Los procesos hidrometalurgicos

nos sirve para el tratamiento de

menas de cobre se centran
fundamentalmente en distintas
masas de minerales pobres o
residuos sulfurados de baja ley.
Uno de los procedimientos mas
frecuentes para la extracción
hidrometalúrgica del cobre es la
lixiviación.
 LIXIVIACION:
• Se denomina lixiviación al proceso de
separación del metal por ataque y disolución
del mismo a partir de la mena tratada
físicamente. Existen varios procesos de
lixiviación:
 Procesos de lixiviación:
• Lixiviación in situ aplicada a masas minerales de
baja ley.
• Lixiviación en escombreras o montones para
material apilado.
• Lixiviación por percolación en cajones para
material de tamaño fino.
• Lixiviación en reactor agitado, con o sin presión o
temperatura, material fino.
• Lixiviación bacteriana o biolixiviación utilizado
para menas de baja ley y desechos industriales.
 REACCIONES EN LA LIXIVIACIÓN DE
LAS MENAS DE COBRE:
• Ácido sulfúrico diluido, utilizable para menas oxidadas de
cobre tales como óxidos, carbonatos, sulfatos básicos y
silicatos.
• Disoluciones de sales de hierro (iii), preparadas o
formadas in situ en presencia de oxígeno. Estas
disoluciones son oxidantes y atacan a los sulfuros
minerales de cobre.
• Disoluciones clorhídricas con un oxidante, o cloraciones
que atacan con facilidad los sulfuros de cobre pasando el
cloruro de cobre a disolución.
• Disoluciones amoniacales de sales de amoniaco, para
menas oxidadas así como para cobre nativo si las gangas
son carbonatadas.
Lixiviación en reactor agitado, con o sin
presión o temperatura, material fino:
• Lixiviación de sulfuros con oxígeno en reactor
a presión.
• El proceso de Arbiter usa una lixiviación en
contracorriente con una disolución amoniacal
bajo una atmósfera de oxígeno, a baja presión
y baja temperatura.
• EJEMPLO: óxidos que contienen cloro como la
atacamita
 Lixiviación bacteriana o biolixiviación utilizado para
menas de baja ley y desechos industriales:

• La biolixiviación es una técnica que disuelve metales en

un medio acuoso, a través de bacterias (thiobacilus
ferooxidans) que liberan cobre en mayor cantidad que
con métodos convencionales. Estas bacterias o
microorganismos se alimentan principalmente de
arsénico y azufre, dos impurezas que hay que extraer
del mineral para producir cobre. Es decir, las bacterias
pueden oxidar el azufre a ácido sulfúrico y el arsénico a
una especie que es inofensiva para el ser humano. En
esto radica la diferencia con respecto a los hornos de
fundición, los que expulsan vapor de azufre y arsénico
a la atmósfera que deben ser depurados mediante
sistemas o chimeneas de alto costo.