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Fagocitosis y macrófagos

MARIO ALBERTO JIMÉNEZ RÍOS

M.C. MARÍA DEL CARMEN DEL TORO MEZA

8° “A” -/03/18
Fagocitosis y macrófagos
Los fagocitos, como por ejemplo los neutrófilos y los macrófagos, son
células cuya función principal consiste en identificar, ingerir y destruir los
microbios.
Sus respuestas funcionales en la defensa del huésped están compuestas
por una serie de etapas sucesivas:
1. Atracción activa de las células hacia los focos de infección.
2. Reconocimiento de los microbios.
3. Ingestión por un proceso de fagocitosis.
4. Destrucción de los microbios ingeridos.
Fagocitosis y macrófagos
Los fagocitos producen citocinas que cumplen muchos cometidos
importantes en las respuestas inmunitarias innata y adaptativa, así como
en la reparación tisular. Estas funciones efectoras son importantes no
sólo dentro de la inmunidad innata, sino también en las fases efectoras
de las respuestas inmunitarias adaptativas.

Por ejemplo, tal como hablar de la inmunidad a través de los linfocitos T,


los linfocitos T estimulados por los antígenos pueden activar los
macrófagos y multiplicar su eficiencia en la destrucción de los microbios
fagocitados.
Fagocitosis y macrófagos
Neutrófilos
Los neutrófilos, también denominados leucocitos
polimorfonucleares, forman la población más abundante
de leucocitos circulantes e intervienen en las primeras
fases de las respuestas inflamatorias.
Un hombre adulto fabrica más de 1𝑥1011 neutrófilos al día,
que duran tan sólo unas 6 horas circulando por la sangre.
Los neutrófilos pueden emigrar hacia los focos de
infección en un plazo de unas pocas horas desde la
entrada de los microbios. Si un neutrófilo circulante no se
ve atraído hacia un foco inflamatorio dentro de este
período, sufre un proceso de apoptosis y los macrófagos
residentes en el hígado o en el bazo suelen fagocitarlo.
Fagocitosis y macrófagos
Fagocitos mononucleares
El sistema monocito-macrofágico está compuesto por unas células que
pertenecen a una estirpe común cuya función principal es la fagocitosis,
y que ocupan un lugar central en la inmunidad innata y adaptativa. Las
células del sistema monocito-macrofágico se originan en la médula ósea,
circulan por la sangre y maduran en diversos tejidos para quedar
activadas.
El primer tipo celular que entra en la sangre periférica después de
abandonar la médula no está diferenciado por completo y se llama
monocito.
Fagocitosis y macrófagos
Una vez que han penetrado en los tejidos, estas células maduran y se
convierten en macrófagos. Los macrófagos pueden adoptar diversas
formas estructurales tras su activación por los estímulos externos, como
los microbios.

Algunos adquieren un citoplasma abundante y se denominan células


epitelioides por su parecido con las células epiteliales de la piel. Los
macrófagos activados pueden reunirse entre sí para constituir células
gigantes multinucleadas. Y en los distintos tejidos han recibido nombres
especiales para designar su ubicación específica.
Fagocitosis y macrófagos
En el caso de Drosophila, responde a la infección rodeando a los
microbios con los «hemocitos», unas células semejantes a los
macrófagos, y fagocitan los microbios hasta tabicar la infección al
provocar la coagulación de la hemolinfa circundante. Incluso en los
vegetales se han identificado células parecidas de tipo fagocítico.
Normalmente los macrófagos responden a los microbios casi con tanta
velocidad como los neutrófilos, pero su supervivencia en los focos
inflamatorios es mucho mayor. A diferencia de ellos, los macrófagos no
están diferenciados por completo y pueden sufrir una división celular en
un foco inflamatorio. Por tanto, son las células efectoras dominantes
durante las últimas etapas de la respuesta inmunitaria innata, 1 o 2 días
después de la infección.
Fagocitosis y macrófagos
Células dendríticas
Las células dendríticas cumplen un cometido importante en las
respuestas innatas a las infecciones y en su vinculación con las
respuestas de la inmunidad adaptativa. Tienen prolongaciones
membranarias largas y propiedades fagocíticas, y siguen una amplia
distribución por los tejidos linfáticos, el epitelio de las mucosas y el
parénquima de los órganos.
Las células dendríticas derivan de unos precursores situados en la
médula ósea, y la mayor parte guarda una relación con los fagocitos
mononucleares en función de su estirpe. Expresan receptores para el
reconocimiento de patrones y responden a los microbios mediante la
secreción de citocinas.
Fagocitosis y macrófagos
Una subpoblación de células dendríticas, llamadas células dendríticas
plasmocitoides, está especializada en la respuesta celular temprana a las
infecciones víricas. Reconocen virus endocitados y producen interferones
de tipo I, que poseen una potente actividad antivírica.

Las células dendríticas desempeñan una misión decisiva en las


respuestas inmunitarias adaptativas al capturar los antígenos
microbianos y presentárselos a los linfocitos T.
Fagocitosis y macrófagos
Atracción de los leucocitos hacia el foco de infección
Los neutrófilos y los monocitos resultan atraídos desde la sangre hacia
los focos infecciosos por su unión a las moléculas de adhesión situadas
sobre las células endoteliales y por los factores quimiotácticos
producidos a raíz de la infección.
Si no hay una infección, estos leucocitos circulan por la sangre y no
emigran hacia los tejidos.
Fagocitosis y macrófagos
Cada paso está orquestado por la acción de varias moléculas de
diferentes tipos.

1. Rodamiento de los leucocitos sobre el endotelio debido a las


selectinas. Como respuesta a los microbios y a las citocinas
producidas por las células que tropiezan con ellos, aumenta con
rapidez la expresión de unas proteínas llamadas selectinas en la
superficie de las células endoteliales que revisten las vénulas
poscapilares en el foco infeccioso.
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las más importantes como medio de activación del endotelio son el factor
de necrosis tumoral (TNF) y la interleucina 1 (IL-1). Los dos tipos de
selectinas expresados por las células endoteliales son la selectina P, que
se acumula en unos gránulos citoplásmicos y se redistribuye con rapidez
hacia la superficie en reacción a los productos microbianos y a las
citocinas, y la selectina E, sintetizada ante la presencia de IL-1 y TNF.
Una tercera selectina, llamada selectina L (CD62L), se expresa en los
linfocitos y otros leucocitos. Funciona como un receptor de alojamiento
en los ganglios linfáticos para los linfocitos T vírgenes y las células
dendríticas, pues interviene en la unión de los linfocitos T a las vénulas
de endotelio alto.
Fagocitosis y macrófagos
En los neutrófilos, sirve para fijarlos a las células endoteliales activadas
por las citocinas (TNF, IL-1 e IFN-γ) que están presentes en el foco
inflamatorio. Los leucocitos expresan selectina L y los ligandos glucídicos
para las selectinas P y E en la punta de sus microvellosidades, lo que
facilita sus interacciones con estas moléculas sobre la superficie de la
célula endotelial.
Las interacciones entre la selectina y su ligando son de baja afinidad
(Kd≈100mm) y rápida disociación, rompiéndose con facilidad por la
fuerza de cizallamiento que lleva el flujo sanguíneo. A raíz de todo esto,
los leucocitos se desprenden y vuelven a unirse repetidas veces, y
ruedan de este modo a lo largo de la superficie endotelial.
Fagocitosis y macrófagos
2. Aumento de la afinidad de las integrinas debido a las quimiocinas. Las
quimiocinas son pequeñas citosinas polipeptídicas producidas por los
macrófagos tisulares, las células endoteliales y otros tipos celulares
diversos como respuesta a los productos microbianos y a la IL-1 y el
TNF, las citocinas asociadas a las infecciones. Su principal función
consiste en estimular la quimiotaxis de las células.

Las quimiocinas originadas en un foco infeccioso se transportan hacia la


superficie luminal de las células endoteliales, donde se fijan al
glucosaminoglucano sulfato de heparano, y se exhiben a
concentraciones altas.
Fagocitosis y macrófagos
En este lugar, las quimiocinas se unen a sus receptores específicos
situados sobre la superficie de los leucocitos en rodamiento. Los
leucocitos expresan una familia de moléculas de adhesión llamadas
integrinas, que se encuentran en un estado de afinidad baja en las
células inactivas y resultan ineficaces como medio de las interacciones
adhesivas.
Dos consecuencias de las señales emitidas por el receptor de
quimiocinas son la mayor afinidad de las integrinas leucocíticas por sus
ligandos y su agregación en la membrana, lo que desemboca en un
aumento de la avidez de unión entre los leucocitos y la superficie
endotelial a través de las integrinas.
Fagocitosis y macrófagos
3. Adhesión de los leucocitos al 4. Transmigración de los
endotelio debido a la integrina leucocitos a través del
estable. Paralelamente a la
activación de las integrinas y a endotelio. A continuación, las
su conversión en el estado de quimiocinas actúan sobre los
afinidad alta, las citocinas (TNF e leucocitos adheridos y
IL-1) también favorecen la estimulan la migración celular
expresión endotelial de sus
ligandos, en especial la molécula a través delos espacios
de adhesión a las células interendoteliales según el
vasculares 1 y la molécula de gradiente de concentración
adhesión intercelular. químico (es decir, hacia el
foco de infección).
Fagocitosis y macrófagos
La acumulación de los leucocitos en los tejidos representa un
componente principal de la inflamación. Es algo propio que suscitan los
microbios, pero también puede observarse como respuesta a toda una
gama de estímulos no infecciosos.
Este proceso de migración leucocítica está dotado de una cierta
especificidad, basada en la expresión de distintas combinaciones de
moléculas de adhesión y receptores de quimiocinas sobre los neutrófilos
o sobre los monocitos.
Fagocitosis y macrófagos
Fagocitosis de los microbios
Los neutrófilos y los macrófagos ingieren los microbios fijados a ellos en
unas vesículas mediante el proceso de la fagocitosis. La fagocitosis es
un proceso activo dependiente de energía que permite envolver
partículas grandes.
En las vesículas así formadas tiene lugar la eliminación de los microbios
y, de este modo, quedan aislados del resto de la célula aquellos
mecanismos de destrucción que podrían dañar al fagocito en potencia.
Fagocitosis y macrófagos
El primer paso en la fagocitosis es el reconocimiento del microbio por
parte del fagocito.
Los receptores para el reconocimiento de patrones tan sólo pueden
contribuir a la fagocitosis de los microorganismos que expresen esos
patrones moleculares especiales, como la manosa. Otro grupo de
receptores que poseen los fagocitos reconoce determinadas proteínas
del huésped que recubren a los microbios. Dichas proteínas se
denominan opsoninas y abarcan anticuerpos, proteínas del complemento
y lectinas.
El proceso por el que un microbio queda revestido a fin de marcarlo para
su fagocitosis recibe el nombre de opsonización.
Fagocitosis y macrófagos
Los fagocitos tienen receptores de afinidad alta que se unen sobre todo a
las moléculas de los anticuerpos, a las proteínas del complemento y a las
lectinas; estos receptores resultan decisivos para la fagocitosis de
muchos microbios diferentes.
Los fagocitos expresan unos receptores de afinidad alta para el Fc,
llamados FcγRI, dirigidos a un tipo de anticuerpo denominado IgG. Por
tanto, si al responder a una infección una persona elabora anticuerpos
IgG contra los antígenos microbianos, estas moléculas se unen a los
antígenos, los extremos del Fc correspondientes a los anticuerpos
ligados pueden interaccionar con el FcγRI de los fagocitos, y el resultado
final de todo este proceso es la fagocitosis eficiente de los microbios.
Fagocitosis y macrófagos
Después de la unión de un microbio o una partícula a los receptores en
un fagocito, la membrana plasmática comienza a redistribuirse en la
región de estos receptores y alrededor del microbio se extiende una
prolongación en forma de copa. Cuando la membrana de la copa que
sobresale supera el diámetro de la partícula, su parte superior se cierra,
o se «repliega», y atrapa su contenido para formar una vesícula
intracelular «interna-externa».
Fagocitosis y macrófagos
Destrucción de los microbios fagocitados
Los neutrófilos y los macrófagos activados destruyen los microbios
fagocitados mediante la acción de las moléculas microbicidas en los
fagosomas.

La fusión de las vacuolas fagocíticas (fagosomas) a los lisosomas


propicia la formación de fagolisosomas, donde se encuentran
concentrados la mayoría de los mecanismos microbicidas, que se
describen a continuación.
Fagocitosis y macrófagos
Los neutrófilos y los macrófagos activados producen varias enzimas
proteolíticas que aparecen contenidas en los fagolisosomas y sirven para
destruir los microbios. En los neutrófilos, una de las más importantes es
la elastasa, una serina proteasa de espectro amplio cuya intervención se
sabe que es necesaria para acabar con muchos tipos de bacterias.
Los macrófagos y los neutrófilos activados convierten el oxígeno
molecular en especies reactivas del oxígeno (ERO), que son unos
oxidantes con un carácter muy reactivo para la destrucción de los
microbios. El sistema primordial que conduce a la generación de los
radicales libres es el de la oxidasa fagocítica. Se trata de una enzima
formada por múltiples subunidades, que se ensamblan especialmente en
la membrana fagolisosómica de los fagocitos activados.
Fagocitosis y macrófagos
Un trastorno llamado enfermedad granulomatosa crónica está
ocasionado por una deficiencia hereditaria que afecta a uno de los
componentes de la oxidasa fagocítica; su fallo pone en peligro la
capacidad de los neutrófilos para destruirdeterminadas especies de
bacterias grampositivas.
Además de las ERO, los macrófagos producen intermediariosreactivos
del nitrógeno, en especial óxido nítrico (NO), por la acción de una enzima
llamada sintasa inducible del óxido nítrico (NOSi). La NOSi es una
enzima citosólica que puede inducirse como respuesta a los productos
microbianos que activan los RTT, sobre todo en conjunción con el IFN-γ.
Su acción cataliza la transformación de la arginina en citrulina, con la
liberación del gas óxido nítrico, de libre difusión.
Fagocitosis y macrófagos
En el interior de los fagolisosomas, el óxido nítrico puede combinarse con
el agua oxigenada o con el superóxido, generado por la oxidasa
fagocítica, y producir unos radicales de peroxinitrito que son muy
reactivos, capaces de destruir los microbios.
Cuando los neutrófilos y los macrófagos están muy activados, pueden
dañar los tejidos normales del huésped debido a la liberación de enzimas
lisosómicas, ERO y NO. Los productos microbicidas de estas células no
distinguen entre los tejidos propios y los microbios.
Fagocitosis y macrófagos
Otras funciones de los macrófagos activados
Aparte de destruir los microbios fagocitados, los macrófagos cumplen
otras muchas funciones de defensa contra las infecciones, en gran parte
mediadas por citocinas, como las de la inmunidad innata.
Los macrófagos activados también producen factores de crecimiento que
actúan sobre los fibroblastos y las células endoteliales participantes en la
reestructuración de los tejidos después de sufrir una infección y una
lesión.
Fagocitosis y macrófagos

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