(Schawdin, 1903) Clasificación Taxonómica: Dominio: Eucaria Reino: Protista Enfermedad que causa: • Entamoeba histolytica es el agente etiológico de la amebiosis o entamoebosis. Esta parasitosis puede ser intestinal o extraintestinal. • Según su patogenicidad , al parásito se le llama E. histolytica cuando es patógeno y Entamoeba dispar, cuando no lo es. Características morfológicas: • Esta especie durante su ciclo de vida presenta los siguientes estadios: trofozoito; prequiste; quiste; metaquiste o trofozoito metaquístico. Trofozoito: * • El trofozoito tiene dimensiones variables que fluctúa entre 10 y 60 micras, esta ameba presenta dos tamaños diferentes: raza grande (mayores de 10 micras) y raza pequeña (menor de 10 micras). • La locomoción del trofozoito activo es bastante visible en heces diarreicas con moco y sangre. * • El trofozoito se mueve utilizando pseudópodos, estos son proyecciones largas y anchas del ectoplasma. En esta fase se observa clara diferenciación entre el ectoplasma (el cual es claro, transparente y hialino) y el endoplasma que es granuloso (que tiene aspecto de vidrio molido). • El movimiento de los trofozoítos se debe a que en su ectoplasma se encuentran proteínas contráctiles como actina y miosina. * • En el endoplasma podemos encontrar diversas inclusiones, como: núcleo, vacuolas alimenticias (con restos celulares), vacuolas con eritrocitos parcialmente digeridos (toman un color verdoso), bacterias; ademas de orgánulos como Golgi; Retículo endoplasmático, etc., pero carece de mitocondrias. * • El núcleo es redondo, vesiculoso, de 5 a 7 micras de diámetro, con un endosoma o cariosoma central pequeño y cromatina periférica regularmente distribuida en la membrana nuclear. * * * * * • El trofozoito se multiplica o divide por fisión binaria, en el intestino grueso. • El trofozoito muestra preferencia por variedades del almidón, como el arroz. Quistes: • Los quistes son esféricos u ovoides, miden entre 5 a 20 micras de diámetro, presentan dos tipos de inclusiones en su citoplasma: 1) Masa de glucógeno de borde borrosos. 2) Barras cromatoidales muy refringentes, con forma de bastones gruesos, con extremos romos o redondeados. * • Cuando las condiciones del medio en el que vive el trofozoito son desfavorables para su vida, elimina todo el material que no ha digerido, su citoplasma se compacta, se redondea y el ectoplasma secreta la pared quietica, de esta manera se forma un estadio llamado prequiste. • En este momento el prequiste es uninucleado, este tiene mitosis y se convierte en un prequiste binucleado. * • Los prequiste pueden ser uninucleados o binucleados, presentan inclusiones como barras cromatoidales y vacuola de glucógeno con bordes difusos. Cada núcleo posee un edosoma central y pequeño y cromatina distribuida regularmente en la membrana nuclear. * • El prequiste binucleado presenta mitosis y se convierte en un quiste tetranucleado que es la etapa infectiva • Los quistes son muy susceptibles a la desecación, putrefacción y temperaturas superiores a 40º. C e inferiores a 5º.C. * * * * * * Ciclo de vida: * * • El trofozoito vive y se reproduce en el intestino delgado a 37º C. y a un pH de 7. Cuando las condiciones se tornan desfavorables el trofozoito se redondea y sintetiza N acetilglucosamina y entra a la fase de prequiste, este al inicio es mononucleado, luego es binucleado y después tetra nucleado. El quiste resiste la desecación y temperaturas menores a 37º C. * * Los quistes tetra nucleados contaminan alimentos y bebidas. Los quistes entran por vía bucal y avanzan por el tubo digestivo hasta llegar al estómago. En este sitio, el pH del jugo gástrico y las enzimas hidrolíticas destruyen la pared del quiste del parásito sin afectar su citoplasma, de manera que al pasar al duodeno se libera en la fase de trofozoíto con cuatro núcleos. *• Inmediatamente se divide cada núcleo para dar lugar a un trofozoíto con ocho núcleos (metaquiste). Este estado del parásito es tan inestable que cada núcleo se separa y origina ocho pequeños trofozoítos uninucleados que se denominan trofozoitos metaquísticos. • El trofozoito se reproduce asexualmente pos fisión binaria y migra al intestino grueso que posee un pH de 8 a 9 y está deshidratado. * En ese punto comienza la transformación de trofozoíto en quiste. Los quistes abandonan el organismo humano junto con las heces en fase de quiste tetranucleado. Pueden expulsarse también en la forma de quistes binucleados o uninucleados si el tránsito intestinal de la persona infectada es relativamente rápido. * • La transmisión ocurre por: a. Contacto directo b. Fomites c. Participación de transmisores biológicos en el arrastre de quistes (moscas y cucarachas). Nota: Los monos y los perros son huéspedes reservorios. * • Cuando el ambiente existente en la luz del intestino es líquido, por ejemplo cuando un individuo tiene diarrea, la fase del parásito que prevalece es la de trofozoíto. Los quistes vuelven a contaminar los alimentos cuando la persona infectada los manipula sin lavarse las manos adecuadamente después de defecar. * • Es importante mencionar que los trofozoitos no colonizan el intestino delgado, sino que son arrastrados hacia el ciego en donde completan su desarrollo. • Para que los trofozoitos se establezcan en el intestino grueso deben conjuntarse los siguientes factores: * • A) Número de trofozoitos • B) Tránsito intestinal lento • C) Bacterias entéricas apropiadas • D) Dieta rica en azúcares. Mecanismos patogénicos: 1. Lisosomas y lectinas de superficie: Se observa que al establecer contacto con las células del huésped, las amebas producen lisosomas que aparecen en su superficie, y es probable que viertan su secreción y afecten a las células del huésped. * 2. Secreción de colagenasa: • Las amebas patógenas liberan colagenasa, la cual actúa en sustratos que contienen colágena, una sustancia que se encuentra en la matriz extracelular de los tejidos. * 3. Síntesis de proteína formadora de canales iónicos: • Algunas cepas de amebas contienen en su superficie proteínas que al unirse a las células del huésped se intercalan en la bicapa fosfolipídica membranal de ésta, con lo que se forman canales y se altera el flujo iónico transmembranal; como consecuencia, muere la célula huésped. El canal también se conoce como ameba-poro. * 4. Producción de N- acetilglucosaminidasa: • La enzima N-acetilglucosaminidasa provoca la rotura de uniones de origen glucoproteico entre las células epiteliales de mucosas. Las amebas la secretan al estar en contacto con la mucosa intestinal. * 5. Factores inhibidores de la quimiotaxis: • Si se considera que los monocitos se acercan a regiones en las que hay un proceso inflamatorio, por ejemplo un tejido infectado, las amebas secretan sustancias que inhiben su acercamiento en virtud de las señales de sustancias químicas que los atraen (quimiotaxis); de este modo, los parásitos evitan que las defensas del huésped (reacción inmunitaria) eliminen al protozoario. * 6. Síntesis de citotoxinas intracelulares. • En las cepas más patógenas hay hemolisinas con actividad cito tóxica y además, enzimas proteolíticas (proteinasas) implicadas en la disolución de la matriz extracelular que fija las células. Los polimorfo nucleares son destruidos y los productos de la lisis aumentan el daño a los tejidos. * 7. Sialidasas: • Es posible que la sialidasa sea una enzima que propicia que el trofozoíto se adhiera a la mayor parte de las células que tienen en su superficie ácido siálico para después invadir el resto del tejido o bien ocasionar lisis a la célula. * 8. Proteofosfoglucanos: • Los proteofosfoglucanos están presentes en cepas patógenas, cuya participación en la patogenia todavía es incierta. * • 9. Si se considera que ninguna célula es eterna se asumirá que cuando los trofozoítos mueren, como sucede con cualquier célula de la naturaleza, el contenido citoplásmico de los protozoarios se vierte al tejido intercelular del huésped. Se ha demostrado que algunas de estas sustancias actúan como proteinasas, las cuales afectan los tejidos del huésped. Cuadro Clínico de la Amibiasis Intestinal * • Esta ameba es única entre las amebas parásitas del hombre por su poder invasor de los tejidos, de ahí su nombre de “histolytica”. La lesión típica consiste en una úlcera primaria que se desarrolla con mayor frecuencia en el ciego, apéndice ozonas contiguas al colon ascendente; aunque también se presenta en el asa sigmoidea y el en recto. * • Puede haber uno o varios lugares de penetración . Las úlceras forman un ligero relieve y presentan un centro puntiforme por le cual salen amebas, moco sanguinolento y células necróticas ( colitis ulcerativa). * • En este momento los síntomas que presenta el paciente son: diarrea, dolor abdominal y tenesmo. * • Cuando la úlcera envejece, las amebas que hay en ella pueden penetrar en las capas musculares del intestino y perforar el peritoneo, la úlcera se hace más grande y hay infiltración de leucocitos neutrofilos. • Se pueden producir lesiones secundarias en otras partes del intestino a medida que pasa en tiempo, como una colitis no disentérica crónica. * • Como secuela de la úlcera amebiana en ocasiones se puede desarrollar una masa tumoral (ameboma) en el intestino grueso (granuloma amebiano). La tumoración es nodular y relativamente firme, con una cubierta de tejido fibroso debajo de la mucosa edematosa, con una zona intermedia de granulación con eosinófilos, linfocitos y fibroblastos y uno o más abscesos internos que contienen tejido necrótico con trofozoitos. * Entonces podemos decir quqe este parásito ocasiona las siguientes enfermedades: a) Colitis ulcerativa b) Colitis no disentérica crónica c) Disentería o megacolon tóxico d) Ameboma o granuloma amebiano e) Colitis fulminante con perforación f) Apendicitis g) Rectocolitis aguda * • En la colitis ulcerativa los sitios que con más frecuencia se infectan en el intestino grueso son: ciego, sigmoide y recto; quizá porque son regiones en las que hay menos tránsito intestinal. Los trofozoitos causan necrosis al epitelio intestinal, penetran la mucosa y se dirigen a la submucosa, punto en el cuál se extienden y provocan una úlcera. Por lo general la lesión que ocasionan tiene forma de cuello de botella. * * * • Alrededor del sitio de penetración se produce un foco inflamatorio que conduce a edema redondeado con centro necrótico, lo que le da una apariencia de lesión de botón de camisa (úlceras nodulares). Las úlceras miden entre 0.1 a 0.5 centímetros de diámetro. El centro necrótico suele estar lleno de tejido mucoide y algunas veces hay sangre. * * • Es común que el ciego y el colon ascendente muestren úlceras irregulares, más que nodulares, que miden 1 a 5 cm de longitud, son serpiginosas y su cubierta es de fibrina; se observa engrosamiento de la pared de la mucosa. * * * • La colitis no disentérica crónica puede manifestarse con años de diarrea sanguinolenta intermitente y es imposible diferenciarla de la colitis ulcerosa. Los síntomas son inespecíficos, puede haber nauseas, vómitos, malestar general, dolor abdominal difuso o solo diarreas, al inicio pastosas y poco frecuentes (unas cuatro veces al día) luego líquidas y constantes. * • El megacolon tóxico ocurre por uso inadecuado de corticoides cuando se confunde la colitis amebiana con enfermedad inflamatoria intestinal. * * * * • La disentería fulminante es rara y casi siempre se diagnostica en personas de edad avanzada y en desnutridos o individuos que viven en zonas donde hay escasa o nula amebiasis. En estos casos se advierte destrucción intensa de la pared intestinal. Con mucha frecuencia hay perforaciones múltiples en zonas muy extensas que se desarrollan hasta peritonitis. * • El ameboma casi nuca se identifica, el organismo reacciona de manera exagerada contra la ameba y forma un tejido de granulación que da lugar a zonas de estreches como un pequeño tumor. Es una forma segmentaria de colitis amebiana crónica, es más común en ciego y colon ascendente . * • Se presenta como una masa abdominal sensible que puede confundirse con carcinoma de colon, la mucosa se observa delgada y ulcerada y las siguientes capas de la pared intestinal están engrosadas, edematosas y hemorrágicas. El peritoneo está comprometido. * * * • En la apendicitis amebiana se reconocen úlceras nodulares con inflamación supurativa aguda, ulceración y necrosis del tejido infectado con reacción inflamatoria de grado y consecuencias variables. * * • La rectocolitis aguda tiene un cuadro de comienzo agudo con diarrea disentérica, deposiciones sanguinolentas y con mucosidades, de alta frecuencia ( 7 a 10 veces por día). Acompañado de dolor en hemiabdomen inferior o fosa iliaca izquierda, con tenesmo cuando hay compromiso rectal, pede acompañarse de fiebre (33%), compromiso del estado general y pérdida de peso. * Amebiasis extra intestinal: * • La amebiasis extra intestinal siempre es secundaria a la colonización previa del intestino. Un elevado porcentaje de las infecciones extra intestinales se asientan en el hígado, la mayoría en el lóbulo derecho del órgano. * • Después de la amebiasis hepática, sigue en orden la amebiasis pulmonar o pleuropulmonar, del encéfalo y piel. Entre las localizaciones raras se cuentan los órganos sexuales; bazo; riñones; uréteres; vejiga urinaria; pericardio y pólipo nasal. Amebiasis hepática: • Con frecuencia las colonias de E. histolytica que llegan al hígado digieren las paredes de las venas mesentéricas en las cuales penetran y son arrastradas hasta los vasos portahepáticos produciendo trombos compuestos por leucocitos y filamentos de fibrina; las amebas detenidas en la oclusión causan necrosis lítica de la pared de los vasos e invaden el interior de otros vasos. * • En la etapa inicial hay reacción inflamatoria, pero una vez que las colonias aumentan de tamaño y se produce necrosis del tejido hepático tiene lugar una considerable infiltración leucocitaria. Esta es la hepatitis amebiana, si las lesiones aumentan de tamaño se transforman en un absceso hepático amebiano. * • El absceso al principio es blanquecino y sólido y mide unos cuantos centímetros; pero pronto aumenta de tamaño y presenta un contenido amarillento gelatinoso y posteriormente una cavidad llena de líquido café y restos celulares. * * • La presentación clínica inicia con un cuadro brusco de dolor en la parte superior del abdomen, acentuado y persistente, se irradia a la región escapular o al hombro derecho, hepatomegalia y fiebre. Aumentando con la tos, con la respiración profunda o cuando el paciente está acostado sobre el lado derecho. Cuando el absceso se localiza en el lóbulo izquierdo, el dolor se percibe sobre todo en el epigastrio. La fiebre varía entre 38 a 40°C y con frecuencia tiene un patrón en agujas. * • En la exploración física se encuentra un paciente pálido, con hepatomegalia dolorosa. La digito presión intercostal y la puño percusión del área hepática son dolorosas. Es frecuente encontrar disminuido el murmullo vesicular en la base pulmonar derecha, debido a reacción pleuropulmonar por contigüidad sobre todo cuando el absceso se encuentra en la parte alta del lóbulo derecho. La movilidad del hemidiafragma derecho está restringida. Amibiasis pulmonar: • Como mencionamos. Después de la amibiasis hepática sigue en frecuencia la pleuropulmonar, generalmente por una prolongación del absceso hepático (aunque también puede ser en ausencia de éste); a través de vasos linfáticos o por la vena cava inferior sin colonización del hígado o bien por una fístula broncohepática. * • El paciente presenta un cuadro parecido a hemoptisis, con fiebre, tos inicialmente seca, posteriormente hemoptoica, disnea de esfuerzo y dolor intenso en hemotórax derecho como consecuencia de la inflamación de la pleura diafragmática. * • Si el absceso se abre hacia un bronquio se elimina su contenido con la tos, de típico color rojizo o pardo grisáceo. * • Es poco frecuente, pero no raro, el absceso amibiano del encéfalo hematógeno en su origen, pero en general es concomitante a la amibiasis hepática o pulmonar. * * • La amibiasis cutánea se inicia con úlceras en la región perianal y perineal, manifiesta por la elevación edematosa de la piel en la zona afectada con induración de los márgenes irregulares de la úlcera creciente, epidermis gangrenosa y base necrótica en la cual se encuentran las amebas. Se produce por extensión perianal de la colitis amibiana aguda. * • Por lo general la amibiasis cutánea se presenta en homosexuales y pacientes con disentería amebiana. Sus lesiones son muy dolorosas. * Diagnóstico de laboratorio: • En * casos de amebiasis en lactantes y pacientes incontinentes se recomienda el empleo de cucharilla rectal, instrumento en forma de vara de vidrio de unos 30 cm de largo y 0.5 cm de diámetro cuyo extremo es aplanado. El dispositivo se introduce en el recto unos 5 cm y se gira varias veces; se deposita el contenido colectado dentro en un tubo de vidrio, que contiene solución salina isotónica, o bien la muestra se observa directo en fresco entre portaobjetos y cubreobjetos bajo el microscopio a 40×. El movimiento de los trofozoítos confirma el diagnóstico. A esta prueba se la conoce como “ameba en fresco”. * • La amebiasis intestinal se diagnostica con exámenes coproparasitoscópicos: estudio directo en fresco si la muestra es líquida, con revisión de moco y sangre. Si la muestra es pastosa se solicita una técnica CPS de concentración. * • En casos de sospecha de amebiasis extra intestinal, por ejemplo a nivel hepático, se lleva a cabo una prueba serológica en la que se detectan anticuerpos mediante pruebas inmunológicas, como ELISA, inmunofluorescencia indirecta o hemaglutinación indirecta. El daño en tejidos se evalúa mediante radiografías o ultrasonido. Epidemiología: * • Entamoeba histolytica se encuentra en todos los países del mundo, sobre todo en países de clima cálido, templado y húmedo; asi como en condiciones socioeconómicas deficientes en donde las condiciones de sanidad ambiental y la alimentación son inadecuadas. * • En la República Mexicana la frecuencia es de aproximadamente el 27% (Tay y cols.) la cifra de absceso hepático amebiano a nivel nacional es de 20000 casos anuales. • En los niños se observa en un 1.9 de lactantes, en el 10% de los preescolares y en el 14.5% de escolares. La amebiasis es la causa de muerte entre 4.9 y 12 % de la población del país; 4.2% en niños. Tratamiento: * • 1. Para portadores asintomáticos se recomienda como primera elección yodoquinol, y si éste no está disponible, diloxanida o nitazoxanida. • 2. En casos de colitis amebiana aguda (disentería amebiana) se administra metronidazol además de dehidroemetina; otra alternativa es dehidroemetina junto con yodoquinol y nitazoxanida. * • 3. Para amebomas se prescribe dehidroemetina y, en su defecto, metronidazol, nitazoxanida o yodoquinol. • 4. En abscesos hepáticos puede suministrarse metronidazol para pequeños o únicos. Este fármaco, además de la dehidroemetina, se emplea en abscesos múltiples. En casos graves también está indicado por vía intravenosa. • 5.* En la amebiasis cutánea se prescribe metronidazol con la adición de dehidroemetina, no está confirmado el resultado con nitazoxanida. Se recomienda repetir la observación en heces un mes después. Si el parásito reaparece, entonces se sugiere administrar yodoquinol. En casos de disentería desaparecen las úlceras intestinales. La intervención quirúrgica se indica si hay complicaciones graves: apendicitis amebiana, amebomas, colitis amebiana fulminante, absceso hepático y complicaciones pleuropulmonares, pericarditis y amebiasis cerebral. Prevención: * • Debe considerarse el comportamiento humano que interrumpa el ciclo de transmisión. Si el parásito entra por vía bucal, debe evitarse que las amebas se encuentren en alimentos y bebidas, y el contacto con materia fecal (descontaminar los alimentos con cloro). Hay que hervir el agua para la preparación de bebidas y lavar de manera adecuada los utensilios para comer (cubiertos, vasos, platos, etc.). • No * debe defecarse al ras del suelo ni arrojar papel higiénico usado dentro de botes; después de defecar el papel higiénico usado se debe ir junto con el agua de la taza del baño, o de lo contrario las moscas pueden trasladar los quistes de amebas a los alimentos. Las manos se limpian antes de comer y después de ir al baño. No deben manipularse los alimentos sin lavarse antes las manos y hay que evitar las prácticas sexuales de tipo bucal anal. • La defecación debe realizarse al menos en letrinas. *