Kábalah

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Todas las cosas que existir puedan, en su manifestación dependen de una eterna
bipolaridad. Son los polos irradiante y absorbente (positivo y negativo dice la
ciencia) que permiten en su eterno maridaje la realización de los procesos físicos,
químicos, biológicos y cósmicos.

Desde la mayor pequeñez actualmente conocida como lo es el átomo,

encontramos esa dualidad de "masa" y energía caracterizadas como carga
eléctrica positiva en el núcleo, y carga eléctrica negativa en los electrones en sus
órbitas; la armonía entre esas cargas permite mediante líneas de fuerza mantener
la integridad atómica. En progresiva complejidad encontramos la compenetración
iónica para la formación de las moléculas, cuando los cationes y los aniones con
cargas eléctricas opuestas, buscan correlacionarse para dar origen a la forma.

Los micro-organismos se conjugan intercambiando así su material genético para

que gracias a esa bipolaridad puedan multiplicarse. Los animales y el animal
hombre al igual que la mayoría de los vegetales, manifiestan una polaridad que les
es característica-masculina o femenina que les permite no solo la reproducción
sino un extraordinario intercambio de energías bio-electro-magnético-vitales, como
lo es el caso de la relación bipolar de los seres humanos.

La esencia de la Vida, enseñan los Kabalistas, consiste, además del cultivo de la

senso-consciencia como finalidad de la evolución, en el culto místico hacia la otra
polaridad de la existencia, que desafortunadamente se ha perdido para los adultos
pero que es natural en los primeros años de cualquier adolescente.

La bipolaridad eterna para la ciencia es materia y energía, pero en verdad

deberemos hablar de materia’energía, porque existe una mutación constante de la
una hacia la otra y viceversa, produciéndose de ésta forma tanto el infinitamente
pequeño átomo, como el más ingente de los sistemas de mundos, siendo nosotros
como seres humanos la síntesis de la Naturaleza Macro y Micro Cósmica en
quienes se verifica el flujo incesante de extraordinarias energías que
inteligentemente estudiadas y más sabiamente aplicadas, harán de humanos
normales, seres altamente evolucionados, para beneficio de sí mismos, de la raza
y de la EVOLUCION.

Ivan Dario Quintero

LECCIÓN 1

En la antigua Atlántida, civilización correspondiente a la cuarta raza raíz dentro del

esquema de la evolución terrestre, floreció en su máximo esplendor el
conocimiento de las leyes que rigen tanto la naturaleza externa como nuestra
interna naturaleza. Esto se debió a la presencia y dirección como reyes y
sacerdotes, de seres de más alta evolución que la nuestra, quienes habían
encarnado en nuestro planeta para cumplir con la misión de mostrarle a la
humanidad, sus hermanos menores, el sendero de evolución auto-senso-
consciente, con el fin que comprendiera que la fuerza poderosa del instinto debía
ser convertida en sensibilidad o amor hacia todos los seres; y la emoción loca y
egoísta debía ser convertida en consciencia, entendiéndose como consciencia el
conocimiento relativo de la verdad.

Aquellos seres luminosos llamados Elohim por la tradición oculta constituyen

actualmente lo que la humanidad está conociendo como los Hermanos Mayores,
Jerarquía Oculta o Gran Jerarquía Blanca.

A través de las épocas ellos han permitido que uno de sus miembros se presente
ante el mundo para mostrarle antiguas verdades con distintos ropajes, según la
mentalidad e idiosincrasia de la humanidad en curso, tal como lo han hecho:
Jesús, Orfeo, Zoroastro, Krishna, Buda, Hermes, Moisés.

Esta es la "Doctrina Secreta" que en su esencia y en su secreto significado ha sido

sigilosamente guardada por la Jerarquía de Maestros y por sus discípulos que son
lo mentores de grandes iniciados de las diferentes escuelas llamadas iniciáticas.

Ahora, siendo la época propicia para que el mundo conozca abiertamente el

sendero del reencuentro con su interno ser, cultivando una consciencia superior,
las escuelas iniciáticas han comenzado la difusión de la sabiduría de las edades.

Lo que antecede es la tradición de la ciencia Kabalística; porque Kábalah,

considerando el termino desde el punto de vista de la hermenéutica, no es
simplemente tradición como se lee en muchos textos de uso público. La Kábalah
en su real contenido del termino dentro de la tradición esotérica es el estudio y
comprensión de las energías emanadoras de la vida y de la evolución.
La Kábalah nos enseña que existe un principio triuno en el universo, siendo la
razón de ser de todo cuanto es, ha sido y será. Este principio Kósmico es llamado
la siempre existente Esencia, la Raíz Cósmica, la Sustancia Primordial, y por los
kabalistas el Anima Mundi. Nada puede venir a la existencia formal si no es por la
presión ejercida por ese poder espiritual crucificándose en la cruz de la materia, es
decir, los cuatro simbólicos elementos: tierra, agua, aire y fuego y la quinta esencia
que es la vida.

Para abrir nuestra comprensión a estos estudios debemos primero adiestrarnos en

el campo de la imaginación y de la sensibilidad porque son éstas las llaves que
abren el "místico recinto" de nuestro ser, que es el fin de cuentas la finalidad de
quien busca la luz.

Querido Hermano: si su interés es diferente de lo que ha leído en estas páginas, si

busca solo lo exterior, lo conjetural, lo artificioso o lo que alimenta nuestro vano y
egoísta intelecto, indica que aún no es el momento de abrir las puestas del
santuario; pero si lo que ha leído ha llenado de paz su corazón, lo invitamos a que
estudie y practique, porque "la practica hace al maestro".
LECCIÓN 2

Son muy pocos los estudiantes de la trascendental ciencia oculta que sepan la
verdad acerca de la fuente madre de donde surgieron todas las escuelas
iniciáticas, llámense éstas: yoga, taoísmo, zen, rosacrucismo, teosofía,
masonería, antroposofía, etc. Y de la fuente de dónde surgieron todas las
religiones como el islamismo, hinduismo y budismo, shintoismo, zoroastrismo,
cristianismo, etc. Los eruditos y los investigadores meramente intelectuales, se
sienten perplejos ante tantas fuentes aparentemente diversas, sin encontrar un
vinculo que una las escuelas filosóficas ni las religiones entre si, debido a que
tanto los iniciados antiguos como los modernos, han ocultado y revelado (velar
doblemente) estas antiguas enseñanzas.

Estos conocimientos jamás han salido del circulo de ocultistas que han hollado el
sendero y la tradición oral de sus secretos, han sido transmitidos continuamente
en las escuelas de iniciación hasta nuestros días y se emplean como base de todo
trabajo practico tanto en oriente como en occidente.

La humanidad en su ya largo peregrinaje a través de la materia en nuestro actual

periodo terrestre (véase Concepto Rosacruz del Cosmos por Max Heindel),
comenzó su relativa actualización de consciencia en la tercera raza raíz; la lemur;
fue en ésta época cuando el espíritu penetró definitivamente en la materia y
ocurrió la diferenciación de los sexos. En la siguiente raza raíz, la atlante, la
humanidad logró un gran conocimiento en todos los campos y parte de tal
esplendor lo encontramos en Egipto; MesoAmérica y Perú, pues el continente
atlante que se encontraba entre América y Europa, se sumergió en el Océano
Atlántico hace unos 10.000 años, tal como un millón de años atrás se había
sumergido el continente lemur o tierra de Mu en el océano Pacífico, como parte de
la eterna ley cíclica de la renovación.

Cada raza tiene su jerarca o Manú (guía), quien se encarga de dirigirla en sus
inicios, tal como ocurrió con el Manú Vayvasvata hace unos 30.000 años en la
aurora de la quinta y actual raza; la Aria. El preparó a los humanos mas avanzados
de aquella época en el Asia Central y les instruyó en los misterios de la vida y del
ser, de la naturaleza y del Universo.

Las razas que han surgido en ésta época, todas surgieron de aquel núcleo y
conformaron; la Indo-Aria en la India, la Babilonio-Asirio-Caldea en el medio
oriente; la Perso-Greco-Latina, la Céltica, la Teutónico-Anglosajona y actualmente
la Americana en América del Norte, Central y del Sur, que es una mezcla de las
razas lemur (negra), atlante (indígena y amarilla) y aria (blanca).

Encontramos así la raíz común de las diferentes civilizaciones de donde surgió la

"secreta doctrina", fundamento de todas las religiones, y de toas las corrientes
filosóficas, esotéricas y místicas.

La línea evolutiva del occidental, lleva implícito el cultivo de la mente racional,

habiéndose desligado parcial (si no totalmente) de la mística, que caracteriza al
oriental; es por eso que el sistema de desarrollo interno para el occidental, debe
estar especialmente adaptado a su temperamento y llenar ciertos requisitos bien
definidos como lo explica Dion Fortune en su libro "CABALA MÍSTICA": "En primer
lugar, la técnica elemental tiene que ser tal que pueda ser fácilmente comprendida
por las mentalidades que no tienen absolutamente nada de mística; en segundo
lugar, las fuerzas que pongan en movimiento han de ser lo suficientemente
poderosas como para estimular el desarrollo de los aspectos superiores de la
consciencia. En tercer lugar, como son muy pocos los occidentales que tengan la
oportunidad o la inclinación a llevar una vida recluida, las fuerzas que se empleen
deben ser susceptibles de utilizarse en los breves periodos de tiempo que la vida
moderna con sus diarias ocupaciones nos deje."

Es un error el querer dedicarnos a la vida del desarrollo interno, como una

tentativa para eludir los problemas de la vida, por eso, la vida de lo espiritual no se
logra llevando una vida anacoreta, aislándose del mundo, o teniendo alguna forma
especial de vestir, o cortarse o no los cabellos, pues esto solo son
superficialidades y la verdadera espiritualidad jamás se hace propaganda. El deber
para con nuestra interna evolución y para con la evolución planetaria, es la
conquista de la materia densa, es decir la guía consciente de nuestras vidas, la
superación de nuestros vicios y la "La búsqueda del reino de Dios y su justicia"
(evolución auto-senso-consciente). Y cual es el camino? Amando a todos los seres
sin excepción; tratando de comprender todos los días los diferentes asuntos que
tengamos que atender, realizándolos con amor y no haciéndolos por hacerlos;
elegir los alimentos sanos para nuestro cuerpo, sin llegar a ningún extremo; es
decir, analizar que alimentos nos sientan mejor y cuales no nos caen bien, pues en
cuanto a la dietética nunca nadie dirá la ultima palabra, puesto que "lo que es
alimento para unos, es veneno para otros" no ingerir ningún tipo de medicina, a no
ser que estemos realmente enfermos, esto incluye el evitar el cigarrillo, pues éste
"osifica" nuestros vehículos mas sutiles, impidiéndonos el despertar en los planos
internos. Además, dedicarle algunos minutos diarios al amanecer y antes de
dormir, a las diferentes practicas que se van entregando en éstas lecciones.

No olvide, que estamos sólo entregando ligeras nociones de endoterismo.

LECCION 3
La Vida Cósmica, que es la misma vida que anima tanto el más prodigioso de los
soles como a la más leve brizna de hierba, son gradaciones de la Energía
Universal, con el fin de ir desde la omnisciencia sin evolución, hacia la auto-
sensoconsciencia favorecida por la evolución en el eterno peregrinaje del Espíritu,
llamado en Kábalah ELOHIM, ocurre a través de cuatro mundos o planos de
manifestación conocidos como: ATZILUTH, Mundo Divino, BRIAH, Mundo
Arquetípico, YETZIRAH, Mundo de la forma o Angélico y ASSIAH, Mundo Material
o de la forma.

La evolución y la manifestación en estos cuatro mundos se realiza en diez etapas

secuenciable llamadas los Diez Santos Sephirot; santos, porque todo paso de la
vida por diferentes etapas es santo; sephirot es el plural de sephira que significa
serpiente, que es el movimiento de la Vida Universal; siempre de manera
serpentina, lo que nos recuerda aquellos versículos del Génesis "En el principio el
Espíritu de Dios en forma de serpiente flotaba sobre las Aguas de la Vida".

Los nombres de los diez Santos Sephiroth emanados del ENSOPH, en su orden
son: KETHER, KJOKMAH, BINAH, CHESED, GUEBURAH, THIPHARETH,
NETZACH, HOD, YESOD, y MALKUTH.

El eterno devenir de los Elohim a través de estos cuatro mundos se inicia al ser
emanados de la Causa Primera o Suprema Consciencia Universal en su propio
plano de divinización llamado EN-SOPH que significa, sin principio y que contiene
en sí mismo la triple esencia de la manifestación: AIN, llamado la "no cosa", por
estar fuera del alcance de nuestra compresión, representa la esencia misma de la
vida; es el polo positivo de la Energía Universal o VIDA; AIN-SOPH, llamado ‘algo’
como representando el polo receptivo o femenino de las energías del AIN, es decir
la Vida; es la resistencia formal en el Universo, conociéndosele como polvo
cósmico. AIN-SOPH-AUR, significando, ese algo en eterno movimiento, que es la
manifestación de los dos primeros principios, es decir de la vida, y de su eterna
resistencia para permitir la evolución.

Esta es la triuna actividad de En- Soph, el incognoscible para nuestra

comprensión, pero la razón de ser de todo cuanto es, ha sido y será.

El punto de eclosión del En- Soph en cualquier sitio del Universo, es la formación
de la Nebulosa. Allí el polvo cósmico como recipiente de las energías de la vida es
reunido y presionado por el poder ígneo del Ain, dando como resultado un
extraordinariamente poderoso vórtice de energías que generan las más
incalculables y formidables fuerzas de expansión y de contracción. Esta es la
primera objetivación de las energías Cósmicas que al concentrarse, dan origen a
un Universo; (Uni-Versus = Uno- en varios, vario en uno); es lo que se conoce
como Kether, Padre de un sistema de mundos; es lo que se conoce como Kether,
Padre de un sistema de mundos; es lo que las religiones sin saberlo llaman Dios,
lo que los masones llaman El Gran Arquitecto del Universo; pero que es tan solo la
reflexión del eterno e infinito tiempo’espacio como las palabras que algo dicen a
nuestra consciencia del absoluto Ensoph.

A Kether se le conoce como el Gran Andrógino, primer remolino o Primun Móbile,

siendo así en lo que se ha de concretar posteriormente en una Galaxia, que es ya
una segunda gradación de as energías cósmicas y se corresponde con el segundo
Sephira Kjokmah cuyo título es Mazloth, es decir la esfera del Zodiaco. Kjokmah
tiene una polaridad eminentemente masculina o irradiante, mientras que el
siguiente Sephira Binah es esencialmente de naturaleza femenina o receptiva, es
llamada la Madre Cósmica, la que concreta la vida en la forma en un sistema solar.

Estas lecciones deben complementarse con el estudio de la obra ‘Concepto

Rosacruz del Cosmos" de Max Heindel, y "Cábala Mística" de Dion Fortune; de lo
contrario no podrán ser totalmente aprovechadas.