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Intervención

Fonoaudiológica en TEA
Estructura fundamental

Flgo: Alejandro Soto Fuentes


Objetivos de aprendizaje
• Que el estudiante conozca las principales
estrategias de intervención terapéutica
fonoaudiológica utilizadas en usuarios con
trastorno del espectro autista.
• Que el estudiante logre intervenir el TEA
mediante la intervención lingüística.
• Que el estudiante logre intervenir el TEA
según la estimulación psicolingüística.
• La “terapéutica” del TEA, se centra en ocho aspectos
fundamentales:

1. Atención a las familias.


2. Adquisición de requisitos básicos para el lenguaje.
3. Enseñanza de sistemas alternativos de comunicación.
4. Nivel fonológico del lenguaje.
5. Nivel léxico-semántico del lenguaje.
6. Nivel morfosintáctico del lenguaje.
7. Nivel pragmático del lenguaje.
8. Enseñanza de la lectoescritura.
9. Atención escolar.
• Como siempre, la inclusión o no de estos
aspectos en un programa de tratamiento
dependerá de los problemas y déficits a nivel
lingüístico de cada caso (y que estarán
relacionados con los déficits asociados al TEA
y que son establecidos en la evaluación
inicial).
1. ATENCIÓN A LAS FAMILIAS
• Considerando que la mayoría de los casos de
autismo tienen como protagonistas a niños de
pocos años, un aspecto que debería formar parte
de todos los programas de intervención
Fonoaudiológica es el trabajo sobre la familia y
sobre sus necesidades, lo que generalmente
incluye la información sobre el tema y las
consecuencias que el problema puede tener en el
futuro, el apoyo emocional y el soporte
profesional, o el establecimiento de estrategias
comunicativas eficaces para interactuar con el
niño.
• Así, al igual que en otros tipos de trastornos
vistos anteriormente en la asignatura, el
trabajo del Fonoaudiólogo con la familia suele
concretarse en dos tipos de actuaciones
habituales:
• INFORMACIÓN A LA FAMILIA EN EL MOMENTO DEL
DIAGNÓSTICO Y DURANTE EL TRATAMIENTO.

• Cuando se produce el diagnóstico de autismo, es


común que las familias experimenten miedo,
nerviosismo e incertidumbre y que muestren muchas
dudas sobre el trastorno y sus futuras implicaciones,
máxime teniendo en cuenta la imagen social sobre el
problema.

• Por tanto, el Fonoaudiólogo deberá proporcionar


información apropiada sobre el trastorno y servir como
punto de referencia. Además, es importante que este
trabajo de información se siga produciendo durante
todo el periodo en que se esté interviniendo sobre el
lenguaje del niño.
• ENTRENAMIENTO DE LA FAMILIA COMO AGENTE EN
LA INTERVENCIÓN.

• Debido a que los niños con autismo muestran sus


deficiencias comunicativas en todo momento, y a que
la mayor parte del tiempo lo pasan con sus familias,
una práctica recomendable sería la de:

– (a) instruir a las familias a comunicarse de manera efectiva,


– (b) instarles a emplear actividades lingüísticas no
estructuradas que permitan al niño practicar los
comportamientos correctos. Estas actividades no podrían
considerarse como una intervención propiamente dicha,
sino que van a aprovechar las situaciones naturales que se
vayan produciendo en el funcionamiento diario del niño.
2 ADQUISICIÓN DE REQUISITOS
BÁSICOS PARA EL LENGUAJE
• Debido a las dificultades y déficits en numerosas
áreas de funcionamiento que suelen mostrar los
niños con autismo, es habitual que en muchos
casos:
– (a) haya una falta de habilidades y comportamientos
básicos para el aprendizaje y la comunicación, y
– (b) estén presentes muchos comportamientos que
dificultan la interacción con el niño, como rabietas,
movimientos repetitivos, conductas autoestimuladas,
etcétera.
• Por ello, todos los tratamientos
Fonoaudiológicos deberían comenzar
estableciendo una serie de bases previas para
asegurar que el niño podrá aprovechar la
intervención que se va a llevar a cabo y que
ésta podrá ser efectiva. Entre estas bases
destacan:
• Existencia de conductas prerrequisitas para el
aprendizaje

Constituyen los comportamientos básicos


implicados en el aprendizaje; si bien la
mayoría de los niños los adquieren
rápidamente, los déficits de los
autistas pueden hacer que esto no sea así, en
cuyo caso deberán enseñarse explícitamente.
Entre los requisitos básicos más importantes
se encuentran:
• Habilidades comunicativas básicas.

• Por ejemplo la atención conjunta, la adaptación a


los turnos de una actividad interactiva, etcétera.

• Si el niño tiene déficits a este nivel, es


conveniente comenzar reforzando y atendiendo
cualquier intento comunicativo, para
progresivamente ir dando más importancia a la
comunicación verbal apropiada.
• Atención.

• A menudo se encuentran niños con autismo cuya


atención es casi inexistente. En esos casos es necesario
realizar un trabajo previo para mejorarla. En un primer
momento, el objetivo sería conseguir que el niño esté
en situación apropiada para el aprendizaje,
controlando sus propias reacciones (en este sentido, es
frecuente que el Fonoaudiólogo tenga que controlar
físicamente al niño para que éste pueda centrarse en
los estímulos presentados).

• Entendiéndose como un control terapéutico y sólo para


focalizar su atención sin que altere su bienestar físico ni
emocional.
• A continuación, se debe conseguir que el niño sea
capaz de escuchar y atender a unas instrucciones
mínimas, actuando de forma conjunta.

• Para ello se suelen utilizar tareas manipulativas


(puzles, construcciones, dibujos, etcétera) que
progresivamente se van haciendo más complejas.

• Por último, debe enseñarse a que el niño


controle cuándo y cómo dejar la actividad que
está realizando, en función de lo que los demás
demanden de él; de nuevo, es común recurrir a
una interrupción física que progresivamente se va
retirando.
• Imitación verbal.
• El objetivo sería poner la imitación verbal bajo
control; es decir, conseguir que el niño repita
modelos verbales con la mayor exactitud
posible, así como que aprenda a repetirlos
espontáneamente.

• Para ello, se utilizan tareas de repetición de


modelos verbales comenzando por
onomatopeyas, para posteriormente ir
pasando a elementos lingüísticos de
complejidad creciente.
• Seguimiento de instrucciones verbales.

• El objetivo general en esta habilidad sería ayudar


al niño a identificar personas, lugares y cosas por
su nombre y aprender a seguir instrucciones
sencillas.

• Para ello se selecciona un vocabulario básico que


el niño comprenda y que sea significativo,
pasando entonces a enseñar al niño a responder
a instrucciones que incorporen el vocabulario
aprendido. Y paulatinamente, se irán añadiendo
nuevas palabras y órdenes cada vez más
complejas.
• Control de conductas disruptivas

• Se definen como disruptivas todas aquellas conductas


del niño que resultan socialmente inadecuadas y son
incompatibles con las situaciones de aprendizaje.
• Por ejemplo levantarse de la mesa, romper el papel,
pegar a otras personas, autolesionarse, tirar los
materiales al suelo, etcétera.

• Lógicamente, para que el niño con autismo pueda


beneficiarse de las actividades de lenguaje es necesario
que su nivel de comportamiento disruptivo sea bajo . Y
para ello, son necesarias dos actuaciones
complementarias:
• Reducir la frecuencia de las conductas
inadecuadas (disruptivas).

• Aumentar la frecuencia de las conductas


adecuadas (no disruptivas).

• Es decir, que no sólo es necesario indicar al niño


lo que no tiene que hacer, sino también reforzarle
cuando se comporte de manera adecuada (para
así indicarle claramente lo que se espera de él).
• En la siguiente tabla aparecen algunas de las
técnicas de modificación de conducta más
elementales, que pueden emplearse para el
control de comportamientos disruptivos.

• TÉCNICAS BÁSICAS DE MODIFICACIÓN DE


CONDUCTA
TÉCNICAS PARA REDUCIR
COMPORTAMIENTOS:
1. Instaurar normas claras: es importante que el niño sepa
cómo tiene que comportarse, y que estas normas sean
claras y estén visibles todo el tiempo.

2. Interrupción: consiste en la detención física de la


conducta disruptiva cuando se está produciendo.

3. Prevención de respuesta: es la detención de la conducta


física cuando se detecte que va a producirse.

4. Tiempo fuera: implica que cuando el niño se comporta


de manera disruptiva, se interrumpe la actividad que
estuviera llevando a cabo y se le sitúa en un ambiente poco
atractivo (el “rincón de pensar”, otra habitación, etcétera).
• 5. Atención diferencial: consiste en proporcionar atención
e interacción exclusivamente cuando no se producen
comportamientos disruptivos, dejando de prestar atención
cuando éstos aparecen.

6. Costo de respuesta: es una técnica en la que la aparición


de conductas disruptivas supone que el niño pierde una
serie de privilegios o reforzadores (determinadas
actividades, caramelos, etcétera).

7. Castigo: implica aplicar estimulación adversiva después


de un comportamiento disruptivo (decir no, quitar el
reforzador, etcétera).

8.Reforzar lo incompatible: consiste en fortalecer


especialmente conductas que resulten incompatibles con la
disruptiva, como son mantenerse en silencio, atender, jugar
apropiadamente, etcétera.
TÉCNICAS PARA INCREMENTAR
COMPORTAMIENTOS
• 1. Alabanzas verbales: es importante decirle al niño lo que
ha hecho bien. Se utilizan fórmulas verbales como "Bien,
[describir el comportamiento] es lo correcto".

2. Reforzar lo correcto: siempre debemos recordar que el


niño tiene que ser reforzado cuando haga lo que se espera
de él.

3. Acceso a reforzadores: cuando se comporte de manera


no disruptiva, podrá acceder a reforzadores como comida,
juguetes, etcétera.

4. Evitar lo molesto: consiste en situar al niño en un


ambiente poco agradable del que sólo va a salir cuando
realice el comportamiento correcto.
• 5. Reforzar lo incompatible: consiste en
fortalecer especialmente conductas que
resulten incompatibles con la disruptiva, como
son mantenerse en silencio, atender, jugar
apropiadamente, etcétera.

6. Premack: el principio de Premack consiste


en que el niño podrá realizar aquellas
actividades que le gustan una vez que haya
realizado otras menos agradables. Por
ejemplo, podrá jugar con su coche si ha
terminado toda la tarea.
Control de conductas autoestimuladas

Por último, otro requisito básico está relacionado


con las conductas autoestimuladas, que son
aquellos comportamientos que los niños repiten
una y otra vez y parecen estar controladas por su
propia actividad: balancearse, mover los brazos,
etcétera.
• Aunque el control de este tipo de conductas es
complicado, un psicólogo americano llamado
Brian Iwata llevó a cabo un cuidadoso estudio en
el que se determinó la existencia de dos tipos de
conductas autoestimuladas:
• Autoestimuladas mantenidas socialmente:

• serían aquellas que perduran en el tiempo


por la atención que reciben los niños. Por
ejemplo, en los casos en que los niños rompen
el papel que se les pone delante y
automáticamente su profesor se pone a
hablar con ellos, les razona, etcétera. En estos
casos, los tratamientos más efectivos son la
atención diferencial, el tiempo fuera, la
extinción y el reforzamiento de conductas
incompatibles.
• Autoestimuladas "puras":

• Serían aquellas en las que la atención social no


es relevante, y están mantenidas simplemente
por aspectos Propioceptivos o cinéticos.

• Aquí, el hecho de prestar atención o no es


irrelevante, y las actuaciones deben dirigirse a
disminuir la estimulación que mantiene el
problema, mediante la disminución física de la
estimulación y el reforzamiento de conductas
incompatibles.
3 ENSEÑANZA DE SCA
• En los últimos años, ha crecido la implementación de
sistemas alternativos de comunicación como
herramientas para facilitar la comunicación de los
niños autistas, destacando el empleo de sistemas
basados en pictogramas (SPC, Bliss), sistemas gestuales
(Comunicacion total de Schaeffer) o sistemas
informáticos portátiles.

• La lógica que sustenta la utilización de estos sistemas


es que, ya que el niño autista tiene dificultades para
comunicarse de manera “normal” con los demás,
podría beneficiarse de sistemas que se encargan de
suplementar la producción del lenguaje.
• Sin embargo, son numerosos los autores que
apuntan que el empleo de sistemas
alternativos de comunicación en casos de
autismo resulta POCO NATURAL y tiene mayor
sentido en casos en los que no existe otra
solución comunicativa, por ejemplo, en
parálisis cerebral, donde se producen
alteraciones motoras y morfológicas de los
órganos bucofonatorios.
• Por tanto, desde una perspectiva que busca
maximizar la naturalidad y minimizar la
intrusividad de la intervención, tenemos que
desaconsejar la utilización generalizada de
sistemas alternativos de comunicación en
casos de autismo.

• No obstante, eso no significa que no haya


algún caso muy específico en el que el niño
pueda beneficiarse de ellos, pero debe
evitarse utilizar estos sistemas como una
intervención para todos los casos.
• E incluso en los casos de autismo en los que sí sea
recomendable implementar un sistema
alternativo de comunicación, éste debería
considerarse no como una solución permanente
sino más bien como una herramienta o ayuda
temporal, que posteriormente será sustituida por
el habla oral natural. En palabras de Mac
Monfort:

• “Esto no significa que esos niños van a utilizar


[los sistemas alternativos] durante varios años y
menos durante toda su vida. Es probable que
para la mayoría de ellos se trate sólo de un
“empujón” provisional”.
4 NIVEL FONOLÓGICO DEL LENGUAJE

• Como se indicó al exponer las características


del autismo, algunas de las alteraciones más
frecuentes afectan a la producción del
lenguaje. A continuación figuran las técnicas
habituales ordenadas en función de los
problemas más frecuentes a este nivel:
Alteraciones articulatorias
Son muy frecuentes las alteraciones a nivel articulatorio, que pueden
trabajarse con ejercicios como:
1. Manipulación directa de los órganos de la articulación.
2. Aparatos de biofeedback.
3. Imitación de fonemas y palabras.
4. Lectura de sílabas, palabras, frases y textos.
5. Denominación de tarjetas que contienen dibujos o acciones.
6. Lotos fonéticos.
7. Bingos fonéticos.
8. Juegos con fonemas.
9. Canciones populares y poesías.
10. Role-playing en el que se representan papeles apropiados.
11. Scripts.
12. Guía física de los órganos fonadores.
13. Empleo de modificadores de la articulación (depresores, bolas, etcétera).
14. Imitación del logopeda.
15. Visualizadores de voz (Speech Viewer).
• Alteraciones prosódicas

También son comunes las alteraciones en tono


de voz, acentos, pausas, etcétera. Por
ejemplo, se pueden emplear actividades
como:

1. Realizar emisiones correctas, primero muy


cortas y luego más largas.
2. Imitación.
3. Realizar emisiones con distintas prosodias.
4. Enseñar a la persona a escucharse.
5. Empleo de visualizadores de la voz.
• Dificultades en el habla y la voz

En muchos casos el habla resulta lenta, irregular y entrecortada,


con dificultades en el control de la intensidad. Para mejorarla,
algunos ejercicios apropiados serían:

1. Realizar emisiones correctas, primero muy cortas y progresivamente


más largas.

2. Enseñar a la persona a escucharse.

3. Imitación.

4. Realizar distintas voces, con tonos y timbres diferentes.

5. Empleo de modificadores de la voz.

6. Utilización de visualizadores de la voz.


• 7. Metrónomos.

8. Palmadas, golpes, instrumentos musicales,


etcétera.

9. Entrenamiento en habla rítmica.

10. Modificación del ritmo de la respiración.

11. Discriminación y enseñanza de estructuras


rítmicas sencillas.

12. Canciones infantiles.


• Trabajo sobre las ecolalias

Consisten en la repetición de palabras o frases emitidas


por el propio sujeto o por otras personas de forma
mecánica y sin ninguna intención comunicativa.

El trabajo sobre estas emisiones suele implicar, por un


lado, la interrupción inmediata de las mismas cuando
se produzcan, y por otro, la sustitución por emisiones
más apropiadas.

Para ello se pueden emplear las mismas técnicas


mencionadas anteriormente al hablar de la necesidad
de reducir las conductas disruptivas:
• 1. Interrupción.

2. Prevención de respuesta.

3. Atención diferencial.

4. Costo de respuesta.

5. Reforzamiento de conductas incompatibles.

6. Tiempo fuera.
5 NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO DEL
LENGUAJE

• Los niños con autismo suelen tener un


vocabulario muy pobre (tanto a nivel
expresivo como comprensivo) y también
presentan limitaciones a nivel semántico, de
ahí que sea común que el logopeda intervenga
sobre estos aspectos centrándose en dos
objetivos:
• Aumentar el vocabulario
Tanto a nivel comprensivo como productivo.
Para ello, algunos ejercicios apropiados
podrían ser:
• 1. Imaginar historias sobre temas generales y específicos.
2. Imitación.
3. Juegos de semejanzas y diferencias.
4. Juegos de sinónimos y antónimos.
5. Tareas de evocación.
6. Sacar objetos de una bolsa y describirlos.
7. Detectar errores cometidos al leer un cuento.
8. Juego del veo-veo.
9. Responder a órdenes.
10. Señalar imágenes al decir su nombre.
11. Evocar palabras que faltan en una serie.
12. Reconocer el objeto que corresponde a una determinada
descripción.
• Mejorar las relaciones léxicas entre palabras
del vocabulario

Además de mejorar el vocabulario, es


necesario trabajar sobre la construcción de
relaciones temáticas y jerárquicas, más que
sobre una simple acumulación de palabras.
Ejercicios adecuados podrían ser los
siguientes:
• 1. Preguntas sobre vocabulario (qué es, por qué, para
qué)
2. Juegos de semejanzas y diferencias.
3. Analogías.
4. Preguntas directas (dime cosas que puede hacer un
pájaro o un avión? ¿qué animales pueden volar? ¿dónde
se puede encontrar pan?.
5. Elegir dos palabras al azar y tratar de relacionarlas.
6. Ejercicios de polisemia.
7. Inventar adivinanzas.
6 NIVEL MORFOSINTÁCTICO DEL
LENGUAJE

• Es común que el nivel sintáctico se encuentre


alterado y que el nivel gramatical sea bastante
pobre, pudiendo incluso llegar a un habla tipo
telegráfico. Algunos ejercicios para su mejora
serían:
• Empleo de elementos sintácticos y
gramaticales

Se utilizan actividades como las que figuran a


continuación, en las que se trabajarían
aquellos elementos con los que el niño
presente problemas (plurales, pronombres,
verbos, preposiciones, futuros, etcétera). Así,
se suelen emplear actividades y ejercicios
como los siguientes:
• 1. Elaborar frases a partir de una o dos palabras dadas.
2. Contar el contenido de una lámina con dibujos.
3. Corregir errores u omisiones.
4. Corregir las frases que un muñeco dice.
5. Ordenar palabras.
6. Construir frases que contengan los elementos
problemáticos.
7. Unir partes de enunciados.
8. Crear historias imaginarias y cuentos.
9. Canciones infantiles.
10. Imitación.
11. Role-playing.
12. Scripts.
• Estructura de las oraciones

Habrá que tener en cuenta la edad del niño y


la secuencia evolutiva de adquisición del
lenguaje, para diseñar ejercicios que permitan
palabras solas a combinaciones de dos
palabras de los tipos más frecuentes (agente-
acción, acción objeto, agente-objeto, etcétera)
y de ahí a primeras frases. Estos ejercicios
podrían implicar:
• 1. Imitación.
2. Ordenación de historietas.
3. Reconocer frases correctas.
4. Completar oraciones.
5. Corregir oraciones desordenadas.
6. Descripción de eventos.
7. Invención de historias.
8. Role-playing.
9. Scripts.
• Comprensión de oraciones

Para trabajar sobre este área, se emplean ejercicios


como:

1. Seguimiento de órdenes individuales. Por ejemplo,


“toma un lápiz”, “dame la goma”, “dibuja una casa” o
“pinta un árbol de color rosa”.

2. Seguimiento de órdenes complejas. Por ejemplo,


“toma un lápiz y da un salto”, “dame la goma que tiene
dibujada una estrella”, “dibuja una casa que tenga el
tejado verde” o “delante de la casa, pinta un árbol de
color rosa pero que sea más bajito que la casa”.

3. Producir oraciones semejantes.


7 NIVEL PRAGMÁTICO DEL LENGUAJE
• Muchas veces existen problemas con los
aspectos pragmáticos del lenguaje, que
resultan más complicados, de manera que a
las personas con TEA les cuesta entender las
intenciones de los demás hablantes y expresar
con propiedad. Por ejemplo se podrían
emplear actividades como las siguientes:
• Comunicación general

Una actuación fundamental para los niños TEA


consiste en favorecer su contacto con otras
personas, buscando la realización de
actividades sociales en las que tengan que
relacionarse con otros niños (tanto autistas
como con desarrollo normal).

Entre las actividades más habituales se


encuentran:
• 1. Asistencia a asociaciones.
2. Talleres de tiempo libre.
3. Juegos y actividades deportivas.
4. Musicoterapia.
5. Terapias alternativas.
6. Sesiones de intervención grupal.
• Desarrollo de la intencionalidad

El objetivo sería facilitar que el niño inicie el intercambio


lingüístico y lo haga de manera consciente e intencional.
Algunos ejercicios pertinentes serían:

1. Describir lo que se hace mientras se ejecuta alguna actividad.


2. Describir láminas de historias.
3. Canciones.
4. Dibujar y contar historias.
5. Completar dibujos inacabados e inventar historias con ellos.
6. Role-playing.
7. Utilización de scripts.
• 8. Historietas en las que falta información que el
niño debe completar. Por ejemplo, se cuenta la
historia:

• “Pablo se dejó la ventana de si pieza abierta


mientras dormía por la noche. Al día siguiente no
pudo ir a clase”

y se hacen preguntas como: ¿Qué le pasa? ¿Es


invierno o verano? ¿Qué diría su mamá?.
• Desarrollo del discurso

A través de actividades como:

• 1. Contar experiencias personales.


2. Describir eventos que hayan ocurrido o estén ocurriendo.
3. Hablar de temas conocidos.
4. Contar historias que impliquen sentimientos.
5. Conversar por teléfono imaginariamente con otras personas.
6. Juegos de semejanzas y diferencias.
7. Role-playing.
8. Utilización de scripts.
• 9. Historietas en las que falta información que
el niño debe completar. Por ejemplo, se
cuenta la historia:
• “Pablo se dejó la ventana del cuarto abierta
mientras dormía por la noche. Al día siguiente
no pudo ir a clase”

• y se hacen preguntas como ¿Qué le pasa? ¿Es


invierno o verano? ¿Qué diría su madre?.
• Gestualidad

En general el usuario TEA, utiliza la modalidad gestual


del lenguaje de manera muy limitada, de forma que
muchas veces ha de enseñárseles gestos sociales tan
simples como la sonrisa o el abrazo, y con frecuencia el
lenguaje hablado no vaya acompañado por gestos
apropiados que complementen el mensaje. Para ello se
emplean tareas como:

1. Práctica de distintos gestos.


2. Control de los gestos durante el habla.
3. Imitación.
4. Imitación guiada.
5. Role-playing.
6. Scripts.
• Comunicación no-verbal

Por último, dentro del nivel pragmático suelen existir


dificultades a nivel de comunicación no-verbal,
especialmente en lo referente a la postura y al contacto
ocular.

Para mejorar la comunicación no-verbal, se pueden


emplear actividades como:

1. Práctica de distintas expresividades.


2. Control de los gestos durante el habla.
3. Imitación.
4. Imitación guiada.
5. Role-playing.
6. Scripts.
8 ENSEÑANZA DE LA LECTOESCRITURA
• Al igual que ocurría en los casos de TEL, si el
niño diagnostico con TEA alcanza la edad
apropiada (6-7 años, dependiendo del
colegio), sigue en tratamiento para superar el
retraso lingüístico y dispone de las habilidades
previas necesarias, sería apropiado que el
Fonoaudiólogo trabaje con los profesores para
diseñar un programa de enseñanza de
lectoescritura apropiado y ajustado a cada
caso.
9 ATENCIÓN ESCOLAR

• La legislación actual de Chile permite algunas


modalidades educativas para las personas con
NEE, y que generalmente se tiende a políticas
de inclusión en escuelas regulares (con
integración).
• El problema en relación al TEA surge porque
los estudios que han revisado la efectividad de
las intervenciones muestran claramente que la
escolarización en escuelas especiales resulta
mucho más beneficiosa que en la educación
regular, lo que probablemente se explica
atendiendo a las necesidades continuas que
tienen los niños con autismo y que
generalmente no se pueden ver satisfechas en
el marco de una clase con muchos más
alumnos y un sólo profesor.
• Lógicamente, la solución a este problema
debería pasar por el establecimiento de aulas
o unidades que permitieran una respuesta
educativa apropiada en los colegios
ordinarios, pero hasta entonces la labor del
Fonoaudiólogo en el contexto escolar deberá
dividirse entre la participación en proyectos
educativos pertenecientes a centros de
educación especial, y la perteneciente a
educación regular.
• En cualquier caso, en ambas situaciones el
apoyo a nivel educativo del Fonoaudiólogo se
suele concretar en dos actuaciones
principales:
• Realizar adaptaciones del currículum educativo:
Comprenderían la modificación de aspectos como los
contenidos y objetivos, la metodología, las actividades,
el modo de evaluar, los horarios, el agrupamiento de
alumnos, etcétera.

• Contribuir a una adecuada formación del


profesorado: generalmente, este profesorado no
cuenta con información específica sobre este tipo de
problemáticas que estén basadas en investigaciones
contrastadas, y suelen necesitar pautas para
interactuar con los niños y dirigir sus aprendizajes.
Entre dichas pautas, podemos sugerir algunas de las
mencionadas anteriormente al hablar de la atención a
las familias.
Bibliografía Específica
• Acosta, V.M. y Moreno, A.M. (1999). Dificultades del lenguaje en
ambientes educativos. Barcelona: Masson.
• Gallego, J.L. (1999). Calidad en la intervención logopédica. Estudio
de casos. Málaga: Aljibe.
• Lovaas, O.I. (1990). Enseñanza de niños con trastornos del
desarrollo. Barcelona: Martínez Roca.
• Lovaas, O.I. (1991). El niño autista. Madrid: Debate.
• Luciano, M.C (1997). Manual de Psicología Clínica Infantil. Valencia:
Promolibro.
• Moreno, J.M., Suárez, A., Martínez, J.D. y García-Baamonde, M.E.
(2004). Retrasos en la adquisición y desarrollo del lenguaje. Estudio
de casos. Madrid: EOS.
• Peña Casanova, J. (2006). Manual de logopedia. Barcelona: Masson
• Puyuelo, M. (2005). Casos clínicos en Logopedia (volumen 2).
Barcelona: Masson.

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