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Abraham le pide a su criado que vaya a su tierra natal para encontrar una esposa para su hijo Isaac. El criado ora a Dios para tener éxito en su misión. En el pozo, Rebeca acepta darle de beber a él y a sus camellos, mostrando su bondad. Ella resulta ser la elegida por Dios para Isaac, y él se casa con ella. El documento enfatiza la importancia de que los padres guíen a sus hijos en la elección de su cónyuge para asegurar una vida feliz y una relación con Dios
Abraham le pide a su criado que vaya a su tierra natal para encontrar una esposa para su hijo Isaac. El criado ora a Dios para tener éxito en su misión. En el pozo, Rebeca acepta darle de beber a él y a sus camellos, mostrando su bondad. Ella resulta ser la elegida por Dios para Isaac, y él se casa con ella. El documento enfatiza la importancia de que los padres guíen a sus hijos en la elección de su cónyuge para asegurar una vida feliz y una relación con Dios
Abraham le pide a su criado que vaya a su tierra natal para encontrar una esposa para su hijo Isaac. El criado ora a Dios para tener éxito en su misión. En el pozo, Rebeca acepta darle de beber a él y a sus camellos, mostrando su bondad. Ella resulta ser la elegida por Dios para Isaac, y él se casa con ella. El documento enfatiza la importancia de que los padres guíen a sus hijos en la elección de su cónyuge para asegurar una vida feliz y una relación con Dios
matrimoniales eran hechos generalmente por los padres; y ésta era la costumbre también entre los que adoraban a Dios. No se exigía a nadie que se casara con una persona a quien no pudiese amar; pero al brindar sus afectos, los hijos eran guiados por el juicio de sus padres piadosos y experimentados Génesis 24:1-4 1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. 2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su
casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía:
Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, 3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. Génesis 24:5-9 5El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. 7Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio. Génesis 24:12-14 12Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. 13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas
de los varones de esta ciudad salen por agua.
14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu
cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere:
Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. Génesis 24:15-17 15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro. 16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a
la que varón no había conocido; la cual descendió a la
fuente, y llenó su cántaro, y se volvía. 17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Génesis 24:15-17 15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro. 16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a
la que varón no había conocido; la cual descendió a la
fuente, y llenó su cántaro, y se volvía. 17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. Génesis 24:63- 67 63 Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían. 64 Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; 65 porque había preguntado al criado: ¿Quién es este
varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el
criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. 66 Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho. 67 Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con quien no le teme. "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto?" (Amós 3:3.) La felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores, entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios. El que contrajo matrimonio antes de convertirse tiene después de su conversión mayor obligación de ser fiel a su cónyuge, por mucho que difieran en sus convicciones religiosas. Sin embargo, las exigencias del Señor deben estar por encima de toda relación terrenal, aunque como resultado vengan pruebas y persecuciones. Manifestada en un espíritu de amor y mansedumbre, esta fidelidad puede influir para ganar al cónyuge incrédulo. Pero el matrimonio de cristianos con infieles está prohibido en la Sagrada Escritura. 2 de Corintios 6:14; 17,18 14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?... 17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. ¡Qué contraste entre la conducta de Isaac y la de la juventud de nuestro tiempo, aun entre los que se dicen cristianos! Los jóvenes creen con demasiada frecuencia que la entrega de sus afectos es un asunto en el cual tienen que consultarse únicamente a sí mismos, un asunto en el cual no deben intervenir ni Dios ni los padres. Mucho antes de llegar a la edad madura, se creen competentes para hacer su propia elección sin la ayuda de sus padres. Suelen bastarles unos años de matrimonio para convencerlos de su error; pero muchas veces es demasiado tarde para evitar las consecuencias perniciosas. ¡La falta de sabiduría y dominio propio que los indujo a hacer una elección apresurada agrava el mal hasta que el matrimonio llega a ser un amargo yugo. Así han arruinado muchos su felicidad en esta vida y su esperanza de una vida venidera. • Los padres no pierda de vista su propia responsabilidad acerca de la futura felicidad de sus hijos. • Los padres deben manifestar en su propio carácter y en su vida diaria el amor y la benevolencia del Padre celestial. • Mediante la fidelidad al deber en la casa paterna, los jóvenes deben prepararse para formar su propio hogar. El Casamiento de Isaac Génesis 24