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La ética en geriatría y gerontología se

basa en principios morales y éstos en la


moralidad que aceptamos. Esto tiene sus raíces
en la filosofía griega.
La Ética estudia, no la ordenación de los
actos humanos tal como es, sino como debería
ser, es decir, el orden moral ideal”.
Hay cuatro principios básicos en la ética médica:
– La autonomía
– La beneficencia
– El no hacer mal y
– La justicia.
• AUTONOMÍA: Es la
capacidad de
autodeterminación del
individuo para poder
tomar sus propias
decisiones y la habilidad
de poder actuar, libre de
interferencias.
Uno de los aspectos de
este principio es el
consentimiento
informado. A fin de que
esto pueda funcionar, la
persona deberá tener
acceso a la información
adecuada, que le permita
pensar a través de la
información
• LA BENEFICENCIA.- es el
principio que implica hacer el
bien. Un tratamiento sólo
debería utilizarse cuando se
espera un beneficio para el
paciente.
• LA "NO MALEFICENCIA",
EL NO HACER MAL,
establece que tratamientos
que puedan ser perjudiciales
para el individuo, no deben
ser usados.
• LA JUSTICIA: Es el
principio que establece que
cualquier acción que deba
ser realizada tendrá que ser
justa.
CUIDADO DEL PACIENTE
MORIBUNDO.
Sabemos que un porcentaje
importante de los pacientes
admitidos a una unidad de
geriatría fallecen y que los
principios generales de un
buen manejo deberían ser
similares intrahospitalarios
o en su casa.
a) Cuidado espiritual:
El anciano enfermo muchas veces
sabe que la muerte es inevitable,
pero no todos están “listos” para
morir. Quienes han asistido a
personas ancianas o moribundas
saben que secreto espiritual se
esconde en la intimidad de la
conciencia bajo apariencias
engañosas.
La vejez no es el tiempo de la
esterilidad espiritual; puede ser,
por el contrario, el tiempo del
nuevo nacimiento de sí mismo o
del reencuentro con los otros y
con Dios.
b) Cuidado Psicológico.
Todos los seres vivientes mueren, pero el ser
humano es el único que llega a tomar
conocimiento consciente de su muerte. Puede
reflexionar sobre ella, y esto suele producirle
molestia, angustia, miedo, sufrimiento y
sensación de soledad.
c) Cuidados prácticos
La asistencia médica debe
trascender a la enfermedad y
abarcar el hecho de morir.
La medicina actual, tan
tecnificada, muchas veces le
insinúa fríamente al paciente
desahuciado, de diferentes
modos que “ya no hay nada más
que hacer”. Por el contrario, la
medicina, como se dijo, tiene
que acompañar al hombre en
todas sus etapas y debe saber
como hacerlo. Una de las
funciones que hoy menos se
ejercitan es la de acompañar al
enfermo a un buen morir.
Una buena asistencia al paciente moribundo
debe procurar:
– Escuchar cuidadosamente al paciente.
– Conversar con los familiares en privado.
– Efectuar las investigaciones apropiadas para
planificar el tratamiento más adecuado.
– Siempre evaluar los riesgos versus beneficios de
las acciones.
– Aliviar los síntomas físicos: dolor, estitiquez y
otros.
– Mantener una buena higiene del paciente.
– Tratar el insomnio y la angustia y/o depresión.
– Enseñar a la familia como ayudar, estableciendo una
comunicación abierta con el equipo de salud.
– Anticiparse a los posibles problemas.
RACIOCINIO DE PROCEDIMIENTOS
AGRESIVOS Y SELECTIVIDAD
TECNOLOGÍA COMPLETA.
Proporcionalidad de las medidas terapéuticas
en general, la aproximación a los problemas
éticos de los ancianos es similar a la empleada
frente a los más jóvenes. El propósito de la
atención médica es determinar cuál alternativa
de tratamiento preservará una buena calidad de
vida, de acuerdo con las perspectivas del
paciente, creencias y metas de ese sujeto.
Su complejidad y su costo, plantean
frecuentemente el difícil problema de
discriminar, cuáles de esas medidas son
éticamente obligatorias, cuáles son opcionales y
cuáles, en relación a tal o cual paciente,
simplemente no deberían ser usadas.
Es claro que no existen recetas o fórmulas para juzgar
de modo deductivo la proporcionalidad de una acción
médica, en un caso particular. Se trata efectivamente
de un juicio prudencial. Existe consenso, sin embargo,
sobre el hecho que ese juicio debe ser un juicio
informado, recto y experimentado.
• Informado: es decir debe considerar en forma
sistemática y objetiva.
• Recto: debe ser efectuado con rectitud de intención.
• Experimentado: debe tomar en cuenta la experiencia
propia y ajena en casos semejantes.
¿Quién debe decidir?
“Es claro que los
responsables de la
decisión médica, son a
títulos diversos, el
paciente, el médico y su
familia.
Resolver sobre la
utilización adecuada de
recursos existentes y los
dilemas morales que
surgen en forma cotidiana
en los cuidados en
geriatría se está
convirtiendo en el patrón
que seguramente dominará
la atención de la salud en
las próximas décadas.
CUIDADO DE LOS ANCIANOS
EN LA COMUNIDAD.
Si el cuidado de los
ancianos en la comunidad se
convierte en la norma, las
dimensiones éticas de este
tipo de cuidado van a
requerir una atención muy
especial.
Desafortunadamente,
nosotros todavía carecemos
de antecedentes históricos
de modelos de cuidado que
se ocupen de los adultos
mayores con patologías
crónicas durante períodos
largos de tiempo.
Lamentablemente, pocos
cuidadores tienen acceso
razonable a cursos de
capacitación y grupos de
apoyo que tendrían que ser el
lugar indicado donde pudieran
expresar "sus necesidades
emocionales, legalizar sus
sentimientos, enojos y
resentimientos, sus culpas,
sus amores y sus odios,
sentimientos todos inherentes
a la condición humana”.
El desarrollo de
respuestas apropiadas deberá
tener también en cuenta la
necesidad de diferenciar
entre aquellos mayores con
diferentes niveles de
competencia.
Los ancianos pueden
ocasionalmente sentir
que la información y
opciones que se les
ofrecen están
dictadas por un
sistema de valores al
cual ellos pueden no
suscribir.
Es a través del
proceso de decisión
compartida donde el
conocimiento del
cuidador y su
experiencia
profesional pueden
aunarse con los
valores sustanciados
por el anciano.

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