no adherimos.

La exacerbación de la lógica bélica nunca ha sido productiva para el


espíritu humano. En el mundo global la posibilidad de superar las
fronteras nacionales en la lucha contra el terrorismo nos parece
sensata. Es una muestra más de la superación de lo nacional. Sin
embargo, nos parece que, debemos reafirmarlo, tal lucha se debería
llevar a cabo en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y
nunca siguiendo los dictados de una sola nación.

La integración digna al escenario internacional

Creemos que dentro del contexto del integracionismo realista, que


hemos definido como la implementación de todas las medidas y
acciones necesarias para una integración digna al escenario
internacional, el interés de la nación no puede ser algo distinto que el
interés por y para los ciudadanos de la nación. En este sentido
ninguna aventura bélica puede traer más que desgracias y pobreza
para los habitantes de un país. Nuestro interés está puesto en el
comercio internacional, en el intercambio comercial globalizado, como
llave que potencie y mejore la calidad de vida de los argentinos. Hoy
más que nunca la única guerra válida es la guerra contra la pobreza y
la marginación, ese es el enemigo a derrotar en los próximos años.

La ciudad decide

Debido a que prevemos que la nueva democracia argentina es una


democracia de ciudades autonómicas promovemos un alto grado de
libertad decisoria para que cada ciudad gestione negocios con otras
ciudades y países del mundo, sin exclusiones ideológicas o culturales,
salvo el respeto irrestricto por los derechos humanos.

El viejo principio de "autodeterminación de los pueblos" sólo recobrará


vigencia si se agrega a esa idea que ninguna autodeterminación, o
principio de "no ingerencia" en los asuntos de otros estados, puede
justificar o permitir la violación de los derechos humanos. La creación
de tribunales internacionales para el juzgamiento de los crímenes de
lesa humanidad nos parece una gran noticia que no ha sido
destacada lo suficiente. Vemos allí parte de un futuro desarrollo en
donde democracia, derechos humanos y justicia social son conceptos
inescindibles y que trascienden las fronteras.

63
La marcha hacia el continentalismo

Las naciones en una forma concreta de luchar por su supervivencia,


avanzan hacia el continentalismo, mientras que por efectos
migratorios se disuelven las regiones en función de los centros
urbanos. Esto redefine las alianzas estratégicas para generar un
nuevo sustento en la etapa continental.

Como ejemplo de lo que estamos afirmando recordemos que cuando el


MERCOSUR se encontraba estancado, se decidió comenzar a hablar
del sistema de Mercociudades. Lo que ocurrió fue que un grupo de
ciudades, utilizando el margen de libertad existente, incluso,
independientemente de los dictados de sus naciones, buscaron
profundizar sus relaciones económicas, culturales y hasta políticas,
en beneficio de sus ciudadanos. Ésto nos sirve para reflexionar sobre
la posibilidad de que a veces, los intereses de la nación puedan entrar
en conflicto con intereses regionales o ciudadanos.

Las nuevas alianzas estratégicas

La democracia directa en ciudades autonómicas que promovemos


toma como dato imposible de ignorar que dentro de las ciudades, la
comunidad ha comenzado a desarrollar organizaciones
representativas de sus actividades e intereses, como partidos políticos
locales, uniones de comerciantes, remozados consejos profesionales,
organizaciones no gubernamentales que defienden a grupos
específicos de usuarios y consumidores; esta rica multiplicidad debe
ser protegida y promovida.

A partir de la aparición de estos nuevos actores sociales emergen


también nuevas y distintas problemáticas que tienen que ver con este
nuevo concepto de vivir en ciudades: medio ambiente, uso del espacio
público, espacios verdes, polución, tratamiento de residuos, reciclado
y generación de empleo.

Las nuevas alianzas estratégicas

Todos estos elementos sirven para definir nuevas alianzas estratégicas


que no tienen nada que ver con el viejo esquema de gobierno de
negociación entre actores internos institucionalizados. De hecho estos
actores clásicos, por así decir, han caído en el desprestigio

64
generalizado en que también se encuentra inmersa la política
tradicional. Lo mismo podríamos decir de los tradicionales acuerdos
entre las corporaciones obreras y las cámaras empresariales.

El viejo estado de puertas cerradas hacía posible una industrialización


de calidad deficitaria mediante el uso indiscriminado de barreras
arancelarias y para-arancelarias. La clase política nacional protegía a
la clase empresarial nacional independientemente de la calidad de los
productos ofrecidos, el pleno empleo y la estabilidad laboral eran los
objetivos generales. No es necesario pronunciarnos sobre si este
modelo era válido o no, lo que decimos es que hoy es impracticable.

Estamos dentro de un denso entramado de relaciones complejas, que


tienen un principio basado en la bilateralidad efectiva de las
transacciones, lo que relaciona directamente cada operación de venta
con una operación de compra. Es dentro de este contexto que
debemos relanzar un proyecto de desarrollo económico sustentable.

La ciudad y el mundo

La propuesta política se enlaza perfectamente con nuestro proyecto


económico, en la medida en que promocionamos que cada ciudad
autonómica profundice la búsqueda de oportunidades comerciales con
todo el mundo. En el precedente modo de organización de lo político-
social, el estado, en la medida en que ejercía el monopolio de las
relaciones internacionales, era el único encargado de realizar alianzas
o pactos políticos que luego tenían alguna posible repercusión
comercial.

Un mundo dividido en bloques cerrados ofrecía pocas oportunidades


de intercambio comercial. Primaba todavía un concepto nacionalista
en lo económico e ideológico para el intercambio comercial.
Comparemos esta forma de pensar las relaciones internacionales con
la actual. El G.A.T.T. es un buen ejemplo de lo que afirmamos, en
tanto que los gobiernos nacionales se ven superados por acuerdos
entre partes y actores no necesariamente estatales.

El nuevo esquema de relaciones internacionales

No sería justo entender nuestra propuesta como un exceso de fe en el


mundo globalizado, pensamos que los antiglobalistas dogmáticos en
realidad se han olvidado de muchas de las desastrosas características
del mundo dividido en bloques. Basta señalar que fue un tiempo de

65
contiendas civiles, en las cuales, las pasiones políticas terminaron en
guerras fraticidas donde los bandos involucrados le negaban su
condición de humano al enemigo.

El nuevo esquema de relaciones mundiales no es que ha superado a


las ideologías, sino que la lucha política pierde poco a poco su
dramatismo, el enfrentamiento violento cede su lugar al desacuerdo
pacífico y civilizado. En cuanto a lo económico-social esto se organiza
a partir de una transversalidad absoluta, en donde ciudades,
regiones, estados y continentes interactúan y provocan un
desdibujamiento, tanto de la soberanía como de la dimensión
territorial nacional.

66
Capítulo 10

Una Propuesta Electoral

“Importante es la afirmación que se hace en la Carta


acerca de la necesidad del debate de las ideas y la
tolerancia pues la democracia es un proceso que, además
de legalidad, en cuanto apego a la Constitución y las leyes,
requiere legitimidad, en cuanto amplia participación
ciudadana y posibilidad efectiva de una adecuada
escogencia, a partir de las calidades personales de los
Candidatos y de los contenidos de sus planes y
programas.”

Alejandro Serrano Caldera


La Carta Ética

67
Estado y mercado

Estado y mercado no son una y la misma cosa, confundirlos puede


terminar con el sentido de los actos eleccionarios, como ha pasado en
los últimos años en la Argentina. Con esta afirmación queremos
rescatar tanto la necesidad de proteger los intereses generales,
actividad propia del estado, como de incentivar la creatividad e
iniciativa de los individuos, acciones que se realizan dentro del
mercado. La función del estado en un proyecto político moderno no se
efectiviza contra el mercado, sino que intenta aplicar justicia
redistributiva a una actividad definida por las capacidades
individuales y el azar.

La función dirigencial

La adopción absoluta de los postulados de la doctrina de libre


mercado significa necesariamente una desvalorización de la actividad
política. Si se promueve desde el estado o desde los medios de
comunicación, como pasó en la anterior década, que todo lo estatal
está teñido de ineficiencia, mal puede la población rescatar la acción
política. Cualquier crítica honesta a la dirigencia política debería
partir de la proclamación y el reconocimiento de la necesidad de la
función dirigencial, si no, lo que nos queda es el mercado.

La necesidad de la política

Vale la pena decirlo, la política es necesaria. A la actividad económica


es necesario aplicarle módulos de justicia social, ya que en el mercado
por sí mismo predomina la habilidad del más capacitado o el poder del
de mayores recursos. De la misma forma decimos que la integración
argentina al mundo globalizado puede ser como la actual, es decir, de
hecho, producto de algo inevitable. O puede ser a partir de un estado
coordinador de políticas de capacitación y apoyo a la investigación y el
desarrollo como nosotros proponemos.

La política es hacer lo que el pueblo quiere, porque en distintos grados


posibles se trata de satisfacerlo y es también una entidad imposible de
calificar en términos de verdad o mentira. Lo que queremos decir con
esto es que la política, desde sus orígenes, tiene más que ver con el
"mito" que con verdades matemáticas. Si el político lo único que tiene

68
para decir es que "nada se puede hacer", podrá decir la verdad, pero
es absolutamente inútil para la sociedad que lo eligió.

Historia y realizaciones

La historia grande de la política puede ser sintetizada como la historia


de realizaciones que parecían imposibles, como señalaba el filósofo
italiano Benedetto Croce: "La historia como hazaña de la libertad".
Pocos contemporáneos de las primeras mujeres que luchaban por el
voto, en la Inglaterra victoriana, creyeron posible esa realización.
También mencionaremos que ciertos sectores sociales y políticos
argentinos durante años no pudieron entender ni aceptar el 17 de
octubre de 1945, la aparición en escena de un nuevo actor social les
parecía inaceptable. El apartheid en Sudáfrica duró gran cantidad de
años y en ese triste presente parecía imposible pensar en derechos
para la mayoría negra, pero uno de los fundadores del Congreso
Nacional Africano, Nelson Mandela, llegó a ser presidente de ese país.

Estamos convencidos que el político no es un mero administrador de


los recursos públicos, si bien debe hacer eso eficientemente, no acaba
ahí su tarea. Debe intentar siempre ampliar el horizonte de justicia
social, apostar al crecimiento y tener ideas para lograrlo, realizar
acciones encaminadas a la generación de riqueza y oportunidades
para todos.

La actividad política es una actividad de incorporación, de inclusión


de nuevos actores sociales. En la actualidad en nuestro país, fruto de
políticas equivocadas o injustas, millones de personas viven en la
pobreza y la marginación. Muchos eligen el camino del exilio por
razones económicas y mucho menos deberíamos rechazar cualquier
propuesta política en la que no se plantee revertir esa situación en el
menor plazo posible. No todos los médicos son iguales, están los que
sólo les importa dejar estable al paciente y están también los que se
preocupan por mejorar su calidad de vida.

Lo político y lo antipolítico

La política debe ampliar el terreno de lo posible y nada más


antipolítico que manifestar, como ciertos sectores políticos argentinos:
"no hay que mentirle a la gente, no se pueden hacer milagros, lo único
que nos espera es otro ajuste". Sería sumamente extraño que un
discurso partidario, si quiere tener peso preelectoral, nada prometiera
y que su mensaje fuera: "no hay nada que hacer", "no tenemos
futuro". Es más extraño aún, que luego de conseguido el gobierno

69
algunos políticos comprueben que efectivamente, lo único que se
puede hacer es seguir con el ajuste.

Si lo anterior es cierto, parece obvio preguntarse por el sentido del


acto de votar, ya que también habría que interrogarse sobre las
expectativas de la gente sobre la actividad política. Ningún dirigente
debería entender que se trata de un mandato completamente en
blanco, un "haga lo que usted y su camarilla consideren conveniente
para mí", no es así. Si lo fuera, no se puede explicar la razón de las
campañas y programas electorales.

Una propuesta valiosa

Nuestra propuesta electoral pretende que, otra vez, la gente vuelva a


votar esperanzada y convencida de que realiza una acción
significativa. Creemos que la postulación de una democracia directa
de carácter ciudadano, que ponga igual énfasis en el desarrollo
económico y en la vigencia irrestricta de los derechos humanos, es
una propuesta valiosa y nueva, que se diferencia de otras propuestas
políticas porque no plantea simplemente administrar la crisis, sino
salir de ella, revertirla.

Muchos "sueños" o propuestas políticas adelantadas a su época


terminaron siendo imitados mundialmente o se estatuyeron como un
fin o meta a alcanzar muy lejos de su lugar de origen. Con esto
queremos significar que hechos políticos altamente significativos como
la creación de un estado judío en Israel o la incorporación de los
trabajadores al parlamento, resultaron en algún tiempo histórico,
básicamente sueños, ambiciones de soñadores que no contaban,
todavía, con los elementos materiales adecuados.

Luego tuvieron repercusión mundial y permitieron que otros pueblos y


grupos sociales comenzaran a pensar como probable una acción
similar, orientada en el mismo sentido. Hoy en día, la influencia de
pensamientos, proyectos y hechos como estos debería ser aún mayor
ya que en un contexto de globalización la comunicación de ideas se
hace en tiempo real. Nuestro proyecto de una democracia directa
nacional en base a ciudades autonómicas puede ser algo en ese
sentido, es decir una novedad que con el tiempo se podrá convertir en
una realidad elogiada e imitada.

Los políticos y los “milagros”

70
Pensamos al político como alguien que soluciona problemas de
carácter general, ahora le agregamos otro atributo, el político como
ilusionista, como generador de fe, como aquél que nos vuelve a juntar
en un proyecto común. No hace falta contar la cantidad de países que
han producido "milagros", como el "milagro japonés" o el "milagro
alemán", terminología empleada para denominar así a la
recuperación, en menos de 10 años, de países destruidos a causa de
la guerra.

Ya lo hemos señalado convenientemente, para nosotros la política no


es igualable a las verdades matemáticas, la política se parece mucho
más a la religión, por eso no tememos hablar de milagros. Se nos dice
que la realidad es impenetrable, a esto respondemos con una idea del
gran filósofo alemán Jurgen Habermas: "La impenetrabilidad es la
disposición a la acción de una época dada" y nuestra disposición de
cambio y transformación es absoluta.

71
Capítulo 11

El Sentido de Nación
“Con frecuencia se produce un enfrentamiento de
posiciones entre quienes privilegian la dimensión nacional
sobre lo local y quienes defienden el espacio local como
piedra de toque del desarrollo. Esto es motivado por la
relevancia que ha cobrado el tema de los gobiernos y los
espacios locales en las políticas de organismos financieros
internacionales, aparte de que, la crítica a la democracia
representativa formal hoy busca posibilidades alternativas
ideando mecanismos de participación ciudadana en los
gobiernos locales. En esta discusión, no debemos perder de
vista el principio de que lo nacional y lo local son
constitutivos de una misma realidad, por lo que el
fortalecimiento de los municipios o el énfasis en la
iniciativas locales no tienen porqué derivar necesariamente
en el debilitamiento del Estado nacional y, al contrario, el
desarrollo local es impensable sin considerar las
condicionantes de la sociedad nacional.

El reto del desarrollo en los países de América Latina,


exige una estrategia que incorpore la dimensión local y
fortalezca el rol de los municipios. Ello implica asumir esta
tarea con una óptica integradora que, al mismo tiempo,
considere y valorice las particularidades e identidades
locales y que incluya los impactos, efectos y
determinaciones de lo nacional y de la estructura global en
el ámbito local.”

Marco Velasco

72
Estado y nación

El concepto de nación asociado al estado es una creación de la


modernidad. Pensar en una unidad territorial, política, religiosa y
lingüística no era algo posible en la época medieval. Una cantidad
inusitada de fuerzas se pusieron en marcha para lograr esta unidad
que sin embargo en modo alguno fue total. Los problemas trágicos de
integración en la ex Yugoslavia o las eternas disputas entre italianos
del sur y del norte dan buena cuenta de que el proyecto de unidad en
el estado-nación ha recorrido la historia con notables sobresaltos.

No obstante eso el nuevo escenario internacional relativiza estas


contradicciones, hoy se pide mucho menos para conservar la unidad
nacional, ya que nadie es independiente del todo, el concepto de la
época es la interdependencia. La persistencia de conflictos nacionales,
hablamos de los deseos independentistas de muchas comunidades en
el mundo, no tienen que ver con la globalización sino que son
problemas originados en el pasado, relacionados con las dificultades
de integración al estado-nación.

Los casos de pueblos como los Kurdos, que viven dentro del territorio
de tres países o la proliferación de nuevos estados en el territorio de la
ex Unión Soviética, reflejan el férreo proceso de unificación que llevó a
cabo el estado en el pasado con diversos grados de éxito. En nuestro
país la cuestión es más sencilla en la medida en que la integración
cultural de la nación se ha llevado adelante sin mayores problemas. El
desafío del tiempo presente es la integración al mundo, de ello
depende nuestro futuro.

Ciudades autónomas y democracia directa

Hemos postulado con énfasis dos certezas:

a) Que el estado debe ser reestructurado, en lo interno, a partir de un


diseño político que privilegie la autonomía de las ciudades y la
democracia directa.

b) Que, en lo externo, el esquema de ciudades autonómicas habilita


nuevas y enormes posibilidades de relaciones culturales, políticas y
económicas, con otras ciudades en el marco del continentalismo. Las
migraciones constantes son hoy una realidad y esto provoca un nuevo
sistema económico y torna ineludible una concepción distinta, más
amplia, de la ciudadanía política, que no es contenida por la nación
actual.

73
El concepto de habitante

Se configura como un innecesario residuo del pasado el hecho de que


en una elección nacional sólo voten los nativos. Si alguien realiza su
vida diaria en un lugar debería estar habilitado para participar
también de lo político. El concepto de habitante es mucho más amplio
y democrático que el de ciudadano. Debemos alejarnos de cualquier
definición sustancial de ciudadanía, por eso preferimos la amplitud
que caracteriza al término habitante. En nuestro país es muy claro:
hay variadas formas y características que definen "lo argentino",
somos una mezcla total. Aquellos países europeos que restringen el
ingreso a sus fronteras y realizan enormes gastos para fomentar el
aumento de los nacimientos están partiendo de concepciones
sustancialistas inadecuadas para tiempos de globalización.

El estado tiene como concepto fundante cierto nivel de abstracción


respecto de la variedad, esto es innegable. La ciudad es mucho más
concreta, los que allí viven, deciden sobre lo que ellos sienten mejor
para sí mismos, a partir de esta certeza podemos imaginar el futuro
que proponemos.

Las ciudades-estado

Nos parece que será justamente, desde las ciudades-estado, desde


donde se refundará la nación. Este concepto reúne un doble
movimiento de difuminación y nueva composición de la nación, tal
realidad indefectiblemente nos lleva a volver a definir el sentido de
nación, reflexionar sobre la búsqueda de novedosas razones para
estar juntos y una vez logrado esto, sentarnos a hablar con otros
países para sumarnos a la continentalización. De allí que surja como
necesario redefinir el sentido de nuestra nación.

Nación y unidad cultural

Para nosotros, nación indica concretamente una unidad cultural y


expresa el deseo de continuar juntos, de compartir valores y símbolos,
no indica solamente la unidad política o económica. Si juzgáramos
solamente eso, en lo referido a nuestro país, el proyecto de unidad
nacional merecería ser calificado como un verdadero fracaso. El país
se encuentra desintegrado y crece más por iniciativas personales o
grupales que como producto de un planteamiento estratégico.
Rescatamos el concepto de unidad cultural y como valioso ejemplo
para todo el mundo, porque consideramos que la convivencia lograda
en Argentina entre las diferentes razas y religiones es ejemplar.

74
No vamos a ahondar en explicaciones históricas sobre las causas de
este fracaso en la integración político económica, pero sí nos parece de
intenso valor propedéutico reafirmar que el viejo sistema federal con
que se organizó la Argentina está completamente agotado. Desde el
interior se dice con ironía y verdad: "Dios está en todos lados pero
atiende en Buenos Aires", entonces, se trata, precisamente, de revertir
esa tendencia, abriendo el juego hacia la pluralidad de ciudades y
expresiones sociales.

La globalización y el sentido de nación

La nueva nación cobra sentido sólo si tenemos en cuenta el proceso


de globalización y esto se logra permitiendo que los propios
interesados tengan plena libertad y autonomía en sus decisiones.
Debemos tender hacia un nuevo sistema en donde los vecinos de cada
ciudad Argentina se interroguen sobre lo que le pueden ofrecer al
mundo y el estado nacional esté allí para apoyarlos con capital,
asesoramiento y capacitación. Este proyecto o nuevo modo de pensar
lo nacional se está imponiendo en el mundo porque es el más apto
para funcionar conjuntamente con el sistema global.

El sentido de nación en que pensamos está estructurado en valores


compartidos, en una unidad cultural, pero en cuanto a lo político-
económico el nuevo sentido de la nación debe ser absolutamente
autonómico, ya no se requiere de la unidad férrea que provocaba el
viejo estado. Los hombres son cada vez más conscientes de sí mismos,
de su importancia, de su libertad de pensamiento y de acción.
Podemos recordar, a modo

La globalización y el sentido de nación de ilustración de la


actualización de lo antiguo o de la antigüedad de lo actual, una
consigna anarquista de principios del siglo XX, "si nadie trabaja por
vos, que nadie decida por vos". Podemos recuperar esta idea como uno
de los nuevos horizontes de una nación que ha salido de la infancia
política para pasar a la plena adultez.

75
PARTE II

76
Un proyecto Político, Económico y
Social
“La crisis contemporánea ha llevado a la crítica del concepto mismo
de desarrollo, dando lugar a la noción de ‘otro desarrollo’. Esta
reflexión tuvo lugar primero en los países centrales, asumida por
movimientos ecológicos, pacifistas, de derechos humanos, de liberación
de la mujer, etc. La calidad de vida pasó a ocupar un lugar central en el
nuevo discurso; se trataba de retomar control de las fuerzas
productivas en una lucha cultural contra el consumismo y despilfarro:
menos crecimiento cuantitativo, más calidad de vida. La trascendencia
de esto es innegable. Sin embargo, esas propuestas trasladadas sin
variantes relevantes a nuestras sociedades, pueden implicar, como
posibilidad más general, renunciar al crecimiento que nunca tuvimos, y
apostar a la vida comarcal miserable, al poder despótico de los
caciques locales, renunciando a completar el proceso de constitución de
una sociedad integrada, capaz de sustentar un estado democrático que
represente los intereses nacionales ante las fuerzas mundiales.

Puede también ser una anticipación de otra vía al desarrollo posible


una que trabaje desde las bases de la sociedad, combinando
necesarios determinantes heterónomos de la vida con una ampliación
válida de lo autónomo. Pero tal ampliación sería solamente posible
transformando, y no idealizando, las estructuras locales y los
comportamientos reactivos, superando y no necesariamente
conservando las identidades en buena medida forjadas en el proceso
incompleto de integración capitalista.”

José Luis Coraggio

77
Guía de lectura rápida

La definición de un proyecto político, económico y social no resulta un


desafío menor cuando hemos asumido que los parámetros
tradicionales en los que se asentaron las pirámides organizacionales
de estos tres temas, han cambiado rotundamente. La tecnología ha
convertido estas pirámides organizacionales de la sociedad en redes,
lo que ha horizontalizado la relación de los individuos con la
consecuente obsolescencia de las estructuras tradicionales.

Nuestro proyecto parte de comprender que la economía global debe


tomarse como factor de desarrollo social, porque la actividad
económica estará centrada en las actividades de servicios y las
atenciones personalizadas en contraposición con la desertización de la
mano de obra industrial y la mecanización del campo. (Capítulo 1: “La
economía global”.)

Así como la llegada de la máquina a vapor y la electricidad le


significaron a la humanidad una redefinición del concepto de división
internacional del trabajo, con su consecuente secuela de agresiones
político sociales; esta nueva era tecnológica debe poner por delante las
consecuencias político sociales para hacer de ellas, justamente, el
claro sentido de la etapa evolutiva, neutralizando cualquier efecto
adverso. Es así que la migración hacia las ciudades confluirá con el
avance a integraciones mayores por parte de los estados y las
naciones. (Capítulo 2: “Geopolítica, un nueva concepción espacio-
temporal”.)

El efecto de concentración urbana no es inocuo para la economía, por


el contrario, esta concentración en el goce de los beneficios de vivir en
comunidad, es el motivo por el cual se vuelven a definir las relaciones
entre los individuos. En la Carta de Aalborg, suscripta por ochenta
ciudades europeas se establece la necesidad de lograr justicia social,
economías sostenibles y medio ambiente duradero. (Capítulo 3:
“Concentraciones urbanas”.)

Cuando se habla de economías sostenibles, no se hace otra cosa que


pensar cuáles serán los roles que se definirán para ocupar al
individuo y cuáles serán los nichos en los cuales se refugiarán el
empleo, el trabajo y la posibilidad de organizar empresas y obtener
ganancias. Existe una tendencia mundial en la cual nuestra ciudad
aun no ha abrevado y que se basa en comprender el nuevo concepto
de economía urbana. (Capítulo 4: “El concepto de economía urbana”.)

Si hoy, treinta millones de argentinos viven en ciudades y en ellas está


todo por hacerse, entonces la respuesta es clara, hagamos lo que
están haciendo en otros lugares del mundo, transformemos nuestra

78
debilidad en fortaleza y utilicemos esta necesidad para construir un
nuevo país. Convertir este proceso en un motor de transformación
política, social y económica, no es algo alejado de la realidad ni una
utopía, estamos hablando y enunciando la posibilidad cierta de salir
de la decadencia. (Capítulo 5: “El motor de la transformación”.)

Es que la reconstrucción del trabajo humano responde a una


necesidad similar a la que sufrieron los siervos en la etapa feudal y los
agricultores ante la revolución industrial. Pero en este caso, no solo
podemos intercambiar las experiencias y las soluciones a los
problemas al instante gracias al efecto de la globalización de las
comunicaciones, sino que, en nuestro caso particular, poseemos el
privilegio de ser el único distrito totalmente urbano del país y por
ende el lugar ideal para iniciar la experiencia de reconstrucción.
(Capítulo 6: “La reconstrucción del trabajo humano”.)

Definimos sin temores los nuevos yacimientos de empleo porque


estamos convencidos que lo que sostenemos no es una improvisación
ni un discurso electoral sino el resultado de un análisis profundo de
la realidad y una convicción extrema de nuestra voluntad de no
entregarnos a la inercia del hacer nada. (Capítulo 7: “Nuevos
yacimientos de empleo”.)

Sabemos que las prestaciones de salud y educación son áreas


imposibles de automatizar que requieren intensiva ocupación de
fuerza laboral humana. Desarrollar estas actividades combinando los
esfuerzos públicos con la actividad privada resulta estratégico para la
generación de empleo y oportunidades laborales en nuestra ciudad.

No resulta menos interesante destacar la industria del ocio, el


desarrollo de la cultura y la industria de la construcción como
verdaderos motores generadores de empleo en función de lograr una
mejor calidad de vida. Es que en el futuro, generar empleo y trabajo
será pensado fundamentalmente para lograr el mayor bienestar para
la población. (Capítulo 8: “Salud, educación, la industria del ocio, la
construcción y otras formas de trabajo humano”.)

Resulta indispensable comprender el momento histórico porque el


tren de la humanidad arranca y nosotros estamos todavía en la
estación discutiendo para ver si nos subimos o no.

79
Capítulo 1

La Economía Global

“Globalización no es sinónimo de internacionalización.


En sentido estricto es el proceso resultante de la capacidad
de ciertas actividades de funcionar como unidad en tiempo
real a escala planetaria. Es un fenómeno nuevo porque sólo
en las dos ultimas décadas del siglo XX se ha constituido
un sistema tecnológico de sistemas de información,
telecomunicaciones y transporte, que ha articulado todo el
planeta en una red de flujos en las que confluyen las
funciones y unidades estratégicamente dominantes de
todos los ámbitos de la actividad humana. Así, la economía
global no es, en términos de empleo, sino una pequeña
parte de la economía mundial. Pero es la parte decisiva.”

Manuel Castells

80
Globalización no es sinónimo de internacionalización. Debemos
comprender el fenómeno como un proceso resultante de la capacidad
de ciertas actividades de funcionar como unidad en tiempo real a
escala planetaria. La economía Global podemos definirla a través de
sus manifestaciones más destacadas: la globalización de los mercados
financieros, la integración del comercio internacional y la generación
de trabajo y empleo en base a la desnacionalización de la producción y
la concentración de valor agregado en las cadenas de distribución de
los bienes.

Mercado abierto las 24 hs

Los movimientos del mercado de capitales, la moneda y el crédito se


realizan en tiempo real, hoy, la tecnología aplicada a las
comunicaciones nos garantiza un mercado abierto las 24 horas del
día. El comercio internacional permite encadenar las operaciones de
compra y venta con una rapidez mucho mayor que el movimiento
físico de los productos referenciados a las operaciones, el comercio a
futuro ha adquirido dimensiones notables aumentando el volumen de
las operaciones en mercados realmente virtuales.

La globalización de la producción ha desembocado en una nueva


división del trabajo, que en los albores del siglo XXI significará asignar
nuevos roles a las naciones a escala planetaria. El trabajo humano se
concentra en las actividades que resultan imposibles de automatizar y
la especialización y el conocimiento cambian su concepto estático, por
la dimensión de cambio constante acorde con la dinámica de la
evolución acelerada de la ciencia y la tecnología aplicada a todos los
ámbitos de la existencia del hombre.

Reconstruir nuestra nación

Comprender que en el desafío de seguirle el ritmo a la aceleración del


proceso evolutivo de la humanidad, se encuentra el nicho para
reconstruir a las naciones y por ende a nuestra nación; es también
comprender que será el motivo principal de incorporación de las
poblaciones a los nuevos mercados de trabajo humano.

Así lo han comprendido las principales naciones del mundo, que han
asimilado este proceso como inevitable y han comenzado a cabalgar
sobre sus logros para obtener ganancias, lo han hecho también para
descubrir sus debilidades y tratar de solucionarlas y al mismo tiempo
han penetrado transversalmente el entramado político internacional

81
para generar excelentes oportunidades comerciales a partir de las
debilidades o carencias.

La brecha en el desarrollo de las naciones

El gran condicionante de crecimiento en un sistema como el que


enunciamos se relaciona con los impedimentos al acceso a la
tecnología.

Todos los países están insertos en redes globales que articulan


individuos, segmentos de población, pero en distintas proporciones
según el grado de integración económica de las naciones en que
habitan. Esto nos permite afirmar que la gran mayoría en Africa se
encuentra excluida del sistema, pero en Estados Unidos solo el 20%
de la población no está incluida. Esta brecha de desarrollo será el
nuevo parámetro para calificar a las naciones.

Las fuentes de productividad y competitividad dependerán


fundamentalmente de la capacidad de generación de conocimiento y
procesamiento eficaz de la información. En la nueva economía global
el desarrollo de la cultura, de la educación, de las especializaciones, la
articulación de cadenas de abastecimiento de bienes y la prestación
de servicios relacionados con el bienestar de los individuos se
constituirán en los sostenedores del trabajo humano.

Fenómenos de la economía global

Desde ya que en este concepto de economía global los procesos


industriales y la explotación del campo carecen de significación en
cuanto a contener el trabajo humano y por lo tanto, cualquier modelo
basado en la reindustrialización se enfrentará no sólo con el camino
del progreso en el que se han encolumnado la mayoría de las naciones
civilizadas, sino que buscará abrevar para buscar empleo en
actividades que, justamente por el desarrollo de la tecnología se han
tornado expulsoras de mano de obra.

La República Argentina no es ajena a este proceso. El gobierno


argentino debe comprender que la globalización desborda la capacidad
de gestión de los estados-nación obligando a orientar la política de las
naciones y sus sistemas instrumentales hacia la navegación en los
flujos globales. Pretender volver a los sistemas económicos del siglo
pasado es alejarnos cada vez más de la posibilidad de recuperación.

82
La gran fábrica

En el imaginario de los pensadores de mitad del siglo pasado,


incluidos tanto comunistas como capitalistas, el país convertido en
una gran fábrica resultaba ser un objetivo esencial. Las plantas
industriales eran sinónimo de desarrollo y ocupaban un segundo
plano la polución y el exceso de trabajo físico. Pero las cosas han
cambiado vertiginosamente, centenares de plantas industriales se
trasladan desde el centro desarrollado a la periferia del mundo. La
producción robotizada le pone fecha de vencimiento al imaginario
descripto. La opción válida de crecimiento económico de hoy,
indefectiblemente, resulta en la proliferación de servicios o la
producción imposible de automatizar, basada en un altísimo grado de
formación educativa.

La ventaja de no estar industrializados

En buena parte de los trabajos de análisis históricos sobre el


desarrollo del capitalismo en los siglos XIX y XX se llega a una
convicción que nos parece aplicable al presente debate sobre la
integración argentina al mundo: tener un éxito arrollador en un tipo
especial de industrialización es contraproducente cuando la economía
mundial se encamina hacia otro lado. Podemos invertir la idea y
manifestarla en forma positiva, no estar industrializados resulta hoy
una ventaja estratégica, porque para poner en marcha el nuevo
modelo, no debemos desactivar absolutamente nada y por lo tanto, el
costo social y el trauma económico resulta mínimo.

Cuando el mundo, a principios del siglo XX, evolucionó del traslado


masivo en ferrocarril al uso del automóvil, Inglaterra sufrió una
verdadera crisis, porque el éxito conseguido con el anterior modelo la
hacía inflexible de adaptación a los nuevos patrones de producción.
Argentina, que nunca completó la industrialización bajo el modelo de
producción en serie ideado por Henry Ford, está capacitada para
entrar directamente en la etapa tecnológica, sin necesidad de
desarmar nada, ni lamentar pérdida alguna.

Las ventajas comparativas de nuestro país

Es reconocido el caso de los criaderos de salmón, que han colocado al


vecino país trasandino como segundo productor y primer exportador

83
mundial de ese producto. El estado chileno no ha subsidiado ni
protegido, sino que ha invertido en la capacitación y luego ha
orientado y apoyado a los productores para que coloquen su
producción. Podríamos abundar en ejemplos, lo cierto es que nuestra
política actual dista mucho de ser una política orientada a la
integración.

La incorporación de nuestro país al sistema económico internacional,


a través de la economía global, no sólo responde a un interés
estratégico, sino a una necesidad imperiosa de elevar el nivel de vida
de nuestra población. Gozamos de innumerables ventajas
relacionadas con nuestro nivel intelectual, con la escasa densidad de
población, el desarrollo de nuestra ciencia, el ingenio y la capacidad
para salir de las situaciones de crisis.

Pero debemos tener en claro, tal como hemos expresado, que el


problema se sintetiza en la existencia de sectores excluidos y sectores
incluidos. Existe una barrera entre unos y otros. La tienen tanto
Africa como Estados Unidos, hacerla desaparecer resulta complejo y
tratar de ignorarla o lo que es peor, esconderla, resulta suicida.

Nuestro desafío es construir una sociedad integrada que


constantemente incluya personas en el sistema en directa relación
con el desarrollo de nuestra nación. Estamos convencidos que éste es
el camino.

84
Capítulo 2

Geopolítica, una nueva


concepción espacio-temporal

“El concepto de local es una de las revoluciones teóricas


y políticas de la posguerra fría que han llevado a la
revalorización de lo regional y lo local en la planeación del
desarrollo, en la descentralización de los gobiernos y de la
administración, en la generación de proyectos económicos y
prestación de servicios por las comunidades. En esta
tendencia se ha valorizado la comunidad y el municipio
‘como el espacio donde la transformación social se
manifiesta y concretiza en cada una de las comunidades
territoriales a través de la vida cotidiana, ya que es en ese
espacio donde los individuos construyen el tiempo vital y
cultural que les identifica y les es propio’.

La localidad es un espacio en disputa por el Estado que,


al hablar de lo local, lo entiende más como
descentralización administrativa, municipalización,
privatización y donde se busca incorporar a los grupos
locales al abaratamiento de costos de sus planes decididos
en espacios por fuera de lo local; es disputado también por
las comunidades que buscarían el fortalecimiento de los
actores locales del desarrollo y construir su propio
proyecto.”

Jesús Balbin

85
El mundo está cambiando. El poder de las naciones se disgrega
en función del crecimiento de las ciudades autonómicas y
simultáneamente las estructuras nacionales se asocian a
integraciones mayores ingresando a la etapa del continentalismo. La
población mundial inicia un proceso de globalización eliminando el
concepto del otro, como no humano y revalorizando al ser humano en
sí.

Los aspectos positivos de la globalización

El desarrollo de la tecnología y las comunicaciones transforma las


estructuras piramidales en las que se asentó la organización mundial,
en estructuras horizontales basadas en la construcción de redes
destinadas a acercar los estratos dirigentes a las bases sociales y al
mismo tiempo, tornando obsolescentes las jerarquías intermedias de
conducción.

Cambia la dinámica de la guerra en función del abandono de


disputas territoriales históricas neutralizadas por el avance cultural y
la integración de los pueblos aun antes que las propias naciones. El
eje del poder se inclina hacia los hidrocarburos, la industria
farmacéutica, el control de las comunicaciones, la tecnología y la
informática.

Los movimientos migratorios se tornan más accesibles en función


del desarrollo de los medios de transporte. Los medios de
comunicación global inducen nuevos patrones de conducta generales
que neutralizan la constante histórica de sentir al otro como
absolutamente otro, como extranjero o como bárbaro.

En definitiva, la globalización da cuenta de múltiples asociaciones


que ligan de manera profunda e históricamente novedosa, a los
estados y a las sociedades que hoy constituyen el sistema mundial. Lo
que acontece en un lugar del planeta repercute casi instantáneamente
en el extremo opuesto y es informado al resto con igual celeridad.

Una nueva dimensión en las relaciones humanas

Entendemos que el término geopolítica, definido como la ciencia que


analiza un país en función de sus factores geográficos como recursos
de poder, resulta una simplificación ante la dimensión de un nuevo

86
territorio abierto para el desarrollo de la humanidad: el espacio
virtual.

Debemos comprender que se ha descubierto una nueva dimensión


en las relaciones humanas, con reglas propias y ligada a valores
diferentes a los considerados cuando analizamos los últimos años de
evolución de la humanidad. Este nuevo plano abierto donde se
comercia, intercambia, gestiona, investiga, estudia, trabaja y realizan
infinidad de actividades. Esto torna un satélite de comunicaciones o
un cable troncal de fibra óptica, tanto o más valioso estratégicamente
que un cordón montañoso o un yacimiento de minerales.

Cambio de valores

Es por esta razón que las evaluaciones respecto a las relaciones


internacionales de los países, las estrategias de intercambio
económico y cultural, las alianzas, convenios, pactos de integración,
políticas comerciales y todo lo inherente, justamente, al análisis
geopolítico, debe hacerse considerando esta nueva realidad.

El perfeccionamiento en la ingeniería de sistemas ha llevado a una


digitalización de la vida humana. Ha cambiado el eje de valorización
de los recursos de poder: el despliegue de un ejército numeroso o los
recursos naturales no significan poder ni consideración en el
concierto mundial.

La preparación intelectual y actualización constante de las nuevas


tecnologías debería ser una obligación de estado, si entendemos esta
necesidad, la adopción de una política proteccionista es sencillamente
suicida, nos sumerge en el mar del atraso. Todavía más si
consideramos que los productos informáticos pasan a la obsolescencia
con una velocidad inusitada.

Información y comercio internacional

El comercio internacional se gestiona por Internet. La investigación


científica utiliza como un insumo básico a la computación,
prácticamente no hay ámbito de acción humana que se pueda
declarar autónomo de la informática. Los países centrales son los que
llevan la delantera en estas actividades. A diferencia del pasado en
que los países centrales precisaban de los países periféricos para su

87
industrialización hoy ni siquiera es necesaria una materia prima
específica para construir esos productos.

Con esto queremos decir que ya no será posible un modelo en


donde Argentina exporte trigo y reciba en parte de pago vehículos
automotores, las nuevas tecnologías no pueden entrar en ese circuito
comercial o si lo hicieran la diferencia de precios relativos sería
absoluta respecto de los artículos informáticos.

Preparar a la sociedad argentina

Si se coincide con nosotros en lo anterior, es lógico plantear que


debemos profundizar nuestros intercambios con el mundo, no
disminuirlos y sobre todo, preparar a la sociedad argentina
eficientemente para que se realice en la globalización y no se convierta
en parte del grupo de los excluidos, de aquellos que quedan fuera del
mundo globalizado.

El papel de la información

La información es hoy el bien por excelencia y el estado debería


garantizarla a todos los habitantes. Para los productores, el
asesoramiento debería ser integral, entregándoles un cúmulo de
información que combine rentabilidad, cuidado por el medio ambiente
y posibilidades de inserción.

Cuando esto no sucede y el estado abandona a los individuos a su


libre iniciativa puede ocurrir que se esté poniendo en riesgo el futuro.
Como ejemplo se señala críticamente la proliferación en nuestro país
de los cultivos de soja transgénica, de escaso valor agregado y que
tiene consecuencias negativas sobre la tierra.

Espacio-tiempo y realidad social

Reflexionando sobre este caso, encontraremos elementos


conceptuales para analizar la nueva relación entre las coordenadas
espacio-tiempo y la realidad social. Que los productores guiados por
sus aspiraciones individuales de rentabilidad busquen reemplazar
cultivos por la soja, más rentable que otros cultivos clásicos, es
absolutamente comprensible. Sin embargo, de prolongarse en el

88
tiempo esta situación se podrían correr riesgos ecológicos y en la
salud pública.

Esto se produce porque hay una renuncia del estado a


responsabilidades que en globalización le son inherentes. El estado no
brinda información a los productores sobre otro tipo de cultivos, tan o
más rentables que la soja, que no implicarían una explotación
irracional de nuestros recursos. Como dijimos, no es un país poderoso
aquel que tiene un territorio potencialmente rico, sino aquel que
puede colocar su producción en los mercados mundiales, porque
respeta los niveles exigidos de calidad y protección al medio ambiente.
Esto es dominar las nuevas coordenadas espacio-tiempo y utilizarlas
en el beneficio de la población.

89
Capítulo 3

Concentraciones Urbanas

“Nosotras, las ciudades europeas firmantes de esta


Carta, declaramos que en el curso de la historia hemos
conocido imperios, estados-naciones y regímenes, y les
hemos sobrevivido como centros de la vida social,
portadores de nuestras economías y guardianes de la
cultura, el patrimonio y la tradición. Junto con las familias y
los barrios, las ciudades han sido la base de nuestras
sociedades y estados, el centro de la industria, el
artesanado, el comercio, la educación y el gobierno.
Comprendemos que nuestro actual modelo urbano de vida,
y particularmente nuestras pautas de división del trabajo y
de las funciones, la ocupación del suelo, el transporte, la
producción industrial, la agricultura, el consumo y las
actividades de ocio y, por tanto, nuestro nivel de vida, nos
hace especialmente responsables de muchos de los
problemas ambientales con los cuales se enfrenta la
humanidad. Este hecho es especialmente significativo si se
tiene en cuenta que el 80% de la población europea vive en
zonas urbanas.”

Carta de Aalborg
Conferencia de Ciudades Europeas hacia la
sustentabilidad

90
Resulta emocionante leer las primeras palabras de la Carta de
Aalborg, Carta de las ciudades europeas hacia la sustentabilidad:
“Nosotras, ciudades europeas, signatarias de la presente Carta,
declaramos que en el curso de la historia hemos conocido imperios,
estados y regímenes y hemos sobrevivido a ellos como centros de vida
social, portadores de nuestras economías y guardianes de la cultura,
el patrimonio y la tradición....”. No solo porque significan el
reconocimiento de un fenómeno europeo, sino por su relevancia para
toda la humanidad.

El efecto de concentración urbana no es inocuo, ya en el medioevo


tuvo significancia crucial cuando los siervos abandonaron a sus
señores feudales y migraron a los burgos, dando lugar al fenómeno
que se conoció con el nombre de “renacimiento de la vida urbana”. En
la actualidad, un fenómeno similar está aconteciendo en todo el
mundo, millones de individuos en forma constante migran a las
ciudades configurando conglomerados urbanos de importancia
trascendental. Este proceso previsto por los firmantes de la Carta de
Aalborg en 1994, ha alcanzado dimensión planetaria.

Los nuevos centros urbanos

Es por ello que resulta importante analizar las características de


estos nuevos centros urbanos, su potencial utilización para generar
actividad económica, reconstruir el empleo y transformarlos en
comunidades sustentables. Recordemos que estamos inmersos en un
proceso histórico inevitable, vinculado al beneficio material de convivir
en comunidad, a los efectos de la globalización y al diseño de nuevas
concepciones geopolíticas.

Las concentraciones urbanas del siglo XXI se caracterizarán por


poseer autonomía e independencia, en función de mantener sus
políticas directamente vinculadas con la voluntad de los ciudadanos
que las integren como comunidad. Las ciudades serán
concentraciones vitales, con sentido autogestivo, adecuadas,
accesibles, participativas, eficientes y justas.

Deberán responder al criterio de vitalidad, satisfaciendo las


necesidades básicas de sus habitantes y proporcionando un medio
ambiente seguro para la realización de sus actividades.

El rediseño de la socialización

91
Deberán constituirse en entidades con sentido, buscando que sus
habitantes perciban ciertamente su forma y su función, como parte de
una estructura política mayor, el estado, e interrelacionadas
horizontalmente con otras ciudades similares. Las concentraciones
urbanas del nuevo milenio deberán ser adecuadas, deberán proveer
los edificios, los espacios y las redes, los que estarán al alcance de los
habitantes de todas las edades y condiciones garantizando los
servicios, recursos y la información para que cada individuo pueda
llevar a cabo sus actividades.

La participación ampliada

La tensión social generada por la convivencia y en algunos casos por


el hacinamiento será mitigada canalizando y fomentando la
participación. Al mismo tiempo, esta participación coherente y
articulada con la consulta permanente garantizará elementos
necesarios para la toma de decisiones, lo que redundará en una
ciudad eficiente, alcanzando los objetivos enunciados al mínimo costo
y logrando el equilibrio entre los logros comunitarios y los objetivos
individuales de los habitantes.

Las ciudades y la justicia social

Estaremos de esta manera asumiendo la realidad y construyendo los


centros urbanos bajo el principio básico enunciado en la Carta de
Aalborg por las ochenta ciudades europeas signatarias, el principio de
justicia social. Porque parte sustancial de estas propuestas se basan
en convertir a los centros urbanos en gigantescas organizaciones que,
conteniendo a la población y satisfaciendo sus necesidades, al mismo
tiempo, constituyan entidades económicas generadoras de beneficios,
los que deberán ser constantemente distribuidos entre los habitantes
de acuerdo a estándares claros de equidad.

El ecosistema urbano

Al mismo tiempo se definirá un nuevo ecosistema urbano,


entendiendo a la ciudad como un todo orgánico, que permitirá que la
toma de decisiones en base a un sistema de gestión cimentado en la
sustentabilidad, no se realice sólo teniendo en cuenta los intereses de
las personas afectadas, sino también los de las generaciones futuras.

92
No resulta menor el problema térmico planteado como efecto de la
concentración de población, estamos hablando del calentamiento del
planeta que afecta a los entornos naturales y urbanos. Los centros
urbanos deberán estabilizar y posteriormente reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero. En tanto los estados nacionales se
transformarán en gestores de la defensa de los recursos mundiales de
biomasa, custodiando el ciclo del carbono en el planeta, la reducción
de las emisiones de combustibles fósiles y el desarrollo de tecnologías
alternativas precisará de políticas activas propias de las autoridades y
la comunidad en las nuevas urbes.

Presión de las ciudades para la autogestión

Las ciudades actuales poseen la fuerza, el conocimiento y el potencial


creativo necesarios como para desarrollar modos de vida sustentables.
La capacidad de las urbes de hacer frente a los desafíos enunciados
responde directamente a los derechos de autogestión que le sean
otorgados. La presión que comienzan a ejercer las poblaciones
existentes junto a aquellas que arriban constantemente a las
ciudades, exigen respuestas concretas y rápidas de los gobiernos,
porque el sistema de tensiones que se genera sin la adecuación
correcta, si no sirve para crecer abruptamente, se descontrolará en un
estallido sin precedentes colapsando nuestro sistema de vida y
haciendo primar la anarquía.

El papel de las ciudades autonómicas

El concepto de ciudad autonómica adquiere en este punto una


relevancia estratégica. No es solo asumir que la ciudad crecerá en
territorio y densidad demográfica, sino que se reconvertirán las
relaciones entre los individuos, se generarán nuevos esquemas
económicos, cambiarán sustancialmente las necesidades de la
población obligando a las autoridades de gobierno a ser más eficientes
y más rápidas al momento de responder a esas necesidades. La
capacidad de gobernar se relacionará directamente con la
descentralización de la toma de decisiones. Resulta imperativo que las
autoridades locales tengan los poderes suficientes y un sólido apoyo
financiero porque cualquier equivocación sería catastrófica.

Está claro que un distrito local que tuviera alta concentración


demográfica, autonomía política y administrativa, finanzas
equilibradas y un territorio absolutamente urbano, estaría en
condiciones ventajosas para comenzar a ejecutar las políticas

93
mencionadas. Si al mismo tiempo, este distrito hubiera realizado una
reforma política destinada a adecuar su carta magna y sus
instituciones a la constitución de un estado autonómico, solo le
bastaría la voluntad política de hacerlo. Nos referimos a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.

94
Capítulo 4

El Concepto de
Economía Urbana

“En la ciudad, cada individuo, familia o grupo social


busca dotar de sentido a su vida, a partir de una selección
más o menos consciente de la oferta existente en cuanto a
condiciones de empleo, salud, bienestar y con base en un
calculado análisis económico de las propias posibilidades.
Así se han ido configurando redes de relaciones diversas,
basadas en situaciones sociales y económicas fuertemente
diferenciadas, mientras existe una enorme franja de la
población que ha tenido que desarrollar estrategias
creativas de sobrevivencia para asegurar a su familia
condiciones mínimas de existencia.”

Gloria Dávila

95
La concentración de población en ciudades genera cambios
sustanciales sobre la organización política y sobre la organización
económica de los estados. En lo referente a la organización económica,
el desarrollo del concepto de economía urbana responde a la
necesidad de identificar las nuevas doctrinas que surgen por efecto
del cambio en las relaciones de la comunidad.

El peso específico de los tres sectores tradicionales, el agro, la


industria y el comercio, variarán en los próximos años en forma
significativa. La expulsión de mano de obra industrial por efecto de la
automatización, el abandono del campo por parte de los individuos
teniendo en cuenta la creciente mecanización de las actividades
agrícolas y ganaderas y la migración hacia los centros urbanos,
consecuente con la búsqueda de un acceso directo a los beneficios de
la modernidad, alterarán las ecuaciones económicas tradicionales.

El desarrollo económico de los centros urbanos

Es en este contexto que la economía urbana adquiere características


especiales, porque será el lugar común donde los habitantes del
mundo deberán buscar la forma de generar trabajo, crear empleo y
satisfacer sus necesidades, todo ello contribuyendo al crecimiento de
la economía global.

La economía capitalista que hoy prima en el mundo, se


caracteriza principalmente por la diversidad en la oferta y la
innovación constante en ideas, productos y procesos. La
concentración del capital humano en los centros urbanos alimenta y
potencia estas características económicas multiplicando las
oportunidades. Esta forma de generar posibilidades de crecimiento es
lo que torna atractivas a las ciudades, aun al costo de soportar la
congestión y la contaminación.

El desarrollo económico de los centros urbanos tiene su eje


principal en el consumo. La producción, expulsora de mano de obra,
ha cedido lugar a la intermediación de los bienes como el lugar de
incorporación de valor agregado. Las cadenas de comercialización y
prestación de servicios se han tornado en el eje principal del sustento
de la actividad económica de las ciudades.

El mercado interno

96
Esto sucede porque se ha desarrollado un circuito económico que se
puede sintetizar diciendo: que las ciudades grandes tienden a exportar
bienes y servicios a otras ciudades y a las pequeñas; las ciudades
pequeñas generalmente exportan bienes y servicios a las grandes de
manera indirecta, es decir, a través de productos agrícolas de las
zonas rurales las que a su vez reciben la exportación de bienes y
servicios de las ciudades pequeñas.

El fortalecimiento de esta base económica depende principalmente


de la producción a escala y de la generación de bienes transables a
través de la explotación de los recursos naturales. Consolidada esta
base económica, automáticamente y como consecuencia directa de la
concentración urbana se establece el sistema que denominamos
economía urbana.

Ésta se fundamenta en un mercado interno complejo, que integra


no solo al intercambio de bienes y servicios relacionados con el
proceso productivo, sino todas las actividades necesarias para
sustentar el estándar de vida de la urbe. El intercambio de
experiencia en los negocios, las actividades académicas y de
investigación, la forma de educar a los hijos, las actividades de
recreación, la congestión vehicular y la contaminación ambiental, se
transforman en nichos para generar oportunidades.

En base a estas realidades las ciudades que no lo hayan hecho,


deberán avanzar hacia la reconstrucción de las cadenas de
comercialización y prestación de servicios, a la preservación de los
centros comerciales tradicionales y al fomento de toda actividad
relacionada con la ocupación de mano de obra y servicios
profesionales. La automatización de cualquiera de estas tareas se
transforma en un atentado directo a la convivencia social.

El trabajo integrado

En efecto, el mundo ha tomado conciencia de la necesidad de tener al


sector del trabajo integrado satisfactoriamente. Los ejemplos de
exclusión social que predominan en el mundo subdesarrollado son
una muestra de irracionalidad. Si se acuerda con nosotros en que el
capitalismo es un proceso que necesita de la incorporación constante
de consumidores, el hecho que existan sectores sociales excluidos es
irracional.

La verdadera causa de la inseguridad

97
Pero algo más, la relación entre seguridad y desarrollo social es
inseparable, como estamos promoviendo una nueva etapa capitalista
a partir de las ciudades autonómicas debemos decirlo: nadie puede
imaginar seriamente un futuro posible si en las ciudades la
marginalidad creciente afecta la seguridad de los vecinos.

Lo que sostenemos con convicción es que la marginalidad y la


pobreza son doblemente injustas e irracionales: por un lado, son un
mal negocio pues si el mercado potencial es de cinco millones, es
irracional conformarse con tres. Pero además supongamos que
estuviéramos frente a una persona rica, con una nula conciencia
social, que afirmara que a él no le importa combatir la pobreza.
También es una respuesta irracional en la medida en que no pondera
que el costo de su seguridad personal y el detrimento en su calidad de
vida, irá en constante aumento, sino se revierten las situaciones de
injusticia social que son la causa del aumento del delito.

El desarrollo social

La ciudades europeas ya lo han entendido, por eso hace tiempo que


han eliminado la pobreza extrema y la marginalidad que ésta genera.
La seguridad es un bien común que todos están dispuestos a sostener
y no el resultado de mesiánicas políticas represivas. Nosotros
tomamos la tarea de convertirnos en los que pregonamos a nuestros
vecinos que desarrollo económico es seguridad en todos los sentidos
posibles.

Lo que estamos diciendo es: en algún lugar el hombre debe


trabajar. Si tal como lo hemos explicado, tanto la industria como el
campo se han tornado en expulsoras del hombre, entonces debe ser
en la distribución de los bienes donde yace la actividad que le permita
lograr los medios para intercambiar con sus pares y obtener la
satisfacción de sus necesidades.

El desarrollo económico

Como claramente se vislumbra, lo que sucede en nuestra ciudad tiene


una relación directa con lo que acabamos de manifestar. La República
Argentina ha consolidado su perfil agro productor y ha desarrollado
pequeños nichos respecto a las industrias no convencionales como la
del calzado, el diseño, la moda y el software. Ésta es la base
económica de nuestro país. Nuestro posicionamiento geopolítico y la
capacidad de nuestro mercado interno nos imposibilitan asumir
procesos industriales de escala. Pero esta base resulta suficiente para

98
generar los recursos que garanticen el desarrollo de los centros
urbanos.

En el negocio del desarrollo de los centros urbanos es donde


identificamos el ingreso de capitales y la generación de valor
económico de las ciudades. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
único territorio totalmente urbano del país, ya ha asumido esta
realidad encarando proyectos urbanísticos con relativo éxito, más allá
de las decisiones macroeconómicas de los últimos tiempos, de las
autoridades nacionales.

Lo cierto es que el entramado comercial de la ciudad se ha


desarrollado aun sin el apoyo oficial que debiera tener. Los
organismos internacionales han manifestado su apoyo a la
reconstrucción de los centros comerciales. La conciencia ciudadana
ha comenzado a comprender que la automatización del expendio de
los productos perecederos atenta directamente contra el trabajo de los
habitantes de la ciudad.

En definitiva, están dadas las condiciones para comenzar la tarea


de formar la primera Ciudad Autonómica del siglo XXI. Nosotros
aceptamos el desafío.

99
Capítulo 5

El Motor de la Transformación

“Hoy en día las ciudades han surgido como territorios


estratégicos para toda una gama de procesos sociales,
económicos y políticos esenciales de nuestra era: la
mundialización económica, la migración internacional, la
afirmación de los servicios y la financiación de los
productores como el sector impulsor del crecimiento en las
economías avanzadas, la nueva pobreza, entre otras cosas,
y como lugares estratégicos para la teorización de dichos
procesos. Este regreso de la ciudad al primer plano de las
ciencias sociales se puede considerar la representación de
la cuestión social en términos urbanos, la proyección de la
separación entre marginación e integración.”

Céline Sachs-Jeantet

100
El modelo de industrialización por sustitución de importaciones, en
Argentina, se demostró incapaz para lograr niveles de desarrollo
homogéneos. Como consecuencia de esto podemos decir que, salvo
sectores de la Patagonia y la llanura pampeana, en nuestro país todo
se encuentra por hacer. Enormes extensiones de tierra se encuentran
fuera de los circuitos de producción, territorios a los que nosotros les
llamamos desierto, en cualquier parte del mundo serían considerados
tierra productiva. La formación de la población, a pesar de la crisis en
que se encuentra la educación, es de buena calidad.

Personas capaces y medios adecuados

Las posiciones que explican el fracaso argentino varían entre una


autocrítica despiadada (no servimos para nada, nada podemos hacer)
hasta una fe inexplicable en las bondades del país (estamos
condenados al éxito, Dios es argentino). La verdad, como siempre, no
se encontrará en las posiciones extremas, sino a mitad del camino; no
en el blanco o en el negro, sino en lo gris. Las personas construyen la
realidad de acuerdo a los medios con que cuentan.

Vale decir que el éxito surge como fruto de una combinación de


personas capaces y medios adecuados, las dos cosas se encuentran
en nuestro país. Esto es sumamente importante remarcarlo, porque la
tónica en los comentarios de los medios de comunicación en los
últimos años ha estado orientada a resaltar todo lo que de malo e
injusto tenemos como sociedad. A veces, pareciera, que nada bueno se
puede esperar de nosotros.

La reforma cultural

Debemos producir una reforma cultural que resalte, para cambiar, las
prácticas equivocadas que tenemos como sociedad, pero que con
equidad, también rescate gran cantidad de gestos, acciones y
tradiciones que conforman el valioso capital del “espíritu” argentino.
La difusión periodística constante de hechos negativos o ilegales,
protagonizados por funcionarios o ciudadanos, termina por generar
una corriente de opinión altamente cuestionadora de la argentinidad.
El que cree que realmente no tenemos remedio como sociedad debería
irse si quiere ser consecuente. Como no nos permitimos pensar eso,
realizamos una propuesta política que invita a reflexionar sobre las
causas del fracaso pero también solicita el compromiso para modificar
el presente.

101
La desastrosa situación económica presente hace que millones de
argentinos se encuentren fuera de los circuitos de producción y
consumo. En este sentido, conformamos un tipo muy particular de
capitalismo ya que nos ha sido imposible como país incorporar a
nuestro mercado a la totalidad de los habitantes.

Desde distintas ideologías políticas y modelos de análisis se ha


intentado explicar este particular fenómeno. Una de las más
aceptadas por los analistas, es aquella que sostiene que la ausencia
de una burguesía fuertemente relacionada con un proyecto nacional
ha sido la causa principal del subdesarrollo argentino. Sea como
fuere, lo que tomamos de estas explicaciones es la certeza de que
buena parte de la población se encuentra en una situación precaria y
de exclusión frente al mercado.

Una nueva clase empresaria

Resulta necesaria la creación de una clase empresaria con vocación de


inversión y preparada para aceptar el desafío de tomar riesgos. No
será desde las empresas de capital más concentrado desde donde
vendrá el cambio; hace más de veinte años que estas firmas tienen el
máximo de poder económico y político y se han mostrado inútiles
respecto a lograr crecer y responder socialmente al llamado de la
realidad.

Por lo tanto, no se trata solo de obtener ganancias nada más en el


presente, sino de hacerlo pensando en construir simultáneamente la
economía del futuro. Además, la concreción de negocios exitosos no es
la única responsabilidad del empresario, existe una ética básica de
carácter universalista, propia del capitalismo aunque con hondas
raíces religiosas, que señala que los de mayor poder deben también
tener mayores responsabilidades sociales.

La incorporación de personal y el cuidado del medio ambiente


deberían ser los valores que orientaran la gestión de negocios. En
todas estas prescripciones de carácter ético, se sustenta la necesidad
de intervención del estado en el mercado, ya que si dejamos la gestión
de lo social librada a la buena voluntad de los particulares,
obtendremos resultados pobres y precarios.

No podemos considerar los negocios como si fueran yacimientos


geológicos en donde se trata, simplemente, de maximizar la
explotación hasta agotar el yacimiento. Existen gran cantidad de
ejemplos de situaciones devastadoras del medio ambiente provocadas
por la explotación irracional de un recurso. Si la concentración

102
urbana es el hecho económico-político del presente y del futuro
cercano, los sectores empresarios deben entender que el razonamiento
anterior es aplicable a la ciudad como entramado de negocios y
gobierno: se debe preservar a la ciudad de cualquier situación que
ponga en peligro su continuidad.

Todo negocio en el siglo XXI debe regenerarse a si mismo. En el


pasado del capitalismo era común que súper explotado un negocio, la
empresa responsable emigrara a otro lugar del mundo y continuara
con la explotación irracional. Recordemos el triste caso de la
compañía “La Forestal”, responsable de la desertización de buena
parte del centro-norte de nuestro país. Esto se torna hoy imposible,
porque obviamente, no le quedará lugar en el planeta adonde migrar.

El proyecto económico

Nuestro proyecto económico toma en cuenta la enorme crisis en la


que nos encontramos, sin embargo ve en ello una oportunidad. Como
decíamos cuando hablábamos del fracaso argentino en la
industrialización, nada tenemos que desmantelar ni que lamentar.
Estamos en condiciones de llevar adelante un proyecto de desarrollo
político sustentado en la democracia directa de ciudades
autonómicas, y económico, basado en el apoyo irrestricto de las
pequeñas y medianas empresas y en la concientización del resto de
los actores económicos.

Según estimaciones de las Naciones Unidas, el número de


habitantes urbanos se duplicará en la primera década del milenio y se
volverá a duplicar para mediados del siglo presente. La velocidad con
que han aumentado las poblaciones urbanas en los países no
desarrollados ha sobrepasado la capacidad institucional de hacerle
frente. Esto nos trae nuevamente al problema de la falta de
correspondencia entre el cambio demográfico y el cambio
institucional. Pero al mismo tiempo nos permite determinar cómo
pueden las ciudades jugar el papel de “motor de la transformación”,
habida cuenta de la profunda metamorfosis que están sufriendo.

Todo por hacerse

Convertir nuestras debilidades en fortaleza es nuestra propuesta


porque ese es justamente el único camino del éxito. Cuando está todo
por hacerse, no sólo encontramos la razón de actuar sino que en el
simple hecho de acompañar el proceso de fortalecimiento de las

103
ciudades autonómicas están la razón económica y el atractivo de las
inversiones.

Si la ciudad es el territorio en donde convergen y se cristalizan los


conflictos y las contradicciones principales de una sociedad que está
pasando por una profunda mutación, entonces es el mismo territorio
donde, acompañando estas transformaciones aceleradas, generaremos
la fuerza de la transformación.

104
Capítulo 6

La Reconstrucción del Trabajo


Humano

“El paso de la sociedad industrial a la denominada


sociedad de la información está comportando importantes
transformaciones en el trabajo y en la cohesión de la propia
sociedad. El concepto de pleno empleo está puesto en
cuestión. Desde posiciones neoliberales se confía en la
omnipotencia del mercado como elemento corrector de los
desajustes. Los defensores de esta tesis ponen como
modelo los EE.UU. pero olvidan la gran fractura social que
comporta. Desde otras posiciones se postula que el cambio
actual es radicalmente diferente que los anteriores. El
trabajo tal y como hoy lo entendemos está llegando a su fin
y es necesario buscar nuevas soluciones relacionadas con
el reparto del trabajo y la búsqueda imaginativa de nuevas
ocupaciones. En este sentido, el profesor Jeremy Rifkin,
augura que la era de la información sólo dará trabajo a una
élite y anuncia que la creación de nuevas ocupaciones
alternativas se gestará desde la sociedad civil, en la
medida que las relaciones humanas no podrán ser
substituidas por las máquinas.”

María Jesús Bono i Lahoz - Eduard Jiménez


Hernández

105
La tercera revolución industrial

La persistencia de la desocupación ha debilitado el lazo social y


desgastado las esperanzas de vida y desarrollo personal de millones
de hombres y mujeres en una crisis de escala planetaria. La tercera
revolución industrial originada a partir del ingreso de la robótica y los
ordenadores al ámbito de la actividad humana, han desatado una
carrera acelerada basada en la búsqueda incesante de eficiencia y
calidad, fenómeno que ha tenido como resultado no deseado la
generación de tareas expulsoras del hombre en función de la
competitividad de la máquina.

Las ecuaciones tradicionales de organización del empleo y el trabajo


humano han cambiado absolutamente. El surgimiento de nuevas
tecnologías no ha logrado absorber los empleos que por su aplicación
se destruyen.

La falsa opción: empleo flexible o derechos de los trabajadores

El empleo en relación de dependencia tiende a desaparecer en


función del auto empleo o las contrataciones temporales, resultando
obsoletas las for mas tradicionales de contención a través de la
aplicación de leyes que en un tiempo protegieron al trabajador, pero
que hoy resultan un impedimento para que éstos accedan a un nuevo
empleo o para que permanezcan en el que están.

No debemos crear en este punto una nueva y falsa antinomia. El


empleo flexible no significa en modo alguno la destrucción absoluta
del concepto de derechos del trabajador, se trata más bien de una
adecuación a los nuevos tiempos y ritmos de producción. Países con
una producción altamente tecnológica y robotizada como Japón no
tienen casi desempleo. El nuevo horizonte de la producción requiere
de un hombre con mayor iniciativa y libertad para generar
emprendimientos.

De la infancia de la humanidad a la libre iniciativa

En el pasado, la existencia de un jefe todopoderoso, de un líder o de


una organización piramidal con una direc ción autoritaria, nos
despejaba de la necesidad de pensar por nosotros mismos, la vida se
encaraba sin la necesidad de considerarnos responsables por lo que
hacíamos. A pesar de las evidentes desventajas de este modelo de

106
estructuración mucha gente lo prefiere, incluso en la actualidad,
porque está menos libre pero más segura. Por estas razones las
estructuras piramidales tuvieron un gran éxito en la historia de la
humanidad, puntualmente, en la infancia de la misma.

El cambio cultural necesario en lo económico, pero también en lo


político, pasa por comprender que lo significativo del presente es la
organización horizontal que basa su éxito y adaptabilidad en la
interacción con los otros. En los nuevos ámbitos de desempeño
humano, el sujeto se comprende a sí mismo como sujeto autónomo y
a diferencia del pasado, debe pensar constantemente. La vida se le
presenta como un desafío porque todos los días debe decidir, en
atención a sus valores éticos y al cálculo de beneficios y costos.
Estamos en la adultez de la humanidad y cualquier forma política,
económica u organizacional coherente debe respetar y promocionar la
libre iniciativa en los individuos y el asociacionismo en la sociedad
civil.

La nueva organización del trabajo

La transformación operada en la organización del trabajo a través de


la formación de equipos polivalentes y calificados, teniendo en cuenta
la necesidad de cada momento particular, ha tornado necesaria la
contratación temporal. Pero esto ha minado el poder de
representación, tanto de las organizaciones sindicales como de las
organizaciones empresarias, que en otro tiempo medían su poder
tanto por la cantidad de obreros agremiados unas, como por la
cantidad de individuos empleados las otras. No deberían ser un freno
a la innovación los intereses corporativos de organizaciones históricas
de la sociedad civil, pero tampoco debería significar la adecuación a
las necesidades de la producción una conculcación de los legítimos
derechos del sector trabajo.

En una postura originaria del capitalismo histórico, el trabajo se


consideraba como un simple factor de producción cuyo costo había
que minimizar en procura de mayor eficiencia y de la maximización de
los beneficios. El tiempo y la evolución nos han llevado a comprender
que, desde que el capitalismo quedó como única doctrina económica
en el mundo nutrida de infinidad de variantes, el concepto de trabajo
y su valoración económica también han cambiado.

El trabajo humano, clave en la cuestión social

107
Queda claro que el abrupto crecimiento de la producción robotizada y
la anexión de los ordenadores a los circuitos administrativos
expulsaron del mercado laboral a infinidad de trabajadores. Un dato
cierto que en otros tiempos solo hubiera significado un costo menor
de producción y de gastos administrativos, pero esto mismo se
comenzó a transformar en un grave problema. La desaparición del
trabajador irremediablemente significaba la desaparición de un
consumidor y por lo tanto, si el sistema debía subsistir, de alguna
manera debía reciclar a esos trabajadores expulsados para volver a
convertirlos en consumidores.

En este punto del razonamiento corresponde rescatar una frase


de Su Santidad Juan Pablo II: “...el trabajo humano es una clave,
quizá la clave esencial, de toda la cuestión social, si tratamos de verla
verdaderamente desde el punto de vista del bien del hombre”. La
reconstrucción del trabajo humano se basa filosóficamente en lo
anterior, pero es también un elemento que permite la subsistencia del
sistema capitalista.

La reconstrucción del trabajo humano

Un factor esencial para la reconstrucción del trabajo humano ha sido


la creación de empresas periféricas, relacionadas con servicios que
absorbieran el equivalente de empleo que se perdía a través de la
automatización y de la sustitución del hombre por el ordenador. Al
mismo tiempo, los estados buscaron transitoriamente establecer
seguros de desempleo y los centros urbanos comenzaron a proteger
las cadenas de comercialización.

Pero esto no resultó suficiente. Es así que se comenzaron a


identificar nuevos yacimientos de empleo, sabiendo que el sistema
capitalista, en base a su necesidad de sobrevivir, indefectiblemente
iba a procurar su financiamiento. Esto derivó en el aumento de la
calidad de vida en los centros urbanos, lo que aceleró el proceso de
migración, trayéndonos inexorablemente a la situación actual.

Los modelos perimidos en nuestro país

En la República Argentina, este fenómeno no fue reconocido por gran


parte de la dirigencia política y social, quedando atrapados en
reivindicaciones históricas, en la aplicación de modelos perimidos y en
discusiones y planteos políticos relacionados con un escenario

108
correspondiente a otro tiempo y a otro mundo. Como sociedad nos
encerramos a discutir a las personas más allá de los modelos que
representan, como si en la era actual un individuo pudiera definir los
comportamientos de un universo.

Las ideas, por así decirlo, como los productos, tienen una fecha de
vencimiento y lo que es más importante, deben ser juzgadas por su
racionalidad, por su adecuación al tiempo histórico en que son
presentadas. Si aplicamos este concepto a la realidad nacional
observaremos que discusiones políticas que ocuparon a la opinión
pública nacional no estaban en relación con debates de mayor
importancia que ocurrían en el mundo.

No volver al pasado

Hablábamos de debatir, cuestionar ideas y no a los hombres que las


proclaman o las representan. Nuestra historia política podría ser
vista, justamente, como una constante discusión sobre hombres y no
sobre ideas. Federales y unitarios, peronistas y radicales, son
antinomias que dan cuenta más de desapegos o enconos personales
que de diferencias sustanciales en los proyectos de país. Igualmente
creemos que se trata de antinomias totalmente superadas, por la
síntesis de las contradicciones que representaban y porque el país es
el fruto de la suma de esas identidades y no del triunfo absoluto de
uno de los bandos. Lo que se requiere en el presente es la
actualización cultural, política y económica de la Argentina y esto será
posible discutiendo lo que se debate internacionalmente.

Volver al pasado resulta imposible. Estamos insertos en una


sociedad dinámica que ya no es ajena a lo que sucede en el mundo.
Todos nosotros, consciente o inconscientemente, a través de la
influencia de Internet y el acceso inmediato a la información mundial,
hemos globalizado nuestros comportamientos cotidianos y por lo
tanto, no solo nuestras exigencias sino nuestras aspiraciones.

Intuimos que el camino por el que vamos no es correcto, porque el


resto de la humanidad nos lo advierte. Nosotros también podemos
reconstruir el trabajo humano en Argentina y muy especialmente en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por sus ventajas comparativas
con el resto de los distritos del país. Desplacemos a quienes nos
entorpecen el camino del crecimiento y hagámoslo.

109
Capítulo 7

Nuevos Yacimientos de Empleo

“Los nuevos yacimientos de empleo surgen


principalmente, con una doble función: por un lado, para
paliar el desempleo crónico en nuestra sociedad, y por otro
lado, para cubrir nuevas necesidades sociales,
desatendidas o parcialmente atendidas. A consecuencia de
estas dos facultades, la consolidación de los nuevos
yacimientos de empleo tiene la capacidad de desempeñar
un papel destacado dentro del desarrollo endógeno local, al
ser en esta escala territorial donde los nuevos yacimientos
se pueden detectar y promocionar más eficazmente. Estas
dos atribuciones encomendadas a los nuevos yacimientos
de empleo son consecuencia de los cambios
socioeconómicos que se van forjando en el seno de la
sociedad con la superación del modelo fordista-keynesiano
a partir de la segunda mitad de los años setenta con la
crisis del sistema económico.”

Albert Vilallonga

110
El paso de la sociedad industrial a la denominada sociedad de la
información está comportando importantes transformaciones en la
sociedad. La concentración urbana y la modificación de los hábitos de
consumo, han cambiado los indicadores tradicionales que miden las
necesidades susceptibles de ser satisfechas. La alta densidad
residencial, la elevada movilidad obligada, el peso de la población
femenina ocupada y la aceleración de la tasa de envejecimiento entre
otros, son nuevos elementos a tener en cuenta.

Dar respuestas a los nuevos retos

Como ya hemos enunciado, el proceso migratorio y la consecuente


aglutinación en ciudades nos obligan a diseñar estrategias y a brindar
alternativas a la comunidad, consecuentes con el proceso mundial y el
acceso a los beneficios de vivir en una sociedad integrada y en una
economía globalizada.

Esto nos exige a buscar una nueva dimensión para el desarrollo


económico teniendo en cuenta la condición de local de las propuestas.
Dar respuesta a estos nuevos retos desde la acción local, implica
trabajar en tres direcciones determinadas:

a) favorecer un clima emprendedor, sosteniendo que lo que diferencia


una economía en expansión de una en declive no es la tasa de
desempleo sino el espíritu de empresa.

b) identificar y potenciar nuevos yacimientos de empleo.

c) promover nuevas vías de participación ciudadana.

Crecimiento, competitividad y empleo

En diciembre de 1993 la Comisión de las Comunidades Europeas,


presentó un documento titulado “Crecimiento, competitividad y
empleo. Retos y pistas para entrar en el Siglo XXI”. También se lo
conoció como Libro Blanco de Delors. En él se enunciaron directrices
básicas para conseguir una economía al servicio del empleo, no
apoyada sólo en el crecimiento económico sino también en la
formación, la flexibilidad, la descentralización, la iniciativa y la
búsqueda de nuevos yacimientos de empleo.

111
Esto sucedía en Europa en los albores de la época informática,
cuando el proceso migratorio aún no se había acelerado y el mundo
comenzaba a cicatrizar las heridas de haber estado dividido en dos.
Aun así, en la actualidad la enumeración realizada respecto a los
nuevos yacimientos de empleo resulta totalmente aplicable al
desarrollo que hemos encarado en nuestra propuesta de ciudades
autonómicas.

Nuevos ámbitos de desarrollo y empleo

Dentro de las iniciativas locales de desarrollo y empleo, normalmente


se definen diecisiete ámbitos divididos en cuatro categorías que
resulta conveniente comentar:

a) Los servicios de la vida diaria: 1. Los servicios a domicilio; 2. El


cuidado de los niños; 3. Las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación; 4. La ayuda a los jóvenes en dificultad y la inserción.

b) Los servicios de mejora del marco de vida: 5. La mejora de la


vivienda; 6. La seguridad; 7. Los transportes colectivos locales; 8. La
revalorización de los espacios públicos urbanos; 9. Los comercios de
proximidad.

c) Los servicios culturales y de ocio: 10. El turismo; 11. El sector


audiovisual; 12. La valorización del patrimonio cultural; 13. El
desarrollo cultural local.

d) Los servicios del medio ambiente: 14. La gestión de los


residuos; 15. La gestión del agua; 16. La protección y el
mantenimiento de las zonas naturales; 17. La normativa, el control de
la contaminación y las instalaciones correspondientes.

Si observamos con detenimiento, esta enumeración que en el


mundo ya cuenta con más de una década, resulta tremendamente
actual para nuestra comunidad. Tengamos en cuenta que en estos
potenciales nichos de empleo se han privilegiado las tareas de alto
contenido en ocupación que resultan muy difícil de automatizar. Esta
es la estrategia principal. No enfrentarnos a la corriente de
automatización sino concentrarnos en localizar y preservar aquellas
actividades, que por lo menos, en el corto y en el mediano plazo,
resultará imposible delegarlas en los ordenadores o en las máquinas.

Generar empleo y trabajo

112
Visto desde otro punto de vista, generar empleo y trabajo en el siglo
XXI resultará constantemente en una mejora en la calidad de los
servicios que en el centro urbano se presten, ya sea desde la órbita del
estado o como iniciativa privada.

Estamos hablando de estrategias que en el Reino Unido, Francia,


Alemania y España han tenido resultados concretos. La aplicación de
políticas activas en los ámbitos de los nuevos yacimientos de empleo
señalados, se mostró cinco veces más eficaz en términos de puestos
creados, que un aumento en el empleo del sector público y diez veces
más eficaz que una política de infraestructuras con un gasto
equivalente.

Los obstáculos culturales

Estas afirmaciones no responden solamente a un desafío económico,


también responden a una limitación de índole cultural que debe ser
vencida. Estamos hablando de poder incluir en la cesta de consumo
de las familias estas nuevas actividades concebidas como tales y no
como servicios de lujo. Este obstáculo cultural afecta directamente el
crecimiento de la demanda y por lo tanto disminuye el ritmo de la
recuperación.

Si en un tiempo se comprendía que gastar era generar empleo,


hoy tenemos que pensar que cuanto mejor sea nuestra calidad de
vida, mayor será la ocupación de personas en el mercado laboral.

El efecto de la economía informal

Un tema que tenemos que considerar prioritario, teniendo en cuenta


las características esenciales de nuestro país y en especial de nuestra
ciudad, es el efecto de la economía informal sobre la recuperación de
la actividad económica y el trabajo humano. La economía irregular es
aquella que escapa a las estadísticas y registros oficiales para no
someterse a la imposición fiscal o para eludir regulaciones propias del
mercado en el que opera.

La existencia de este segmento informal, más allá de la pérdida de


ingresos fiscales que supone, afecta las condiciones de seguridad e
higiene y la calidad de los servicios prestados, divide el mercado y
rompe la unicidad de precio, transformándose el precio informal en
precio de referencia; impide la estructuración de la oferta en torno a la
profesionalización de las actividades y merman, cuando no

113
neutralizan, los instrumentos estatales dirigidos que incentivan
actividades determinadas como prioritarias.

Las nuevas necesidades

Durante los últimos diez años todas las sociedades han sufrido
transformaciones sociales importantes, que han determinado la
aparición de nuevas necesidades, implicando la posibilidad de
explotar nuevos servicios y ampliando los conceptos originarios del
Libro Blanco de Delors.

En la República Argentina, estas transformaciones acontecieron,


pero no así el surgimiento de las nuevas actividades. En cierta medida
por falta de apoyo del estado, pero también por una fuerte
contradicción ideológica con aquellos que creen que todavía el país
puede crear trabajo a partir de los procesos industriales.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una oportunidad


histórica. Posee todos los elementos necesarios para asumir el desafío
de tutelar la reconstrucción del trabajo humano en función del
desarrollo de los nuevos yacimientos de empleo. Dejar de administrar
a la ciudad y comenzar a gobernarla supone asumir políticas activas,
que absolutamente en nada se condicionan con la política económica
nacional.

Como hemos sostenido, podemos abordar el tren del progreso.


Está en cada uno de nosotros el poder de la decisión.

114
Capítulo 8

Salud, Educación, la Industria del


Ocio, la Construcción
y otras formas de Trabajo Humano

“El desarrollo humano no niega la importancia del


crecimiento económico, pero trata en un mismo conjunto
tanto la producción y la distribución de bienes y servicios
como las cuestiones relativas a la amplificación y a la
utilización de potenciales humanos. Él reagrupa así todas
las cuestiones relativas a la sociedad, ya sea el crecimiento
económico, los intercambios, los empleos, las libertades
políticas, los valores culturales, etc. Por fin, estas preguntas
son abordadas desde el punto de vista de los individuos
deseosos de llevar una larga y sana vida, de adquirir
conocimientos y de tener acceso a los recursos para
disfrutar de un nivel de vida decente marcado en la
insignia de la dignidad personal.”

Michel Agnaïeff

115
La desaparición del trabajo humano en su forma clásica

Desde variadas visiones sociopolíticas se advierte sobre la


desaparición paulatina del empleo en su forma clásica y el
advenimiento de nuevas formas de trabajo humano. Podemos afirmar
que resulta inevitable que la automatización de la producción
desplace al hombre en el proceso de elaboración de bienes tangibles.

Tal como hemos descripto, el campo también se ha convertido en


expulsor del trabajo humano teniendo en cuenta el alto grado de
aplicación de la máquina en las tareas rurales. Por supuesto que este
ciclo se ha comenzado a cerrar con la definición de los nuevos
yacimientos de empleo que la humanidad ha comenzado a desarrollar,
transformando las debilidades del sistema capitalista en su propia
fortaleza para salir de la crisis.

Sumarnos a esta tarea resulta estratégico para nuestra


comunidad, porque en el nuevo sistema de división internacional del
trabajo se prioriza a los centros urbanos y de entre ellos a los de
mayor densidad de población. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires
se encuentra entre las primeras concentraciones urbanas más
importantes del planeta y como tal debe asumir su responsabilidad.

La adaptación del diseño global a la realidad de nuestra ciudad se


torna un imperativo del momento. Debemos tener en cuenta que la
historia ha demostrado que las barreras mentales son más rígidas que
las barreras materiales.

La ciudad autonómica potencia los nuevos empleos

La prioridad en un entorno dinámico y cambiante del mercado de


trabajo y las oportunidades de negocios es el desarrollo del concepto
de “ir al encuentro de las nuevas necesidades”. Es así que nos
corresponde enunciar algunas de las áreas que en nuestra ciudad
consideramos estratégicas e irrenunciables al momento de hablar de
desarrollo económico, social y empleo.

Las profundas transformaciones sociales que se han producido en


nuestra ciudad en los últimos años, han generado nuevas necesidades
humanas individuales o colectivas. Resulta interesante destacar
algunas de estas transformaciones: la inversión de la pirámide
poblacional como consecuencia del alargamiento de la esperanza de
vida, la extensión de los sistemas educativos y su prosecución a
través de especializaciones y post- grados, la transformación de las

116
estructuras familiares como consecuencia de la creciente
incorporación de la mujer a la actividad económica.

No resultan menos importantes el desarrollo de las nuevas


tecnologías de la información, la comunicación y los medios
audiovisuales, los cambios en las pautas de consumo y de utilización
del tiempo social, el cambio en la estructura del gasto de las familias y
las nuevas demandas relacionadas con el ocio y la cultura.

Estas transformaciones han incidido directamente en la definición


de los nichos en los cuales ha de radicarse la reconstrucción del
trabajo de los habitantes de las ciudades autonómicas.

La salud y la educación

Las prestaciones de salud y la educación son los dos sectores más


importantes en cuanto a carencias como a potenciales yacimientos de
empleo. Ambos poseen la característica esencial de resultar
imposibles de automatizar. Tanto la educación como la salud
responden a condiciones particulares de cada individuo y su
aplicación está sujeta a características individuales y únicas de las
personas.

Mejorar la calidad de vida y la atención de la enfermedad se


transforma en una responsabilidad de gobierno relacionada con el
bienestar de la población y pensada en función de la multiplicación
del empleo y las oportunidades económicas. En la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires conviven sin integrarse el sistema privado y el
sistema público de salud. El esfuerzo económico de ambos sectores y
la capacidad de asistencia de los mismos, bajo ningún aspecto cubren
las necesidades de la población eficientemente. Sin embargo
representan uno de los pilares sustanciales en los cuales se debe
apoyar la economía urbana para reconstruir el empleo y el trabajo.

La educación, tanto en lo que hace a la elevación de los requisitos


de obligatoriedad como a la especialización y las carreras de post
grado constituyen actividades imposibles de automatizar,
directamente relacionadas con las capacidades y habilidades de cada
individuo y por lo tanto sujetas a una constante generación de
actividad económica. La elevación del nivel educacional de la
población se transforma, en el ámbito de la economía urbana, en una
actividad relacionada con la generación de trabajo y empleo en los
distintos niveles, en los ambientes profesionales, entre los
educadores, en la actividad empresaria ligada a la instalación de
establecimientos educacionales, al empleo de servicios y asistencia. Es
en este esquema en el que el estado pasa a desempeñar un papel

117
preponderante, integrando la actividad privada con los intereses
públicos.

Tanto en la educación como en el mantenimiento de la salud de la


población debemos combinar la tutela de las prestaciones básicas
plasmadas en nuestra Constitución con el crecimiento indefinido del
mercado de oportunidades al ritmo del avance de la ciencia, en un
proceso que en su retroalimentación, encuentra la garantía de
continuidad y crecimiento de la demanda de mano de obra.

Los servicios a domicilio

Los servicios a domicilio son los que presentan mayor contenido de


empleo de todas las actividades económicas porque se basan en
satisfacer necesidades crecientes de la población y mejorar la calidad
de vida.

Se ha incrementado el número de familias en las que la totalidad


de los adultos trabajan fuera del hogar. Al mismo tiempo, vencer el
prejuicio de economía del lujo que representa pensar en ocupar a
terceros en tareas que normalmente asumían los integrantes del
núcleo familiar, nos permite concentrar el concepto en la actividad de
cuidado de personas mayores, el cuidado de los niños, la realización
de tareas domésticas, la ayuda a los jóvenes en dificultad y su
reinserción.

Los servicios de mejora del marco de vida

La mejora de la vivienda y la incorporación constante de las nuevas


tecnologías a las actividades corrientes implica directamente el
desarrollo del concepto de construcción permanente. El
mantenimiento de los espacios adecuados para desarrollar nuestra
vida privada y nuestras actividades laborales en una sociedad que se
incrementa constantemente garantiza una demanda constante de
actividad relacionada con la industria de la construcción.

La ocupación de profesionales, técnicos y operadores,


característica esencial de esta actividad, avala en su diversidad social
la cobertura de un espectro completo y estratégico dentro del nuevo
sistema económico. La seguridad, los servicios colectivos de
transportes, la revalorización de los espacios urbanos y los comercios
de proximidad ostentan también las virtudes enunciadas.

118
La industria del ocio

La utilización del tiempo social responde también a una estrategia


relacionada con la generación de actividad económica. Tanto es así
que la dimensión de la actividad turística a nivel mundial se ha
transformado en los últimos tiempos en uno de los componentes más
significativos en las balanzas comerciales de las naciones. El
desarrollo de las actividades audiovisuales en cualquiera de sus
variantes tecnológicas responde en igual medida.

La valorización del patrimonio cultural combinado con las


actividades culturales propiamente dicha se relacionan directamente
con la ocupación de mano de obra. El proceso creativo y la puesta en
estado público de los mismos combinado con reducciones de jornada
laboral que garanticen a la población el tiempo suficiente para gozar
de los mismos resultan imprescindibles.

El futuro

Debemos tomar conciencia del momento que nos toca vivir y


comprender que el futuro del trabajo humano y el logro del bienestar
van de la mano. Pretender separarlo es buscar soluciones en recetas
del pasado. Asumirlo es encarar el futuro con coraje, es comprender
que las nuevas ocupaciones alternativas se gestarán desde la sociedad
civil, en la medida en que las relaciones humanas no puedan ser
sustituidas por las máquinas.

119
PARTE III

120
Acción política en el siglo XXI
“Los actores socio-políticos cambian en actores
transnacionales. Los actores sociales y políticos tienen
como desafío al mundo y sus problemas, en esa medida
tienden a organizarse en cada uno de los niveles espaciales
y a través de éstos, desde el nivel local hasta el nivel
global, posiblemente conformando redes sociales y políticas
de naturaleza transnacional. Para abarcar el mundo los
actores sociales políticos se organizan por niveles
espaciales y a escala planetaria. Todo lo cual trae con-sigo
problemas culturales sumamente complejos y, sobre todo,
de identidades, que posiblemente se procesarán de manera
específica en cada forma política general por niveles.
Posiblemente un sujeto individual pueda poseer una
identidad múltiple: local, posnacional, regional
supranacional y global.”

Alberto Rocha

121
Guía de lectura rápida

Habiendo definido tanto el escenario mundial como el nacional y


habiendo desarrollado una propuesta concreta de ciudad, teniendo en
cuenta lo que nosotros creemos que será el futuro, ahora nos
corresponde decir cómo lo vamos a hacer.

Es por ello que hemos titulado esta Tercera parte “La acción
política en el siglo XXI”, porque debemos definir los mecanismos
organizacionales que consideramos aptos para construir nuestra
fuerza política. Fuerza que nos permita llevar adelante nuestras
propuestas.

Es así que primero definimos la base social en la cual se sustenta


nuestra construcción, estableciendo los actores sociales, las
organizaciones de la comunidad que nos pueden acompañar y los
posibles aliados, teniendo en cuenta que convivirán sectores
provenientes de distintos orígenes políticos entendidos a tales con los
parámetros de las definiciones del siglo pasado, pero sintetizando
juntos los anhelos del presente siglo. (Capítulo 1: “Las novedosas
bases sociales”.)

En el mismo sentido, describiremos a grandes rasgos la estrategia


y la táctica para lograr nuestros objetivos. Debemos ser todos
conscientes del camino a seguir, el porqué, el para qué y el cómo lo
haremos. (Capítulo 2: “Estrategia y táctica”.)

Por supuesto que todo esto no será posible si no estructuramos


una organización que nos contenga, si no definimos nuestro marco
territorial, nuestra estructura dirigencial, nuestra propia red de
comunicaciones, nuestro propio sistema de información, y todo
aquello que hace a la logística de las batallas electorales,
permitiéndonos difundir nuestras ideas con más precisión. (Capítulo
3: “Organización política”.)

Por último, proponemos el camino del triunfo. Con la fuerza que


nos otorga el conocer a nuestra gente, el saber que somos dignos
habitantes del mundo, con la voluntad de trabajar para los demás.
Con las palabras simples del caminante que sabe que hace camino al
andar y con la compleja intención de gobernar. (Capítulo 4: “El
camino del triunfo”.) Así comenzamos.

122
Capítulo 1

Las Novedosas Bases Sociales

“Y es siempre un peligro o riesgo, un acto de valor, del


que, como se observa, se retraen o intentan retraerse los
tímidos y los medrosos, que quisieran estar muy seguros de
lo que hacen. Y no encontrando esa seguridad por ninguna
parte, resuelven esperar que los hechos mismos les digan lo
que deben hacer, esto es, a que se hagan sin ellos. Después
tendrán que optar o hacer por lo menos esto: acomodarse a
lo acontecido.”

Benedetto Croce

123
Para que una propuesta política novedosa complete un círculo de
desarrollo necesita interactuar creativamente con un sujeto social en
particular. De esa forma las necesidades de los ciudadanos y las
propuestas de los políticos son una y la misma cosa. No es un tema
menor si pensamos que gran cantidad de partidos, autodefinidos
como populares, debaten con insistencia y pasión sobre quién es el
legítimo representante del pueblo.

Desde el recomienzo de la democracia en nuestro país se ha


venido hablando con frecuencia del llamado “campo popular”,
expresión que en épocas anteriores derivó en verdaderas batallas.
Para nosotros, el término “Pueblo” se ubica en un nivel tan abstracto
que pierde la capacidad de ser definido. Podríamos decir, con cierta
ironía, que el pueblo se encuentra saturado de representación debido
a que todos dicen ser su representante.

Nosotros preferimos hablar de habitantes de la ciudad, a ellos nos


dirigimos y sostenemos que el sustento de nuestro debate ideológico
surge de abrevar en las opiniones de cientos de comerciantes,
profesionales, estudiantes, docentes y amas de casa que se sienten
integrados y orgullosos de la ciudad en que viven.

La nueva base social

Estamos hablando justamente de las novedosas bases sociales en las


que se sustenta el nuevo sistema económico, político y social, no sólo
de nuestra ciudad, sino del país, las naciones y la propia humanidad.
Entender que la concentración urbana que hemos descrito y definido
ha provocado un cambio sustancial en la composición tradicional de
asiento del poder del pueblo, es revalorizar a los actores de la
comunidad dimensionándolos en función de sus nuevos roles.

Cuando detectamos no sólo la constante disminución de obreros


agremiados, sino la persistente migración del trabajo industrial a los
empleos de servicios y actividades independientes, en realidad
estamos definiendo un mapa distinto sobre el cual se deben elaborar
las propuestas políticas.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto a comerciantes,


empresarios, profesionales, empleados públicos y docentes,
desarrollan su vida un alto porcentaje de individuos de edad avanzada
y en estado de retiro; mientras que en menor proporción, lo hacen
desempleados de alta calidad educativa y elevado nivel cultural.

124
Se trata de una base social altamente exigente, que adopta sus
decisiones electorales con independencia de criterio y se encuentra
ávida de ideas nuevas y proyectos relacionados con el futuro. Porque
están al tanto de lo que acontece en el mundo debido a que el distrito
en el que vivimos, ha tenido la ventaja de ser uno de los más
beneficiados en los últimos años con el acceso a las comunicaciones y
a la informática aplicada a la vida cotidiana.

Coincidirá con el crecimiento de la organización que proponemos


apoyada en los sectores enunciados, independiente de las identidades
políticas originales de cada uno de ellos referenciadas en el siglo
pasado y concordará con el desmantelamiento de las organizaciones
políticas tradicionales que no desarrollen la capacidad de
transformarse y asumir las nuevas realidades.

La importancia de la salud

Es que el desarrollo de la Ciudad Autonómica y la concreción de las


políticas que enunciamos dará inmediata respuesta a los sectores que
representan el entramado social de nuestra ciudad. El desarrollo de
las actividades relacionadas con la salud, responde directamente a un
incremento drástico en la calidad de la atención de nuestras personas
mayores, teniendo en cuenta que el veinticinco por ciento de la
población conforma este sector.

Desarrollo del sector servicios

El desarrollo de las cadenas de comercialización y prestación de


servicios otorga una inmediata respuesta a las necesidades de los
empresarios y los comerciantes de la ciudad, que esperan ansiosos
que su actividad sea reconocida como uno de los reservorios más
importantes para la solución del problema del desempleo.

El incremento de la actividad en los servicios técnicos y


profesionales tiene directa relación con los sectores antes
mencionados y la necesidad de asistencia profesional se potencia en
forma geométrica cuando la economía se pone en movimiento. Al
aumentar la demanda de estos servicios se tornan necesarias las
especializaciones, con lo que al mismo tiempo, se comienza a
desarrollar un mercado de alta concentración de ocupación de trabajo
humano, como lo es la educación.

125
No olvidamos jamás la educación

La actividad docente adquiere una relevancia especial en la ciudad


autonómica, no sólo por el efecto económico que ella encierra, sino
por su capacidad de comprensión respecto al momento y su poder
indiscutido de difusión sobre los jóvenes de nuestra ciudad, lo que
nos garantiza un futuro promisorio si este círculo se completa.

El pasaje de las viejas organizaciones a las nuevas organizaciones

Somos conscientes que también la definición de estas nuevas bases


sociales estará condicionada por la aplicación del principio de la
transversalidad. Serán cambiantes en función de la evolución
constante de la ciudad autonómica y del desmembramiento de las
organizaciones políticas y sociales del siglo anterior. La gradualidad
del trasvasamiento de la población de un sistema organizativo a otro
tal como lo proponemos, es lo que marcará el ritmo y el tiempo del
cambio.

Recordemos que las propuestas políticas son representativas de


una época, cuando su capacidad de interpretar el presente decae,
inician el camino de la obsolescencia que termina en la desaparición.
Lo que sucede en el país y en nuestra ciudad nos demuestra que
muchas organizaciones tradicionales no sólo políticas, sino
empresariales, profesionales, gremiales y asistenciales, se hallan en
ese camino.

Ante esta crisis nosotros sostenemos que nuestras propuestas y


nuestros interlocutores son directamente los habitantes de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Como estamos insertos en un mundo
globalizado y según hemos afirmado, los estados-nación se irán
desintegrando en función de las ciudades autonómicas para luego
refundarse, tenemos la convicción que todos los que habitan la ciudad
tienen responsabilidad e intereses que los habilitan para participar de
lo público.

El nuevo movimiento político

Los habilita para transformarse en los fundadores de un nuevo


movimiento político que postule integralmente los conceptos que
hemos desarrollado, para participar de la gran gesta de la humanidad

126
y para ser los responsables del crecimiento de la nación. Vamos a
definir una nueva sociedad integrada al mundo y alejada de los
fantasmas del pasado. Vamos a construirla sobre las bases sociales
del nuevo milenio, construyendo un sistema económico, político y
social que nos garantice el bienestar de nuestra población.

En síntesis, vamos a definir una nueva identidad que nos ubique


en el espacio que la humanidad nos tiene reservado para gozar un
futuro venturoso.

127
Capítulo 2

Estrategia y Táctica

“El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto,


cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad;
cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si
está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos;
si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para
atraer al enemigo. Golpear al enemigo cuando está
desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en
todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más
fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico,
intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su
egotismo. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas
tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están
unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al
enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te
espera. Estas son las claves de la victoria para el
estratega.”

Sun Tzu
Siglo V antes de Cristo

128
Cuando en 1998 decidimos construir el Partido de la ciudad, un
grupo de ciudadanos de Buenos Aires se impuso la tarea de generar
una alternativa a los grandes partidos nacionales, que históricamente
monopolizaron la representación de los habitantes de la ciudad.
Iniciamos un camino difícil en una tarea que parecía imposible.

Nuevos horizontes

Era un tiempo signado por el fracaso en la intención de lograr una


tercera fuerza de carácter nacional alternativa al bipartidismo. En
consonancia con lo que ya pensábamos, el camino en búsqueda de
esa fuerza resultaba un esfuerzo totalmente vano. La nación aceleraba
su proceso de desintegración en una relación de contemporaneidad
con lo que le sucedía al resto de las naciones del mundo y las fuerzas
políticas tradicionales se iban configurando como una federación de
partidos provinciales, destinados a consolidar y preservar sus propias
estructuras antes que representar los intereses de sus adherentes.

Nos parece innecesario intentar reponer el viejo esquema federal


porque el país esta cambiando en otro sentido, en función de su
relación con el mundo, en cuanto a la integración de sus sistemas
económicos y en lo referido al desarrollo de nuevas bases sociales. Al
mismo tiempo la concepción organizacional también se está
transformando, según nosotros sostenemos, hacia un nuevo país
organizado tras el eje de alianzas de las nuevas ciudades
autonómicas. En ese nuevo diseño político se abre la multiplicidad de
la representación y el nuevo horizonte pasa a ser la consolidación de
fuerzas locales, que mediante alianzas y compromisos logran acuerdos
de gobernabilidad en el nivel nacional.

El Partido de la Ciudad

Ha pasado el tiempo y el Partido de la Ciudad se ha transformado en


un hecho concreto de la sociedad política en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. Con más de cuatro mil afiliados cumplimos con el
requisito formal para lograr el reconocimiento de nuestra fuerza ante
la Justicia Electoral. Nos organizamos tras la primera elección interna
y comenzamos a desarrollar nuestro proyecto; aplicando a la realidad
de todos los días nuestras ideas sobre la nueva política.

Hemos creado el Instituto de Formación y Capacitación Política


del Partido que lleva el nombre del “Dr. Luis Reinaldo Fernández”, en
homenaje a nuestro primer apoderado legal tempranamente

129
desaparecido. En él capacitamos a nuestros dirigentes y dotamos a los
interesados de conocimientos en las áreas de teoría política, teoría
económica y estructuras organizacionales, entre otras materias. El
conocimiento es la llave de la integración al mundo, los pensamientos
basados en un localismo extremo se sitúan siempre en opciones
binarias y preconceptos que son perjudiciales para lograr la amplitud
conceptual necesaria para aceptar al otro e integrarse.

Núcleos vecinales en red

Más de doscientos núcleos vecinales organizados en red se preparan


constantemente para difundir nuestras ideas y generar desde la base
misma de la comunidad, los nuevos líderes que deberán reemplazar a
una dirigencia que no ha sabido dar respuestas concretas a los
anhelos de la población. En ellos promocionamos el debate horizontal
y la realización de tareas que tengan que ver con la vocación de cada
participante. Incluso los grados de participación y compromiso son
distintos porque a nadie se le debe exigir más de lo que está dispuesto
a dar.

Hemos revalorizado el concepto de militancia, teniendo en cuenta


la necesidad de construcción de liderazgos horizontales, que en red,
brinden respuesta inmediata a los habitantes de la ciudad sobre sus
inquietudes cotidianas. Abandonamos también el concepto habitual
que involucra a la militancia política tradicional y que está
relacionado, más con las viejas estructuras piramidales autoritarias,
que con las nuevas prácticas que son transversales, basadas en la
autonomía y la horizontalidad.

El nuevo papel de los centros urbanos

Respondemos en concordancia con preceptos claros, enunciados en


este libro y que tienen que ver con el nuevo papel que el mundo le
asigna a los centros urbanos y dentro de ellos al desarrollo de la vida
en comunidad. Sostenemos el principio de la transversalidad como
elemento fundacional de la ideología que expresamos y al desarrollo
de la economía urbana como sustento existencial del desarrollo de
nuestras potencialidades.

Los fundamentos del proyecto

130
Creemos que nuestros fundamentos y los caminos que presentamos
para salir definitivamente de la carencia de éxito y la resignación al
fracaso, se corresponden con los anhelos de una población que, como
tantas veces, está dispuesta a dar todo de sí para construir una
comunidad digna de ser vivida y respetuosa del futuro de nuestros
hijos.

Estamos construyendo una organización política que no responde


a los formatos de la política tradicional. Por eso invitamos a otras
fuerzas locales del país a iniciar conversaciones y compartir
experiencias con el objetivo de profundizar en los habitantes el
conocimiento de las nuevas agrupaciones políticas. No podemos
seguir eligiendo el mal menor y tampoco es aceptable que se alegue
desconocimiento para continuar con opciones ya descalificadas. Vale
la pena decirlo; la nueva política se hace, necesariamente, con nuevos
ciudadanos.

La estrategia

Nuestro partido se relaciona directamente con los habitantes de la


Ciudad y se vincula constantemente con la necesidad de cada
habitante para asistirla y una vez resuelta, potenciar la experiencia
adquirida como una fuente generadora de desarrollo. Ésta es nuestra
estrategia, relacionada con la voluntad de producir cambios en las
reglas de juego para gobernar con poder, lo que implica conquistar
gradualmente mayor poder político en los cuerpos legislativos de la
nación y de la ciudad, para influenciar directamente en la formación
de las leyes que necesitaremos cuando demos la batalla electoral por
los organismos ejecutivos.

La táctica

En política los cambios no son inmediatos y absolutos, responden a la


gradualidad que nos marca el sistema democrático a través de las
renovaciones parciales de los cuerpos legislativos. Un político
argentino ha sostenido que los cambios se producen con sangre o con
tiempo. Creemos que la sociedad ya eligió de qué manera lo haremos.
Basta subirnos a los procesos históricos y comenzar a cabalgarlos,
porque generacionalmente el tiempo está de nuestro lado.

En la simpleza de nuestros conceptos y en la directa relación de


los enunciados con las inquietudes de quienes nos acompañan, está

131
determinada nuestra táctica. No se trata de acercarnos a la
comunidad porque somos parte de ella, pero sí debemos asumir el
deber de representarla, porque estando en ella, nadie dice lo que
nosotros sostenemos, eso implica que ha llegado nuestro tiempo.

132
Capítulo 3

Organización Política

“Hay un solo delito infamante para el ciudadano: que en


la lucha en que se deciden los destinos de Esparta él no
esté en ninguno de los dos bandos o esté en los dos.”

Licurgo

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No solo hemos enunciado una síntesis de lo que consideramos es
el camino por el cual la humanidad transita hacia el futuro,
realizando un análisis histórico y exponiendo las razones evolutivas de
nuestro planteo, sino que hemos construido una proyección de
nuestros pensamientos para iniciar la discusión política del siglo XXI.

Nos ha parecido necesario relacionar directamente lo que acontece


en el mundo con lo que sucede en nuestro país porque no estamos
aislados en el planeta y el concepto de ciudad autonómica responde a
la necesidad de la hora, se transforma en el arma correcta para
enfrentar la decadencia del modelo que tuteló los últimos cincuenta
años de existencia de nuestra nación.

Asumimos la responsabilidad de crear un movimiento político

Salta a la vista que proclamar ideas implica asumir la responsabilidad


de crear el movimiento político que las lleve adelante. Comenzar a
transitar en la dirección que señalamos, creando las estructuras
organizacionales que contengan no solo nuestra propuesta, sino los
mecanismos de construcción de poder para llevarlas adelante, es el
desafío.

Esto nos obliga a analizar la forma de las estructuras


organizacionales de fines del siglo pasado confrontándolas con lo que
serán las estructuras del nuevo milenio, justamente relacionándose
con el avance de la informática y las ciencias de la comunicación.

Las estructuras que construyeron el poder hasta el ingreso al siglo


XXI se sustentaron en la forma piramidal. Permitían movilizar la
información de las bases a la autoridad superior y viceversa. Se
crearon estamentos medios que nos garantizaron durante mucho
tiempo que la información ascendiera y descendiera en la mejor forma
posible. A esto se lo llamó burocracia. Necesaria porque era funcional
al momento histórico; obsoleta y anacrónica si se pretende gestionar
hoy de acuerdo a ese modelo.

El ocaso de la organización piramidal

Los estados modernos se construyeron bajo este formato,


constituyendo de igual forma los tres poderes del estado. También lo
hicieron las empresas, las organizaciones comerciales y los partidos
políticos. Esta forma de organización piramidal resultó óptima para el
tiempo en el cual el hombre era el vehículo utilizado para transmitir la

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información y los distintos estamentos gerenciales garantizaban la
optimización del sistema.

Hacia fines de la década de los años ochenta, coincidiendo con el


uso masivo de la computación y el surgimiento de nuevos y dinámicos
sistemas operativos, las empresas iniciaron un proceso de
reconversión de sus estructuras organizacionales, tendiendo a la
horizontalidad de las relaciones y al trabajo en red, aplanando la
pirámide estructural, en directa relación con el avance de la velocidad
de circulación de la información.

De esta manera, comenzamos a vislumbrar lo que luego se


transformaría en un cambio global de conceptos, respecto a la forma
de las organizaciones en las que los individuos nos insertamos para
realizar nuestras actividades cotidianas, en las que descansa la tutela
de nuestros derechos y en aquellas en las que desarrollamos nuestras
actividades políticas para que la impronta de nuestros pensamientos
se transforme en acción y nuestros anhelos en concreciones
palpables.

Así como las empresas se convirtieron en la vanguardia


reformadora no sucedió lo mismo en el ámbito político y
gubernamental, por ser organizaciones más lentas al momento de
manifestar su necesidad de cambio. Las estructuras burocráticas
comenzaron a encapsularse en defensa de derechos adquiridos que
confrontaron en forma muy rápida con la necesidad de eficiencia del
sistema.

Las organizaciones horizontales

Pero como el avance de la evolución de la humanidad como fenómeno


global resulta imparable, ante la resistencia al cambio de las
estructuras tradicionales surgieron en el seno de la sociedades
organizaciones no gubernamentales con el objetivo de suplir la
celeridad evolutiva necesaria en las organizaciones de los estados y de
los gobiernos de las naciones.

Esta solución transitoria está llegando a su fin. La exigencia de


los pueblos para que la eficiencia manifiesta de estas organizaciones
no gubernamentales sea incorporada a las estructuras de gobierno se
ha convertido en uno de los escenarios más claros del conflicto que
anunciamos. La confrontación del viejo poder burocrático enquistado
en las estructuras piramidales, con los nuevos sistemas de redes que
amparados en la velocidad de las comunicaciones han transformado

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en horizontales las gestiones empresarias, las gubernamentales y por
supuesto, las políticas.

Del centro del mundo a los países periféricos se ha comenzado a


producir este cambio profundo, el que se combina con el proceso de
desintegración de los estados históricos en función del resurgimiento
de las Naciones a partir del fortalecimiento de las concentraciones
urbanas organizadas como ciudades autonómicas. La simultaneidad
de estos acontecimientos con la continentalización le otorga al
momento una dimensión histórica sin precedentes.

Las nuevas organizaciones políticas del siglo XXI

Por supuesto que en lo que a nosotros nos compete, la organización


política que proponemos combinando este fenómeno que acabamos de
explicar con el proceso de concentración urbana enunciado, es
justamente lo que consideramos será la forma de la organización
política del siglo XXI. Una fuerza dinámica de conquista del poder,
articulada en pequeños núcleos urbanos interrelacionados que no
sean meros ejecutores de iniciativas centrales, sino verdaderos
sensores que detecten en tiempo real las necesidades de la población
y brinden respuesta inmediata a las inquietudes manifiestas.

Resulta imperativa la construcción de semejante fuerza política


porque la crisis de las organizaciones partidarias tradicionales es
evidente; no estamos ante un mero conflicto de dirigentes o sólo la
rivalidad entre modelos económicos, estamos asistiendo al fin de un
sistema y al inicio de otro. Y lo peor que puede sucedernos es no estar
en ninguno, o lo que sería más grave, pretender estar en los dos.

El poder político en red

Sabiendo que la construcción de nuestro futuro depende de nuestra


capacidad de organización, desde nuestra fuerza hemos diseñado un
esquema de construcción de poder político en red, permitiendo
interactuar nuestros núcleos urbanos con las organizaciones no
gubernamentales de la comunidad, en la búsqueda del suficiente
poder como para desplazar a las estructuras burocráticas que se han
transformado en una máquina destinada a impedir antes que
ejecutar.

Esta batalla la daremos en los cuerpos legislativos de la nación,


de los distritos y de las ciudades, porque primero debemos cambiar

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las reglas de juego que tutelan nuestras relaciones en base a los
conceptos mencionados para luego acceder a las conducciones
ejecutivas para garantizar su puesta en práctica.

Cambiar la forma de concebir la realidad

La gradualidad en los cambios es una constante del sistema


partidocrático en el que desarrollamos nuestra vida. La fortaleza de
nuestro proyecto político se basa en ella. La construcción de la
organización que pregonamos requiere también un cambio en la forma
de pensar y concebir la realidad y el futuro, por parte de nuestros
dirigentes. Las renovaciones parciales de los cuerpos legislativos nos
marcan el ritmo de nuestro accionar político. La cantidad de poder
acumulado en cada elección demostrará nuestra eficacia.

Al mismo tiempo, la constitución de estructuras destinadas a la


capacitación y a la formación de nuevos líderes responde directamente
a la necesidad de generar estamentos dirigenciales aptos para ocupar
los lugares de conducción que nos permitan incidir en la toma de
decisiones, en el sentido que nosotros proponemos.

Estar en la vanguardia del siglo XXI

Estos cuadros políticos deben responder a características muy


diferentes a las que estamos acostumbrados. La dimensión de sus
conocimientos respecto a la realidad mundial, la integración del
pensamiento a la red global y su aplicación práctica en la búsqueda
de soluciones a los problemas de nuestra comunidad, son elementos
esenciales y excluyentes al momento de elegir.

Estar en la vanguardia de lo que será la organización política del


siglo XXI es un desafío que hemos asumido con total responsabilidad
y dedicación. Sabemos que la tarea no es simple, pero también
sabemos que no estamos solos.

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Capítulo 4

El Camino del Triunfo

“El secreto del éxito es un secreto a voces. Pero son


voces que todos pueden oír y pocos pueden escuchar.”

Stefan Zweig

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Nuestro objetivo: el bienestar del hombre

Cuando nos propusimos volcar nuestras ideas y conceptos en un


texto ordenado, lo hicimos con la firme voluntad de comenzar a
difundir masivamente nuestra visión de la realidad mundial, lo que
entendemos está sucediendo en el planeta, en nuestro Continente, en
nuestra nación y en nuestra ciudad.

El diagnóstico por sí mismo resulta insuficiente. Es por eso que


asumimos ser protagonistas en la constitución de una propuesta
nueva para la humanidad. Hemos proyectado nuestras ideas hacia el
futuro teniendo en cuenta principalmente al hombre como
destinatario final, porque como decía un viejo estadista argentino,
todo proyecto político, económico y social que no tenga como objeto el
bienestar del hombre, “resulta una cosa bien despreciable”.

En consecuencia con estas ideas, tal como lo venimos haciendo


desde el año mil novecientos noventa y ocho, hemos diseñado
estrategias y técnicas que combinadas con los nuevos sistemas
organizacionales, nos permitirán continuar con nuestro acceso al
poder político en los distintos estamentos de nuestra sociedad.

El futuro es nuestra responsabilidad

Hemos combinado el decir con el hacer. Nos hemos propuesto como


alternativa porque ya nadie nos representa y en virtud a lo que
enunciamos hemos diseñado una nueva forma de participar.

Sabemos que la tarea que nos proponemos no es simple. Nuestros


objetivos no son menores y el camino no es corto. Pero también
sabemos que no es momento de tibios y cobardes, no es momento de
agoreros y temerosos. El futuro es nuestra responsabilidad.

Pertenecemos a una generación que hace treinta años dio lo mejor


de sí para cambiar la historia. Creídos los libertadores de la Patria
hicimos temblar los cimientos del poder absoluto en el camino de la
participación popular y la justicia social. El tiempo nos dio la razón a
pesar de los mártires.

Ser protagonistas de la transformación

Pero hoy somos convocados nuevamente. Tenemos el honor de volver


a ser los protagonistas esenciales en el proceso de transformación de

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la nación Argentina. Hoy nuevamente lo hacemos enancados en un
proceso mundial que tiende a fortalecer los sistemas de democracia
directa en paralelo con los antiguos anhelos de participación popular
y al mismo tiempo pretender dotar de justicia al actual esquema
económico global, porque esta vez ha llegado la hora de los pueblos.

Ostentamos el privilegio de pertenecer a esta generación. Pocas


veces en la historia de la humanidad la misma generación tiene una
segunda oportunidad. No la debemos desperdiciar.

Fundadores de una nueva Nación

Sabemos que el proceso de integración mundial va más allá de las


Naciones. Que el avance de la ciencia y la tecnología deben estar al
servicio del hombre. El futuro puede ser venturoso si somos capaces
de incorporarnos a este proceso global sin los prejuicios de los
ignorantes o la soberbia de los poderosos.

Con la firme decisión de hacer valer nuestro derecho a ser


ciudadanos del mundo, podemos vencer el ostracismo al que se nos
pretende someter desde posiciones nostálgicas.

Es por esto que iniciamos el camino. Un camino que sabemos


plagado de obstáculos, pero un camino que nos depara el privilegio de
ser los fundadores de una nación venturosa, digna de ser vivida. El
camino del triunfo tal como lo soñamos cada noche de nuestras vidas
junto a nuestros hijos.

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Lección de Optimismo
Ya veis que no soy un pesimista ni un desencantado, ni
un vencido, ni un amargado por derrota ninguna: a mí no
me ha derrotado nadie; y aunque así hubiera sido, la
derrota sólo habría conseguido hacerme más fuerte, más
optimista, más idealista; porque los únicos derrotados en
este mundo son los que no creen en nada, los que no
conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su
casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí
mismos, de su patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez
que les sale mal algún cálculo financiero o político de la
matemática de su egoísmo.

¡Trabajo va a tener el Enemigo para desalojarme a mí


del campo de batalla! El territorio de mi estrategia es
infinito, y puedo fatigar, desconcertar, desarmar y aniquilar
al adversario, obligándolo a recorrer distancias
inmensurables, a combatir sin comer, ni beber, ni tomar
aliento, la vida entera, y cuando se acabe la tierra, a
cabalgar por los aires sobre corceles alados, si quiere
perseguirme por los campos de la imaginación y del
ensueño.

Y después el Enemigo no puede renovar su gente, por la


fuerza o el interés, que no resisten mucho tiempo; y
entonces, o se queda solo, o se pasa al Amor, y es mi
conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi ejército
invisible e invencible.

Fragmento de “La Universidad y el alma argentina”, discurso


pronunciado el 18 de setiembre de 1918 por Joaquín V. González.

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