Algunos Problemas a

los que se enfrenta la

educación.
 EL PAPEL DE LOS PADRES DE FAMILIA
EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

La participación de los padres en la educación

de los niños y niñas es de vital importancia.
Es fundamental que los padres de familia se
interesen de manera genuina y auténtica en
la formación de sus hijos. Y en forma
coordinada con los encargados de impartir el
conocimiento en los planteles educativos,
unan voluntades y esfuerzos para obtener
mejores resultados.
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EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

Al parecer las relaciones entre los padres

de familia y los maestros se han
deteriorado de un tiempo a la fecha.

En esta época pareciera que los maestros y

los padres de familia estuvieran
enfrentados y que no tuvieran un fin en
común educar a los niños.
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EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

Anteriormente, un número mayor de padres de familia presionaban con

mayor insistencia a sus hijos a estudiar en la casa, se preocupaban por
que cumplieran con sus compromisos escolares e inculcaban respeto por
la figura del maestro y por la de sus condiscípulos.

Ahora parece que sucede lo contrario. Se preocupan más por la forma que el
maestro cumple con su función que ver a sus hijos realizar la tarea, se
molestan por las cuotas que solicitan los maestros sin darse cuenta que
todo ese dinero se utiliza en beneficio de sus hijos; en esto claro hay sus
excepciones muy lamentables, pero no se puede juzgar a todo el
magisterio por unas cuantas manzanas podridas.
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EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS
Se requiere de manera urgente que los papás retomen su
verdadero papel: preocuparse por sus propios hijos en su
casa.

Educarlos en el amor a la verdad y al trabajo, en la

responsabilidad, en la disciplina, en el esfuerzo, en el
respeto por sus condiscípulos y maestros y no devaluar la
imagen de los educadores frente a sus hijos.

Es necesario que padres y maestros luchen unidos por el bien

de los niños y en consecuencia, de cada familia que es
parte importante de este hermoso país al que pertenecemos.
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EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

El mundo del futuro será de los pueblos mejor

educados y aún estamos a tiempo de ser
parte de ese futuro desempeñando un papel
estelar, recuérdese que nuestro pueblo
siempre ha tenido vocación de grandeza. No
se llega a ningún lado jalando la cuerda
hacia ambos lados, es necesario que jalemos
todos con el mismo rumbo y de forma
coordinada. Padres, maestros y alumnos.
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EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

Necesitamos delimitar las responsabilidades de

la educación. Los maestros son
responsables en las aulas, en la escuela y
los padres son responsables en la casa.

En mi opinión, la responsabilidad mayor es la

de los padres, pues son el contacto primario
de sus hijos con el proceso educativo.
Además, los niños pasan más tiempo en
casa que en la escuela.
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EDUCACIÓN DE SUS HIJOS
Los padres deben preocuparse más de como gastan el tiempo
sus hijos en casa viendo televisión o jugando videojuegos,
que de como trata de educarlos el maestro.

Las responsabilidad del maestro entre otras, es permanecer

constantemente actualizado para brindar una educación de
calidad, esforzarse permanentemente porque los
estudiantes aprendan, tratarlos con respeto y fomentar en
ellos los valores democráticos y los derechos humanos.

Ofrecerles una educación que fomente el libre pensamiento, el

respeto por las personas y las instituciones, el gusto por la
lectura y el amor por México y todo lo que representa.

También tiene la responsabilidad de ser congruente con lo que

enseña y su forma de comportarse, a fin de dar un muy
buen ejemplo, actitud en la que muchos educadores
estamos empeñados.
 EL PAPEL DE LOS PADRES DE FAMILIA
EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS
Es necesario que cada quien asuma con responsabilidad lo que a
cada quien le corresponde solo así podremos aspirar a salir
adelante. Los padres, como padres responsables y
comprometidos, los maestros con entusiasmo y con amor por
lo que hacemos, los alumnos con disciplina y perseverancia en
el estudio.

Juntos, uniendo esfuerzos lograremos el mejor futuro de nuestro

futuro: Los niños de México. Lo cual, sin lugar a dudas, nos
llevará a ocupar el lugar que nos pertenece en el concierto de
las naciones, el de un México prospero, solidario, incluyente,
justo y democrático.