CAPÍTULO IV

I HOMBRES Y SOMBRAS

• los caracteres mediocres son incapaces • Viven de los demás y para los demás,
de volar hasta una cumbre o de batirse son como parásitos que viven del
contra un rebaño triunfo, de las glorias de los otros .

• atraviesan el mundo cuidando su

sombra e ignorando su
personalidad, nunca llegan a • Los mediocres se transforman en la sombra
individualizarse, ignoran el placer de quien lo ganó todo a base de esfuerzos.
de exclamar “yo soy” frente a los
demás.
 sombra
CARACTERES MEDIOCRES
Ignoran la personalidad

luz

carecen emoción

Se borran de la motivación
sociedad
sombras
No existen solos
CARACTERES EXCELENTES Brillo , artista

Verdaderos amos de
la sociedad

Afrontan obstáculos

Hombres
Fieles a su palabra

Dueños de sus
acciones
II LA DOMESTICACIÓN DE LOS MEDIOCRES

 El lenguaje clásico llamaba domestico a  La mediocridad le teme al digno y adora

todo hombre que servía y era justo al lacayo

 Mientras los hombres resisten las

 Los caracteres excelentes son
tentaciones, las sombras resbalan por
indomesticables: tienen su norte puesto en
la pendiente; si alguna partícula de
su ideal su firmeza Los sostiene, su luz los
originalidad les estorba, la eliminan
guía, las sombras en cambio los degenera .
para confundirse mejor en los demás.
 • La vanidad es la creencia excesiva en
III LA VANIDAD las habilidades propias o la atracción
causada hacia los demás. Es un tipo
de arrogancia, engreimiento, una
expresión exagerada de la soberbia.

• El hombre pone su honor en el merito propio y es juez supremo de si mismo;

asciende a la dignidad.
• La sombra pone el suyo en la estimación ajena y renuncia a juzgarse;
desciende a la vanidad .

• la vanidad encubre un sentimiento de inferioridad y el deseo de ser aceptado

por el otro. Al hacer gala de sus virtudes, el vanidoso intenta demostrar que
no es menos que nadie (lo que en realidad siente) y espera el aplauso y la
admiración de quienes le rodean.
  ser digno significa no pedir lo
que se merece, ni aceptar lo
inmerecido
 es unívoca, intangible,
intransmutable.
 donde ella falta no existe el
sentimiento del honor y así como los
pueblos sin dignidad son rebaños, los
EL QUE ASPIRA A SER AGUILA
individuos sin ellos son esclavos
DEBE MIRAR LEJOS Y VOLAR
ALTO; EL QUE SE RESIGNA A
ARRASTRARSE COMO UN
GUSANO RENUNCIA AL
 la dignidad implica valor moral . DERECHO DE PROTESTAR SI LO
sin coraje no hay honor APLASTAN
CAPÍTULO V:
 I. LA PASIÓN DE LOS MEDIOCRES
- Es el rubor de la mejilla sonoramente abofeteada por la gloria ajena.
- Es la más innoble de las torpes lacras que afean a los caracteres vulgares.
- El que envidia se rebaja sin saberlo, se confiesa subalterno

- Solo se odia lo que se cree malo o nocivo
O - Se puede odiar a las cosas y a los
D animales
I - Puede ser justo o motivado
O - Se odia a los perversos
- El odio que injuria y ofende es temible
- Toda prosperidad excita la envidia, como resplandor
que irrita ojos enfermos.
- Solo se puede envidiar a los hombres
- Siempre es injusta
- Se envidia a los meritorios
- La envidia que calla y conspira es repugnante

- Se envidia lo que - Se emula en pos de algo que otros

- Se cela lo que ya se posee y se
otros ya tienen y se anhelan, teniendo posibilidad de
teme perder
desearía tener alcanzarlo
- Se cela el hombre/mujer que
- Se envidia el - Competimos sus favores en noble
nos pertenece, cuando juzgamos
hombre/mujer que el emulación cuando vemos la posibilidad de
incierta su posesión y tememos
prójimo posee y conseguirlos en igualdad de condiciones que
que nos lo quiten
nosotros deseamos el otro aspira
CELOS EMULACIÓN
 II. Psicología de los envidiosos
ENVIDIOSO ENVIDIOSO ENVIDIA ENVIDIA
PASIVO ACTIVO FEMENINA MASCULINA
- El motivo
de envidia
se
confunde
- Suele ser - El dinero - El talento con
- Posee una afiligranada - La que ha admiración:
- Es solemne y permite al es el tesoro
elocuencia nacido bella
sentencioso. y perversa, mediocre más -
intrépida, tiene
Es un la mujer da satisfacer envidiado. Admiración
- Es de cepa parece tener asegurado
escorpión su arañazo vanidades - No
servil. mil lenguas. el culto de la nace en el
que tiene con una uña más perdona a
- Siembra la envidia; las inmediatas. fuerte y la
- Es serio, por mal carácter afilada y quien da un
incapacidad de intriga en almas tristes envidia en
y se irrita - El paso
reírse; le sus propios lustrosa. le elevaran el
con - La belleza: proletariado adelante (ya
atormenta la facilidad. cómplices y sus subalterno
requiere de plegarias en envidia al sea en
alegría de los llegado el
la gracia, la forma de burgués, sin ciencias,
satisfechos. caso, los
pasión, y la calumnias renunciar a artes o el
traiciona
inteligencia. sustituirlo. amor).
 III. LOS ROEDORES DE LA GLORIA
Todo el que se siente capaz de crearse un
destino con su talento y con su esfuerzo
está inclinado a admirar el esfuerzo y el
talento en los demás. Quien tiene méritos,
sabe lo que cuestan y los respeta…
El mediocre ignora esta
admiración abierta: muchas
veces se resigna a aceptar
el triunfo que desborda las
restricciones de su envidia.

Todo escritor mediocre es candidato a El verdadero critico enriquece

CRITICASTRO. La incapacidad de crear le las obras que estudia y en todo
empuja a destruir. Su falta de inspiración lo que toca deja un rastro de su
le induce a rumiar el talento ajeno. personalidad.

Las mujeres feas demostrarán que la belleza es repulsiva, y las viejas

sostendrán que la juventud es insensata. Y los demás dirán que el genio, la
santidad y el heroísmo son aberraciones, locuras; negarán la excelencia del
ingenio, la virtud y la dignidad.

Los que no saben admirar no tienen porvenir, están inhabilitados para

ascender hacia una perfección ideal. Es una cobardía aplacar la admiración: hay que
cultivarla como un fuego sagrado, evitando que la envidia la cubra.
 IV. UNA ESCENA DANTESCA: SU CASTIGO
El castigo de los envidiosos estaría en cubrirlos de favores,
para hacerles sentir que su envidia es recibida como un
homenaje.

Los bienes que el envidioso recibe constituyen su más

desesperante humillación

Dante consideró a los envidiosos indignos del infierno. Los

recluyó en el purgatorio. El sol les niega su luz; tienen los
ojos cosidos con alambres, porque nunca pudieron ve el bien
del prójimo. El primer asesino de la leyenda bíblica tenía
que ser un envidioso: Caín.

La mayor satisfacción del hombre excelente está en provocar

la envidia, estimulándola con los propios méritos, acosándola
cada dia con mayores virtudes, para tener la dicha de
escuchar sus plegarias. No ser envidiado es garantía
inequívoca de mediocridad.
Capítulo VI
 Las canas

Las canas son un mensaje de la

naturaleza que nos advierte la
proximidad de crepúsculo, la
máxima desdicha de un hombre
superior es sobrevivirse a sí mismo
nivelándose con los demás, cuantos
se suicidarían si pudieran advertir
este pasaje terrible del hombre.
Vejez y Mediocridad suelen ser
desdichas paralelas.
 Etapas de la Decadencia

Las funciones del organismo

empiezan a decaer, a cierta edad
esas declinaciones corresponden a
inevitables procesos de regresión
orgánica.
La longevidad mental es un
accidente no es una regla.
El anciano se interioriza, es decir
poco a poco vuelve a su primitiva
mentalidad infantil conservando las
adquisiciones mas antiguas de su
personalidad innata.
 La Bancarrota de los Ingenios
Este cuadro no es exagerado ni
esquemático. La marcha progresiva del
proceso impide advertir esa evolución en
las personas que nos rodean; es como si
una claridad se apagara tan de a poco
que pudiera llegarse a la oscuridad
absoluta sin advertir en momento alguno la
transición.
A la natural lentitud del fenómeno
agréganse las diferencias que él reviste en
cada individuo. Los que sólo habían
logrado adquirir un reflejo de la mentalidad
social, poco tienen que perder en esta
inevitable bancarrota: es el
emprobrecimiento de un pobre. Y cuando,
en plena senectud, su mentalidad social se
reduce a la mentalidad de la especie,
inferiorizándose, a nadie sorprende ese
pasaje de la pobreza a la miseria.
 La Psicología de la Vejez

El viejo tiende a la inercia busca el menor

esfuerzo así como la pereza es una vejez
anticipada, la vejez es una pereza que llega
fatalmente en cierta hora de la vida su
característica es una atrofia de los
elementos nobles del organismo, con
desarrollo de los inferiores; una parte de los
capilares se obstruye y amengua el flujo
sanguíneo a los tejidos el peso y el volumen
del sistema nervioso central se reducen
como el de todos los tejidos propiamente
vitales la musculatura flácida impide
mantener el cuerpo erecto los movimientos
pierden su agilidad y su precisión. La
insensibilidad física se acompaña de
analgesia moral en vez de participar en el
dolor ajeno el viejo acaba por no sentir ni
participar del dolor ajeno ni el propio.
 La Virtud de la Impotencia

Los viejos olvidan que fueron jóvenes y

estos parecen ignorar que serán viejos, el
camino a recorrer es siempre el mismo de
la originalidad a la mediocridad y de esta
a la inferioridad mental. la ley es dura pero
es nacer y morir son los términos inviolables
de la vida ella nos dice con voz firme que
lo anormal no es nacer ni morir en la
plenitud de nuestras funciones, nacemos
para crecer y envejecemos para morir.
 Capítulo VII

La historia no conoce un solo caso en que los altos ideales trabajen con
ritmo continuo la evolución de un raza hay horas de palingenesia y hay
apatías con vigilias y sueños días y noches primaveras y otoño en cuyo
alternarse infinito se divide la continuidad y el tiempo. Las cosas del espíritu
son despreciadas no siéndole propicio el clima, sus cultores son contados,
no llegan a inquietar a las mediocracias están proscritos dentro del país que
mata a fuego lento sus ideales sin necesidad de desterrarlos cada hombre
queda preso entre mil sombras que lo rodean y lo paralizan.
 Cuando las miserias morales asolan a un
país la culpa es de todos por la falta de
II. LA PATRIA cultura y de ideal no han sabido amarlo
como patria de todos los que vivieron en
ella sin trabajar por ella.

La política se degrada conviértase en

profesión en los pueblos sin ideales. Las
III. LA POLITICA
jornadas electorales se convierten en
DE LOS PIARAS
burdos enjuagues de mercenarios o en
pugilatos de aventureros su justificación
esta a cargo de electores inocentes que
van a la parodia como a una fiesta.

El genio crea las instituciones el barbaro

IV. LOS ARQUETIPOS las viola los mediocres las respetan
DE LA impotentes para forjar o destruir esquivos
MEDIOCRACIA a la gloria y rebeldes a la infamia se les
reconoce por una circunstancia
inequívoca sus cubicularios no osan
llamarlos genios por el temor al ridículo.
En la lectura se logra captar toda la atención en el
hombre mediocre, y como es su entorno vemos su
actitud en el mundo, sus actividades como logra y
como capta toda la atención de las personas
inferiores tratando de llegar a ser iguales todos , en
un entorno feliz, unido y amoroso.
 CAPITULO VIII. LOS FORJADORES DE IDEALES

Todo lo que vive es incesantemente desigual. Nacen

muchos ingenios excelentes en cada siglo,
encuentran el momento adecuado para llegar a ser lo
que son. Ese es el secreto de su gloria: coincidir con
la oportunidad que necesita de el

La obra de genio no es fruto exclusivo de la

inspiración individual, otorgar ese titulo a cuantos
descuellan por determinada aptitud significa mirar
como idénticos a todos los que se elevan sobre la
medianía. Ninguna clasificación es justa por que la
genialidad no se clasifica. Un libro es mas que una
intención: es un gesto. La adaptación es
mediocrizadora.
El genio se abstrae; el alienado se distrae. Por eso,
con frecuencia, toda superioridad es un destierro.
Son inquietos: la gloria y el reposo nunca fueron
compatibles.

Solo esta vencido el que confiesa estarlo. El genio

por su definición, no fracasa nunca. Por eso los
hombres excepcionales merecen la admiración que
se les profesa. Si su aptitud es un don de la
naturaleza, desarrollarla implica un esfuerzo
ejemplar.

Los mas bellos dones requieren ser cultivados como las tierras mas fértiles necesitan
ararse.
La memoria no hace al genio, aunque no le estorba; pero ella, y el razonamiento a sus datos, no crean nada
superior a lo real que percibimos.

Mientras existan corazones que alienten

un afán de perfección, serán conmovidos
por todo lo que revela la fe en un ideal:
por el canto de los poetas, por el gesto de
los héroes, por la virtud de los santos, por
la doctrina de los sabios, por la filosofía
de los pensadores.