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POBRES Y RICOS

en la carta de Santiago
Por Alberto Valdivia Cier
1. NO DEBEMOS DE
DISCRIMINAR A LOS POBRES
NO DEBE DE HABER
DIFERENCIAS
«Supongamos que ustedes están
reunidos, y llega un rico con
anillos de oro y ropa lujosa, y lo
atienden bien y le dicen:
«Siéntate aquí, en un buen
lugar», y al mismo tiempo llega
un pobre vestido con ropa vieja,
y a éste le dicen: «Tú quédate
allá de pie, o siéntate en el
suelo»; entonces están haciendo
discriminaciones y juzgando con
mala intención»
(Santiago 2:2-4)
 La gente no vale por lo que tiene o por su
apariencia. Todos los seres humanos poseen
la «imagen de Dios en su ser» y por lo tanto
son de infinito valor
 Los cristianos deben de practicar la total
igualdad, tal como Jesús lo hizo; dejar de
practicar este principio es traicionar el
evangelio
 Los pobres deben de ser «nuestros invitados
de honor», no solo merecen un trato
igualitario sino preferencial
ELLOS SON DE
GRAN VALOR
«Queridos hermanos
míos, oigan esto: Dios
ha escogido a los que
en este mundo son
pobres, para que sean
ricos en fe y para que
reciban como herencia
el reino que él ha
prometido a los que lo
aman» (Santiago 2:5)
 Los pobres son escogidos por Dios, Él se
manifiesta en ellos y a través de ellos; son
instrumentos de Dios para probar nuestro
amor y solidaridad
 Los pobres son ricos en fe, tienen mayor
facilidad para creer, confiar y refugiarse en
Dios; son libres de la esclavitud de lo
material, disfrutan con más facilidad de la
vida, y de las cosas sencillas que Dios nos ha
regalado para ser felices.
 Los pobres son herederos del reino,
recibirán en la eternidad, si se mantienen en
la fe, la gloria y las «riquezas» celestiales.
 No menospreciemos a los pobres, ELLOS
SON DE GRAN VALOR
DISCRIMINAR ES
PECADO
«Pero si hacen
discriminaciones entre
una persona y otra,
cometen pecado y son
culpables ante la ley de
Dios» (Santiago 2:9)
 La discriminación es pecado, pues
contradice la ley del amor. El que
discrimina se siente superior a la otra
persona, muestra orgullo y desprecio
contra su semejante. Esta es una conducta
que va en contra de Dios.
 Dios juzgará este pecado, no lo pasará
por alto. Debemos de evaluarnos siempre,
pues muchas veces este pecado se
presenta muy sutilmente en nuestros
corazones, sin que nosotros nos demos
cuenta
HAY QUE SER COMPASIVOS
«Pues los que no han tenido compasión de otros,
sin compasión serán también juzgados, pero los
que han tenido compasión saldrán victoriosos en
la hora del juicio»
(Santiago 2:13)
 Compasión significa «ponerte al lado del
otro y sentir su dolor», es no solo hacer
algo por alguien, sino hacerlo con amor,
identificándose con su problema.
 El dolor del pobre debe de conmovernos,
debe de impulsarnos a amarlos.
 Si no tenemos compasión por el débil, no
tendremos derecho de pedir compasión
para nosotros
II. DEBEMOS DE AYUDAR
A LOS POBRES
NO SOLO HAY QUE
DARLES PALABRAS,
«Supongamos que a un
hermano o a una
hermana les falta la ropa
y la comida necesarias
para el día; si uno de
ustedes les dice: «Que les
vaya bien; abríguense y
coman todo lo que
quieran», pero no les da
lo que su cuerpo
necesita, ¿de qué les
sirve?» (Santiago 2:15-16)
 La ayuda que debemos de dar a los pobres, y
a los más vulnerables de la sociedad debe de
ser una ayuda concreta, no basta solo con
palabras, oraciones o regalos que solo sirve
para un momento, pero que no colabora a
largo plazo con su desarrollo humano.
 Colaborar con su educación, con su
formación como persona, generará mayor
transformación en sus vidas
 No solo hay que darles pescado (algo que
muchas veces es necesario hacer), sino que
también debemos de darles la caña o la red
para que ellos pesquen por su propia cuenta.
LA FE TIENE QUE TENER OBRAS PARA SER
VERDADERA
«Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se
demuestra con hechos, es una cosa muerta…No
seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene
no va acompañada de hechos, es una fe inútil»
(Santiago 2:17-20)
 No basta con tener fe en Dios, es necesario que
esa fe se manifieste en obras concretas para que
evidencie que es genuina.
 A parte de las obras morales y espirituales que
debemos de mostrar, también las obras de amor y
misericordia hacia los demás son las que deben
de florecer en nuestras vidas para que podamos
genuinamente ser llamados cristianos.
 ¿Cómo alguien puede llamarse cristiano si nunca
hace bien a nadie? ¿Qué clase de fe puede ser esa,
que no genera compasión, misericordia,
solidaridad, entrega, sacrificio hacia los demás?
¿Cómo podemos decir que somos seguidores de
Jesús, sino hacemos lo que Él hizo por los demás?
III. DEBEMOS DE SENSIBILIZAR
A LOS RICOS
LAS RIQUEZAS SON
EFÍMERAS
¡Oigan esto, ustedes los
ricos! ¡Lloren y griten por las
desgracias que van a sufrir!
Sus riquezas están podridas;
sus ropas, comidas por la
polilla. Su oro y su plata se
han enmohecido, y ese moho
será una prueba contra
ustedes y los destruirá como
fuego. Han amontonado
riquezas en estos días, que
son los últimos
(Santiago 5:1-3)
 Tenemos la tarea de persuadir a aquellos que
tienen recursos económicos a que no dependan
de esas riquezas, que aprendan a compartirla con
los que menos tienen, no solo por el deber de ser
solidarios, sino para que sus propios corazones
no caigan en la avaricia y el amor al dinero
 Los ricos no son los millonarios, o los
extremadamente pudientes, el ser de clase media
ya te hace rico en comparación con aquellos que
nada tienen. Todos los que tenemos más de lo
indispensable ya somos «ricos», por lo tanto
debemos de escuchar también esta exhortación.
 Hay que enseñar a la gente a no acumular cosas,
a desprenderse de todo aquello que no usa, a
vivir sencillamente y a practicar la generosidad y
desprendimiento.
NO HAY QUE
ENRIQUECERNOS A
BASE DE LA
INJUSTICIA
«El pago que no les dieron
a los hombres que
trabajaron en su cosecha,
está clamando contra
ustedes; y el Señor
todopoderoso ha oído la
reclamación de esos
trabajadores…Ustedes
han condenado y matado a
los inocentes sin que ellos
opusieran resistencia»
(Santiago 5:4,6)
 Tenemos que valientemente denunciar la
injusticias de muchos, que se enriquecen
explotando a sus trabajadores, generando
ganancias excesivas a costa de sueldos miserables
y abuso laboral. ESO ES PECADO Y HAY QUE
DECLARARLO ASÍ DE CLARO.
 Los creyentes deben de ser educados a ser
generosos con todos aquellos que trabajan para
ellos. Nuestro cristianismo se evidenciará también
en el trato laboral que damos a nuestro
subalternos.
 Debemos de tratar a nuestros trabajadores bajo
el principio de la justicia divina, incluso debemos
hacer más de lo que las leyes humanas establecen,
pues muchas veces estas son injustas, hechas para
favorecer al jefe antes que al trabajador.
DIOS JUZGARÁ
AL RICO
«Aquí en la tierra se
han dado ustedes una
vida de lujo y placeres,
engordando como
ganado, ¡y ya llega el
día de la matanza!»
(Santiago 5:5-6)
 Es nuestro deber advertir que toda injusticia que los
hombres hagan en la tierra en contra de los más
necesitados y vulnerables, será juzgado por Dios.
NINGÚN ABUSO QUEDARÁ SIN SER JUZGADO
 El pueblo de Dios necesita asumir su tarea profética,
y advertir a los abusadores del peligro en que se
encuentran. Nadie puede burlarse de los principios
divinos
 Siempre hay oportunidad para el arrepentimiento, y
en eso consiste nuestra anuncio. Nuestro mensaje no
es de condenación sino de arrepentimiento y perdón
 CUIDÉMONOS NOSOTROS, LOS QUE NOS
LLAMAMOS CRISTIANOS, DE CAER EN ESTOS
TERRIBLES PECADOS.
 QUE EL AMOR HACÍA NUESTROS HERMANOS,
LOS MÁS DÉBILES DE LA TIERRA, SE PONGA
SIEMPRE EN EVIDENCIA EN NUESTRA
CONDUCTA DIARIA.

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