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capitulo X

MECANICA DE FALLAMIENTO
10.1. Introducción
10.2. Dirección del desplazamiento
10.3. Esfuerzo y fallamiento
10.4. Factores modificantes
10.5. Aplicaciones de la teoría
10.6. El fallamiento y el elipsoide de esfuerzos
10.1. Introducción

En el capitulo 6 se considero la relación entre ruptura


y esfuerzo y deformación. Se mostro que las fracturas
son de dos tipos generales: fracturas de tensión y
fracturas de cizalla. A lo largo de las fracturas de
tensión las paredes se separan. A los largo de las
fracturas de cizalla, el desplazamiento es paralelo a
las paredes y no hay movimiento perpendicular a la
fractura. Las fracturas de tensión no son fallas, por lo
menos en el momento en que se forman.
Es posible que hayan movimientos posteriores paralelo a las
paredes. Las fracturas de tensión se pueden convertir en
fallas. Además el desplazamiento a lo largo de las fracturas
de cizalla pueden ser posteriores a los esfuerzos que
produjeron la fractura original.
La mayor parte del capitulo tratara de aquellas fallas que
fueron originalmente fracturas de cizalla. Además, se supone
que los desplazamientos son causados por los mismos
esfuerzos que produjeron la ruptura inicial. No obstante,
debe entenderse claramente que el desplazamiento puede
ser el resultado de esfuerzos diferentes de los que causaron
la ruptura original.
10.2. Dirección del desplazamiento
La figura 144 ilustra la naturaleza del desplazamiento que
sigue a la ruptura. En este caso, se aplica una fuerza
compresiva verticalmente y se retiene el bloque por el frente
y por la parte posterior, dejándolo libre de moverse a la
izquierda o a la derecha.
En la figura 144 A se muestra la orientación del elipsoide de
esfuerzos, el eje de esfuerzos principal máximo (P) es vertical,
el eje de esfuerzo intermedio (Q)es perpendicular al plano
de proyección, y el eje de esfuerzo principal mínimo (R) es
horizontal en el plano de proyección.
Figura 144
Como se muestra en la figura 144 B, se puede formar
dos juegos de fracturas de cizalla, (FF’ y F’’ F’’’)
formando ángulos de 50º aproximadamente con el
eje de esfuerzo principal máximo.
Si se continua aplicando la fuerza después que se ha
formado una fractura completa, se producirá una
falla, como en la figura 144 C y 144 D. La dirección
del desplazamiento será paralela al trazo (m) del eje
de esfuerzo principal máximo sobre la fractura de
cizalla.
Una afirmación mas simple, es decir que la dirección
del desplazamiento yace en el plano de ruptura y es
perpendicular al eje de esfuerzo principal intermedio.
A lo largo de la fractura FF’, el bloque de la derecha
ha descendido (figura 144 C), mientras que en la
fractura F’’F’’’, ha descendido el bloque de la
izquierda.
Figura 144
10.3. Esfuerzo y fallamiento

El objetivo de este análisis es determinar la posición


de las fallas y la dirección del desplazamiento a lo
largo de ellas cuando las rocas son sometidas a
esfuerzos. Investigaremos primero aquellos casos en
que uno de los ejes de esfuerzo principal es
horizontal. Finalmente, se dará alguna consideración
a aquellos factores que dificultan la aplicación de
este análisis al estudio de las fallas.
CASO EN LOS CUALES UNO DE LOS EJES DE ESFUERZO
PRINCIPAL ES VERTICAL
El elipsoide de esfuerzos puede tener cualquier orientación
en la corteza de la tierra. El caso mas simple, que se analiza
primero, es aquel en el cual uno de los ejes de esfuerzo
principal es vertical; obviamente los otros dos ejes de
esfuerzo principal serán horizontales y formaran un ángulo
de 90º entre si. Debemos considerar primero el estado
normal, que aunque idealizado ofrece un patrón de
referencia conveniente. Es la condición en la cual la presión
litostatica es uniforme sobre todos los lados de cualquier
bloque imaginario de la corteza. Esta presión uniforme
aumenta regularmente con la profundidad e, idealmente,
es igual al peso de la columna de roca suprayacente.
Imaginemos primero una situación, a alguna profundidad en
la tierra, por la cual el efecto neto de todas las fuerzas es
producir una presión adicional paralela a una línea
horizontal E – W, y una presión algo menor paralela a una
línea horizontal N – S.
El elipsoide de esfuerzo esta ahora orientado (figura 145 A)
con el eje de esfuerzo principal mínimo (R) vertical, el eje de
esfuerzo principal intermedio (Q) horizontal N-S, y el eje de
esfuerzo principal máximo (P) horizontal E – W.
Cuando el esfuerzo principal máximo P aumenta
de tal manera que la diferencia de esfuerzos P – R,
excede un valor critico, las rocas se romperán si
son suficientemente frágiles.
Figura 145
Estas fracturas son paralelas a Q, y forman un ángulo de 30º
con P (figura 145 B). Esto significa en terminología geológica,
que las fracturas tendrán rumbo N – S; un juego se inclinara
30º al E, y el otro juego 30º al O. Además como muestra la
fig. 145 B, seria fallas de empuje; en ambos juegos, el techo
subirá en relación con el piso. Imaginemos ahora una
situación similar, comenzando con el estado normal, se
aplica presión adicional paralela a una línea horizontal E - O
(fig. 145 C). Sin embargo, supongamos esta vez que hay una
disminución de presión hasta algún valor menor que el
estado normal en una dirección horizontal N – S. se supone
que la presión vertical permanece constante.
El eje de esfuerzo principal máximo (P) es horizontal al E
– O, el eje de esfuerzo principal intermedio (Q) es
vertical, y el eje de esfuerzo principal mínimo (R) es
horizontal N – S. Cuando la diferencia de esfuerzos P-R,
excede un valor critico, la roca se rompe ENE, y el otro
de rumbo ONO (fig. 145 D). Si se producen fallas, el
juego ENE será de fallas de desplazamiento de rumbo
derechas; y el juego ONO será de fallas del mismo tipo,
pero izquierdas.
Figura 145
Imaginemos ahora una situación donde, comenzando con el
estado normal, el efecto neto de todas las fuerzas es
producir una disminución de presión paralela a la dirección
horizontal E – O, y también una disminución menor de la
presión paralela a la dirección horizontal N – S. se supone
que la presión vertical permanece constante. El eje del
esfuerzo principal máximo (P) es ahora vertical, el eje de
esfuerzo principal intermedio (Q) es horizontal N – S, y el eje
de esfuerzo principal mínimo (R) es horizontal E – O, (fig. 145
F). Si ocurren desplazamientos, las fracturas se convertirán en
fallas gravitacionales, y los techos descenderán con relación
a los pisos.
CASOS EN LOS CUALES EL EJE DE ESFUERZO
PRINCIPAL INTERMEDIO ES HORIZONTAL
El análisis de la sección precedente explica las fallas de
empuje que se inclinan alrededor de 30º, las fallas
gravitacionales que se inclinan alrededor de 60º, y las fallas
verticales de desplazamiento de rumbo que, bajo las
condiciones mas simples, forman un ángulo de 60º con los
ejes de los pliegues.
Un análisis mas completo del problema muestra que ninguno
de los ejes de esfuerzo necesita ser vertical. Hafner ha
mostrado que las fallas pueden tener una variedad infinita
de inclinaciones, dependiendo de los esfuerzos implicados.
Como antes, es necesario ciertas suposiciones para
simplificar el problema.
Una es que las rocas son isotrópicas. Además, el análisis se
hace en dos dimensiones. En las ilustraciones de las figuras
146-149, esto significa que se supone que el eje de esfuerzo
intermedio es horizontal, es decir perpendicular al plano de
papel.
En el caso que se ilustra en la figura 146, sobre el estado
normal se sobreimpone una presión horizontal. Se supone
que esta tiene el mismo valor en todas las profundidades. La
presión en ambos extremos del bloque debe ser la misma; de
otro modo el bloque se movería.
El diagrama superior muestra la distribución de los esfuerzos.
Las líneas horizontales representan las trayectorias, esto es los
caminos de los ejes de esfuerzo principal máximo. Son
siempre horizontales y paralelos al plano del papel. Las líneas
cortadas son las trayectorias de los ejes principal mínimo, son
siempre verticales. Los ejes de esfuerzo principal intermedio
son siempre perpendiculares al plano del papel. Si la presión
adicional sobreimpuesta se hace lo suficientemente grande,
las rocas se romperán. Como se muestra en el diagrama
inferior de la figura 146.
En términos geológicos los techos ascienden en relación con
los pisos, en consecuencia las fallas son de empuje.
En otro caso que ilustra la figura 147, sobre el estado normal
se sobreimpone una presión horizontal adicional. Suponiendo
que esta presión aumenta hacia abajo. Se supone también
que la efectividad de la presión sobreimpuesta decrece en
intensidad de izquierda a derecha. Las presiones adicionales
que se muestran en el diagrama y que son necesarias para
preservar el equilibrio, no es indispensable tomarlas en
consideración aquí. Las líneas negras del diagrama superior
muestran la orientación de las trayectorias de los ejes de
esfuerzo principal máximo. Las líneas cortadas son las
trayectorias de los ejes de esfuerzo principal mínimo. Los ejes
de esfuerzo principal intermedio son siempre paralelos al
plano del papel.
Si la presión suplementaria se hace lo suficientemente
grande, las fracturas resultantes estarán orientadas como se
muestras en la parte inferior de la figura 147. Como los
buzamientos de los ejes de esfuerzo principal máximo difieren
de lugar en lugar, las inclinaciones de las fallas también
diferirán. Todas las fallas son de empuje. El extremo derecho
del bloque no se fractura, porque la presión suplementaria
fue aplicada en el extremo izquierdo del bloque y se supone
que su efectividad decrece en intensidad hacia la derecha.
En la figura 148, la presión horizontal sobreimpuesta decrece
en dirección horizontal de izquierda a derecha. En esta caso,
la trayectoria de los ejes de esfuerzo principal máximo buza a
la derecha. Como antes las fracturas formaran ángulos de
30º con los ejes de esfuerzo máximos. Habrá un juego de
fallas de empuje de gran ángulo y otro de pequeño ángulo.
Progresando hacia abajo las fallas de empuje de pequeño
ángulo se convertirán en horizontales, y en la parte inferior se
transformaran en gravitacionales de pequeño ángulo. La
parte derecha del bloque no se fractura.
En la figura 149 se supone que el sistema de presión
suplementario consta de dos partes. Un aes la presión
vertical variable representada en el diagrama superior por
flechas verticales debajo del bloque. Las flechas horizontales
en la base del bloque indican un esfuerzo de cizalla variable.
Para dar al diagrama un significado Hafner supone que el
bloque tiene 16 km de espesor. En el diagrama superior se
muestran con líneas llenas las trayectorias de los ejes de
esfuerzo principal máximo. Estas trayectorias buzan hacia el
centro del diagrama con ángulos progresivamente mayores
hacia el centro. Por lo contrario, las trayectorias de los ejes
de esfuerzo mínimo forman un gigantesco arco.
Las fallas resultantes se muestran en el diagrama inferior. En
la parte central y superior del diagrama son fallas
gravitacionales de gran ángulo. Hacia los márgenes, un
juego de fallas gravitacionales se inclinan con ángulos mas
bajos. El segundo juego se hace progresivamente mas
inclinado, pasando por la vertical y, mas cerca de los
márgenes, las fallas se convierten en fallas de empuje de
gran ángulo. La erosión puede exponer varios niveles.
Este análisis bidimesional de fallas muestra que ambas, fallas
de empuje como gravitacionales, pueden tener
inclinaciones que van de 0º a 90º. Encontramos así una base
teórica para las observaciones de campo.
Figura 149
CASO GENERAL

En el análisis de las paginas 176 a 179 se ha supuesto que uno


de los ejes de esfuerzo principal es VERTICAL. En el análisis de
las paginas 179 a 183 se ha supuesto que el eje de esfuerzo
principal intermedio es HORIZONTAL. Bajo cualquier de estas
suposiciones, el desplazamiento neto de las fallas de empuje
y gravitacionales buzara directamente hacia arriba o hacia
debajo de la falla. El desplazamiento neto de las fallas de
desplazamiento de rumbo será horizontal. En ninguno de
estos análisis aparecen las fallas de desplazamiento
diagonal. Estas fallas se formarían, sin embargo, si ninguno de
los ejes de esfuerzo principal fuera vertical u horizontal.
10.4. Factores modificantes
Introducción

En las secciones precedentes ha sido necesario hacer un


cierto numero de suposiciones para simplificar el tratamiento.
En consecuencia, los diseños que muestran las fallas en el
terreno serán mas complejos y variables que los que se ven
en los diagramas. A continuación, se describen algunos de
los otros factores que hacen el problema mas complejo.
FUERZA APLICADA

En las figuras precedentes, las fuerzas a lo largo de los


márgenes de los bloques tienen una simetría y regularidad
que es muy improbable dentro de la corteza terrestre de la
tierra. Por lo tanto, la distribución de los esfuerzos dentro de
los bloques seria mas compleja.
INHOMOGENEIDAD
Se ha señalado anteriormente que la corteza de la tierra
carece de homogeneidad. Esto tendría un efecto
importante sobre la distribución de los esfuerzos, aun si las
fuerzas aplicadas variaran de alguna manera uniforme y
sistemática. Además la falta de homogeneidad influyen en
la orientación de las fracturas de cizalla. Por ejemplo, si en
algún lugar las fracturas teóricas de cizalla son horizontales,
pero la estratificación se inclina 10º o 20º, las fracturas reales
seguirán, probablemente la estratificación. Los planos de
foliación, diaclasas y fallas mas antiguas gravitan sobre la
orientación de nuevas fracturas.
EFECTOS DE LA RUPTURA
Una vez que las rocas se han roto, la distribución del esfuerzo
puede ser profundamente modificada. En un bloque grande,
unas pocas fracturas pequeñas no serian significativas, pero,
obviamente, unas pocas rupturas grandes ejercerían una
gran influencia sobre el comportamiento de las rocas. Si,
debido a las fracturas, grandes bloques se aíslan
completamente entre si, la distribución del esfuerzo podría
diferir considerablemente de los que fue su origen.
PLASTICIDAD
En el análisis precedente se supuso, tácitamente, que las
rocas eran relativamente frágiles, con poca o ninguna
deformación plástica precediendo a la ruptura. A
profundidades de 8 a 16 km, muchas rocas son
relativamente plásticas. Si fueran suficientemente plásticas
podrían no ceder nunca por ruptura durante el periodo de
deformación; continuaran fluyendo indefinidamente. No
obstante debe destacarse que la ruptura puede ser
precedida por una considerable deformación plástica.
FRACTURAS DE TENSION
Como se indica al principio de este capitulo, se ha supuesto
que todas las fallas son inicialmente rupturas de cizalla. Es
evidente, sin embargo, que las fracturas de tensión también
pueden convertirse en fallas. Debido a que la grietas están
abiertas deben ser fracturas de tensión. Sin embargo, los
bloques en lados opuestos de las grietas de tensión se han
movido relativamente entre si, hacia arriba o hacia abajo,
hasta mas de 30 cm en algunos casos. Esto se debe a que
las capas verticales aisladas de material no consolidado
eran muy inestables y se hundieron.
DEFORMACION POSTERIOR
Como se ha indicado anteriormente, la posición del plano
de falla puede ser modificada por deformación posterior.
Una falla vertical podría cortar sedimentos horizontales; si los
sedimentos se pliegan posteriormente y adquieren una
posición vertical, la falla será horizontal.
Bajo una condición de esfuerzo se puede formar una
fractura de cizalla, con formación de falla o sin ella.
Subsecuentemente, bajo condiciones de esfuerzo muy
diferentes, puede producirse desplazamiento. Por ejemplo
una falla de rumbo, donde ha habido poco desplazamiento,
posteriormente podría ser utilizada para grandes
movimientos verticales.
CONCLUCIONES
De la discusión precedente resulta claro que no se pueden
establecer reglas simples para determinar la naturaleza y la
magnitud de las fueras implicadas en la formación de una
falla. Se debe conocer la historia geológica de la región.
Puede ser necesario extender el estudio a áreas
relativamente grandes. Además varias hipótesis alternativas
pueden explicar los hechos observado. No obstante,
cualquier conclusión debe estar basada no solo en
observaciones de campo, sino también en principios
mecánicos tales como los esbozados arriba.
10.5. Aplicaciones de la teoría
La aplicación de los principios teóricos enunciados arriba se
hará mas evidente en los capítulos siguientes.
La orientación del elipsoide de esfuerzos en una región se
puede determinar si se dispone de suficientes datos. Por
supuesto, la orientación puede variar a través del tiempo
geológico; en consecuencia nos referiremos a la orientación
cuando las fallas consideradas eran activas. Además,
aunque el elipsoide de esfuerzos puede ser orientado
adecuadamente, puede resultar imposible alcanzar
cualquier conclusión definida en lo referente a las fuerzas
que produjeron los esfuerzos.
Se pueden hacer las siguientes generalizaciones: (a)
El eje de esfuerzo principal intermedio yace en el
plano de falla, y es perpendicular al desplazamiento
neto. (b) el eje de esfuerzo principal máximo yace en
un plano perpendicular al eje de esfuerzo principal
intermedio y forma un ángulo de 30º con el plano de
falla. En fallas gravitacionales o fallas con una
componente gravitacional, estan en la misma
dirección que se inclina la falla (figs. 145 A y F).
Es decir que si una falla gravitacional se inclina al E, el
ángulo de 30º se mide en esa dirección. Para las
fallas de empuje o fallas con una componente de
empuje, el eje de esfuerzo máximo yace en la
dirección opuesta a la de inclinación de la falla. (figs.
145 A y B); esto es si una falla de empuje se inclina al
O, el ángulo de 30º se mide al E. (c) el eje de esfuerzo
principal mínimo es perpendicular a los otros dos.
La figura 150 muestra una falla gravitacional artificial
producida en una caja de arena, por el movimiento
hacia la derecha de un tabique rígido. Sin embargo
para llegar a un conclusión a partir de los principios
dados arriba, supongamos por el momento que el
mecanismo de formación de la falla es desconocido.
El eje intermedio (Q) debe estar en el plano de falla y debe
ser horizontal, porque el desplazamiento neto es
directamente hacia abajo. El eje de esfuerzos principal
máximo debe formar un ángulo de unos 30º con la falla y
estar en el plano paralelo a la pagina, que es el plano
perpendicular al eje de esfuerzos intermedio. Además este
ángulo debe medirse en la misma dirección que se inclina la
falla gravitacional, es decir hacia el E. de este modo el eje
de esfuerzo principal máximo es vertical. Con los otros dos
ejes definidos, el eje de esfuerzo principal mínimo (R) es
horizontal en el plano de papel. El elipsoide de esfuerzos
tiene la orientación que se muestra en la figura en la parte
derecha de la figura 150.
10.6. El fallamiento y el elipsoide de
esfuerzos.
En la parte precedente de este capitulo se ha destacado,
con énfasis, la relación entre esfuerzos y producción de
fallas. Este método tiene la ventaja de que el problema se
puede analizar cuantitativamente. Sin embargo se puede
hacer un análisis cualitativo mediante el uso del elipsoide de
esfuerzos. En realidad este método de estudio ha sido el mas
común utilizado por lo geólogos de EEUU. Es conveniente
una breve discusión, aun cuando pueda parecer una
repetición parcial de la parte anterior de este capitulo.
La figura 152 A es un elipsoide de esfuerzos. El símbolo P
indica el eje de esfuerzo máximo, Q el eje de esfuerzo
intermedio, y R el eje de esfuerzo mínimo. Bajo tales
condiciones de esfuerzo, una esfera se convertirá en el
elipsoide de deformación de la figura 152 B. A es el eje
máximo de deformación, B es el eje intermedio de
deformación, y C es el eje mínimo de deformación. Los ejes
intermedios de los elipsoides de deformación y de esfuerzos,
Q y B coinciden. El eje de esfuerzo máximo P coincide con el
eje máximo de deformación A. la naturaleza del
desplazamiento neto se indica en las figuras 152 C y D.
Figura 152
Se pueden hacer las siguientes generalizaciones:
(a) el eje intermedio de deformación yace en el plano de
falla y es perpendicular al desplazamiento neto.
(b) El eje mínimo de deformación yace en un plano
perpendicular al eje intermedio de deformación y forma
un ángulo de unos 30º con el plano de falla.
En las fallas gravitacionales, o en las fallas con una
componente gravitacional, tiene la misma dirección que la
inclinación de la falla. En las fallas de empuje, o en las fallas
con una componente de empuje, tiene una dirección
opuesta a la de la inclinación de la falla. El eje máximo de
deformación es perpendicular a los otros dos.
Por supuesto, los ejes de deformación y de esfuerzo son
mutuamente paralelos solo si los ejes de esfuerzo ocupan la
misma posición a través de la deformación. Si la posición del
elipsoide de esfuerzos cambia durante la deformación, es
evidente que el elipsoide de deformación ocupara una
posición intermedia entre la primera y la ultima posición del
elipsoide de esfuerzos.
Unos pocos ejemplos demostraran como se pueden emplear
estos principios. La figura 153 A es una falla gravitacional que
se inclina al E y en la cual el desplazamiento neto es
directamente hacia abajo. En consecuencia, el eje
intermedio de deformación B es perpendicular al plano del
papel. El eje mínimo de deformación C esta 30º en la
dirección en la cual se inclina la falla y, por lo tanto, es
vertical. El eje máximo de deformación A es horizontal en el
plano del papel. El próximo paso es tratar de deducir las
fuerzas que orientaron de esta manera el elipsoide de
deformación.
Como en el caso del elipsoide de esfuerzos, hay varias
posibilidades. Una tensión activa paralela a A produciría la
orientación observada; pero lo haría también una
compresión paralela a C. se deben considerar varias cuplas
tales como las que muestran las flechas de líneas cortadas.
Para alcanzar una conclusión se necesitarían algunos datos
adicionales.
La parte superior de la figura 153 B es una falla vertical en la
cual el desplazamiento neto es directamente hacia abajo. El
eje intermedio B es, perpendicular al plano de papel. El eje
mínimo de deformación esta a unos 30º de la falla. Si la falla
se inclinara 89º al E, seria clasificada como una falla
gravitacional; en este caso, el ángulo de 30º se mediría
hacia el este.
Si la falla se inclinara 89º al O, seria clasificada como de
empuje. En esta caso, el ángulo de 30º se mediría en la
dirección opuesta a la de inclinación de la falla es decir el
ángulo se mediría hacia el E.
La orientación del elipsoide de deformación se muestra en el
diagrama inferior de la figura 153 B. esta orientación podría
ser el resultado de una tensión paralela a A, de una
compresión paralela a C, o de cuplas como las que
muestran las líneas cortadas.
La figura 153 C es una falla horizontal, en la cual el
desplazamiento neto es paralelo al plano de papel. En el
diagrama inferior se muestra la orientación del elipsoide de
deformación. Esta orientación puede ser el resultado de una
tensión paralela a A, de una compresión paralela a C, o de
cuplas tales como las que muestran las flechas de líneas
cortadas.
Los diagramas siguientes que muestran las trayectorias de los
ejes de esfuerzo, pueden convertirse fácilmente en
diagramas de deformación. En realidad, las líneas gruesas
son los ejes mínimos de deformación, y las líneas cortas son
los ejes máximos de deformación.
De la discusión anterior es evidente que, igual que en el
caso del elipsoide de esfuerzos, puede ser difícil encontrar
una solución única de las fuerzas que causaron la
estructura. Una información estructural adicional y mas al
detalle puede dar la pista para una respuesta exacta.
F
I
N

C
A
P
I
T
U
L
O

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