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Reflexiones sobre el Cuarto y Quinto

Mandamiento de la ley de Dios


3
HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

Dios, cuando dio sus mandamientos a Moisés quiso


poner un mandamiento especial que hablara del amor
que debe de haber entre hijos y padres.
Dios quiso que, después de Él, honrásemos a
nuestros padres . Es Dios mismo quien ha dispuesto
que esas dos personas fueran tus padres.

Francisco Martínez A.

Abril 2007
Cuarto mandamiento
HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

"Les doy este mandamiento nuevo: que se amen unos a


otros como yo los he amado" (Juan 13,34) "pues el que
ama al prójimo ha cumplido la Ley. Con el amor, no se hace
ningún mal al prójimo. Por esto en el amor cabe toda la Ley"
(Romanos 13,8-10)
A partir de este Mandamiento, la Ley de Dios se refiere al
amor al prójimo, es el nuevo mandamiento al que Jesús se
refiere en el Evangelio.
El Cuarto Mandamiento lleva consigo una promesa: "Para
que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra"
(Efesios 6, 1-3)
Dios quiso que después de Él, honráramos a nuestros
padres. Este mandamiento se dirige expresamente a los
hijos en sus relaciones con sus padres, así como también a
las relaciones de parentesco con los miembros del grupo
familiar. Exige que se dé honor, afecto y reconocimiento a
los abuelos y antepasados.
Finalmente se extiende a los deberes de
los alumnos respecto a los maestros, de
los empleados respecto a los patronos, de
los subordinados respecto a sus jefes, de
los ciudadanos respecto a su patria, a los
que la administran o la gobiernan.
Este mandamiento implica y sobreentiende
los deberes de los padres, tutores,
maestros, jefes, magistrados, gobernantes,
de todos los que ejercen una autoridad
sobre otros o sobre una comunidad de
personas.
Obligaciones

Al observar este mandamiento obtenemos no sólo


frutos espirituales sino también frutos temporales
de paz y de prosperidad. Y al contrario,
desobedecerlo, produce grandes daños para las
comunidades y las personas.

El cuarto mandamiento se refiere primero al


matrimonio y la familia, el cual fue instituido por
Dios al crear al hombre y a la mujer, busca el bien
de los esposos y el reconocimiento de la igual
dignidad de todos sus miembros. En la familia, la
cual es la esencia de la vida social, es en donde se
aprende a honrar a Dios y a respetar a las personas.
El cuarto mandamiento conlleva a:
Iluminar nuestras relaciones en la sociedad,
conforme a la dignidad de todas las personas
deseosas de justicia y fraternidad.
Recordar a los hijos sus deberes para con los
padres: respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda.
Tiene que ver con el respeto filial para las relaciones
entre hermanos y hermanas.
Se refiere al agradecimiento con aquellos de quienes
se recibieron el don de la fe, la gracia del Bautismo y
la vida en la Iglesia: padres, abuelos, pastores,
catequistas, maestros, amigos y otros miembros de
la familia
Recuerda a los padres el deber de atender en la
medida de lo posible, las necesidades materiales y
espirituales de los hijos y respetar y favorecer la
vocación de cada uno, mirándolos siempre como
hijos de Dios, respetándolos como personas
humanas con deberes y derechos.
Nos ordena también honrar a todos los que para
nuestro bien, han recibido de Dios una autoridad en
la sociedad y ordena a quien ejerce una autoridad
que lo haga como un servicio, manifestando una
justa jerarquía de valores que faciliten el ejercicio de
la libertad y de la responsabilidad de cada uno,
respetando los derechos fundamentales de la
persona humana.
Todos los actos contrarios a las actitudes
mencionadas, son pecados contra el cuarto
mandamiento.
Síntesis
¿QUÉ SIGNIFICA HONRAR
A TU PADRE Y A TU MADRE?
Significa que les debes respetar, dar afecto, cariño,
amor y reconocimiento.
Dios creó la familia. Un hombre y una mujer que se
aman y se casan forman un hogar. Aunque cada
miembro de la familia tiene diferentes
responsabilidades ( el padre trabaja, la madre
trabaja o cuida a los niños, los hijos estudian o
ayudan a sus padres ), todos tienen la MISMA
DIGNIDAD, es decir son personas iguales. Nunca un
padre deberá sentirse más que la madre o la madre
más que los hijos. Cada miembro de la familia es por
igual hijo de Dios. Cada uno tiene derechos y
obligaciones.
Debes agradecerles también, que mediante su amor,
su cuidado y su trabajo, ellos te han ayudado a
¨crecer¨ :
1) En tu cuerpo: ellos han trabajado duro para
proveerte de alimento, ropa, medicinas, desde que
viniste al mundo.
2) En tu mente: ellos han hecho un gran es fuerzo
para enseñarte las cosas, para que tuvieras
oportunidad de ir a la escuela.
3) En tu alma: son tus padres los primeros que te
hablaron de Dios, te dieron la fe, te enseñaron a orar,
te enseñaron lo que está bien y lo que está mal.
¡ Tienes tanto que agradecerles !
¿ Alguna vez se los has dicho ?
La Biblia dice :

“Guarda hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la


lección de tu madre... en tus pasos ellos serán tu guía”
(Proverbios 6,20-21)

Mientras el hijo vive en casa de sus padres, debe obedecer


todo lo que estos dispongan para su bien o el de la familia.
La obediencia a los padres debe ser considerada como la
obediencia a Dios.

La Biblia dice :
“Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es
grato a Dios en el Señor”.
(Colosenses 3,29; Efesios 6,1)
Cuando los hijos se hacen mayores, deben seguir
respetando a sus padres, deben tratar de darles
gusto en sus deseos, aceptar sus consejos cuando
los corrijan con razón.

La obediencia a los padres termina cuando el hijo


mayor se casa o se independiza, pero el respeto , y
el estar abierto a sus consejos, permanece siempre.

Aquí hay algo importante: los hijos deben obedecer


a sus padres en todo lo que no sea una ofensa a
Dios. Si alguna vez un padre o madre mandara a su
hijo hacer algo que el hijo sabe que es una cosa
mala, no tiene obligación de obedecerlo.
LOS HIJOS DEBEN ATENDER LAS
NECESIDADES DE SUS PADRES.

Los hijos mayores de edad tienen la responsabilidad de


prestarles ayuda material (ayudarles en cuestión de
dinero) y moral (apoyarlos, visitarlos, cuidarlos) en los
años de vejez, durante sus enfermedades y en momentos
de soledad o tristeza.

La Biblia dice :

“Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le


causes tristeza. Aunque haya perdido la cabeza, se
indulgente, no lo desprecies...” (Si 3, 12-13)
LOS DEBERES DE LOS PADRES
Es muy importante que si eres Padre, reflexiones la
siguiente idea :
¡EL FIN DE LOS HIJOS ES ALCANZAR LA VIDA ETERNA !

Si, Dios ha dado a los padres un niño, un alma nueva, pura.


En las manos de los padres está el moldearlo para bien o
para mal.

Los padres tienen obligación de :

a) Dar alimento, vestido , cobijo y atención médica, en la


medida que su situación lo permita.
b) Mandar a sus hijos a la escuela, para hacer de ellos
hombres útiles y trabajadores.
c) Formarlos en la RELIGIÓN CATÓLICA y si es de otra
nominación hacerlo en forma igual.
Bautizarlos, hablarles desde pequeños de Dios que es su Padre
bueno que los ama y a quien deben obedecer, enseñarlos a orar,
procurar que si es posible vayan a aprender el catecismo en la
Iglesia, enseñarlos a ir a misa, leerles el evangelio ...

Lo más importante para un padre no debe ser las cosas que


puede dar a su hijo, sino la FORMACIÓN que le de para que él
logre lo único importante en su vida: llegar a ser bueno y
salvarse para vivir toda la eternidad con Dios en el cielo.

Los padres deben crear un hogar donde se viva el amor, la


ternura, la amabilidad, el perdón, el respeto, la fidelidad, la
honradez, la verdad y el servicio desinteresado. La mejor forma
de enseñarles esto es con el EJEMPLO . Recuerda que un hijo
asimila mucho más lo que ve que lo que se le dice.
Los padres deben de mirar a sus hijos como a ¨HIJOS DE
DIOS¨ y respetarlos como a personas humanas. Los padres
aunque se enojen, deben siempre dominarse a sí mismos,
nunca maltratar ni humillar a los hijos.

Los padres deben reconocer cuando se equivoquen y pedir


disculpas. Padres e hijos deben siempre perdonarse unos a
otros.

Los padres, más que tratar toda la vida de controlar a sus


hijos, deberán enseñarles cuando crezcan a HACER BUEN
USO DE SU LIBERTAD , o sea que ellos solos, sabiendo lo
que está bien y lo que no, es decir por el libre albitrio,
decidan sus acciones.
Hay que educarlos bien, y después soltarlos.
Los padres deben enseñar a sus hijos a cuidarse
de los peligros y de las cosas malas que hay en
el mundo ( alcohol, droga, perdición...).

Los padres podrán dar su consejo pero nunca


presionar a sus hijos cuando escojan una
profesión o cuando escojan aquel con quien
quieren casarse. Deberán aceptar con alegría y
respetar a sus hijos si alguno escoge la vocación
de seguir a Cristo como sacerdote o monja o
como ministro.
Quinto Mandamiento de la ley de Dios

Todos los días leemos con tristeza en los


periódicos como se matan unos a otros.
¿ Quiénes somos nosotros para disponer de las
vidas de los otros?

En este documento platicaremos todo lo que


nos enseña la Iglesia sobre el quinto
mandamiento de la Ley de Dios que dice :
NO MATARÁS.
Testimonio bíblico sobre el valor de la vida.
La razón última que justifica el quinto mandamiento es la
defensa del valor inconmensurable de la vida humana.

Jesús afirmará, como tesis fundamental de la revelación, que


el Dios cristiano «no es el Dios de muertos, sino de vivos»
(Mc. 12,27).

A partir de este dato inicial, la Revelación destaca en todo


momento ese valor trascendente de la vida humana. Por eso,
ante la muerte violenta de Abel, Dios lanza al asesino Caín
esta dolorosa pregunta: «Qué has hecho?».

«La voz de la sangre de tu hermano clama hacia mí desde la


tierra. Ahora, maldito seas, márchate de esta tierra que ha
abierto su boca para recibir la sangre que has derramado de
tu hermano». (Gn. 4,10-11).
Esa significación valiosa de la vida y de la condena de la
muerte violenta quedan consignadas gráficamente en el dato
de que en el Paraíso solo se hace mención de dos árboles:
uno es el «árbol de la vida» (Gn. 2,9), el otro es el: árbol del
«bien y del mal», del cual el hombre no debe comer, pues si
come de él morirá (Gn. 2,17).

Pero, según la Revelación, Dios no ha creado al hombre para


la muerte, sino para la vida (Sap. 2,22-23); de ahí que se alegre
con la vida y «no se recrea en la destrucción de los vivientes,
pues todo lo creó para que subsistiera» (Sap. 1,11). Dios
asegura: «no me complazco en la muerte de nadie» (Ez.
18,32). Al contrario, el ideal divino es que el hombre goce de
una larga vida. Por eso, se elogia la longevidad de Abraham,
que murió “lleno de años” (Gn 25,8) y Dios premia a los
buenos con una vida larga (Dt 4,40; Ecl 11,8-11).
En consecuencia, quien desee vivir debe acudir a Yavéh, el
cual «es la fuente de la vida» (Prov. 14,27).
Pero es en el Nuevo Testamento en donde sobresale
aun más la valoración de la vida. Jesús es «el Verbo
de la vida» (1 In 1,1); Él posee la vida desde la
eternidad Jn 1,4); dispone de la vida (Jn. 5,26) y vino,
precisamente, para dar una vida abundante
(Jn. 10,10). El mismo es “la vida” (Jn 14,6), Él puede
comunicar una vida que «salta hasta la vida eterna»
(Jn. 4,14). Y el Señor Jesús hace esta solemne
promesa: «El que crea en mi no morir para siempre»
(Jn. 11,25). En resumen, el tema de la vida es un
recurso habitual del Nuevo Testamento. De ahí la
abundancia de milagros en la vida histórica de Jesús
dando la salud a muchos enfermos y aun
devolviéndola a algunos muertos.
A la vista de estos datos, se entiende que el quinto
precepto del Decálogo se enuncie con este grave y
tajante imperativo: «No matarás» (Ex. 20,13). Y Dios
amenaza que quien mata a un hombre, será llamado
asesino, y por ello merecerá la muerte: «Pediré cuentas
de vuestra sangre y de vuestras vidas... si uno derrama
sangre de hombre, otro hombre derramara su sangre;
porque a imagen de Dios fue hecho el hombre»
(Gn. 9,5-6). De acuerdo con estas enseñanzas bíblicas, el
Magisterio de la Iglesia enseña que toda vida humana es
digna y sagrada:
“La vida humana es sagrada, porque desde su
inicio es fruto de la acción de Dios y permanece
siempre en una especial relación con el
Creador, su único fin. Solo Dios es Señor de la
vida desde el comienzo basta su término;
nadie, en ninguna circunstancia, puede
atribuirse el derecho de matar de modo directo
a un ser humano inocente” (1).

(1) CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE


LA FE, Instrucción «Donum vitae", intr. 5.
Según el pensar cristiano, en el origen y en el ser mismo de
la vida humana se rastrea y se encuentra siempre a Dios. En
consecuencia, la luz que brota de este postulado muestra la
grandiosidad de la doctrina moral cristiana sobre el valor de
la vida. Por el contrario, otras corrientes de pensamiento
laicas y más aún las laicistas -sobre todo si son negadoras
de Dios-, parten no del valor de la vida humana en si misma,
si no de la vida adjetivada como productiva, útil, placentera...
Por eso, aunque aparentemente defiendan la vida, sin
embargo solo protegen la “vida sana” y “útil” y en su
perspectiva la vida débil queda indefensa. En rigor, pese a
sus protestas, son meros «biologistas», pero no
humanistas.

Tomado de Encuentra.com
NO MATARÁS

- La vida humana es SAGRADA, porque desde su


comienzo, es Dios quien la crea.
- Solo Dios es Señor y DUEÑO de la vida, desde
que empieza hasta que termina ; nadie, en
ninguna circunstancia, tiene derecho a matar a
una persona.

- Hay que ver la vida como un regalo de Dios y


saber que solo Él y nadie más decide cuando
empieza y cuando termina
PECADOS CONTRA EL QUINTO MANDAMIENTO :
1. EL HOMICIDIO VOLUNTARIO
- Hacer un homicidio voluntario, significa matar a una
persona, queriendo. Esto es pecado mortal y gravísimo
porque recuerda que el único dueño de la vida del hombre
es Dios.

- No solo es culpable el que mata sino también los que lo


planean, cooperan o le ayudan.

- El matar a esposo/a , hijo, hermano, padre o madre, son


crímenes especialmente graves porque estas personas son
nuestra familia.
El quinto mandamiento también prohíbe :

a) Hacer algo con la intención de provocar


indirectamente la muerte de una persona. Por
ejemplo, los traficantes (de droga, armas ,
órganos), que con lo que venden provocan
la muerte de sus hermanos los hombres, cometen
indirectamente un homicidio.

b) Exponer a alguien a algo que tenga riesgo


mortal. Por ejemplo, una persona que maneja
borracho pone en peligro la vida de los que le
acompañan y de los de afuera.

c) El negarle la ayuda a una persona que está en


peligro. Por ejemplo, si una persona pasa
de largo y no ayuda a los que tuvieron un
accidente.
3. EL ABORTO :
- La vida humana debe ser respetada y protegida de
manera absoluta, desde el momento de la concepción.
El bebé empieza a existir y tiene vida desde el mismo
momento en que se unen las células del hombre y de la
mujer.

- El aborto es el PEOR DE LOS CRÍMENES: es matar al


propio hijo, inocente y que no se puede defender. Es
algo abominable.

- El derecho que tiene un nuevo hombre a vivir, no


depende de lo que opinen , o de lo que les convenga a
sus padres, al doctor o al gobierno, depende
únicamente de Dios que lo ha creado.
- Ningún país o estado tiene derecho a legalizar el aborto.

- Aún cuando se trate de una violación, no puede matarse al niño


inocente. Tenerlo y darlo en adopción puede ser una opción.

- Cuando a través del análisis del feto se vea que hay una
malformación o enfermedad, se podrá hacer todo lo médicamente
posible por curarlo o mejorar sus condiciones, pero nunca
sentenciar a muerte o abortar al bebé porque viene mal.

- El que coopera para que una mujer haga un aborto, comete también
pecado mortal . La Iglesia castiga este horrible pecado contra la vida
humana con la pena de EXCOMUNIÓN, es decir que a la persona le
queda prohibido comulgar.

- Cometen pecado grave los doctores que se dedican a hacer


experimentos con embriones (bebes recién concebidos), según ellos
para que la ciencia avance, porque están jugando con vidas
humanas.
4. LA EUTANASIA :
- La Eutanasia significa poner fin a la vida de
una persona porque está disminuida, enferma o
moribunda.

- Algunas personas creen que es correcto matar


con medicamentos (o de otra forma) a una
persona porque está sufriendo mucho, porque
tiene muchos dolores, porque no tiene remedio
y no tarda en morirse

Esto, aunque se haga de buena fe, es un


homicidio porque recuerda que solo Dios decide
cuando y como una persona deja de existir.
5. EL SUICIDIO :

- Aunque una persona se sienta desdichada, que


no vale, que no sirve, que no quiere vivir, no puede
quitarse la vida, porque su vida no es suya sino de
Dios. Quien lo hace comete pecado mortal.

- A veces si una persona tiene problemas psicoló-


gicos graves (que está loco), angustia, miedo...
esto puede hacer que no sea tan responsable de lo
que hizo.
- No se debe desesperar de la salvación eterna de
aquellas personas que se han dado muerte, pues
Dios puede haberles facilitado, por caminos que
solo Él conoce, la ocasión de arrepentirse.
RESPETAR LA DIGNIDAD DE LA PERSONA

- El quinto mandamiento también nos enseña que debemos RESPETAR


EL ALMA, LA SALUD ,EL CUERPO y LA FAMA de los otros.

1. EL RESPETO DEL ALMA :

- El ESCÁNDALO, es hacer algo que lleve a otra persona a hacer el mal, a


que peque y ensucie su alma. Por ejemplo: si una persona induce a otro a
que robe algo, aunque no sea él el que robe, peca de escándalo.

2. EL RESPETO A LA SALUD :

- Dios manda que cuides la salud física de ti mismo y de otros. Debes


evitar toda clase de excesos: el abuso de la comida, el alcohol, el tabaco y
de las medicinas.

- El uso y tráfico de drogas es pecado mortal.

- Quienes por estar borrachos o por manejar demasiado rápido, ponen en


peligro la seguridad de si mismos y de los demás, se hacen gravemente
culpables.
3. EL RESPETO AL CUERPO :

- Son pecados muy graves : el secuestro, el tomar


rehenes, el terrorismo, la tortura , la prostitución.

- Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con


respeto y enterrarlos o incinerarlos.

4. EL RESPETO DE LA FAMA :

- Cuando uno habla mal de otra persona, està


matando la buena fama de esa persona ante los
demás. Piénsalo bien antes de criticar.
LA CÓLERA Y EL ODIO

- El quinto mandamiento también no enseña que no debemos


odiar, enojarnos o tener deseos de venganza con nuestros
hermanos.

-Jesús dijo: Habéis oído que se dijo a los ante-pasados: No


matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo
os digo: Todo aquel que se enoje con su hermano, será reo
ante el tribunal. ¨ (Mt. 5 21-22).

- Daré gracias a Dios por regalarme LA VIDA y RESPETARÉ


siempre la vida, el alma, la salud, el cuerpo y la fama de los
demás.

-Textos tomados del Catecismo de la Iglesia Católica

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