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DEGLUCIÓN:

FISIOLOGÍA DEL
ESÓFAGO
FUNCIONES MOTORAS DEL ESTÓMAGO

La deglución se inicia por un acto voluntario que "enciende" un reflejo imparable


conocido como reflejo de la deglución, por el cual se impulsa el bolo alimenticio
preparado en la cavidad bucal hacia el estómago, pasando por la cavidad
orofaríngea, salvando las vías respiratorias y penetrando en el tubo esofágico
para salir a la luz gástrica.
En las 24 horas un adulto realiza por término medio unas 2400 degluciones.
Durante las comidas se incrementan a unas 300/h y durante el ayuno son unas
10/h. Durante el sueño se realizan de 2 a 9/h, dependiendo mucho de la
secreción salival. En la fase REM del sueño se realizan el 33% de las
degluciones nocturnas. La deglución puede ser dirigida a tragar alimentos, o
puede ser "seca", producida cuando sólo se traga saliva.
Si el tiempo entre degluciones es inferior a 10 segundos la onda peristáltica
desaparece (debido a la fase refractaria), si por el contrario el tiempo aumenta
de 5 a 15 s. aumentan en amplitud.
ELEMENTOS IMPLICADOES EN LA DEGLUSIÓN

BOCA LENGUA PALADAR DURO ANILLO SENSORIAL


GLOSOFARÍNGEO

FARINGE PALADAR BLANDO EPIGLOTIS CUERDAS VOCALES

CONTRICTORES
FARÍNGEOS: Superior,
medio e inferior
El esófago, es la primera estructura propia del sistema digestivo, y está formado por
músculo que en su primer tercio es de tipo esquelético, en el segundo tercio es de
tipo mixto (transición entre el esquelético y el liso) y en el último tercio es de tipo liso
visceral. En todos los tramos mantiene la estructura en dos capas una longitudinal y
otra interna radial. La inervación se realiza por las fibras motoras vagales sobre el
sistema nervioso entérico.
Está limitado en sus dos extremos por dos esfínteres. Ambos en reposo se
encuentran tónicamente contraídos por lo que impiden la entrada de aire y de
contenido gástrico:
EL SUPERIOR: Esfínter Esofágico Superior (Ees), es de tipo esquelético
(músculo cricofaríngeo), con una longitud de 3 cm y tónicamente contraído
en reposo, ejerciendo una presión de 15 a 50 mm Hg. El tono basal se debe
a la inervación vagal.
EL INFERIOR: Esfínter Esofágico Inferior (Eei), es de tipo funcional,
identificable como un engrosamiento de músculo liso circular en la unión
gastroesofágica de unos 5 a 7 cm, con una región intratorácica y otra
intraabdominal. En reposo se encuentra tónicamente contraído con una
presión de unos 30 mm Hg, aunque no de forma constante, por lo que se
observan periodos de relajación, donde el reflujo gástrico dispara el reflejo
de su contracción. Gran parte de este tono parece ser debido a la inervación
colinérgica vagal.
Tanto la Ach como la NA (receptores a-adrenérgicos) aumenta su tono de
contracción, mientras que la inervación de tipo encefalinérgica disminuye el tono por
inhibición de la acción de la NA. Además, la gastrina, motilina, polipéptido
pancreático, fenilefrina, PGF2a, histamina y comidas ricas en proteínas elevan el
tono de contracción. La secretina, nicotina, cafeína, teofilina, nitratos y nitritos,
barbitúricos, anticolinérgicos, adrenalina, PGE1 y PGE2, serotonina, colecistocinina,
PGI, VIP, glucagón, progesterona y somatostatina, lo relajan.
La estimulación nerviosa refleja inhibe transitoriamente la contracción.
FASES DE LA DEGLUCIÓN

ORAL Voluntaria y responsable del disparo del reflejo deglutorio.

FARÍNGEA Donde se dirige el bolo hacia el esófago.

ESOFÁGICA Donde mediante movimientos peristálticos, se dirige el bolo


hacia el estómago.

Las ramas sensoriales del reflejo viajan por el glosofaríngeo, rama laríngea del vago
y segunda rama del trigémino.
En el centro de la deglución (situado por encima del centro respiratorio y cerca del
núcleo del vago) se genera la respuesta que viaja por: Hipogloso (lengua); trigémino
(milohioideo) y glosofaríngeo, vago y espinal (farínge, larínge, esófago, EES y EEI).
FASE ORAL DE LA DEGLUCIÓN

Se caracteriza por el acto voluntario que inIcia el reflejo deglutorio. En esta fase
la lengua juega un importante papel en la propulsión del bolo hacia la faringe. En
los animales que no tienen lengua, esta acción la consiguen gracias a
movimientos de la cabeza y el cuello.

La lengua se retrae hacia atrás y posteriormente contra la superficie del velo del
paladar, cerrando así la cavidad bucal con respecto al exterior, incrementando la
presión interna de la misma. Esta presión hace que el bolo interactúe con los
mecanoceptores de esta región (receptores del anillo orofaríngeo), cuyas
aferencias sensoriales viajan por la rama sensitiva del trigémino (V) y
glosofarínego (XI), hacia el centro de la deglución, siendo responsables del inicio
del reflejo deglutorio que dispara la segunda fase. La presión positiva (aprox.
100 cm de agua) generada en la cavidad bucal, impulsa el bolo alimenticio hacia
la faringe.
FASE FARÍNGEA DE LA DEGLUSIÓN

El disparo del reflejo deglutorio inicia con la contracción de los


constrictores superiores faríngeos, acercándose a la porción blanda
Subfase del paladar, que también se eleva cerrando la comunicación
primera u nasofaríngea y originando una onda de contracción muscular faríngea
orofarínega secuencial que se propaga en dirección esofágica, con una duración
media de unos 200 ms en el adulto y una velocidad de hasta 100
cm/s. Esta progresión secuencial se debe a una actuación secuencial
de las motoneuronas cerebrales implicadas.
La onda refleja de contracción iniciada en la parte superior de la
faringe, se propaga distalmente con la contracción de los
constrictores medios de la faringe, elevándose todo el tubo faríngeo,
con lo que el diámetro anteroposterior de la faringe aumenta. Esta
Subfase elevación determina que la laringe suba hacia la base de la lengua y
segunda o se cierre la epiglotis, siguiéndole en su desplazamiento la tráquea y el
faríngea esófago. A su vez, se produce la constricción de los adductores
superior laríngeos, por lo que las cuerdas vocales se aproximan, ocluyendo la
luz laríngea. De esta forma se consiguen cerrar las vías respiratorias
al paso del bolo alimenticio, actuando la epiglotis más como un
desviador del bolo hacia el esófago, que como un auténtico
responsable de la oclusión laríngea.
FASE FARÍNGEA DE LA DEGLUCIÓN

Por último, la activación de los constrictores faríngeos permite que


se produsca la relajación del músculo cricofaríngeo (esfínter
esofágico superior) (EES), con el consiguiente incremento del
Subfase diámetro hipofaríngeo, al cual contribuye también la constricción de
tercera o los adductores laríngeos, y el cierre consecuente de la laringe. En
hipofaríngea esta zona hipofaríngea se crea una presión positiva de unos 40 a
135 cm de agua, que se mantiene durante medio segundo y que
impulsa al bolo hacia la única salida posible, el esófago.

La respuesta refleja que organiza el centro de la deglución implica también a los


centros respiratorios, que inhiben la respiración durante esta etapa, y con el área
nerviosa que regula el reflejo masticatorio, pues también cesa la masticación. Este
centro de la deglución manda eferentes a distintos núcleos motores craneales, el
núcleo del trigémino, del facial, al núcleo ambiguo, al motor dorsal del vago, al
núcleo del hipogloso y a las motoneuronas espinales B1-B3, de los cuales salen
fibras motoras que inervan a los numerosos músculos implicados en esta segunda
etapa.

La consecuencia final de esta etapa, es el cierre de todos los posibles caminos


para el bolo, excepto la salida esofágica.
FASE ESOFÁGICA DE LA DEGLUCIÓN

Comienza con la relajación del EES(duración menor de 1 segundo) como


consecuencia de la llegada de la onda de contracción faríngea. Esta onda se
produce como consecuencia de una inhibición no colinérgica ni adrenérgica que
determina la relajación muscular (evidente a su llegada a la región esfinteriana),
seguida de una onda de contracción del músculo circular. Esta onda de
contracción o peristaltismo primario, tiene una velocidad de progresión en la
región anterior al EES de 9 a 25 cm/s, al inicio del esófago baja a 3 - 4 cm/s,
aumenta a 5 cm/s y después cae a 2 cm/s. El responsable de esta respuesta
peristáltica es el sistema nervioso entérico, a diferencia de la región anterior al
esfínter donde son motoneuronas craneales, no obstante no se descarta la
participación del vago en la coordinación de dicho movimiento (reflejo vagovagal)
con la Ach como estimulador mientérico de la contracción por detrás del bolo y
NO/VIP como transmisores mientéricos de relajación por delante del bolo.
También parecen muy implicadas las células intersticiales de Cajal. Además de
este tipo de movimiento se observa un acortamiento del esófago generado por la
estimulación del músculo liso longitudinal.
FASE ESOFÁGICA DE LA DEGLUCIÓN

El tiempo invertido en el tránsito depende de la naturaleza de los alimentos, los


líquidos tardan en atravesar el esófago unos 3 segundos (la onda peristáltica tarda
en recorrer el esófago unos 8 segundos), mientras que los sólidos invierten unos 8
segundos. También influye la gravedad.
Junto a esta onda peristáltica primaria, suelen aparecer ondas peristálticas
secundarias en aquellos puntos del esófago donde se produce distensión. Las
características de estas ondas son muy similares a la primaria y su origen es
entérico.
En el mismo momento que se produce la relajación del EES se produce en menos
de un segundo una fuerte contracción del esfínter que vuelve después a los valores
basales (cuyo significado es evitar el reflujo del bolo alimenticio). Coincidiendo con
la relajación del EES se produce la relajación del EEI, el cual se mantiene relajado
hasta que llega la onda peristáltica, generándose en esta región una fuerte
contracción de cierre que vuelve después a su valor de reposo, evitándose así el
reflujo gástrico. El contenido de la comida también influye de forma que si es rica
en proteínas acentúan más el tono que si lo es en grasas.
La presión en este esfínter se disminuye por VIP, secretina, CCK, NO, GIP y
progesterona.
Aumenta con la Ach, gastrina, motilina y la presión intrabadominal.

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