Delitos graves reservados a la CDF

La CDF «examina los delitos cometidos contra la fe

y también los delitos más graves cometidos
contra la moral o en la celebración de los
sacramentos, que le sean denunciados y, en
caso necesario, procede a declarar o imponer
sanciones canónicas a tenor del derecho, tanto
común como propio» (Pastor Bonus, 52)

1. Reglamento para el examen de las doctrinas,

1997.
2. Epístola Ad exsequendam ecclesiasticam legem,
2001
3. CCDDS, Instrucción Redemptionis
sacramentum, 2004
 Delitos contra la fe
1. Herejía, apostasía y cisma (c. 1364 & 1)
2. Delitos cometidos contra las enseñanzas del
Romano Pontífice y del Colegio de los Obispos,
en sus otras dos categorías, a saber: contra las
cosas sobre la doctrina de la fe y las
costumbres propuestas de modo definitivo y
que son necesarias para custodiar santamente
y exponer fielmente el mismo depósito de la fe
(can. 750 § 2); y contra la doctrina sobre la fe
y las costumbres propuestas de modo no
definitivo (can. 752)
• cuando la divulgación de una publicación ha
sobrepasado el ámbito de jurisdicción de la
conferencia episcopal;
• cuando el peligro para la fe reviste particular
gravedad.
 Delitos contra la Santísima Eucaristía

1. Delito de profanación sacrílega

contra las sagradas especies
«Arrojar por tierra las especies consagradas,
o llevarlas o retenerlas con finalidad
sacrílega» (can. 1367; CCEO, can. 1442)
La sanción establecida para este delito es la
excomunión latae sententiae reservada a
la Sede Apostólica. El clérigo puede ser
castigado además con otra pena, sin
excluir la expulsión del estado clerical
 Delitos contra la Santísima Eucaristía

 2. Delito de atentado contra, o simulación de, la

celebración del sacrificio eucarístico
«atentar o simular realizar la acción litúrgica del Sacrificio
eucarístico» (cf. cann. 1378 § 2, 1º, 1379; CCEO, can.
1443)
Atentar la acción litúrgica del Sacrificio eucarístico significa
que quien sin haber sido promovido al orden sacerdotal de
segundo grado, laico o diácono, realiza inválidamente la
acción litúrgica del sacrificio eucarístico (can. 1378 § 2, 1º)
Simular la acción litúrgica del sacrificio eucarístico consiste en
que, quien siendo o no sacerdote, finge realizar dicha
acción. El resultado de ambas acciones es la celebración
inválida de la acción litúrgica del sacrificio eucarístico.
El atentado se sanciona con entredicho latae sententiae y, si
es clérigo (diácono), con suspensión; también puede
aumentarse la pena, según la gravedad del delito, sin
excluir la excomunión (cf. can. 1378, § 3). Por otra parte, la
simulación se sanciona con una pena justa
 Delitos contra la Santísima Eucaristía

3. Delito de concelebración prohibida

«Concelebrar el sacrificio eucarístico con
ministros de comunidades eclesiales que
no tienen la sucesión apostólica ni
reconocen la dignidad sacramental de la
ordenación sacerdotal» (cf. cann. 908,
1365; CCEO, cann. 702, 1440)
La referencia hecha al can. 1365 nos indica
que la sanción correspondiente al presente
delito es la imposición de una pena justa.
 Delitos contra la Santísima Eucaristía
4. Delito de consagración sacrílega de
una o ambas especies
«Consagrar, con fines sacrílegos, una
especie sin la otra en la celebración
eucarística, o también consagrar ambas
especies fuera de la celebración
eucarística» (Cf. can. 927)
Como no se determina una sanción
específica, pensaríamos que la sanción es
ferendae sententiae, indeterminada (cf.
cc. 1384 y 1399)
 Delitos contra el Sacramento de la Penitencia
1. Absolución del cómplice en pecado torpe
Absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento del
decálogo» (cann. 977, 1378 § 1; CCEO, cann. 728 § 1, 2º,
1457

 El sujeto activo del delito es el sacerdote con facultades

ordinarias para administrar el sacramento de la penitencia (Cf.
can. 966 § 1). Ello incluye al presbítero y al obispo, en cuanto
ambos son ministros del sacramento.
 El cómplice es la persona, varón o mujer, con quien se ha
cometido el pecado, sin importar que éste haya tenido lugar
antes o después de la ordenación sacerdotal, y que no se
encuentre actualmente en peligro de muerte.
 La materia del delito: la absolución del pecado contra el sexto
mandamiento del decálogo. De acuerdo con el Catecismo de la
Iglesia Católica, la tradición de la Iglesia ha entendido el sexto
mandamiento del decálogo como referido a toda la sexualidad
humana (Cf. n. 2336). Esto significa, que incluye los pecados de
adulterio, pero también los demás pecados sexuales torpes y
deshonestos. El pecado ha de ser grave, no sólo internamente,
sino sobre todo externamente

Sanción: excomunión latae sententiae

 Delitos contra el Sacramento de la
Penitencia
2. Delito de solicitación
«Solicitación, durante la confesión o
con ocasión o pretexto de la misma,
a pecado contra el sexto
mandamiento del decálogo si se
dirige a pecar contra el mismo
confesor» (can. 1387; CCEO, can.
1458)
Sanción: pena justa
 Delitos contra el Sacramento de la
Penitencia
3. Violación directa del sigilo
sacramental
«Violación directa del sigilo sacramental»
(cann. 983 § 1, 1388 § 1; CCEO, cann.
728 § 1, 1º, 1456 § 1)
Ocurre cuando el confesor deliberadamente
descubre la identidad del penitente y del
contenido de la confesión, ya sea explícita
o implícitamente
Sanción: la excomunión latae sententiae
 Delito contra las buenas costumbres:
Delito sexual de clérigo contra menores
«Delito contra el sexto mandamiento
del decálogo con un menor de 18
años cometido por un clérigo» (can.
1395 § 2)
Reservado a la CDF
Sanción: penas justas, sin excluir la
expulsión del estado clerical, cuando
el caso lo requiera
 Delito contra las buenas costumbres
Según la United States Conference of Catholic Bishops, “El
abuso sexual de un menor incluye el contacto sexual o la
explotación sexual de un menor u otra clase de conducta
por la cual un adulto utiliza a un menor como un objeto de
satisfacción sexual”

Al analizar una alegación de abuso sexual de un menor habrá

que ver si la conducta o interacción con el menor califica
como una violación objetivamente grave y externa del
sexto mandamiento

Un delito canónico contra el sexto mandamiento del Decálogo

no necesariamente tiene que ser un acto de coito completo.
Ni, para ser objetivamente grave, el acto necesita
involucrar fuerza, contacto físico, o un resultado dañino
discernible