Datos biográficos: • Nace en Paysandú, el 14 de febrero de 1883. • Se graduó como maestra en 1903, en el Instituto Normal de Señoritas “María Stagnero de Munar”. • Ocupó luego la cátedra de lectura y declamación en ese mismo instituto, y de Lengua Castellana en Enseñanza Secundaria. • La familia Luisi Yanicki estaba compuesta por ochos hermanos, de los cuales únicamente dos fueron varones. • Luisa era la menor de las hermanas. • Su precocidad y disposición, tuvieron antecedentes fraternos: Paulina fue la primera doctora en medicina de Uruguay (1903), Inés se graduó como médico cirujana en 1917, y Clotilde fue la primera mujer licenciada en derecho, en 1911. • En cuanto a la posición económica de la familia Luisi, cabe suponerla acomodada; de otra forma, sería difícil explicar la esmerada educación que recibieron los ochos hermanos.
• Asimismo, la temprana vocación de Luisa fue,
seguramente, fruto del contacto con la biblioteca paterna. La mente creadora: • Debido a su cultura académica, la elaboración selectiva de su mente la lleva a procurarle un sitio a la razón antes que al sentimentalismo. • El afán por el pensamiento lógico la arrastra igualmente a la hora de la creación literaria. • Su primer poemario, Sentir (1916), revela un ingenuismo romántico, casi lúdico, que va a ir diluyéndose conforme avanza su producción. Su evolución: • Ya en el poema inicial de su segundo libro, Inquietud (1922), titulado como este, columbramos el inicio de una búsqueda agónica y siempre estéril.
• Su clarividencia acerca del arte del bien decir, la
condujo a una bondad fuera de lo común para con sus semejantes y coetáneos, así como una terne rigurosidad para consigo misma. • Para ella existía una rémora insalvable: su notable capacidad como estudiosa y crítica quedó compensada por la de poseer menor estro poético que sus paisanas.
• En su madurez vital contrajo una parálisis
irreversible, lo cual la precipitó a una vida previsible y sedentaria.
• En este tiempo y como, y como resultado de esta
experiencia definitiva, nace el poemario paradigmático de su personalidad, Poemas de la inmovilidad y Canciones al Sol (1926). “...no es necesario ser poeta para inculcar en los niños el amor a la poesía; solo requiere del maestro un poco de gusto y mucho corazón. Y poesía buena, elevada, noble, existe ya, y existe en abundancia en nuestros países de América. La poesía, mejor que ningún otro arte traduce y da vida al sentimiento humano...la poesía se dirige al mismo tiempo a la inteligencia y al corazón; y como emplea el instrumento anímico por excelencia, el lenguaje, es por todos más fácilmente comprendida....” Luisa Luisi