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Tracto espinotectal

Los axones entran en la médula espinal


desde el ganglio de la raíz posterior y
van hasta la sustancia gris, donde
establecen sinapsis en neuronas de
segundo orden desconocidas. Los
axones de las neuronas de segundo
orden cruzan el plano medio y
ascienden como el tracto espinotectal
en la columna blanca anterolateral
cerca del tracto espinotalámico lateral.
Después de atravesar el bulbo raquídeo
y la protuberancia terminan
estableciendo sinapsis con neuronas
en el colículo superior del mesencéfalo
Esta vía proporciona información
aferente para los reflejos
espinovisuales y provoca movimientos
de los ojos y la cabeza hacia la fuente
del estímulo.
Tracto Espinorreticular
Los axones entran en la médula espinal
desde el ganglio de la raíz posterior y
terminan en neuronas de segundo
orden desconocidas en la sustancia
gris Los axones de estas neuronas de
segundo orden ascienden por Ia
médula espinal como el tracto
espinorreticular en la columna blanca
lateral, mezclados con el tracto
espinotalámico lateral. La mayoría de
las fibras son directas y terminan
estableciendo sinapsis con neuronas
de la formación reticular en el bulbo
raquídeo, la protuberancia y el
mesencéfalo. El tracto espinorreticular
proporciona una vía aferente para la
formación reticular, la que desempeña
un papel importante por su influencia
en los niveles de conciencia
Tracto espinoolivar
• Los axones entran en la médula
espinal desde el ganglio de la raíz
posterior y terminan en neuronas
de segundo orden desconocidas en
la columna gris posterior. Los
axones de las neuronas de segundo
orden cruzan la línea media y
ascienden como tracto espinoolivar
en la sustancia blanca a nivel de la
unión de las columnas anterior y
lateral. Los axones terminan por
sinapsis en neuronas de tercer
orden en los núcleos olivares
inferiores en el bulbo raquídeo. Los
axones de las neuronas de tercer
orden cruzan la línea media y
entran en el cerebelo a través del
pedúnculo cereboloso inferior. El
tracto espinoolivar transmite
información al cerebelo desde los
órganos cutáneos y propioceptivos.
Correlación clínica de Infarto de
la médula
La médula espinal esta irrigada por tres arterias
que discurren en sentido vertical sobre su
superficie: una única arteria raquídea anterior y
dos arterias raquídeas (espinales) posteriores.
La arteria raquidea anterior se origina en ramas
pares de las arterias vertebrales en la union
craneocervical y es alimentada por vasos
radiculares adicionales que surgen en C6, en un
nivel toracico superior y, con mayor
consistencia, en T11-L2 (arteria de
Adamkiewicz). En cada segmento un par de
vasos penetrantes que son ramas de la arteria
raquidea anterior irrigan los dos tercios
anteriores de la medula espinal; las arterias
raquideas posteriores, que a menudo provienen
de un nivel inferior por debajo del nivel
mesotorácico, irrigan las columnas posteriores.
infarto medular en la zona de mayor riesgo
isquemico, que generalmente es T3 a T4, y
puede resultar en un sindrome rapidamente
progresivo de debilidad y espasticidad en unas
horas con poco cambio sensitivo.
Infarto de la medula espinal
El trastorno de la porción anterior de la médula
espinal lleva a afectación bilateral del tracto
corticoespinal, produciendo déficit motor, y
afectación bilateral del tracto espinotalámico,
produciendo déficit sensorial en forma de
pérdida de sensibilidad al dolor y la
temperatura. Este es el síndrome de la arteria
espinal anterior, y ocurre cuando el bloqueo de
la arteria espinal anterior se produce al nivel de
la médula espinal; contrástese esto con el
síndrome bulbar medial, que ocurre cuando la
arteria espinal anterior está ocluida al nivel del
bulbo raquídeo, lo cual causa diferentes
síntomas: afecta al tracto corticoespinal
(contralateralmente), al lemnisco medial
(contralateralmente) y al nervio hipogloso
(ipsilateralmente).

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