público La experiencia de las personas sin hogar Por: Soc. Violeta Rodríguez Objetivo del ensayo:
Abordar el concepto de espacio público en
razón de la problemática de las personas sin hogar. Dilucidar –a partir de la problemática- cuáles
son los usos “legítimos” e “ilegítimos” del
espacio público. Aquel que se caracteriza como persona sin domicilio no tiene prácticamente existencia en el espacio social. Las ubicaciones en el espacio material (donde vives, calle o colonia) define también las prácticas y las relaciones entre los actores sociales. Las personas sin hogar viven así una situación de invisibilidad social y jurídica.
En la primera parte del ensayo se conceptualiza el espacio a
partir de la teoría de Lefebvre y Pierre Bourdieu.
Como “espacio de las diferencias” subsume el orden jerárquico
de la sociedad. Más allá de los encuentros e interacciones se encuentran las disputas, los distanciamientos y los desencuentros que en él se producen.
Las distancias sociales no desaparecen en lo espacio público
“abierto”. En términos concretos, sus usos se restringen en el “orden” de lo público-estatal. La movilidad forzada es un componente básico de las personas sin hogar. Las personas sin hogar aparecen ante el
imaginario urbano como los “indeseables”,
llevando consigo una marca social que se deriva de su condición. Samira Kawash, el cuerpo homeless representa
algo que se quiere esconder o que la sociedad
hace invisible. La problemática de las personas sin hogar tiene
estrecha relación con la reflexión sobre la
dicotomía público/privado y con las prácticas socio-espaciales que estos dos sentidos conllevan. Personas en situación de calle El sentido de “lo privado”, en los espacios que conforman la casa, se formula en relación a las prácticas que en cada lugar se ejercen. Sin embargo, si analizamos las prácticas privadas en el contexto de las personas sin hogar, la situación cambia drásticamente.
El ámbito de lo privado se encuentra así relacionado
con tres elementos que ya se han señalado, es decir, lo oculto, lo cerrado y lo clausurado. En la actualidad, el encierro y la clausura, son maximizados en los espacios habitacionales cerrados y en construcciones arquitectónicas que asemejan verdaderas fortalezas. Campamento. Plaza la Aguilita. La Merced Centro Histórico En el caso de la ciudad de México se tiene contabilizado que en sus calles duermen a diario tres mil 282 personas, siendo las delegaciones Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, las que asientan a más de la mitad de personas en situación de calle. La problemática de las personas en situación de calle trae a colación elementos que cuestionan -en términos conceptuales y concretos- la definición de espacio público. Podemos señalar, que la visión normativa del carácter de lo público en el espacio considera usos legítimos y no legítimos. En este sentido, las prácticas espaciales de las personas sin hogar quedan fuera de lo que se configura como “lo posible” en el espacio. La movilidad forzada de las personas sin hogar no se vincula exclusivamente a sus prácticas socio-espaciales, sino que también se relaciona con la representación de lo que debe contener un lugar público.