¿Y ahora? Parte I Miguel Ángel Ruíz Marcano Muchos eran los que afirmaban, por activa, por pasiva, y al (agresivo) ataque, que nunca podría haber una criptoburbuja porque los criptoactivos no sólo eran el futuro idealista más que seguro, y su valor sólo podía cotizar al alza de forma casi continuada y hasta el infinito y más allá.
Miguel Ángel Ruíz Marcano
Algunos no dudaban en darnos lecciones y alardear con rotunda seguridad de que Bitcoin llegaría dentro de poco a los 50.000$/BTC, e incluso contemplaban que podría ser bastante más en unos años. Bitcoin no pasó tan apenas de los 20.000$ y, tras tocar máximos, se vino abajo casi un 80%, y sigue instalado en la misma letanía a lo largo de un significativo plazo que ya se cuenta por trimestres. Lo siento, sí, Bitcoin era otra burbuja, ya lo avisamos. Pero, ¿Y ahora qué?
Miguel Ángel Ruíz Marcano
A la vista están los gráficos, el efervescente tanto por ciento de subida precedente, el tanto por ciento del sonoro batacazo posterior, y, sobre todo, el plazo de trimestres a lo largo de los cuales Bitcoin y otras criptomonedas han desarrollado esta acusada tendencia bajista. Ya no hay duda, ni persona con mínimos conocimientos económicos que pueda negarlo: era una burbuja.
Miguel Ángel Ruíz Marcano
Como bien nos sintetizaba Bloomberg hace unos días, las cifras son apabullantes. Un breve vistazo al índice “MVIS CryptoCompare Digital Assets 10” muestra un auténtico colapso en 2018, con una contundente bajada de 80%. El batacazo ha sido de epopeya, y ha superado (a la baja) la marca de profundidad del 78% de descenso del Nasdaq tras el estallido de la famosa burbuja “.com”. Y también coincide que ahora la sangría ha sido especialmente letal en los valores de segunda fila (o “altcoins” en el mundo cripto), aunque tokens de primera fila como Ethereum también han sufrido con especial dramatismo.