miércoles, 28 de noviembre del 2007 | la voz de la escuela ciencias >> 7

La perra «Laika» se convirtió en

el primer astronauta de la historia
Hace cincuenta años que el animal viajó al espacio en un vuelo sin retorno
Hoy parece fácil viajar al espacio. La
estación espacial internacional tiene
casi de forma permanente cosmonautas
a bordo y se han realizado numerosas ex-
pediciones tripuladas desde los años se-
senta del siglo pasado. Incluso cualquier
ciudadano puede convertirse en turista
espacial si dispone del dinero suficiente
para costearse una travesía más allá de
los límites de la Tierra. Estos logros son
el resultado de los años de experiencias
y trabajos de los técnicos aeroespaciales;
pero las primeras misiones partían hacia
un destino lleno de incertidumbres, pues
no se sabía qué le podría pasar a un ser
vivo allí arriba.
Hace 50 años tuvo lugar el lanzamien-
to al espacio de la perra Laika, el primer
animal que orbitó alrededor de la Tierra.
Su partida se produjo desde la base de la
antigua Unión Soviética de Baikonur, el 3
de noviembre de 1957. Solo un mes antes
se había lanzado el primer satélite artifi-
cial soviético, el Sputnik, y se preparaba un
segundo artefacto más sofisticado, pero
no estaría terminado hasta diciembre, y
los dirigentes querían dar un golpe de
efecto antes de esa fecha. Era un momento
histórico en el que soviéticos y nortea-
mericanos competían por demostrar su
capacidad de desarrollar tecnologías
para dominar el espacio aéreo. Por eso
se construyó una cápsula más sencilla en
un tiempo récord. La cabina del Sputnik II,
la nave en la que fue lanzada Laika, es-
taba equipada, entre otros instrumentos,
con una cámara de televisión, sensores
de temperatura y presión ambientales y
otros para medir la presión sanguínea y
las frecuencias cardíaca y respiratoria
del animal. Así, desde la Tierra pudieron
controlar las reacciones de la perra du-
rante el viaje.
Aunque en aquel momento, por razones
políticas, se dijo que Laika había sobrevi-
vido una semana, años más tarde se supo
que murió pocas horas después de llegar
al espacio. En todo caso, no estaba previs-
ta su regreso con vida, porque el cohete
no disponía de cápsula de retorno, lo que
fue motivo de debate por el sacrificio de
un animal para experimentación.
El Sputnik II volvió a la Tierra el 14 de
abril de 1958, después de haber completa-
do 2.570 órbitas alrededor del planeta.
> ACTIVIDADES
■ Las páginas web de
agencias espaciales
como la norteamericana
NASA, ESA (Agencia Espa-
cial Europea) o el INTA (Ins-
tituto Nacional de Técnica
Aeroespacial) contienen
secciones en las que pro-
ponen actividades, expe-
riencias y recursos para
adentrarse en el mundo de
la cosmonáutica:
http://education.nasa.gov/
home/index.html
http://
esamultimedia.esa.int/
docs/issedukit/es/html/
resources.html
http://www.inta.es/
descubreAprende/
Index.htm
XOSÉ CASTRO
Traje espacial de la perra «Laika», en una exposición en la Casa de las Ciencias de A Coruña en el 2002
VIVIR EN AUSENCIA DE GRAVEDAD encamados o con osteoporosis.
El viaje de Laika sirvió para demostrar Más allá de la atmósfera también nues- La web de la NASA plantea
que un organismo puede vivir en ausencia tro cerebro debe realizar algunos ajustes interesantes actividades
de gravedad, y abrió el camino para abor- relacionados con la orientación espacial.
dar otros vuelos espaciales tripulados en Los esquemas que maneja el cerebro so- ■ Entre las actividades que
los que se han ido realizando numerosas bre la verticalidad (qué está arriba y qué presentan, el INTA, por
investigaciones sobre cómo reaccionan abajo), procedentes del sentido del equi- ejemplo, propone buscar
los seres vivos en esas particulares con- librio, no funcionan aquí, y debe construir respuesta a preguntas
diciones extraterrestres, en especial los modelos nuevos a partir de la experiencia. como: ¿qué sucedería si no
humanos. Los estudios realizados a este respecto existiese la atmósfera?,
Uno de los efectos más conocidos de la parece que podrían ayudar a comprender ¿por qué son necesarios
ingravidez en los cosmonautas es la pér- los mecanismos básicos del aprendizaje los trajes espaciales?, ¿qué
dida de masa muscular y ósea. Los huesos, en los humanos. puede llegar a ver un saté-
como tejidos vivos, son sensibles a las pre- Otras investigaciones sobre las conse- lite?
siones externas, modificando su forma y cuencias de la vida en el espacio indican
densidad en función de la actividad física. que el sistema inmunológico sufre un ■ La ESA también facilita
En el espacio, al no haber gravedad que deterioro, reduciendo su capacidad de un enlace para conocer la
contrarrestar, se reducen los movimientos reacción frente a un agente patógeno. La posición de la estación es-
y la fuerza necesaria para desplazarse o causa parece estar, especialmente, en la pacial internacional:
realizar cualquier actividad; músculos y menor cantidad de linfocitos T, uno de
huesos, en consecuencia, se atrofian. Este los tipos de células encargadas de nuestra http://
hecho ha sido objeto de investigación para defensa. esamultimedia.esa.int/
extraer información y emplearla en tierra docs/issedukit/es/html/
en personas que sufren estos problemas, Susana Pérez t0106t1.html
como enfermos que pasan mucho tiempo susana@casaciencias.org

Monos, arañas y rosas en el espacio

La experimentación sobre la vida en el espacio ha tenido
muchos protagonistas diferentes y curiosos, algunos tam-
bién con nombre propio. Los monos «Able» y «Baker», por
ejemplo, fueron los primeros seres vivos recuperados con vida
tras una misión en 1959. «Arabella» era una araña con la que,
en 1973, se quiso probar si las de su especie tejían telas como
en la Tierra; y lo hizo.
También se han realizado experiencias sobre el crecimiento de
las plantas en ingravidez; se ha observado que los vegetales
crecen en un principio en todas direcciones, pero al cabo de
un tiempo parece que las diferentes partes siguen estímulos
concretos, como las hojas la luz o las raíces el agua.
Y en el espacio hasta las flores huelen diferente. Una misión
realizada en 1998 llevó a bordo un planta de rosas pequeñas
que desarrolló un aroma nuevo, distinto al terrestre; una famo-
sa marca de cosméticos comercializa un perfume que incluye
entre sus ingredientes esta fragancia espacial.
«LAIKA» Y COMPAÑÍA
Con menos de 6 kilos de peso y 35 centímetros de altura, «Lai-
ka» resultó óptima como candidata para viajar en el reducido
espacio del «Sputnik». La perrita había sido recogida de las
calles de Moscú, y junto a ella dos canes más, de nombre «Al-
bina» y «Mushka», realizaron el apresurado adiestramiento en
tierra necesario para llevar a cabo el histórico vuelo.
«Albina», que era la primera suplente de «Laika», realizó prue-
bas de lanzamiento en un cohete para comprobar su resisten-
cia a la altitud. Con «Mushka» se ensayó el funcionamiento
del instrumental y el equipo de mantenimiento vital.
Los tres perros fueron además entrenados para adaptarse a vi-
vir en las condiciones de la cápsula espacial, con sus ruidos, Los chimpancés fueron una de las especies elegidas para
vibraciones, aceleraciones y, sobre todo, el reducido espacio. las primeras misiones espaciales