impositiva, es pues el Estado, ya sea el Estado nacional, los Provinciales o las Municipalidades, o sea los llamados entes públicos, entendiendo por tales toda clase de gobierno o autoridad de jurisdicción territorial que ejerza la función gubernamental. El Estado es el sujeto activo de la obligación tributario. Nos referimos principalmente al Estado en su aspecto patrimonial, en su concepción de Estado Fisco. También las municipalidades cobran tributos, pero no hay que olvidar que no existe ningún tributo que pueda ser exigido sin una ley que lo respalde, sea cual fuere el organismo que lo reclame. SUJETO PASIVO. Es siempre un sujeto de derechos. Es la persona a quien la ley fiscal obliga al pago del tributo. No interesa a los fines de tal obligación que aquél sea en definitiva el que pague el gravamen, según haya habido traslación o no. El sujeto de hecho, el sujeto incidido, no debe confundirse con el sujeto percutido (éste es el que la ley señala). Ambos sujetos pueden ser personas físicas o de existencia visible y personas jurídicas o de existencia ideal. En materia tributaria son sujetos pasivos del impuesto las personas físicas y las personas jurídicas, del derecho privado y del derecho público, así como también lo son los llamados entes colectivos de hecho. La calidad de contribuyente exige un patrimonio autónomo con respecto a otros patrimonios. Afirmase la individualización del contribuyente en todo sujeto que posee actual o potencialmente, un patrimonio autónomo que construye lo que se denomina una unidad económica, con réditos, ganancias, o enriquecimientos propios, distintos e independientes de otros sujetos. a) OBJETO. Entendemos por objeto del impuesto , la medida de la riqueza que interesa a la obligación, vale decir, la riqueza que sirve para medir el impuesto, o sea la manifestación de riqueza que constituye su materia. b) En otros términos , representa la exteriorización material de la riqueza.- · FORMAS DE OBJETO: POSESIÓN DE LA RIQUEZA (CAPITAL); CAPACIDAD PARA ADQUIRIRLA (RENTA) Y EL GASTO (CONSUMO).
La posesión de la riqueza, esto es, un
capital, representado en general, por las cosas, inmuebles o muebles, o los derechos (inmobiliario o mobiliario) o el conjunto de cosas o derechos (patrimonio). Capital, dicen Laferrie y Waline, es la riqueza adquirida, consolidada, que constituye el patrimonio de un individuo, lo que en el lenguaje corriente se llama su fortuna. La capacidad para adquirir tal riqueza, vale decir, la renta y sus distintas modalidades, réditos, superrentas, beneficios extraordinarios, beneficios o ganancias eventuales, ganancias o incrementos de capital, etc. Para Laferrie y Waline se entiende por renta la riqueza proveniente de una fuente susceptible de crearla de una manera renovada durante un tiempo más o menos largo. Este concepto involucra los de rentas que corresponden a la existencia de un capital productor (rentas de inmuebles o de valores mobiliarios) o que provienen solamente de una actividad (rentas del trabajo, salarios, beneficios de profesiones liberales) o bien de las explotaciones comerciales, industriales, agrícolas) El gasto, o igualmente el consumo, que es un empleo de la riqueza habida. Es el empleo o la utilización de la riqueza adquirida para la satisfacción de las necesidades, es decir, es el consumo. · UNIDAD CONTRIBUTIVA. Es la magnitud económica real, que sirve de base para establecer el impuesto a ser obtenido. Así el indicador monetario puede referirse a unidad de cien o de mil. Ejemplo: cuando se establece que el impuesto será del 10 por ciento o del 1 por mil, se dice que el quantum impositivo de 10/1 se aplica sobre el valor establecido por la ley a cada unidad contributiva.
Así como el objeto es la magnitud o expresión de riqueza que
sirve para medir el impuesto, tal medida jurídicamente se practica basándose en unidades elementales, las que en conjunto forman todo el objeto. Cada una de éstas se denomina unidades contributivas. Por unidad contributiva, se entiende pues, el objeto del impuesto en una unidad elemental. Si tomamos por ejemplo el impuesto sucesorio, el objeto del impuesto es la porción que recibe cada heredero. Si por caso el causante ha dejado bienes por valor de $ 300.000 y tres hijos como únicos herederos, y cada uno, una vez deducidos los gastos comunes, recibe su parte $ 80.000, el impuesto se liquidará aplicando a cada unidad de 100 $, el quantum que la ley señala, o bien que en tales casos la unidad elemental o unidad contributiva es de cien. · QUANTUM DEL IMPUESTO. Es la parte de impuesto que corresponde por cada unidad contributiva. Así, si decimos que la alícuota o quantum del impuesto es del cinco por ciento, se está expresando que el quantum del impuesto es el de cinco centésimos por cada unidad contributiva de cien. En tal ejemplo, el “porcentaje” es la unidad elemental y “ cinco” el quantum del impuesto. CAUSA DEL IMPUESTO.
En materia fiscal no puede medirse la causa
como en materia civil, ya que en ésta interesa la contraprestación, y tributariamente ello no ocurre, pues el servicio público no es divisible a los fines del impuesto. La causa de la obligación tributaria, es la capacidad contributiva, esto es la capacidad económica, de quien posee bienes o riqueza para pagar el impuesto, o sea la aptitud o potencialidad económica del individuo sometido a la soberanía del Estado para contribuir al pago de los gastos públicos. La causa mediata es la necesidad que tiene el Estado de costear los servicios públicos. Ella no debe confundirse con las ventajas que proporcionan el servicio público, ya que tales ventajas son generales e indivisibles · FUENTE DEL IMPUESTO. DIFERENCIACIÓN CON EL OBJETO. EJEMPLIFICACIÓN. IMPORTANCIA TRIBUTARIA DE ESTA DISTINCIÓN. Como lo señalamos oportunamente al estudiar la obligación tributaria, por fuente, desde el punto de vista jurídico, solo puede entenderse que es tal la ley, ya que jamás ha de admitirse que exista un impuesto sin una ley. Jurídicamente el impuesto tiene su origen en la ley. El art. 44 de la Constitución Nacional vigente concordante con los arts. 179, 180 y 181, son la estricta aplicación del principio nullum tributum sine lege. Económicamente tenemos que gran parte del Producto Interno Bruto se encuentra en el sector privado. Entonces la determinación de los impuestos, es decir "el quantum" es el conjunto de actuaciones o procedimientos que precia el monto del impuesto e individualiza al contribuyente. Es un acto administrativo, esencialmente jurídico, por aplicación concreta de la ley. La determinación del impuesto nos conduce a una serie de investigaciones. La primera indagación se refiere al análisis de los elementos del impuesto, la materia imponible y la cuantía del tributo. Pero vista la fuente del punto de vista financiero, entendemos por tal el conjunto de bienes o la misma riqueza, de los que se detrae el impuesto. No deben confundirse pues, el objeto con la fuente del impuesto: el primero es la manifestación de riqueza que sirve de medida al tributo, mientras que la fuente, es la misma riqueza o la porción de ella con que se paga el impuesto. EFECTOS DEL IMPUESTO. CONCEPTO. Pese al propósito legislativo, de allegar recursos al erario, que pudiera prevalecer en el momento de la sanción de la ley fiscal, fácilmente se advierte que los impuestos deparan efectos dignos de especial consideración dentro de los campos más diversos con que puede enfocarse la conducta humana. Toda perspectiva impositiva debe tener en cuenta: evolución de la población y densidad, estándar de vida, estructuras productivas de las regiones a partir de los recursos naturales, tendencias científicas y tecnológicas, organizaciones institucionales y sociales, características de la producción nacional.
Los precisados indicadores, son importantes a fin de que la
presión tributaria no se vea distorsionada en los resultados de recaudación tributaria. La creación de impuestos debe producir un sentido de corresponsabilidad de justicia social, como esfuerzo mancomunado de Gobierno y Pueblo, para asegurar el ejercicio concreto y libre de los derechos vitales (derechos de empleo, de alimentación, de educación, agremiación, etc.) y que estos sean reales en la práctica diaria. Vemos ahora cuáles son los efectos: EFECTOS PSICOLÓGICOS: los legisladores deben conocer los efectos que producen en los contribuyentes los impuestos. Estos efectos pueden dar al contribuyente una comprensión cabal o exacta de la carga tributaria, o por el contrario llevarlos a impresiones ilusorias, en cuanto implican en realidad, sacrificios mayores. Las causas que provocan un exceso o falta de sensibilidad en los contribuyentes son: la ignorancia del contribuyente del impuesto, la ignorancia de los efectos remotos del impuesto, la percepción en momentos de intensa alegría, el fraccionamiento en cuotas mínimas del impuesto, y otros. Las impresiones ilusorias pueden ser positivas o negativas, positivas cuando el contribuyente se siente gravado en más de los que en realidad incide el impuesto sobre él. Negativas cuando se despreocupan o ignoran el impuesto al consumo que abonan. Este efecto se produce cuando el ciudadano se entera por trascendidos, anuncios en los medios de comunicación, rumores o infidencia que se va a crear un nuevo impuesto o se va a modificar uno existente en forma más gravosa para él. Ante ésta, las conductas pueden ser de distinto tipo: – Acaparar los bienes que serán más caros al sancionarse el impuesto nuevo – Prepararse para consumir menos, o incluso, dejar de usar ciertos objetos que sufrirán incremento de precio. – Montar el escenario propicio para eludir fraudulentamente. a) EFECTOS MORALES: Para conseguir los fines políticos del Estado, el impuesto debe atender a los efectos sobre la hacienda y la moral. Hay impuestos que persiguen netamente efectos morales y por otro lado, la moral puede detener el resultado de los impuestos. Según algunos economistas liberales, el impuesto no debe preocuparse por los fines morales. Sin embargo, no hay impuestos neutros ni el Estado debe o puede desentenderse de los efectos "morales" del impuesto en cuanto con él tiene ocasión de ordenar y disciplinar las costumbres de los hombres. El Estado puede alcanzar tributariamente las dos finalidades: la financiera y la moralizadora, y puede también limitarse a conseguir únicamente efectos morales, aunque con ello pierda en la recaudación. Un ejemplo de los impuestos que persiguen ambos efectos se da en el caso de los aplicados a los objetos suntuarios, que combaten el lujo y permiten recaudar tributos. EFECTOS POLÍTICOS: Las diferentes imposiciones tributarias, responden a los delineamientos políticos del momento social. La exigencia de recursos, como el impuesto, responden a servicios generales que tiendan a satisfacer necesidades colectivas, que como ideales son reivindicados por los acontecimientos. La historia registra ejemplos en las colonias inglesas de América, la Revolución Francesa, etc. y ello es así porque afecta a grandes sectores de la población, afectando intereses creados en los distintos estratos sociales. Sobre todo cuando el sentido de injusticia social se agudiza. Los impuestos han provocado con frecuencia los grandes acontecimientos de la Historia. El individuo por su egoísmo innato se siente inclinado a reaccionar contra el Estado que le aplica gravámenes. El descontento se manifiesta por la prensa, por el comicio y hasta por revueltas contra los poderes públicos. La rebelión de las Colonias Inglesas de Norteamérica se produjo entre 1775 y 1783 por la imposición de los derechos aduaneros y sobre el comercio del papel, del vidrio y del té, tributos que se estimaron inconstitucionales por haber sido establecidos por la Metrópoli sin la aprobación previa de las colonias, como lo requería la Carta Magna en el derecho inglés. La Revolución Francesa tuvo entre sus numerosas causas la inicua ordenación tributaria fundada en la distinción entre las tres clases sociales: aristocracia, clero y burguesía, eximiéndose las dos primeras y oprimiéndose a la última con los tributos. EFECTOS ECONÓMICOS. EL FENÓMENO DE LA REDISTRIBUCIÓN. El impuesto es exigido a quienes se hallan en las situaciones consideradas por la ley como imponibles. Esa persona obligada a tributar por estar comprendida en el hecho generador es el contribuyente de iure, o sea la persona designada por la ley para pagar el impuesto, pero puede ocurrir que sea un tercero el que paga el impuesto, o sea el contribuyente de hecho. Por ello es necesario saber quiénes son los contribuyentes de hecho para saber sobre qué parte de la economía recae en definitiva la exacción fiscal.
La transferencia de la carga impositiva (traslación) a veces
es prevista por el legislador; así, la mayor parte de los impuestos al consumo son soportados por el comprador, pero son pagadas al fisco por el vendedor que los carga en los precios. En otros casos la traslación se produce sin estar prevista por el Estado e incluso contra su voluntad ya que aquellos a quienes se quiere cargar con el peso impositivo logran transferirlo a otra persona. El efecto sustancial de las finanzas es la distribución de los gastos públicos. Esta distribución puede ser jurídica o económica. La distribución jurídica, es la que hace el legislador por medio de las leyes basándose en el principio de igualdad. Sin embargo, como el contribuyente procura trasladar la carga abonada, su gestión genera el llamado fenómeno de redistribución del impuesto, que es de naturaleza económica. La redistribución suele provocar situaciones de injusticia ya que el sujeto incidido no tiene con frecuencia capacidad económica para afrontar el detraimiento de riqueza que motiva el impuesto. Lo ideal sería pues que el contribuyente no pudiera trasladar el tributo, pero la realidad demuestra que esa traslación, es económicamente inevitable. Estos efectos varían extraordinariamente según la época, lugar y personas. Los precios se alteran y la traslación de los impuestos o cargas públicas modifican a su vez, el equilibrio económico existente. EFECTOS FINANCIEROS DEL IMPUESTO. CONCEPTO. Los efectos financieros del impuesto pueden ser positivos o negativos. Son positivos, cuando se producen de acuerdo al plan fiscal del legislador, o sea conforme al cálculo de la recaudación impositiva y al proyecto de distribución de la carga pública. Son negativos, cuando los resultados obtenidos difieren del plan previsto. Los elementos a tener en cuenta para buscar los efectos financieros son los siguientes: a) la tasa o quantum del impuesto, su elevación o monto es factor importante en la recaudación. b) la elección de la fuente del impuesto. c) el proceso de liquidación o base tributario, puede hacerse por distintos medios, por reparto o contingente y por cuota. d) la recaudación del impuesto, ya sea que se opere en la fuente mediante el pago de anticipos, o por cualquiera de las formas usuales. AMORTIZACIÓN O CONSOLIDACIÓN Y CAPITALIZACIÓN. El fenómeno de la amortización o consolidación se produce cuando el impuesto reduce el valor del bien afectado en forma definitiva. Dicho en otras palabras "amortización" consiste en reducir el valor atribuido a la propiedad, maquinarias y mercaderías que figuran en los inventarios y balances conforme se van desgastando o inutilizando.
La capitalización (fenómeno inverso de la
amortización) es el alza del valor de los bienes considerados como capital que beneficia a un bien no gravado o menos gravado que los otros, al producirse la supresión del impuesto que lo afecta. ABSTENCIÓN, EVASIÓN Y FRAUDE FISCAL. Cuando se evita el pago del impuesto se opera una serie de situaciones que implican el no pago del impuesto por parte del sujeto obligado. Sin embargo, los efectos negativos pueden ser lícitos o ilícitos y tener importancia distinta. Se debe distinguir pues, entre abstención, evasión y fraude fiscal
La abstención se verifica cuando el
contribuyente se sustrae al pago del impuesto sin acudir a medios ilícitos o fraudulentos. Es decir la abstención se refiere a un acto negativo, decidido libremente por el sujeto o impuesto por la ley, y cuyas consecuencias pueden ser imputadas a quienes se abstienen. La abstención no es considerada un acto ilícito o contrario a las normas tributarias, generalmente el sujeto evita el pago del tributo dejando de consumir el bien gravado con dicho tributo. Hay evasión cuando el contribuyente recurre a medios ilícitos ocultando la riqueza imponible o logrando que se grave por un valor menor al que posee. En el primer caso hay evasión por ocultación material, y en el segundo por ocultación económica. Hay evasión por emigración, cuando el contribuyente emigra o hace pasar al extranjero su riqueza cuando ha contraído ya la obligación fiscal de pagar el impuesto.
El Codigo Penal Paraguayo, establece en su
art. 261 la figura de la Evasión Impositiva .- Finalmente se dice que hay fraude fiscal, cuando los contribuyentes evitan el pago del impuesto mediante falsificaciones que caracterizan como criminosa su actividad o su conducta fiscal. Así ocurre en los impuestos indirectos, con el contrabando para eludir el impuesto aduanero, y con el uso de mecanismos o procedimientos falsos o de casos típicos de fraude fiscal, que por lo general, castiga la ley con la confiscación de las mercaderías, graves penas pecuniarias y prisión. En los impuestos directos el fraude aparece presentado falsas declaraciones juradas, alterando los libros comerciales para ocultar ganancias, aumentando los gastos de producción o alterando el resultado de inventarios, etc. La Ley 125/91 establece en su Libro Quinto , Capitulo Tercero , respecto a las Infracciones y sanciones.- El articulo 172 regula en relación a la defraudación y entiende por tal: cuando los contribuyentes, responsables y terceros ajenos a la relación jurídica tributaria que con la intención de obtener un beneficio indebido para sí o para tercero, realizaren cualquier acto, aserción, omisión, simulación, ocultación, o maniobra en perjuicio del fisco. Los artículos 173 y 174 establecen la condición para que se produzca la intención de defraudar y la presunción de la defraudación.-