Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Si a esa falsa esperanza, como en una de esas maléficas pócimas de los cuentos
infantiles, añadimos nuestro propio pecado, obtendremos como resultado las más
desastrosas consecuencias, llenas de dolor y desencanto o desesperanza.
Eso es lo que le sucedió a la madrastra mala del cuento de Blanca nieves, ella tenía
la esperanza de ser la mujer mas bella del reino. Su pecaminosa vanidad la llevaba
día tras día a preguntarle a su espejo quien era la más bella del reino. Su
esperanza estaba puesta en su propia belleza, ella confiaba en su propia belleza
para ser feliz. Su corazón estaba en su propia belleza, pero era una esperanza sin
fundamento, era vanidad, por eso un día el espejo mágico ya no respondió como
solía hacerlo: “eres tu”, ahora respondió: “la mas hermosa del reino es Blanca
nieves”!
Claro este es un cuento infantil, un cuento de hadas, al final todos sabemos que
nada de lo narrado es cierto, pero sirve para ilustrar la realidad de muchos que
fundamentan su esperanza en hechos inciertos.
Esa “esperanza” de hacerse ricos, bien pronto mostró que no era sólida ni real y
hoy miles de miles están “desesperados” porque la realidad les ha mostrado que
esa pócima mágica no funcionó, algunos incluso han llegado al suicidio, justamente
porque no tienen esperanza.
Por estos días, miles de personas, entre quienes posiblemente te encuentres tu,
cifran su esperanza en la “navidad”.
¿Curioso verdad? Lo que estoy afirmando es que por estos días posiblemente tu
estás depositando tu esperanza, la posibilidad de que algo suceda en tu vida, algo
que te haga feliz, pero posiblemente la estás depositando sobre hechos que no son
ciertos, ni verificables y que al final te dejarán como a esos miles de colombianos,
desesperado, angustiado y sin un verdadero cambio en tu vida.
Estas son solo algunas de esas ofertas de falsas esperanzas que por esta época
navideña, tu encontrarás: Sea feliz, compre ahora y pague después; sea feliz, es
tiempo de embriagarse, gozar y ser feliz; sea feliz, viaje ahora y ahorre las
primeras tres cuotas; sea feliz, acuda a actos religiosos, calme su conciencia y
disfrute la vida. ¡¡ Es Navidad !!
Tan solo ocho días después de la navidad, si tu has basado tu esperanza en esas
“pócimas mágicas para ser feliz” tu ya no estarás buscando “esperanza” en los
regalos, los viajes, el licor, los actos religiosos, la estarás buscando en el nuevo
año, en los nuevos propósitos, por eso muy seguramente consumirás doce uvas y
pedirás un deseo por cada una, muy seguramente saldrás con tus maletas a darle
la vuelta a la manzana, para tener la esperanza de viajar, muy seguramente usarás
ropa interior amarilla, para la buena suerte y decorarás tu mesa con espigas, para
tener la esperanza de que el año nuevo te será abundante y próspero.
Y tan solo ocho días después, todas tus esperanzas habrán muerto, ahora solo te
queda la “esperanza” de conseguir el dinero para pagar los créditos en que te
metiste cuando buscabas la felicidad en dar y recibir regalos, en viajar, en
enrumbarte y en toda una serie de falsas “esperanzas”. Ahora el espejito mágico te
dirá “tu no eres el mas feliz del reino, para ti no hay esperanza”.
Por ejemplo, tu recuerdas la historia de Abraham y Sara, los dos, viejos, sin hijos y
Sara estéril. Un día, contra toda posibilidad humana, Dios les prometió un hijo, y
mira lo que dicen las Escrituras sobre la esperanza de Abraham:
Tampoco dudó,
por incredulidad,
de la promesa de Dios,
sino que se fortaleció en fe,
dando gloria a Dios,
plenamente convencido de que era también poderoso
para hacer todo lo que había prometido.
Ro.4:18-21
1
MacArthur John y Mack A. Wayne; Una Nueva Mirada a la Consejería Bíblica; Ed. Caribe; E.U;
1966, pag. 277
Carta a un Amigo
Cuya Esperanza es Equivocada
Hno. Carlos Rocha M.
Nota que dice: “el creyó”, es decir, con confianza y fe permanente, Abraham
expresó certidumbre.
Lo que esto quiere decir es que Abram tuvo confianza plena en Dios;
que no le temía (v. 1), no es tanto que creyera en las palabras de
Dios, sino en Dios mismo. Tampoco nos dice el texto que Abram
creyó en Dios en el sentido de aceptar lo que Él dijo como «veraz» y
«digno de confianza» (cf. Gen_45:26), sino que sencillamente creyó
en Dios. En otras palabras, Abram llegó a tener una relación especial
con Dios en lugar de una relación impersonal con sus promesas. Es
aquel Dios que siempre cumple con lo que dice; es un «Dios que es
fiel»”2.
2
Vine (ESP) AT; e-Sword 7.95 – La Espada Electrónica de Dios.
3
Hendriksen William, Comentario al Nuevo Testamento, Romanos, Libros Desafío; 2001, E.U., pag.
181.
Carta a un Amigo
Cuya Esperanza es Equivocada
Hno. Carlos Rocha M.
Ahora, tu preguntarás,
¿porqué necesito esperanza?
La respuesta es sencilla, porque todos los hombres, incluidos tu y yo, nacemos SIN
esperanza, es mas, no solo nacemos SIN esperanza sino que nacemos condenados
a una muerte eterna producto del pecado de Adán en el paraíso.
Dios soberano mandó al hombre abstenerse de comer del árbol de la ciencia del
bien y del mal:
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo:
De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.
Gn.2:16-17
Carta a un Amigo
Cuya Esperanza es Equivocada
Hno. Carlos Rocha M.
Oí tu voz en el huerto,
y tuve miedo,
porque estaba desnudo;
y me escondí.
Y Dios le dijo:
¿Quién te enseñó que estabas desnudo?
¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
Gn.3:7-11
Dios dijo: “del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás”, Satanás en
abierta contradicción, dijo: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis
de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.”
Adán y Eva, tristemente cifraron su esperanza en las palabras de Satanás.
Y eso te incluye a ti y a mí. Es decir, la única esperanza que teníamos era la muerte
eterna, eternamente separados de Dios.
Pero Dios hizo una promesa y la cumplió y es sobre esa promesa que debemos
fundamentar nuestra esperanza, Gn.3:14-15:
He ahí la verdadera esperanza; en razón del pecado todos los seres humanos
nacemos muertos en nuestros delitos y pecados, sin esperanza, o dicho de otra
manera: con la única esperanza del hecho cierto de que iremos por la eternidad a la
muerte y sufrimiento que se dan por el estar separados de Dios, pero Dios que es
grande en misericordia, prometió y anunció un redentor, es decir, nos dio
verdadera esperanza, una esperanza fundamentada en la promesa de Dios de que
enviaría a uno que nos salvaría de nuestro pecado.
4
Explica EDWARD J. YOUNG Prof. AT Seminario Teol. Westminster en su INTROD AT “La
serpiente fue el instrumento de Satanás. A la serpiente que habla, no se le puede
considerar por lo tanto, como una simple leyenda. La historicidad de la narración está
probada por 2 Corintios 11:3 (compare también Juan 8:44). Si consideramos el relato de la
caída que demuestra ser historia como si fuera sólo una leyenda simbólica, ¿no nos
obligaría el deseo de ser consistentes, el que también consideráramos el relato de nuestra
redención como sólo una leyenda simbólica?”
Carta a un Amigo
Cuya Esperanza es Equivocada
Hno. Carlos Rocha M.
Y ahora,
concebirás en tu vientre,
y darás a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS.
Lc.1:31
Dios lo anunció desde el momento mismo en que el hombre perdió toda esperanza
y Dios cumplió su promesa, lo que estamos celebrando hoy y cada época de
navidad es el hecho cumplido del nacimiento de Hijo de Dios, pero no para traer
regalos, ni buena suerte, ni para calmar la conciencia en actos religiosos, la
verdadera celebración es que tenemos una verdadera esperanza sólidamente
fundamentada en el hecho cierto de que Dios, se encarnó, se hizo hombre para
llevar a buen término la obra de la redención.
El mismo Dios que prometió y dio esperanza al pueblo en cuanto al nacimiento del
Salvador, es el mismo Dios que hoy te llama a arrepentimiento, con la promesa de
que te salvará eternamente. El si te puede prometer felicidad y esperanza.
Carlos Rocha M
carlosrocha@marketingyportales.com
Diciembre de 2008