En el estado de Chihuahua el pueblo que

tuvo mayor desarrollo fue PAQUIMÈ

que en lengua PIMA significa: casas
grandes. Es la cultura más destacada del
norte del país.
Paquimé fue una
población muy organizada
en la que cada quien
tenía obligaciones
y todos trabajaban para
todos; así lograron una
hermosa ciudad: sus
paredes estaban
decoradas y sus
habitantes disfrutaban
de comodidades.
Sus miembros se dedicaban a una
actividad determinada: los artesanos que
trabajaban la concha, piedra y madera; la
casa de los guacamayos era llamada así
porque
los comerciantes tenían jaulas para estas
aves, además de plantas exóticas,
perfumes
y artesanías que negociaban con otros
pueblos; en otro conjunto habitacional
vivían los
guerreros.
Paquimé era un pueblo
agricultor:
almacenaban los granos
que les servían de
alimento
en el invierno; criaban
guajolotes, pericos,
guacamayas; se
dedicaban a la
alfarería y
fabricaban piezas de
cerámica como ollas y
jarros pintados con
figuras geométricas.
En la actualidad, la
tercera parte de los
pobladores de este
lugar se dedica a la
fabricación
y venta de estas
vasijas.
Las tribus vecinas localizadas en los valles y montañas comerciaban
alimentos,
combustibles y materias primas con Paquimé. A su vez las tribus
dependieron de los
productos que comerciaban como cerámica, objetos necesarios para el
culto, pinturas;
adornos para el cuerpo y cara como: pulseras, aretes, collares,
brazaletes; instrumentos
musicales, hachas y cuchillos.