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2017-I
II
IV
A. MÉTODOS DE EXPLORACIÓN DE CARÁCTER PRELIMINAR
Métodos de lavado
Un factor importante es el paso de la hélice que debe ser muy cerrado para suelos
arenosos y mucho más abierto para el muestreo en suelos plásticos.
Posiblemente más usadas que los barrenos son las posteadoras a las que se hace
penetrar en el terreno ejerciendo un giro sobre el mineral adaptado al extremo
superior de la tubería de perforación. Las herramientas se conectan al extremo de
una tubería de perforación, formada por secciones de igual longitud, que se van
añadiendo según aumenta la profundidad del sondeo.
En arenas colocadas bajo el nivel de aguas freáticas estas herramientas no suelen
poder extraer muestras y en esos casos es preferible recurrir al uso de cucharas
especiales, de las que también hay gran variedad de tipos
PERFORACIONES CON POSTEADORA, BARRENOS HELICOIDALES O
MÉTODOS SIMILARES:
Un factor importante es el paso de la hélice que debe ser muy cerrado para suelos
arenosos y mucho más abierto para el muestreo en suelos plásticos.
Posiblemente más usadas que los barrenos son las posteadoras a las que se hace
penetrar en el terreno ejerciendo un giro sobre el mineral adaptado al extremo
superior de la tubería de perforación. Las herramientas se conectan al extremo de
una tubería de perforación, formada por secciones de igual longitud, que se van
añadiendo según aumenta la profundidad del sondeo.
En arenas colocadas bajo el nivel de aguas freáticas estas herramientas no suelen
poder extraer muestras y en esos casos es preferible recurrir al uso de cucharas
especiales, de las que también hay gran variedad de tipos
Frecuentemente es necesario ademar o revestir el pozo de sondeo, lo cual se
realiza con tubería de hierro, hincada a golpes, de diámetro suficiente para
permitir el paso de las herramientas muestreadoras. En la parte inferior una
zapata afilada
facilita la penetración. A veces, la tubería tiene secciones de diámetros
decrecientes, de modo que las secciones de menor diámetro vayan entrando
en las de mayor. Los diferentes segmentos se retiran al fin del trabajo usando
gatos apropiados.
Para el manejo de los segmentos de tubería de perforación y de ademe, en su
caso, se usa un trípode provisto de una polea, a una altura que permita las
manipulaciones necesarias. Los segmentos manejados se sujetan a través de
la polea con cable de manila o cable metálico inclusive: los operadores
pueden intervenir manualmente en las operaciones, guiando y sujetando los
segmentos de tubería de perforación por medio de llaves de diseño especial
propias para esas maniobras y para hacer expedita la operación del
atornillado de los segmentos.
Un inconveniente serio de la perforación con barrenos se tiene cuando la
secuencia estratigráfica del suelo es tal que a un estrato firme sigue uno blando.
En estos casos es muy frecuente que se pierda la frontera entre ambos o aun
la misma presencia del blando.
El error anterior tiende a atenuarse accionando el barreno helicoidal tan
adelantado respecto al ademe como lo permita el suelo explorado.
c) MÉTODO DE LAVADO:
Este método constituye un procedimiento económico y rápido para conocer
aproximadamente la estratigrafía del subsuelo. El método se usa también en
ocasiones como auxiliar de avance rápido en otros métodos de exploración. Las
muestras obtenidas en lavado son tan alteradas que prácticamente no deben ser
consideradas como suficientemente representativas para realizar ninguna prueba
de laboratorio.
El equipo necesario para realizar la perforación incluye un trípode con polea y
martinete suspendido, de 80 a 150 Kg de peso, cuya función es hincar en el suelo
a golpes el ademe necesario para la operación. Este ademe debe ser de mayor
diámetro que la tubería que vaya a usarse para la inyección del agua. En el
extremo inferior de la tubería de inyección debe ir un trépano de acero, perforado,
para permitir el paso del agua a presión. El agua se impulsa dentro de la tubería
por medio de una bomba.
La operación consiste en inyectar agua en la perforación, una vez hincado el
ademe, la cual forma una suspensión con el suelo en el fondo del pozo y sale al
exterior a través del espacio comprendido entre el ademe y la tubería de
inyección; una vez fuera es recogida en un recipiente en el cual se puede analizar
el sedimento. El procedimiento debe ir complementado en todos los casos por un
muestreo con una cuchara del trépano; mientras las características del suelo no
cambien será suficiente obtener una muestra cada 1,50 m aproximadamente, pero
al notar un cambio en el agua eyectada debe procederse de inmediato a un nuevo
muestreo. Al detener las operaciones para un muestreo debe permitirse que el
agua alcance en el pozo un nivel de equilibrio, que corresponde al nivel freático
(que debe registrarse). Cualquier alteración de dicho nivel que sea observada en
los diferentes muestreos debe reportarse especialmente.
d) MÉTODO DE PENETRACIÓN ESTÁNDAR:
Este procedimiento es, entre todos los exploratorios preliminares, quizá el que
rinde mejores resultados en la práctica y proporciona más útil información en
torno al subsuelo y no sólo en lo referente a descripción.
En suelos puramente friccionantes la prueba permite conocer la compacidad de
los mantos que es la característica fundamental respecto a su comportamiento
mecánico. En suelos plásticos la prueba permite adquirir una idea, si bien tosca,
de la resistencia a la compresión simple. Además el método lleva implícito un
muestreo, que proporciona muestras alteradas representativas del suelo en
estudio.
El equipo necesario para aplicar el procedimiento consta de un muestreador
especial de dimensiones establecidas VER FIGURA ANTERIOR . Es normal que
el penetrómetro sea de media caña, para facilitar la extracción de la muestra.
La utilidad e importancia mayor de la prueba de penetración estándar radica en las
correlaciones realizadas en el campo y en el laboratorio en diversos suelos, sobre
todo arenas, que permiten relacionar aproximadamente la compacidad, el ángulo
de fricción interna en arenas y el valor de la resistencia a la compresión simple en
arcillas, con el número de golpes necesarios en ese suelo para que el
penetrómetro estándar logre entrar los 30 cm especificados.
e) MÉTODO DE PENETRACIÓN CÓNICA:
Estos métodos consisten en hacer penetrar una punta cónica en el suelo y medir
la resistencia que el suelo ofrece. Existen diversos tipos de conos.
Penetrómetros cónicos
a) Tipo Danés
b) Tipo Holandés
c) Tipo para ensaye dinámico
d) Tipo de inyección
Dependiendo del procedimiento para hincar los conos en el terreno, estos
métodos se dividen en estáticos y dinámicos. En los primeros la herramienta se
hinca a presión, medida en la superficie con un gato apropiado; en los segundos
el hincado se logra a golpes dados con un peso que cae.
En la prueba dinámica puede usarse un penetrómetro atornillando al extremo de la
tubería de perforación, que se golpea en su parte superior de un modo análogo al
descrito para la prueba de penetración estándar. Es normal usar para esta labor
un peso de 63,5 Kg, con 76 cm de altura de caída, o sea la misma energía para la
penetración usada en la prueba estándar. También ahora se cuenta los golpes
para 30 cm de penetración de la herramienta.
A modo de resumen podría decirse que las pruebas de penetración cónica,
estática o dinámica, son útiles en zonas cuya estratigrafía sea ya ampliamente
conocida a priori y cuando se desee simplemente obtener información de sus
características en un lugar específico; pero son pruebas de muy problemática
interpretación en lugares no explorados a fondo previamente. La prueba de
penetración estándar debe estimarse preferible en todos los casos en que su
realización sea posible.
f) PERFORACIONES EN BOLEOS Y GRAVAS:
Velocidad de rotación.
Presión de agua.
Presión sobre la broca.
MÉTODOS GEOFÍSICOS
Métodos geofísicos
Los métodos geofísicos son pruebas realizadas para la determinación de las características
geotécnicas de un terreno, como parte de las técnicas de reconocimiento de un
reconocimiento geotécnico.
Intentan evaluar las características del terreno basándose en la medida de ciertas magnitudes
físicas tomadas generalmente en la superficie del terreno. Si las características de los
terrenos son tales que las magnitudes físicas medidas son bastante diferentes entre sí, es
posible localizar los contactos entre las distintas capas de terreno. Sin embargo, esto no
siempre sucede así, por lo que estos métodos tienen serias limitaciones.
No obstante, gracias a su rapidez y economía, están especialmente indicados para investigar
áreas extensas o alineaciones de gran longitud entre sondeos que se encuentren alejados, y
de esta forma poder interpolar los resultados obtenidos en las prospecciones extremas, o
establecer, en su caso, la necesidad de realización de sondeos intermedios.
Los métodos geofísicos deben ser considerados siempre como métodos
complementarios de reconocimiento, debiendo estar acompañados por prospecciones
directas como sondeos, y los datos obtenidos mediante estos sistemas refrendados y
contrastados por los resultados de dichos sondeos.
Los trabajos de campo e interpretación de las medidas deben estar realizados por
personal altamente cualificado y con experiencia en la ejecución y procesamiento de
resultados.
Los trabajos de campo e interpretación de las medidas deben estar
realizados por personal altamente cualificado y con experiencia
Métodos eléctricos.
Métodos gravimétricos.
Métodos magnéticos.
Métodos sísmicos, con sus variantes de reflexión y refracción.
El método de mayor utilización en la ingeniería civil es el método
sísmico de refracción, aunque los métodos eléctricos también
tienen cierta utilidad.
Métodos sísmicos
Los métodos sísmicos son un tipo de método geofísico, y constituyen pruebas realizadas
para la determinación de las características geotécnicas de un terreno, como parte de las
técnicas de reconocimiento de un reconocimiento geotécnico.
Las ondas sísmicas que atraviesan un terreno pueden ser:
Longitudinales o de compresión.
Transversales o de cizallamiento.
Superficiales.
La velocidad de propagación de las ondas sísmicas en el terreno depende de sus
características de deformabilidad. En la hipótesis de suponer un comportamiento elástico
para el terreno, la velocidad de las ondas longitudinales y transversales es función del
módulo elástico y del coeficiente de Poisson (ambos dinámicos), por lo que con ambas
expresiones pueden obtenerse dichos parámetros.
Las ondas longitudinales (Ondas P) son más rápidas que las transversales (Ondas S), lo
que dificulta la detección de estas últimas en campo. Por ello, en general se obtiene el
módulo elástico a partir de la velocidad longitudinal, estableciendo hipótesis respecto al
valor del coeficiente de Poisson. El módulo dinámico tiene un valor mayor que el estático,
ya que se obtiene para incrementos tensionales pequeños como son los producidos por
ondas sísmicas. La relación entre el módulo dinámico y el estático se considera
normalmente de 4, pero el rango puede estar entre 1 y 20.
El método sísmico de refracción se basa, tanto en el hecho de la diferencia de velocidad
de la onda sísmica en los distintos terrenos, como en que las ondas al cruzar la frontera
entre dos tipos de terreno distinto sufren refracción, (al igual que sucede con las ondas de
luz), cambiando su dirección en un ángulo cuyo valor depende de la relación entre las
velocidades de onda de cada terreno.
El impulso generador de la onda puede ser un impacto o una pequeña carga explosiva que
se coloca, generalmente, en un punto de la superficie. Mediante geófonos (que son
detectores de pequeñas vibraciones en el terreno), dispuestos a distintas distancias del punto de
impacto, se mide el momento en que llega la primera onda que alcanza a un determinado
geófono. De esta forma se obtiene la velocidad de transmisión.
Cuando se produce el impulso, las ondas se emiten en todas direcciones. Una onda en particular
recorre un camino por la superficie del terreno en dirección al geófono (onda directa). Otras
ondas descienden con diversos ángulos respecto a la horizontal. Al encontrar un estrato inferior
con diferente velocidad sísmica, la onda se refracta en el plano de contacto entre ambos
terrenos.
Existe una dirección de onda que al alcanzar el estrato inferior con un determinado ángulo de
incidencia, su refracción se dirige por encima del estrato inferior paralelamente a la forntera
entre terrenos. Esta onda, con su nueva dirección, continúa emitiendo energía hacia la
superficie con un ángulo de refracción simétrico al de incidencia anterior, por lo que los
geófonos pueden llegar a detectarla.
Si la velocidad sísmica del terreno inferior tiene un valor mayor que la del terreno
superficial, el tiempo necesario para que la onda refractada alcance un punto de la
superficie puede llegar a ser menor que el requerido por la onda directa que viaja
superficialmente, aún cuando la longitud del camino sea mayor. Los geófonos cercanos
al impulso reciben en primer lugar la onda directa, pero a los que se encuentran a una
cierta distancia les alcanza antes la onda refractada.
Métodos eléctricos
Los métodos eléctricos son un tipo de método geofísico, y constituyen pruebas realizadas
para la determinación de las características geotécnicas de un terreno, como parte de las
técnicas de reconocimiento de un reconocimiento geotécnico.
Permiten evaluar la resistividad media del subsuelo mediante la medición de una diferencia
de potencial entre dos electrodos situados en la superficie.
El flujo de corriente a través del terreno discurre gracias a fenómenos electrolíticos, por lo
que la resistividad depende básicamente de la humedad del terreno y de la concentración de
sales en el agua intersticial. Por ello existe una gran variabilidad de valores de la resistividad
para cada tipo de terreno, con rangos muy amplios.
El método consiste en colocar cuatro electrodos alineados a igual distancia entre sí (d). Se
conecta una batería a los electrodos exteriores midiendo la intensidad que circula entre ellos,
así como el voltaje entre los electrodos intermedios. La resistividad viene definida
por el cociente entre el voltaje y la intensidad de la corriente medidos, multiplicado por
2 Π d.
El valor obtenido representa la resistividad media de un gran volumen de suelo, ya que la
red de corriente se extiende en profundidad, aunque tienen mayor peso las características
eléctricas de los terrenos más superficiales. En cualquier caso, la presencia de un estrato
de alta resistividad cercano a la superficie bajo otro de gran resistividad, eleva el valor
resultante del ensayo, al contrario de lo que sucede si existe un material de baja
resistividad bajo un estrato de alta.
El ensayo puede realizarse en forma de sondeo eléctrico, buscando la variación de la
resistividad con la profundidad. Para ello se hacen diferentes medidas variando la
distancia "d" entre los electrodos y manteniendo el centro de la alineación de los cuatro
electrodos en un punto fijo.
Al incrementar la distancia aumenta la profundidad alcanzada por las líneas de corriente,
englobando, por tanto, una mayor profundidad de suelo. Si la resistividad crece, puede
concluirse que hay un estrato profundo de mayor resistividad, sucediendo lo contrario si
la resistividad decrece al aumentar la separación. La profundidad hasta la que puede
aplicarse es de unos 20 metros.
Otro procedimiento utilizado es el de perfil eléctrico, en el que se investiga la variación
lateral del tipo de terreno. Se mantiene la misma distancia entre electrodos, desplazando el
punto central de la alineación. De esta forma se obtienen datos en un área determinada
para un espesor constante del terreno.
La amplitud de los rangos de la resistividad aparente para un determinado terreno, da
lugar a que exista solape entre los rangos de diferentes tipos de terreno. Esto hace muy
difícil la identificación de un determinado suelo o roca, y la profundidad de su
localización. Además, hay una pobre correlación entre la resistividad y las condiciones
mecánicas de un terreno.
Por lo tanto, tienen una menor aplicación en la ingeniería civil que los métodos sísmicos
de refracción, aunque pueden servir para detectar la profundidad del nivel freático,
apoyándose siempre en los resultados de prospecciones como sondeos o calicatas.
Donde sí tienen una utilización interesante es en la determinación de cavernas en zonas
cársticas, dada la clara diferencia de resistividad existente entre un terreno y el aire,
siendo esta última prácticamente infinita. En cualquier caso, la interpretación de los
resultados no es fácil, puesto que el resultado proporciona el valor medio de la
resistividad a través de una determinada trayectoria, que engloba al terreno sano y al
vacío en las cuevas cársticas. Pero, por otra parte, las cuevas o galerías existentes
pueden estar parcial o totalmente rellenas de agua, y como el agua, al contrario que el
aire, es un gran conductor eléctrico, el resultado obtenido al atravesar una caverna
puede no ser un aumento drástico de la resistividad, sino su reducción.
Otra aplicación de este método consiste en definir si un suelo es adecuado para
albergar tuberías de fundición como las realizadas en abastecimientos de agua. Si su
resistividad es baja, posibilita que las corrientes parásitas existentes en el
terreno (zonas cercanas a vías de ferrocarril, transformadores, subestaciones
eléctricas) puedan afectar a estas tuberías provocando y acelerando su
corrosión. Por tanto, en el informe geotécnico de proyecto deberá
contemplarse esta posibilidad, obteniendo la resistividad de los terrenos
atravesados por la traza de la conducción, para en su caso, plantear un
sistema de protección.
Métodos gravimétricos
Los métodos gravimétricos son un tipo de método geofísico, y constituyen pruebas
realizadas para la determinación de las características geotécnicas de un terreno, como parte
de las técnicas de un reconocimiento geotécnico.
Consiste en la medición muy precisa de la aceleración de la gravedad en distintos puntos,
registrando variaciones anómalas de dicha aceleración, que pueden suponer cambios
bruscos en la densidad de un terreno.
De esta forma, se pueden detectar huecos o cavernas, como las existentes en los terrenos
cársticos, o en zonas de explotación minera actual o histórica, fallas, domos salinos,
profundidad de capas competentes compactas, etc.
Los resultados obtenidos son, en general, poco concluyentes para que su empleo esté
generalizado en la ingeniería civil, a pesar de lo cual, no dejan de constituir un método
particular de los métodos geofísicos, como alternativa en el reconocimiento geotécnico de
un terreno.
¡Gracias!