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La ganadería incaica se centraba en la cría de camélidos como la llama y la alpaca, cuyos recursos como la lana, carne y huesos tenían múltiples usos. También criaban vicuñas y cazaban guanacos de forma controlada. Tras la conquista, los españoles introdujeron el ganado bovino y ovino y transformaron la economía andina para la minería y agricultura de exportación, utilizando mano de obra indígena. Hoy la ganadería andina sigue siendo importante para la fertil
La ganadería incaica se centraba en la cría de camélidos como la llama y la alpaca, cuyos recursos como la lana, carne y huesos tenían múltiples usos. También criaban vicuñas y cazaban guanacos de forma controlada. Tras la conquista, los españoles introdujeron el ganado bovino y ovino y transformaron la economía andina para la minería y agricultura de exportación, utilizando mano de obra indígena. Hoy la ganadería andina sigue siendo importante para la fertil
La ganadería incaica se centraba en la cría de camélidos como la llama y la alpaca, cuyos recursos como la lana, carne y huesos tenían múltiples usos. También criaban vicuñas y cazaban guanacos de forma controlada. Tras la conquista, los españoles introdujeron el ganado bovino y ovino y transformaron la economía andina para la minería y agricultura de exportación, utilizando mano de obra indígena. Hoy la ganadería andina sigue siendo importante para la fertil
En los andes prehispánicos, los camélidos desempeñaron un papel verdaderamente importante en la
economía. Particularmente fueron la llama y la alpaca los únicos camélidos domesticados por el hombre andina las que, criadas en casas de gran escala, fueron utilizadas para diferentes propósitos dentro del sistema de producción de los incas. Igualmente, fueron utilizadas otras dos especies de camélidos sin domesticar: la vicuña y el guanaco. Los guanacos eran cazados mediante los chacos (cacerías colectivas). Crianza de camélidos Los camélidos conformaban una fuente valiosa de recursos. Su carne se consumía fresca o en charqui y chalona ; con su lana confeccionaban hilos y tejidos; sus huesos, cuero, grasa y excrementos tenían aplicaciones diversas como: instrumentos musicales, calzado, medicinas y abono respectivamente. También eran animales preferidos para los sacrificios religiosos. Los rebaños comunales de camélidos se encontraban al cuidado de jóvenes, cuyas edades fluctuaban entre los doce y dieciséis años. Clasificación El jesuita José de Acosta menciona que en el Antiguo Perú se realizaba la división de los hatos de camélidos según los colores de los animales. Había blancos, negros, pardos y moromoros, como llamaban a los de varios colores. Además, el cronista decía que los colores se tomaban en cuenta para los diversos sacrificios, de acuerdo con sus tradiciones y creencias. Garcilaso de la Vega añade que en los rebaños, cuando una cría salía de color distinto, una vez crecida la enviaban al hato que le correspondía. Esta división por tonalidades facilitaba su cuenta en los quipus, que se confeccionaban con lana del mismo color que el de los animales que querían contabilizar. DOMESTICADOS Llama :Los recursos proporcionados por la llama fueron utilizados al máximo. Así, su lana era hilada para transformarla en ropa para la gente de la sierra, pues los pobladores de la costa utilizaban el algodón para confeccionar sus vestimentas. Su carne era consumida tanto fresca como secada al sol y deshidratada (charqui); esto último permitía su conservación y almacenamiento en los depósitos. Además, eran sangradas por una vena de la quijada para preparar una comida especial con la sangre. Los cueros eran utilizados para preparar cuerdas, sandalias y otros objetos, mientras que su excremento seco era un excelente combustible, particularmente en las alturas donde no había árboles para conseguir leña.
Alpaca: proporcionaba básicamente su lana -de calidad inferior a
la de la vicuña- para los tejidos más finos y lujosos. Los pastizales necesarios para su crianza siguieron pautas similares a las de la tenencia de la tierra agrícola. Los ayllus disponían de pastos para sus animales, al igual que los curacas, los grandes señores de las macroetnias, las huacas y los pastos especiales del Inca-Tanto las investigaciones arqueológicas como los documentos de archivos refieren la existencia de hatos de camélidos en la costa mucho antes de la conquista inca: desde la época precerámica. Estos debieron alimentarse en la región de lomas y en los bosques de algarrobales que hoy se encuentran casi totalmente depredados. Cuando las lomas se secaban, los animales se alimentaban con las vainas de los algarrobos. NO DOMESTICADOS Vicuña: los cronistas afirman que a las vicuñas nunca se les daba muerte. De ellas se buscaba obtener su lana que era muy apreciada. La ropa del inca y la que sería destinada a las ofrendas se confeccionaba de esta lana. Era cazada mediante los chacos (cacerías colectivas) para ser esquiladas y luego puestas en libertad; así se aseguraban que su cantidad se mantuviese. Los guanacos en cambio, eran cazados por su carne, que era muy apreciada. Guanaco: el camélido más difundido en términos geográficos era el guanaco, pues se le encontraba desde los ámbitos sudecuatoriales hasta la Tierra del Fuego. Sobre los guanacos, señala el cronista Pedro Cieza de León, se cazaban para hacer charqui, que era almacenado en los depósitos «para alimentar al ejército». Eran cazados por su carne, al ser esta muy apreciada. CRIANZA DE OTROS ANIMALES Los animales domesticados en el incanato fueron principalmente los camélidos. También domesticaron al cuy o cobayo. Aunque no se han encontrado muestras significativas de cuy en los Andes, por lo que se cree que su domesticación era menor o en pocas proporciones. Actualmente el cuy forma parte de la dieta de los pueblos andinos. De igual forma, los patos en el incanato eran criados en casa al ser muy valorado el consumo de su carne. Según crónica de la colonización española, los pobladores de la selva alta, llamados entonces indios yuncas, criaban animales mansos y domésticos como los cuyes y pavos SURGIMIENTO DE LA GANADRIA COLONIAL Estos cambios son parte de la transformación de una economía de auto-subsistencia, en base a la agricultura, a una economía extractiva, basada principalmente en la minería, y un sistema comercial y fiscal, mercantilista, de extracción en especie y en dinero. Lohman et al (1994) mencionan que la economía colonial utilizó intensivamente el trabajo servil indígena y trabajo esclavo de los negros, apoyándose de diversas instituciones: unas de origen europeo como la encomienda y el corregimiento y otras de origen andino como la mit’a y la minca que se deformaron para obtener enormes ganancias. En la actualidad es necesario entender la interacción de algunos aspectos de agricultura en andenes irrigados con la ganadería como parte de los medios de vida andinos para proponer opciones de desarrollo viables. El ganado bovino ha contribuido al aumento de la productividad por unidad de tierra y mano de obra con el uso del arado y conjuntamente con el abono de ovinos y caprinos ha mejorado la fertilidad del suelo; así mismo el ganado europeo contribuyó a la diversificación de la dieta andina con carne y productos lácteos.