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INTRODUCION
No hay razones físicas para comenzar a fumar. El cuerpo no
necesita tabaco de la manera que necesita alimentos, agua,
descanso y ejercicio. Y muchas de las sustancias químicas
presentes en los cigarrillos, como la nicotina y el cianuro,
son verdaderamente venenos que pueden matar en dosis
suficientemente altas.
El cuerpo es inteligente. Se defiende cuando lo están
intoxicando. Las personas que fuman por primera vez a
menudo sienten dolor o ardor en la garganta y los
pulmones, y algunos tienen náuseas o incluso vomitan las
primeras veces que prueban el tabaco.
• ¿Qué es el tabaquismo?
• El tabaquismo es una adicción a la nicotina del tabaco. En la mayoría
de los casos, se produce a través del consumo de cigarrillos y con
menor frecuencia a través del consumo de habanos, cigarros, pipas y
otros. Se considera fumador a quien ha fumado al menos 100
cigarrillos en su vida y actualmente fuma todos o algunos días. En
Argentina fuma el 30% de la población entre 18 y 65 años y esto
impacta anualmente en más de 40.000 muertes en nuestro país.
• La mayoría de las personas que comienzan a fumar lo hacen en la
adolescencia, en parte para identificarse con los adultos. El tabaquismo
resulta muy accesible tanto por la multiplicidad de lugares de venta, como
por el precio, con campañas de publicidad que identifican valores
especialmente atractivos para el joven. Al mismo tiempo es una de las
adicciones físicas más intensas. La Organización Mundial de la Salud,
identificó estos factores y propuso estrategias para controlar esta epidemia
a nivel mundial: aumentar el precio de los cigarrillos, prohibir -o regular- la
publicidad, generar ambientes cerrados libres de humo de tabaco (sólo
fumar afuera), prohibir que las empresas tabacaleras patrocinen eventos,
incorporar información fuerte del daño del tabaco en el atado de
cigarrillos, entre otro
consecuencias
• El hábito de fumar mata a más de 440,000 ciudadanos americanos cada año, más que el
total combinado de muertes por alcohol, uso ilegal de drogas, homicidios, suicidios,
accidentes automovilísticos y SIDA. Entre 1964 y el 2004, más de 12 millones de
americanos murieron prematuramente por el tabaquismo y es casi seguro que, de los
fumadores actuales en los Estados Unidos, otros 25 millones morirán de enfermedades
relacionadas con el hábito de fumar.
• El hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo. Ha sido definitivamente
vinculado a las cataratas y la neumonía (pulmonía) y ocasiona la tercera parte de las
muertes relacionadas con cualquier tipo de cáncer. En general, el índice de muerte por
cáncer se duplica en los fumadores y llega a ser hasta cuatro veces más en los fumadores
empedernidos. El cáncer de pulmón encabeza la lista de los tipos de cáncer causados por
el tabaco. El uso de cigarrillos está asociado con el 90 por ciento de todos los casos de
cáncer pulmonar, el cáncer que más muertes causa tanto entre hombres como mujeres.
El hábito de fumar también está asociado con el cáncer de la boca, faringe, laringe,
esófago, estómago, páncreas, cérvix, riñones, uretra, vejiga y leucemia mieloide aguda.
•
• Además del cáncer, el uso de cigarrillos causa enfermedades
pulmonares como la bronquitis crónica y el enfisema y también se
sabe que empeora los síntomas del asma en adultos y niños. Más del
90 por ciento de todas las muertes por enfermedades de obstrucción
pulmonar crónica son atribuibles al hábito de fumar. Ha sido bien
documentado que fumar aumenta sustancialmente el riesgo de
enfermedades del corazón, incluyendo ataques al cerebro y al
corazón, risa. El hábito de fumar cigarrillos también causa
enfermedad coronaria, la principal causa de muerte en los Estados
Unidos; los fumadores de cigarrillos tienen de dos a cuatro veces más
probabilidad de desarrollar enfermedad coronaria en comparación
con las personas que no fuman.
• 1) El primer paso es poner una fecha
• “Esto es fundamental ya que el tabaco crea una dependencia física (por la
nicotina), social (se suele fumar con los amigos, en los bares, etc.) y psicológica (dejar de
fumar podría provocar nerviosismo, insomnio, estreñimiento, entre otros)”, añade. El
Grupo de Abordaje al Tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina Familiar y
Comunitaria (semFYC), indica que es preferible poner ese plazo en dos semanas.
• 2) Díselo a tu familia y amigos
• Es importante buscar el apoyo de las personas del entorno para conseguir llegar a la
meta. En el caso de que una persona quiera dejar de fumar y su pareja sea fumador,
Caramelles recomienda hacer el intento a la vez para tener más probabilidades de éxito.
• 3) Quitar todo lo relacionado con fumar
• Antes de dejar de fumar hay que retirar del entorno todo lo que esté relacionado con el
tabaco: cigarros, ceniceros, mecheros, etc.
• 4) Analizar los intentos previos
• “Es normal que al dejar de fumar haya recaídas y podemos aprender de ellas”, explica. “El
exfumador debe repetir lo que le funcionó en el intento anterior y evitar lo que le perjudicó. En
este sentido aconseja analizar la relación que tiene la persona con el tabaco. “Puede pensar, por
ejemplo, cuál es el cigarrillo que le cuesta más y buscar sustitutos. Si es después de comer puede
salir a dar un paseo, lavarse los dientes o beber agua”. Además, recomienda evitar o limitar el
consumo de alcohol las primeras semanas.
• 5) Abstinencia total
• El exfumador no puede permitirse ni un cigarrillo más. “La nicotina tienen un poder adictivo,
como el de la cocaína, y hace que los receptores recuerden, despierten y necesiten más cigarros.
• 6) Ayuda farmacológica
• El tratamiento farmacológico puede ayudar a dejar de fumar, aunque no está recomendado en
jóvenes y embarazadas.
• Tras seguir estos pasos es recomendable que un especialista realice un seguimiento para
conseguir más eficacia.