Создано: André Rademacher

Bertha Dudde - Espanol Revelaciones

No es razonable creer que Dios sólo haya hablado con Moisés, los profetas y los apóstoles y nunca, ni antes ni después, con otros hijos suyos. Jesús mismo prometió: «Quién tiene mis mandamientos y los guarda es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él». Y después: «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que Yo como Jesús durante mis días en la Tierra os he dicho» (Jn 14, 21-26). Tampoco es razonable creer que la Biblia encierre en forma integral todas las revelaciones. Él mismo Jesús dijo: «Todavía tengo muchas cosas que deciros, pero aún no las podéis entender. Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, él os guiará a toda verdad, porque no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oyere, y os dirá las cosas que han de venir» (Juan 16, 13). En todas las épocas ha habido personas que han sido la voz del Espíritu divino. Se sabe que la revelación divina ya se manifestaba a través de la voz interior, antes de Moisés, a los «Hijos del Alto», como por ejemplo a Uniese, y que también, después de los apóstoles, a aquellos que la buscaban con anhelo. El conocimiento de la voz interior es un hilo luminoso a lo largo de la cristiandad. Padres de la Iglesia como Jerónimo y Agustín ya confirmaron su importancia para el hombre, al igual que los místicos de la Edad Media como Bernardo de Clairvaux, Tauler, Suso y Tomas Kempis. También muchos “santos” de la Iglesia católica, después Jakob Böhme y más tarde el visionario nórdico Emanuel Swedenborg y el alemán Jakob Lorber, recibieron revelaciones por medio de la voz interior. Bertha Dudde (1891-1965) fue una de estas agraciadas personas. A lo largo de su vida recibió 9.030 comunicaciones a través de la voz interior, cuyo proceso incluimos en el apartado SOBRE BERTHA DUDDE, comunicaciones en cuya difusión nos esforzaremos en la medida de nuestras fuerzas, pues consideramos que son una de las manifestaciones de la Palabra divina. Los editores