Вы находитесь на странице: 1из 25

Termodinámica

La termodinámica (del griego θερμo-, termo, que significa “calor” y δύναμις,


dinámico, que significa “fuerza” ) es una rama de la física que estudia los efectos de los
cambios de la temperatura, presión y volumen de los sistemas físicos a un nivel
macroscópico. Aproximadamente, calor significa “energía en tránsito” y dinámica se
refiere al “movimiento”, por lo que, en esencia, la termodinámica estudia la circulación
de la energía y cómo la energía infunde movimiento. Históricamente, la termodinámica
se desarrolló a partir de la necesidad de aumentar la eficiencia de las primeras maquinas
de vapor.

Un sistema (lat. systema, proveniente del griego σύστημα) es un conjunto ordenado de


elementos cuyas propiedades se interrelacionan e interactuan de forma armónica entre
sí. Estos elementos se denominan módulos. A su vez cada módulo puede ser un
subsistema, dependiendo si sus propiedades son abiertas o cerradas.

Un sistema termodinámico es una parte del Universo que se aisla para su estudio. Este
<<aislamiento>> se puede llevar a cabo de una manera real, en el campo experimental,
o de una manera ideal, cuando se trata de abordar un estudio teórico.

Clasificación
Los sistemas termodinámicos se clasifican según el grado de aislamiento que presentan
con su entorno. Aplicando este criterio pueden darse tres clases de sistemas.

• Sistema aislado, que es aquel que no intercambia ni materia ni energía con su


entorno. Un ejemplo de este clase podría ser un gas encerrado en un recipiente de
paredes rígidas lo suficientemente gruesas (paredes adiabáticas) como para
considerar que los intercambios de energía calorífica sean despreciables, ya que
por hipótesis no puede intercambiar energía en forma de trabajo.
• Sistema cerrado. Es el que puede intercambiar energía pero no materia con el
exterior. Multitud de sistemas se pueden englobar en esta clase. El mismo planeta
Tierra puede considerarse un sistema cerrado. Una lata de sardinas también
podría estar incluida en esta clasificación.
• Sistema abierto. En esta clase se incluyen la mayoría de sistemas que pueden
observarse en la vida cotidiana. Por ejemplo, un vehículo motorizado es un
sistema abierto, ya que intercambia materia con el exterior cuando es cargado, o
su conductor se introduce en su interior para conducirlo, o es cargado de
combustible en un repostaje, o se consideran los gases que emite por su tubo de
escape pero, además, intercambia energía con el entorno. Sólo hay que
comprobar el calor que desprende el motor y sus inmediaciones o el trabajo que
puede efectuar acarreando carga.

Existen otros criterios para la clasificación de sistemas. La homogeneidad que pueda


presentar un sistema es uno de ellos. De esta manera se habla de sistemas:
• Homogéneos, si las propiedades macroscópicas de cualquier parte del sistema
son iguales en cualquier parte o porción del mismo. El estado de agregación en el
que puede presentarse el sistema puede ser cualquiera. Por ejemplo, una sustancia
sólida, pura, que se encuentra cristalizada formando un monocristal es un sistema
homogéneo, pero también lo puede ser una cierta porción de agua pura o una
disolución, o un gas retenido en un recipiente cerrado.
• Heterogéneos, cuando no ocurre lo anterior

En Termodinámica, los sistemas elegidos para su estudio presentan, usualmente, una


especial simplicidad. Los sistemas que se estudian son, generalmente, aquellos cuyo
estado queda perfectamente determinado por un terna de variables de estado. Por
ejemplo, el estado de un gas puede ser descrito perfectamente con los valores de la
presión que hay en el mismo, la temperatura que presenta y el volumen que ocupa. En
esta clase de sistemas, las variables no son absolutamente independientes, ya que
existen ligaduras entre ellas que pueden ser descritas mediante ecuaciones de estado.

1. ↑ Se considera entorno aquella parte del Universo que no es el sistema.


Teóricamente, ese entorno es el resto del Universo, pero a nivel práctico se
restringe a las inmediaciones del sistema
2. ↑ Un sistema tiene múltiples maneras de intercambiar energía con el medio. Una
de ellas puede ser mediante una transferencia neta de calor, aunque también se
pueden considerar intercambios de tipo mecánico, en el que se tienen en cuenta
las deformaciones del contorno donde se encuentra confinado el sistema
3. ↑ Es importante entender la diferencia entre energía térmica y calor. El calor es
una <<energía en tránsito>>, concretamente es la transferencia de energía que se
da entre dos cuerpos que están en contacto directo, o casi, y que se encuentran a
distintas temperaturas. Comúnmente, se habla de <<flujo neto de calor>> del
objeto caliente al frío. A pesar de que el término de calor en sí mismo implica
transeferencia de energía, por costumbre se utilizan las expresiones <<calor
absorbido>> o <<calor liberado>> para describir los cambios energéticos que
ocurren durante un proceso
4. ↑ Si no se tienen en cuenta los intercambios de materia que pueden tener lugar
como consecuencia de la llegada de los asteroides o meteoritos que llegan a su
superficie
5. ↑ Como puede comprobarse no existen restricciones sobre el tamaño del
sistema. El sistema puede ser inclusive el propio Universo

En termodinámica, se dice que un sistema se encuentra en estado de equilibrio


termodinámico, si es incapaz de experimentar espontáneamente algún cambio de
estado cuando está sometido a unas determinadas condiciones de contorno, (las
condiciones que le imponen sus alrededores). Para ello ha de encontrarse
simultáneamente en equilibrio mecánico y equilibrio químico.

Definición formal
El estado local de un sistema termodinámico en equilibrio queda determinado por los
valores de sus cantidades y parámetros intensivos tales como: la presión, la temperatura,
etc. Específicamente, el equilibrio termodinámico se caracteriza por tener un valor
mínimo en sus potenciales termodinámicos, tales como la energía libre de Helmholtz, es
decir, sistemas con temperatura y volumen constantes:

A = U – TS

O la energía libre de Gibbs, es decir, en sistemas caracterizados por tener la presión y la


temperaturas constantes:

G = H – TS

El proceso que gobierna un sistema hacia el equilibrio termodinámico se denomina


termalización. Un ejemplo de este tipo de procesos es el que tiene lugar en un sistema
de partículas interactuantes y que se abandona a sus propias influencias. Un sistema tal
y como este intercambia enegía/momentum entre las partículas que lo constituyen hasta
que las variables macroscópicas que definen el sistema permanecen invariables en el
tiempo.

La termodinámica clásica trata, casi siempre, de transformaciones entre estados de


equilibrio. La palabra equilibrio implica un estado que ha repartido sus variables hasta
que no hay cambios. En el estado de equilibrio no hay potenciales sin balancear (o
fuerzas perturbadoras) con el sistema. Un sistema se dice que ha llegado al equilibrio
termodinámico cuando no experimenta cambios al haber sido aislado de su entorno.

Repaso del equilibrio


• Dos sistemas se dicen que están en equilibrio térmico cuando el valor de sus
temperaturas es el mismo.
• Dos sistemas se dicen que están en equilibrio mecánico cuando el valor de sus
presiones es el mismo.
• Dos sistemas se dicen que están en equilibrio difusivo cuando el valor de sus
potenciales químicos es el mismo.

En física, se denomina proceso termodinámico a la evolución de determinadas


magnitudes (o propiedades) propiamente termodinámicas relativas a un determinado
sistema físico. Desde el punto de vista de la termodinámica, estas transformaciones
deben transcurrir desde un estado de equilibrio inicial a otro final; es decir, que las
magnitudes que sufren una variación al pasar de un estado a otro deben estar
perfectamente definidas en dichos estados inicial y final. De esta forma los procesos
termodinámicos pueden ser interpretados como el resultado de la interacción de un
sistema con otro tras ser eliminada alguna ligadura entre ellos, de forma que finalmente
los sistemas se encuentren en equilibrio (mecánico, térmico y/o material) entre si.

De una manera menos abstracta, un proceso termodinámico puede ser visto como los
cambios de un sistema, desde unas condiciones iniciales hasta otras condiciones finales,
debidos a la desestabilización del sistema.

• Proceso isocórico

Un proceso isocórico, también llamado proceso isométrico o isovolumétrico es un


proceso termodinámico en el cual el volumen permanece constante; ΔV = 0. Esto
implica que el proceso no realiza trabajo presión-volumen, ya que éste se define como:
ΔW = PΔV, donde P es la presión (el trabajo es positivo, ya que es ejercido por el
sistema).

Aplicando la primera ley de la termodinámica, podemos deducir que Q, el cambio de la


energía interna del sistema es: Q = ΔU para un proceso isocórico: es decir, todo el calor
que transfiramos al sistema quedará a su energía interna, U. Si la cantidad de gas
permanece constante, entonces el incremento de energía será proporcional al incremento
de temperatura, Q = nCVΔT donde CV es el calor específico molar a volumen
constante. En un diagrama P-V, un proceso isocórico aparece como una línea vertical

• Proceso isobárico

Proceso Isobárico es aquel proceso termodinámico que ocurre a presión constante. En


él, el calor transferido a presión constante está relacionado con el resto de variables

• Proceso adiabático

En termodinámica se designa como proceso adiabático a aquel en el cual el sistema


(generalmente, un fluido que realiza un trabajo) no intercambia calor con su entorno. Un
proceso adiabático que es además reversible se conoce como proceso isentrópico. El
extremo opuesto, en el que tiene lugar la máxima transferencia de calor, causando que la
temperatura permanezca constante, se denomina como proceso isotérmico. El término
adiabático hace referencia a elementos que impiden la transferencia de calor con el
entorno. Una pared aislada se aproxima bastante a un límite adiabático. Otro ejemplo es
la temperatura adiabática de llama, que es la temperatura que podría alcanzar una llama
si no hubiera pérdida de calor hacia el entorno. En climatización los procesos de
humectación (aporte de vapor de agua) son adiabáticos, puesto que no hay transferencia
de calor, a pesar que se consiga variar la temperatura del aire y su humedad relativa. El
calentamiento y enfriamiento adiabático son procesos que comúnmente ocurren debido
al cambio en la presión de un gas. Esto puede ser cuantificado usando la ley de los gases
ideales.
En física y disciplinas afines la presión es una magnitud física que mide la fuerza por
unidad de superficie, y sirve para caracterizar como se aplica una determinada fuerza
resultante sobre una superficie.

En el Sistema Internacional de Unidades la presión se mide en una unidad derivada que


se denomina pascal (Pa) que es equivalente a una fuerza total de un newton actuando
uniformemente en un metro cuadrado.

En física, energía se define como la capacidad para realizar un trabajo.

Volumen ocupado por la unidad de masa. Es el inverso de la densidad.

En el sistema internacional de unidades se expresa como m3 / kg.

Peso específico
El peso específico de una sustancia se define como el peso por unidad de volumen. Se
calcula al dividir el peso de la sustancia entre el volumen que esta ocupa. En el sistema
métrico decimal, se mide en kilopondios por metro cúbico (kp/m³). En el Sistema
Internacional de Unidades, en newton por metro cúbico (N/m³).

La gravedad específica (GE) es un tipo particular de densidad relativa definido como el


cociente entre la densidad de una sustancia dada, y la densidad del agua (H2O). Una
sustancia con una gravedad específica mayor a 1 es más denso que el agua, mientras que
si la GE es menor a 1 dicha sustancia será más ligera que el agua.

El valor del denominador es la densidad de la referencia, es decir, la densidad del agua


ρH2O = 1000 kg/m3 (a 4 °C o 39.2 °F) en unidades del SI.

La gravedad específica es una magnitud adimensional y por lo tanto no depende del


sistema de unidades usado (e.j. slug/ft3 o kgm-3), siempre que las unidades sean iguales
en el numerador y en el denominador.

En termodinámica, una función de estado o variable de estado es una magnitud física


macroscópica que caracteriza el estado de un sistema en equilibrio. Dado un sistema
termodinámico en equilibrio puede escogerse un número finito de variables de estado,
tal que sus valores, determinan unívocamente el estado del sistema.

El valor de una función de estado sólo depende del estado actual en que se encuentre el
sistema sin importar cómo llegó a él. Esto significa que si, en un instante dado, tenemos
dos sistemas termodinámicos en equilibrio con n grados de libertad y medimos un
mismo valor de n funciones de estado independientes, cualquier otra función de estado
tendrá el mismo valor en ambos sistemas con independencia del valor de las variables
en instantes anteriores. En general, los sistemas fuera del equilibrio no pueden ser
representados por un número finito de grados de libertad, y su descripción es mucho
más compleja.
Algunas variables de estado de un sistema en equilibrio son:

• la energía interna
• la presión.
• la temperatura.
• el volumen
• la entalpía
• la entropía
• la densidad
• la polarización.

El Principio Cero de la Termodinámica establece que si un sistema A está en


equilibrio térmico con otro sistema B, y este sistema B está en equilibrio térmico con
otro sistema C, entonces los sistemas A y C están en equilibrio térmico.

Permite construir instrumentos para poder medir la temperatura de un sistema.

Deducción del principio cero a partir del segundo principio

El principio cero de hecho puede deducirse del segundo principio de la termodinámica


de una manera muy sencilla.

Sea inicialmente un sistema aislado Σ formado por dos subsistemas Σ1 y Σ2 sea E la


energía total y E1 y E2 = E - E1 las energía de los dos subsistemas. Funcionalmente se
tiene que S(E) = S(E1)+S(E2), si admitimos como única variable independiente E1 y
derivamos:

De donde se sigue que:

Si aplicamos el anterior principio a un sistema formado ΣAB por dos partes ΣA y ΣB


deducimos que TA = TB. Haciendo lo mismo con un sistema ΣBC formado por ΣB y ΣC
llegamos a TB = TC, y por tanto, TA = TB = TC.

La primera ley de la termodinámica o Primer Principio de la termodinámica es una


aplicación de la ley universal de conservación de la energía a la termodinámica y, a su
vez, identifica el calor como una transferencia de energía. Uno de los enunciados de la
primera ley de la termodinámica es el siguiente:
El incremento de la energía interna de un sistema termodinámico es igual a la diferencia
entre la cantidad de calor transferida a un sistema y el trabajo realizado por el sistema a
sus alrededores.

En su forma matemática más sencilla se puede escribir para cualquier volumen de


control:

donde ΔU es el incremento de energía interna del sistema, Q es el calor cedido al


sistema, y W es el trabajo cedido por el sistema a sus alrededores.

El primer principio de la termodinámica es una ley empírica que no puede demostrarse


teóricamente.

La forma de transferencia de energía común para todas las ramas de la física y


ampliamente estudiada por éstas, es el trabajo. Dependiendo de la delimitación de los
sistemas a estudiar y del enfoque considerado, el trabajo puede ser caracterizado como
mecánico, eléctrico, etc. pero su característica principal es el hecho de transmitir energía
y que, en general, la cantidad de energía transferida no depende solamente de los
estados inicales y finales, sino también de la forma concreta en la que se lleven a cabo
los procesos. El calor es la forma de transferencia de un tipo de energía particular,
propiamente termodinámica, que es debida únicamente a que los sistemas se encuentren
a distintas temperaturas (es algo común en la termodinámica catalogar el trabajo como
toda trasferencia de energía que no sea en forma de calor). Los hechos experimentales
corroboran que este tipo de transferencia también depende del proceso y no sólo de los
estados inicial y final.

Sin embargo, lo que los experimentos sí demuestran es que dado cualquier proceso de
cualquier tipo que lleve al sistema de un estado A a otro B, la suma de la energía
transferida en forma de trabajo y la energía transferida en forma de calor siempre es la
misma. Es decir, que la variación de energía interna del sistema es independiente del
proceso que la lleve de un estado a otro. En forma de ecuación y teniendo en cuenta el
criterio de signos termodinámico esta ley queda de la forma:

Así, el Primer Principio relaciona magnitudes de proceso (dependientes de éste) como


son el trabajo y el calor, con una variable de estado (independiente del proceso) tal
como lo es la energía interna.

Aplicaciones de la Primera Ley


• Sistemas cerrados:

Un sistema cerrado es uno que no tiene entrada ni salida de masa, también es conocido
como masa de control. El sistema cerrado tiene interacciones de trabajo y calor con sus
alrededores, así como puede realizar trabajo de frontera.
La ecuación general para un sistema cerrado (despreciando energía cinética y potencial)
es:

Q − W = ΔU

Donde Q es la cantidad total de transferencia de calor hacia o desde el sistema (positiva


cuando entra al sistema y negativa cuando sale de éste), W es el trabajo total (negativo
cuando entra al sistema y positivo cuando sale de éste) e incluye trabajo eléctrico,
mecánico y de frontera; y U es la energía interna del sistema.

• Sistemas abiertos

Un sistema abierto es aquel que tiene entrada y/o salida de masa, así como interacciones
de trabajo y calor con sus alrededores, también puede realizar trabajo de frontera.

La ecuación general para un sistema abierto es:

O igualmente:

Q−W+ ∑m θ −∑ m
in in θ = ΔEsistema
out out

in out

Donde in representa todas las entradas de masa al sistema; out representa todas las
salidas de masa desde el sistema; y θ es la energía por unidad de masa del flujo y

comprende entalpía, energía potencial y energía cinética, .

La energía del sistema es

• Sistemas abiertos en estado estacionario

El balance de energía se simplifica considerablemente para sistemas en estado


estacionario (también conocido como estado estable). En estado estacionario se tiene
ΔEsistema = 0, por lo que el balance de energía queda:

• Sistema Aislado

Es aquel sistema en el cual no hay intercambio ni de masa ni de energía con el exterior.


Trabajo (física)
Trabajo se define como la productividad que la energia puede proporcionar al ser
aplicada sobre un cuerpo por unidad de tiempo. En esencia, decimos que existe trabajo
cuando se produce cierto desplazamiento por la energía aplicada. Si se empuja una
pared no se realiza ningún trabajo ya que la pared permanece en la misma posición; en
contraparte si se empuja un vagón, este presenta cierto desplazamiento por lo que se
considera que existe trabajo (se obtuvo un producto al aplicar energía).Es la aplicación
de una fuerza que provoca un movimiento.

En mecánica el trabajo efectuado por una fuerza aplicada sobre un cuerpo durante un
cierto desplazamiento se define como la integral del producto escalar del vector fuerza
por el vector desplazamiento. El trabajo es una magnitud física escalar, y se representa
con la letra (del inglés Work) o (de Labor) para distinguirlo de la magnitud
temperatura, normalmente representada con la letra .

La energía potencial es la capacidad que tienen los cuerpos para realizar un trabajo (
), dependiendo de la configuración que tengan en un sistema de cuerpos que ejercen
fuerzas entre sí. Puede pensarse como la energía almacenada en un sistema, o como una
medida del trabajo que un sistema puede entregar. Más rigurosamente, la energía
potencial es una magnitud escalar asociada a un campo de fuerzas (o como en
elasticidad un campo tensorial de tensiones). Cuando la energía potencial está asociada
a un campo de fuerzas, la diferencia entre los valores del campo en dos puntos A y B es
igual al trabajo realizado por la fuerza para cualquier recorrido entre B y A.

La energía cinética de un cuerpo es una energía que surge en el fenómeno del


movimiento. Esta definida como el trabajo necesario para acelerar un cuerpo de una
masa dada desde su posición de equilibrio hasta una velocidad dada. Una vez
conseguida esta energía durante la aceleración, el cuerpo mantiene su energía cinética
sin importar el cambio de la rapidez. Un trabajo negativo de la misma magnitud podría
requerirse para que el cuerpo regrese a su estado de equilibrio.

En física, la energía interna U de un sistema intenta ser un reflejo de la energía a escala


microscópica. Más concretamente, es la suma de:

• la energía cinética interna, es decir, de las sumas de las energías cinéticas de las
individualidades que lo forman respecto al centro de masas del sistema, y de
• la energía potencial interna, que es la energía potencial asociada a las
interacciones entre estas individualidades.

La energía interna no incluye la energía cinética traslacional o rotacional del sistema


como un todo. Tampoco incluye la energía potencial que el cuerpo pueda tener por su
localización en un campo gravitacional o electrostático externo.

Si pensamos en constituyentes atómicos o moleculares, será el resultado de la suma de


la energía cinética de las moléculas o átomos que constituyen el sistema (de sus energías
de traslación, rotación y vibración), y de la energía potencial intermolecular (debida a
las fuerzas intermoleculares de tipo gravitatorio, electromagnético o nuclear):
• En un gas ideal monoatómico bastará con considerar la energía cinética de
traslación de sus moléculas.
• En un gas ideal poliatómico, deberemos considerar además la energía vibracional
y rotacional de las mismas.
• En un líquido o sólido deberemos añadir la energía potencial que representa las
interacciones moleculares.

Desde el punto de vista de la termodinámica, en un sistema cerrado (o sea, de paredes


impermeables), la variación total de energía interna es igual a la suma de las cantidades
de energía comunicadas al sistema en forma de calor y de trabajo ΔU = Q + W. Aunque
el calor transmitido depende del proceso en cuestión, la variación de energía interna es
independiente del proceso, sólo depende del estado inicial y final, por lo que se dice que
es una función de estado. Del mismo modo dU es una diferencial exacta, a diferencia de
, que depende del proceso.

Ley de los gases ideales

Diagrama presión-volumen a temperatura constante para un gas ideal.

La ley de los gases ideales es la ecuación de estado del gas ideal, un gas hipotético
formado por partículas puntuales, sin atracción ni repulsión entre ellas y cuyos choques
son perfectamente elásticos (conservación de momento y energía cinética). Los gases
reales que más se aproximan al comportamiento del gas ideal son los gases
monoatómicos en condiciones de baja presión y alta temperatura.

Empíricamente, se observan una serie de relaciones entre la temperatura, la presión y el


volumen que dan lugar a la ley de los gases ideales, deducida por primera vez por Émile
lapeyron en 1834.

Entalpía (del prefijo en y del griego thalpein calentar), tal palabra fue escrita en 1850
por el físico alemán Clausius. La entalpía es una magnitud de termodinámica

Simbolizada con la letra H, la variación de entalpía expresa una medida de la cantidad


de energía absorbida o cedida por un sistema termodinámico, o, lo que es lo mismo, la
cantidad de energía que tal sistema puede intercambiar con su entorno.

Usualmente la entalpía se mide, dentro del Sistema Internacional de Unidades, en julios.

Definición ampliada: entalpía es el nombre dado a una función de estado de la


termodinámica donde la variación permite expresar la cantidad de calor puesto en juego
durante una transformación isobárica (es decir, a presión constante) en un sistema
termodinámico (teniendo en cuenta que todo objeto conocido puede ser entendido como
un sistema termodinámico), transformación en el curso de la cual se puede recibir o
aportar energía (por ejemplo la utilizada para un trabajo mecánico). Es en tal sentido
que la entalpía es numéricamente igual al calor intercambiado con el ambiente exterior
al sistema en cuestión.

La segunda ley de la termodinámica o segundo principio de la termodinámica


expresa, en una forma concisa, que “La cantidad de entropía de cualquier sistema aislao
termodinámicamente tiende a incrementarse con el tiempo, hasta alcanzar un valor
máximo”. Más sencillamente, cuando una parte de un sistema cerrado interacciona con
otra parte, la energía tiende a dividirse por igual, hasta que el sistema alcanza un
equilibrio térmico.

Tabla de contenidos
[ocultar]

• 1 Descripción general
o 1.1 Entropía en mecánica estadística
o 1.2 Entropía de Von Neumann en mecánica cuántica
o 1.3 Entropía generalizada en Relatividad general

• 2 Véase también

Descripción general [editar]


En un sentido general, la segunda ley de la termodinámica afirma que las diferencias
entre sistemas en contacto tienden a igualarse. Las diferencias de presión, densidad y,
particularmente, las diferencias de temperatura tienden a ecualizarse. Esto significa que
un sistema aislado llegará a alcanzar una temperatura uniforme. Una máquina térmica es
aquella que provee de trabajo eficaz gracias la diferencia de temperaturas de dos
cuerpos. Dado que cualquier máquina termodinámica requiere una diferencia de
temperatura, se deriva pues que ningún trabajo útil puede extraerse de un sistema
aislado en equilibrio térmico, esto es, requerirá de la alimentación de energía del
exterior. La segunda ley se usa a menudo como la razón por la cual no se puede crear
una máquina de movimiento perpetuo.

La segunda ley de la termodinámica ha sido expresada de muchas maneras diferentes.


Sucintamente, se puede expresar así:

• Es imposible un proceso cuyo único resultado sea la transferencia de energía en


forma de calor de un cuerpo de menor temperatura a otro de mayor temperatura.
Enunciado de Clausius.
• Es imposible todo proceso cíclico cuyo único resultado sea la absorción de
energía en forma de calor procedente de un foco térmico (o reservorio o depósito)
y la conversión de toda ésta energía en forma de calor en trabajo. Enunciado de
Kelvin-Planck.
Gráficamente se puede expresar imaginando una caldera de un barco de vapor. Ésta no
podría producir trabajo si no fuese porque el vapor se encuentra a temperaturas y
presión elevadas comparados con el medio que la rodea.

Matemáticamente, se expresa así:

donde S es la entropía y el símbolo de igualdad sólo existe cuando la entropía se


encuentra en su valor máximo (en equilibrio).

Una malinterpretación común es que la segunda ley indica que la entropía de un sistema
jamás decrece. Realmente, indica sólo una tendencia, esto es, sólo indica que es
extremadamente improbable que la entropía de un sistema cerrado decrezca en un
instante dado.

En termodinámica, la entropía (simbolizada como S) es la magnitud física que mide la


parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo. Es una función de
estado de carácter extensivo y su valor, en un sistema aislado, crece en el transcurso de
un proceso que se dé de forma natural. La palabra entropía procede del griego
(ἐντροπία) y significa evolución o transformación.

Cuando se plantea la pregunta: ¿por qué ocurren los sucesos de la manera que ocurren,
y no al revés? se busca una respuesta que indique cuál es el sentido de los sucesos en la
naturaleza. Por ejemplo, si se ponen en contacto dos trozos de metal con distinta
temperatura, se anticipa que eventualmente el trozo caliente se enfriará, y el trozo frío se
calentará, logrando al final una temperatura uniforme. Sin embargo, el proceso inverso,
un trozo calentándose y el otro enfriándose es muy improbable a pesar de conservar la
energía. El universo tiende a distribuir la energía uniformemente, es decir, maximizar la
entropía.

La función termodinámica entropía, S, es central para la segunda Ley de la


Termodinámica. La entropía puede interpretarse como una medida de la distribución
aleatoria de un sistema. Se dice que un sistema altamente distribuido al azar tiene alta
entropía. Puesto que un sistema en una condición improbable tendrá una tendencia
natural a reorganizarse a una condición más probable (similar a una distribución al
azar), esta reorganización resultará en un aumento de la entropía. La entropía alcanzará
un máximo cuando el sistema se acerque al equilibrio, alcanzándose la configuración de
mayor probabilidad.

La entropía, coloquialmente, puede considerarse como el orden de un sistema, es decir,


cuán homogéneo está el sistema. Por ejemplo, si tenemos dos gases diferentes en un
recipiente separados por una pared (a igual presión y temperatura) tendremos un sistema
de menor entropía que al retirar la pared, donde los dos gases se mezclarán de forma
uniforme, consiguiendo dentro del recipiente una mayor homogeneidad que antes de
retirar la pared y un aumento de la entropía.

La variación de entropía nos muestra la variación del orden molecular ocurrido en una
reacción química. Si el incremento de entropía es positivo, los productos presentan un
mayor desorden molecular (mayor entropía) que los reactivos. En cambio, cuando el
incremento es negativo, los productos son más ordenados. Hay una relación entre la
entropía y la espontaneidad de una reacción química, que viene dada por la energía libre
de Gibbs.

El calor es una forma de energía asociada al movimiento de los átomos, moléculas y


otras partículas que forman la materia. El calor puede ser generado por reacciones
químicas (como en la combustión), nucleares (como en la fusión nuclear de los átomos
de hidrógeno que tienen lugar en el interior del Sol), disipación electromagnética (como
en los hornos de microondas) o por disipación mecánica (fricción). Su concepto está
ligado al Principio Cero de la Termodinámica, según el cual dos cuerpos en contacto
intercambian energía hasta que su temperatura se equilibre.

El calor puede ser transferido entre objetos por diferentes mecanismos, entre los que
cabe reseñar la radiación, la conducción y la convección, aunque en la mayoría de los
procesos reales todos los mecanismos anteriores se encuentran presentes en mayor o
menor grado.

La conducción de calor es un mecanismo de transferencia de energía térmica entre dos


sistemas basado en el contacto directo de sus partículas sin flujo neto de materia y que
tiende a igualar la temperatura dentro de un cuerpo y entre diferentes cuerpos en
contacto por medio de ondas

La conducción del calor es muy reducida en el espacio ultra alto vacío y es nula en el
espacio vacio ideal, espacio sin energía.

El principal parámetro dependiente del material que regula la conducción de calor en los
materiales es la conductividad térmica, una propiedad física que mide la capacidad de
conducción de calor o capacidad de una substancia de transferir el movimiento cinético
de sus moléculas a sus propias moléculas adyacentes o a otras substancias con las que
está en contacto. La inversa de la conductividad térmica es la resistividad térmica, que
es la capacidad de los materiales para oponerse al paso del calor.

La convección es una de las tres formas de transferencia de calor y se caracteriza


porque se produce por intermedio de un fluido (aire, agua) que transporta el calor entre
zonas con diferentes temperaturas. La convección se produce únicamente por medio de
materiales fluidos. Éstos, al calentarse, aumentan de volumen y, por lo tanto,
disminuyen su densidad y ascienden desplazando el fluido que se encuentra en la parte
superior y que está a menor temperatura. Lo que se llama convección en sí, es el
transporte de calor por medio de las corrientes ascendente y descendente del fluido.

Radiación térmica es la radiación emitida por un cuerpo como consecuencia de su


temperatura y depende además de una propiedad superficial llamada emitancia. Todo
cuerpo emite radiación hacia su entorno y absorbe radiación de este cuerpo

La radiación infrarroja de un radiador hogareño común o de un calefactor eléctrico es


un ejemplo de radiación térmica, al igual que la luz emitida por una lámpara
incandescente. La radiación térmica se produce cuando el calor del movimiento de
partículas cargadas dentro de los átomos se convierte en radiación electromagnética.

La materia en un estado condensado (sólido o líquido) emite un espectro de radiación


continuo. La frecuencia de onda emitida por radiación térmica es una densidad de
probabilidad que depende solo de la temperatura.

Todos los cuerpos negros a una temperatura determinada emiten radiación térmica con
el mismo espectro, independientemente de los detalles de su composición. Para el caso
de un cuerpo negro, la función de densidad de probabilidad de la frecuencia de onda
emitida está dada por la ley de radiación térmica de Planck, la ley de Wien da la
frecuencia de radiación emitida más probable y la ley de Stefan-Boltzmann da el total
de energía emitida por unidad de tiempo y superficie emisora. Esta energía depende de
la cuarta potencia de la temperatura absoluta.

A temperatura ambiente, vemos los cuerpos por la luz que reflejan, dado que por sí
mismos no emiten luz. Si no se hace incidir luz sobre ellos, si no se los ilumina, no
podemos verlos. A temperaturas más altas, vemos los cuerpos porque por la luz que
emiten, pues en este caso son luminosos por sí mismos. Así, es posible determinar la
temperatura de un cuerpo de acuerdo a su color, pues un cuerpo que es capaz de emitir
luz se encuentra a altas temperaturas.

Fluido
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Saltar a navegación, búsqueda


Un fluido es una sustancia o medio continuo que se deforma continuamente en el
tiempo ante la aplicación de una solicitación o tensión tangencial sin importar la
magnitud de ésta.

También se puede definir un fluido como aquella sustancia que, debido a su poca
cohesión intermolecular, carece de forma propia y adopta la forma del recipiente que lo
contiene.

Características [editar]
• La posición relativa de sus moléculas puede cambiar continuamente.
• Todos los fluidos son compresibles en cierto grado.
• Tienen viscosidad.
• Dependiendo de su viscosidad fluyen a mayor o menor velocidad. Mientras más
viscoso fluye con menor velocidad, mientras menos viscoso fluye con mayor
velocidad.
• Su viscosidad es independiente de la densidad.

Clasificación [editar]
Los fluidos se pueden clasificar de acuerdo a diferentes características que presentan en:

• Newtonianos
• No newtonianos

O también en:

• Líquidos
• Gases

Movimiento [editar]
El movimiento de los gases y los líquidos puede estudiarse en forma aproximada
mediante las ecuaciones de la dinámica de fluidos bajo la hipótesis del medio continuo.
Sin embargo, para que dicha hipótesis sea válida el recorrido libre promedio de las
moléculas que constituyen dichos materiales debe ser mucho menor que una longitud
característica del sistema físico en el que se encuentra el gas o el líquido en cuestión. De
esta forma, las variables de estado del material, tales como la presión, la densidad y la
velocidad podrán ser consideradas como funciones continuas del espacio y del tiempo,
conduciendo naturalmente a la descripción del material como un medio continuo.

Al dividir la longitud del recorrido libre promedio de las moléculas por la longitud
característica del sistema, se obtiene un número adimensional denominado número de
Knudsen. Calculando el número de Knudsen es fácil saber cuándo puede describirse el
comportamiento de líquidos y gases mediante las ecuaciones de la dinámica de los
fluidos. En efecto, si el número de Knudsen es menor a la unidad, la hipótesis del
continuo podrá ser aplicada; si el número de Knudsen es similar a la unidad o mayor,
deberá recurrirse a las ecuaciones de la mecánica estadística para describir el
comportamiento del sistema.

Cuando el número de Knudsen es similar o mayor a la unidad, el recorrido libre


promedio de las moléculas es del mismo tamaño (aproximadamente) que el sistema
físico que contiene al material. En estas circunstancias, dada una región del espacio del
tamaño de la longitud característica, solo ocasionalmente pasará una molécula por dicha
región.

Es por ello que la región de números de Knudsen cercanos o mayores a la unidad se


denomina también región de gases rarificados.

Viscosidad
La viscosidad es la oposición de un fluido a las deformaciones tangenciales. Un fluido
que no tiene viscosidad se llama fluido ideal, en realidad todos los fluidos conocidos
presentan algo de viscosidad, siendo el modelo de viscosidad nula una aproximación
bastante buena para ciertas aplicaciones.

Explicación de la viscosidad [editar]


Imaginemos un bloque sólido (no fluido) sometido a una fuerza tangencial, por ejemplo,
una goma de borrar sobre la que se sitúa la palma de la mano que empuja en dirección
paralela a la mesa; en este caso, el material sólido opone una resistencia a la fuerza
aplicada, pero se deforma (b), tanto más cuanto menor sea su resistencia. Si imaginamos
que la goma de borrar está formada por delgadas capas unas sobre otras, el resultado de
la deformación es el desplazamiento relativo de unas capas respecto de las adyacentes,
tal como muestra la figura (c).

Deformación de un sólido por la aplicación de una fuerza tangencial.

En los líquidos, el pequeño rozamiento existente entre capas adyacentes se denomina


viscosidad. Es su pequeña magnitud la que le confiere al fluido sus peculiares
características; así, por ejemplo, si arrastramos la superficie de un líquido con la palma
de la mano como hacíamos con la goma de borrar, las capas inferiores no se moverán o
lo harán mucho más lentamente que la superficie ya que son arrastradas por efecto de la
pequeña resistencia tangencial, mientras que las capas superiores fluyen con facilidad.
Igualmente, si revolvemos con una cuchara un recipiente grande con agua en el que
hemos depositado pequeños trozos de corcho, observaremos que al revolver en el centro
también se mueve la periferia y al revolver en la periferia también dan vueltas los
trocitos de corcho del centro; de nuevo, las capas cilíndricas de agua se mueven por
efecto de la viscosidad, disminuyendo su velocidad a medida que nos alejamos de la
cuchara.
Ejemplo de la viscosidad de la leche y el agua. Líquidos con altas viscosidades no
forman salpicaduras.

Cabe señalar que la viscosidad sólo se manifiesta en fluidos en movimiento, ya que


cuando el fluido está en reposo adopta una forma tal en la que no actúan las fuerzas
tangenciales que no puede resistir. Es por ello por lo que llenado un recipiente con un
líquido, la superficie del mismo permanece plana, es decir, perpendicular a la única
fuerza que actúa en ese momento, la gravedad, sin existir por tanto componente
tangencial alguna.

Si la viscosidad fuera muy grande, el rozamiento entre capas adyacentes lo sería


también, lo que significa que éstas no podrían moverse unas respecto de otras o lo
harían muy poco, es decir, estaríamos ante un sólido. Si por el contrario la viscosidad
fuera cero, estaríamos ante un superfluido que presenta propiedades notables como
escapar de los recipientes aunque no estén llenos (véase Helio-II).

La viscosidad es característica de todos los fluidos, tanto líquidos como gases, si bien,
en este último caso su efecto suele ser despreciable, están más cerca de ser fluidos
ideales.

Medidas de la viscosidad [editar]

La viscosidad de un fluido puede medirse a través de un parámetro dependiente de la


temperatura llamada coeficiente de viscosidad o simplemente viscosidad:

• Coeficiente de viscosidad dinámico, designado como η o μ. En unidades en el SI:


[µ] = [Pa·s] = [kg·m-1·s-1] ; otras unidades: 1 Poise (P) = 10-1 Pa·s = [10-1 kg·s-1·m-
1
]
• Coeficiente de viscosidad cinemático, designado como ν, y que resulta ser igual
al cociente del coeficiente de viscosidad dinámica entre la densidad ν = μ/ρ. (En
unidades en el SI: [ν] = [m2.s-1]. En el sistema cegesimal es el Stoke(St).
Tensión superficial
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Saltar a navegación, búsqueda

Ejemplo de tensión superficial: una aguja de acero flotando en agua.


Para otros usos de este término véase tensión.

En física se denomina tensión superficial al fenómeno por el cual la superficie de un


líquido tiende a comportarse como si fuera una delgada película elástica. Este efecto
permite a algunos insectos, como el zapatero (Hydrometra stagnorum) , desplazarse por
la superficie del agua sin hundirse. La tensión superficial (una manifestación de las
fuerzas intermoleculares en los líquidos), junto a las fuerzas que se dan entre los
líquidos y las superficies sólidas que entran en contacto con ellos, da lugar a la
capilaridad, por ejemplo.

A nivel microscópico, la tensión superficial se debe a que las fuerzas que afectan a cada
molécula son diferentes en el interior del líquido y en la superficie. Así, en el seno de un
líquido cada molécula está sometida a fuerzas de atracción que en promedio se anulan.
Esto permite que la molécula tenga una energía bastante baja. Sin embargo, en la
superficie hay una fuerza neta hacia el interior del líquido. Rigurosamente, si en el
exterior del líquido se tiene un gas, existirá una mínima fuerza atractiva hacia el
exterior, aunque en la realidad esta fuerza es despreciable debido a la gran diferencia de
densidades entre el líquido y el gas.

La tensión superficial tiene como principal efecto la tendencia del líquido a disminuir en
lo posible su superficie para un volumen dado, de aquí que un líquido en ausencia de
gravedad adopte la forma esférica, que es la que tiene menor relación área/volumen.

Energéticamente, las moléculas situadas en la superficie tiene una mayor energía


promedio que las situadas en el interior, por lo tanto la tendencia del sistema será a
disminuir la energía total, y ello se logra disminuyendo el número de moléculas situadas
en la superficie, de ahí la reducción de área hasta el mínimo posible.

Tabla de contenidos
[ocultar]
• 1 Propiedades
• 2 Tensoactividad
• 3 Véase también

• 4 Enlaces externos

Propiedades [editar]

La tensión superficial puede afectar a objetos de mayor tamaño impidiendo, por


ejemplo, el hundimiento de una flor.

La tensión superficial suele representarse mediante la letra γ. Sus unidades son de N·m-
1
=J·m-2 (véase análisis dimensional).

Algunas propiedades de γ:

• γ > 0, ya que para aumentar el estado del líquido en contacto hace falta llevar más
moléculas a la superficie, con lo cual disminuye la energía del sistema y γ es

, o la cantidad de trabajo necesario para llevar una molécula a la


superficie.
• γ depende de la naturaleza de las dos fases puestas en contacto que, en general,
será un líquido y un sólido. Así, la tensión superficial será igual por ejemplo para
agua en contacto con su vapor, agua en contacto con un gas inerte o agua en
contacto con un sólido, al cual podrá mojar o no (véase capilaridad) debido a las
diferencias entre las fuerzas cohesivas (dentro del líquido) y las adhesivas
(líquido-superficie).
• γ se puede interpretar como un fuerza por unidad de longitud (se mide en N·m-1).
Esto puede ilustrarse considerando un sistema bifásico confinado por un pistón
móvil, en particular dos líquidos con distinta tensión superficial, como podría ser
el agua y el hexano. En este caso el líquido con mayor tensión superficial (agua)
tenderá a disminuir su superficie a costa de aumentar la del hexano, de menor
tensión superficial, lo cual se traduce en una fuerza neta que mueve el pistón
desde el hexano hacia el agua.
• El valor de γ depende de la magnitud de las fuerzas intermoleculares en el seno
del líquido. De esta forma, cuanto mayor sean las fuerzas de cohesión del líquido,
mayor será su tensión superficial. Podemos ilustrar este ejemplo considerando
tres líquidos: hexano, agua y mercurio. En el caso del hexano, las fuerzas
intermoleculares son de tipo fuerzas de Van der Waals. El agua, aparte de la de
Van der Waals tiene interacciones de puente de hidrógeno, de mayor intensidad, y
el mercurio está sometido al enlace metálico, la más intensa de las tres. Así, la γ
de cada líquido crece del hexano al mercurio.
• Para un líquido dado, el valor de γ disminuye con la temperatura, debido al
aumento de la agitación térmica, lo que redunda en una menor intensidad efectiva
de las fuerzas intermoleculares. El valor de γ tiende a cero conforme la
temperatura se aproxima a la temperatura crítica Tc del compuesto. En este punto,
el líquido es indistinguible del vapor, formándose una fase continua donde no
existe una superficie definida entre ambos.

Tensoactividad [editar]
Se denomina tensoactividad al fenómeno por el cual una sustancia reduce la tensión
superficial al disolverse en agua u otra solución acuosa. Su fórmula es 2 Pi*D*Y = F;
donde:

• D = Diámetro. -Y = Tensión Superficial -F = Fuerza

Capilaridad
La capilaridad es la cualidad que posee una sustancia para absorber un líquido. Sucede
cuando las fuerzas intermoleculares adhesivas entre el líquido y el sólido son mayores
que las fuerzas intermoleculares cohesivas del líquido. Esto causa que el menisco tenga
una forma curva cuando el líquido está en contacto con una superficie vertical. En el
caso del tubo delgado, éste succiona un líquido incluso en contra de la fuerza de
gravedad. Este es el mismo efecto que causa que los materiales porosos absorban
líquidos.
Efectos de capilaridad.

Tubo capilar [editar]


Un aparato comúnmente empleado para demostrar la capilaridad es el tubo capilar;
cuando la parte inferior de un tubo de vidrio se coloca verticalmente, en contacto con un
líquido como el agua, se forma un menisco cóncavo; la tensión superficial succiona la
columna líquida hacia arriba hasta que el peso del líquido sea suficiente para que la
fuerza de la gravedad se equilibre con las fuerzas intermoleculares.

El peso de la columna líquida es proporcional al cuadrado del diámetro del tubo, por lo
que un tubo angosto succionará el líquido en una longitud mayor que un tubo ancho.
Así, un tubo de vidrio de 0,1 mm de diámetro levantará una columna de agua de 30 cm.
Cuanto más pequeño es el diámetro del tubo capilar mayor será la presión capilar y la
altura alcanzada. En capilares de 1 µm (micrómetro) de radio, con una presión de
succión 1,5 × 103 hPa (hectopascal = hPa = 1,5 atm), corresponde a una altura de
columna de agua de 14 a 15 m.

Dos placas de vidrio que están separadas por una película de agua de 1 µm de espesor,
se mantienen unidas por una presión de succión de 1,5 atm. Por ello se rompen los
portaobjetos humedecidos al intentar separarlos.

Entre algunos materiales, como el mercurio y el vidrio, las fuerzas intermoleculares del
líquido exceden a las existentes entre el líquido y el sólido, por lo que se forma un
menisco convexo y la capilaridad trabaja en sentido inverso.

Las plantas succionan agua del terreno por capilaridad, aunque las plantas más grandes
requieren de la transpiración para desplazar la cantidad necesaria.

Ley de Jurin [editar]

La ley de Jurin define la altura que se alcanza cuando se equilibra el peso de la columna
de líquido y la fuerza de ascensión por capilaridad. La altura h en metros de una
columna líquida está dada por:

Ángulo de contacto.

donde:
T = tensión superficial interfacial (N/m)
θ = ángulo de contacto
ρ = densidad del líquido (kg/m³)
g = aceleración debido a la gravedad (m/s²)
r = radio del tubo (m)

Para un tubo de vidrio en el aire a nivel del mar y lleno de agua,

T = 0,0728 N/m a 20 °C
θ = 20°
ρ = 1000 kg/m³
g = 9,80665 m/s²

entonces la altura de la columna está dada por:

Principio de Pascal
En física, el principio de Pascal o ley de Pascal, es una ley enunciada por el físico y
matemático francés Blaise Pascal (1623-1662) que se resume en la frase: «el incremento
de presión aplicado a una superficie de un fluido incompresible (líquido), contenido en
un recipiente indeformable, se transmite con el mismo valor a cada una de las partes del
mismo».

El principio de Pascal puede comprobarse utilizando una esfera hueca, perforada en


diferentes lugares y provista de un émbolo. Al llenar la esfera con agua y ejercer presión
sobre ella mediante el embolo, se observa que el agua sale por todos los agujeros con la
misma presión.

Discusión [editar]

El tensor tensión total, debido al peso del fluido hace que el fluido situado en la parte
baja de un recipiente tenga una tensión ligeramente mayor que el fluido situado en la
parte superior. De hecho si la única fuerza másica actuante es el peso del fluido, el
estado tensional del fluido a una profundidad z el tensor tensión del fluido es:
En vista de lo anterior podemos afirmar que «fijado un punto de un fluido
incompresible en reposo y contenido en un recipiente bajo presión e indeformable, la
presión del fluido, es idéntica en todas direcciones».

Aplicaciones del principio [editar]


El principio de Pascal puede ser interpretado como una consecuencia de la ecuación
fundamental de la hidrostática y del carácter altamente incompresible de los líquidos.
En esta clase de fluidos la densidad es prácticamente constante, de modo que de acuerdo
con la ecuación:

Donde:
, presión total a la profundidad .
, presión sobre la superficie libre del fluido.

Si se aumenta la presión sobre la superficie libre, por ejemplo, la presión total en el


fondo ha de aumentar en la misma medida, ya que el término ρgh no varía al no hacerlo
la presión total (obviamente si el fluido fuera compresible, la densidad del fluido
respondería a los cambios de presión y el principio de Pascal no podría cumplirse).

Prensa hidráulica [editar]


Artículo principal: Prensa hidráulica

La prensa hidráulica es una máquina simple semejante a la palanca de Arquímedes, que


permite amplificar la intensidad de las fuerzas y constituye el fundamento de
elevadores, prensas, frenos y muchos otros dispositivos hidráulicos de maquinaria
industrial.

La prensa hidráulica constituye la aplicación fundamental del principio de Pascal y


también un dispositivo que permite entender mejor su significado. Consiste, en esencia,
en dos cilindros de diferente sección comunicados entre sí, y cuyo interior está
completamente lleno de un líquido que puede ser agua o aceite. Dos émbolos de
secciones diferentes se ajustan, respectivamente, en cada uno de los dos cilindros, de
modo que estén en contacto con el líquido. Cuando sobre el émbolo de menor sección S1
se ejerce una fuerza F1 la presión p1 que se origina en el líquido en contacto con él se
transmite íntegramente y de forma (casi) instantánea a todo el resto del líquido. Por el
principio de Pascal esta presión será igual a la presión p2 que ejerce el líquido sobre el
émbolo de mayor sección S2, es decir:
con lo que, las fuerzas serán, siendo S1 < S2 :

y por tanto, la relación entre las fuerza resultante en el émbolo grande cuando se aplica
una fuerza menor en el émbolo pequeño será tanto mayor cuanto mayor sea la relación
entre las secciones:

Principio de Arquímedes

Ejemplo del Principio de Arquímedes

El principio de Arquímedes es un principio físico que afirma que un cuerpo total o


parcialmente sumergido en un fluido estático, será empujado con una fuerza igual al
peso del volumen de fluido desplazado por dicho objeto. De este modo cuando un
cuerpo está sumergido en el fluido se genera un empuje hidrostático resultante de las
presiones sobre la superficie del cuerpo que actúa siempre hacia arriba a través del
centro de gravedad del cuerpo del fluido desplazado y de valor igual al peso del fluido
desplazado. Esta fuerza se mide en Newtons (en el SI) y su ecuación se describe como:

Donde ρf y ρs son respectivamente la densidad del fluido y del sólido sumergido; V el


volumen del cuerpo sumergido; y g la aceleración de la gravedad.

Вам также может понравиться