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POSESIÓN

POR:
POSESIÓN:
CODIGO CIVIL

Título VII: De la posesión

Capítulo I.
De las Posesión y sus Diferentes Calidades

ARTICULO 762. <DEFINICIÓN DE POSESIÓN>. La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de
señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la
tenga en lugar y a nombre de él.

El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo.

“La posesión es la relación de hecho entre una persona y una cosa, en virtud de la cual la persona puede cumplir
sobre la cosa actos materiales de uso y transformación, con la voluntad de someterla al derecho real al cual
dichos actos corresponden normalmente”.
ARTICULO 763. <COEXISTENCIA DE TÍTULOS>. Se puede poseer una cosa por varios
títulos.

En el derecho civil colombiano para que pueda hablarse de posesión se requiere que
haya corpus y ánimus y como consecuencia de estos dos elementos se desprende
también la necesidad de existir otros dos elementos:

Un poseedor capaz de tener ánimus, y una cosa determinada, singular o plural


susceptible de ser poseída.

Estos son los elementos propios de la posesión y son los que permiten su existencia

La falta de cualquiera de ellos impide el nacimiento de la posesión y el de su


subsistencia.
ÁNIMUS:

Este es el elemento subjetivo de la posesión, es la intención manifiesta de ser dueño.

Se hace ostensible por el ejercicio público de los actos que el derecho poseído permita a
su titular y ejercidos en forma excluyente porque no se reconoce poder semejante a
favor de otra persona, salvo el caso de la coposesión, semejante al codominio.

El ánimus comprende la profunda convicción actual de ser verdadero y único dueño; no


la simple creencia de serlo ni el deseo de llegar algún día a ejecutar actos de señorío.

Cuando falta el elemento ánimus no hay posesión, habrá cuando más una mera
tenencia.
CORPUS:

Son la cosa misma y la relación de hecho material o inmaterial que se tiene sobre ella.

El corpus se manifiesta por el ejercicio de los actos de señor y dueño ejecutados por el poseedor sobre
la cosa poseída.

Todo el conjunto de actos que ejerce el poseedor de manera continuada constituyen el corpus y hacen
notorio ese elemento ante los terceros que aprecian la conducta del poseedor y lo tienen por eso como
verdadero dueño del bien mientras dura la posesión.

No siempre el corpus en la posesión se ejerce mediante actos materiales, sino que se puede ejercer
también mediante actos inmateriales consistentes en el ejercicio del derecho que aparentemente se
tiene, como sería la celebración de contratos de edición entre el editor y el poseedor de la propiedad
intelectual sobre un libro.
COSAS SUSCEPTIBLES DE POSEER:

La posesión supone cosas sobre la cuales se pueda tener ánimo de señor y dueño, es decir, cosas susceptibles de
apropiación o de propiedad privada.

En consecuencia no se puede tener posesión respecto de las cosas comunes a todos los hombres; de los bienes de
usos público (calles, puentes, caminos, ríos); y en general de las cosas incomerciables, esto es, las que o pueden
formar parte del patrimonio.

La posesión consiste en el ejercicio de actos de señor y dueño, por lo anterior solo pueden poseerse los bienes
susceptibles de propiedad privada adquiribles por la usucapión, vale decir, las cosas que están en el comercio (art
2518).

No pueden poseerse los bienes no apropiables por los particulares como los de uso público (art 2518).

Sólo importa, entonces, para poder poseer una cosa que, con respecto a ella, el poseedor pueda ejercer hechos
positivos de aquellos a que sólo da derecho el dominio en cualquier forma imaginable, siempre que no esté
prohibido por la ley ejercer tales actos sobre el bien concreto que se pretende poseer.
POSESIÓN REGULAR y POSESIÓN IRREGULAR

ARTICULO 764. <TIPOS DE POSESIÓN>. La posesión puede ser regular o irregular.

Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe, aunque la buena fe no
subsista después de adquirida la posesión.

Se puede ser, por consiguiente, poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa, el poseedor de buena fe
puede ser poseedor irregular.

Si el título es traslaticio de dominio, es también necesaria la tradición.

La posesión de una cosa, a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará presumir la tradición, a menos
que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del título.
La posesión se califica de regular cuando ha sido adquirida de buena fe y con base en un
justo título.

Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión.

Si el título es traslaticio de dominio, es también necesaria la tradición


La posesión irregular, a contrario sensu, será la que ha sido adquirida sin justo título o de mala fe, es decir, la posesión
en cuya adquisición ha faltado uno de los elementos cuya concurrencia configura la posesión regular, o ambos.

Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados en el artículo 764:

“La posesión irregular es aquella que no reúne todos los requisitos de la posesión regular, o sea, la que no proviene
de un justo título, o se inició sin buena fe, o cuando a pesar de haber justo título y de haberse adquirido de buena fe,
no se hizo la tradición legal si el título que le dio origen era traslaticio de dominio”.

En consecuencia, hay posesión irregular aunque haya justo título cuando la posesión no se adquirió de buena fe.

Hay posesión irregular cuando se adquirió de buena fe pero sin justo título.

También hay posesión irregular aunque haya buena fe y justo título, pero falta de tradición legal de la cosa.

Siempre en la posesión, aunque sea irregular, debe haber corpus y ánimus, pues ambos son requisitos esenciales de
la posesión.
JUSTO TITULO- BUENA FE:

No ha sido definido por el legislador, que se limita en el artículo 765 a precisar los efectos del título justo cuando dice:
“el justo título es constitutivo o traslaticio de dominio”, y pasa a enunciar algunos de ellos.

El Código Civil ayuda a precisar el concepto de justo título cuando en el artículo 766 enuncia qué títulos no son justos.

Puede decirse que el justo título es el otorgado con arreglo a la ley y que por eso es apto para constituir derechos y
obligaciones.

En el caso de la posesión es justo el título otorgado de conformidad con la ley y apto para constituir o transferir el
derecho real de dominio.

Se excluye de esta exigencia el inmueble que se adquiere por accesión, pues el justo título para la posesión de ellos
está en la ley y en la posesión de la cosa principal.

Si de muebles se trata, basta la existencia de un título consensual válido, pues la ley no exige más para los muebles;
pero si el título fue traslaticio, también se requiere que se haya hecho entrega de la cosa, pues mientras no se haga la
tradición, aunque haya justo título, no hay posesión regular.

Pero no puede exigirse que ese título justo, otorgado conforme a la ley, transfiera dominio, porque entonces se hablaría
del derecho real de dominio, no de la posesión; no se hablaría de la situación de hecho sino de la situación de derecho.
TÍTULOS INJUSTOS:

Título injusto es aquel que carece de los requisitos de ley y no es apto, por consiguiente, para constituir o transferir el
derecho.

El artículo 766 dice qué títulos no son justos; al estudiarse esta norma debe tenerse en cuenta que ella contiene una
parte en la que se enumeran taxativamente las causas por las cuales un título puede no ser justo y otra parte en la que
se ejemplifica sobre tales causas. Dice el artículo 766 mencionado: “No es justo título:

1. El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;

2. El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de otra, sin serlo;

3. El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación, que debiendo ser autorizada por un representante legal
o por decreto judicial, no lo ha sido;

4. El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el del legatario, cuyo legado
ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc.
NATURALEZA JURÍDICA DE LA POSESION:
La posesión es un derecho real auxiliar y provisional.

La posesión como un “poder de hecho sobre cosas que normalmente corresponde al ejercicio de un
derecho patrimonial (derechos reales o derechos personales).

Ese poder de hecho adquiere sustantividad cuando se contemplan a partir de él varios efectos, en el que
al poseedor se le respeta su poder de hecho aun sin que tenga un poder jurídico o derecho subjetivo,
que se encuentra traducido en la protección contra atentados que se den, y asimismo por medio de las
acciones posesorias de conservación y recuperación.

Además de lo anterior al poseedor se le otorga la facultad de “transmitir su poder de hecho a otro,


transmisibilidad que puede ir acompañada o no del respectivo poder jurídico o titularidad”
DIFERENCIA ENTRE PROPIETARIO, POSEEDOR Y MERO TENEDOR

El propietario es quien detenta el título y la posesión comprendida por el animus y el corpus.

El poseedor tiene el animus y el corpus pero no el título.

El tenedor tiene la detentación material de la cosa, este reconoce el derecho de otro.

El artículo 669 del Código Civil define la propiedad o dominio como "el derecho real en cosa corporal para gozar y disponer de ella, no
siendo contra la ley o contra derecho ajeno"

Sus características principales son: carácter absoluto(porque el dueño tiene poderes sobre la cosa dentro de los límites impuestos por
la ley o el derecho ajeno), exclusivo (porque el propietario puede imponerse a la intromisión de un tercero en el ejercicio de su
derecho)y perpetuo (porque dura mientras dure la cosa y no se extingue por el uso)

- La posesión "es el ejercicio de un poder de hecho sobre las cosas.

La tenencia contrario a la posesión que se relaciona con el hecho de ocupar el bien, se da por un contrato como el arrendamiento que
tiene como origen un derecho personal.

El tenedor reconoce la existencia de un dueño y la ejerce a nombre y en lugar del mismo. La diferencia con el poseedor es que este
carece de ánimo de ser propietario, y por tanto al reconocer la exitencia del propietario no puede adquirir la cosa por prescripcion
adquisitiva.
LEY 1183 DE 2008 SOBRE LA POSESIÓN REGULAR Y SU INSCRIPCIÓN COMO ACTO REGISTRABLE

De acuerdo a la ley 1183 de 2008 acerca de la posesión regular dispone en su artículo 1° ” Los poseedores materiales
de inmuebles urbanos de estratos uno y dos que carezcan de título inscrito, podrán solicitar ante notario del círculo
donde esté ubicado el inmueble, la inscripción de la declaración de la calidad de poseedores regulares de dichos
bienes, a fin de quedar habilitados para adquirir su dominio por prescripción ordinaria, de acuerdo con la ley y en los
términos y plazos señalados por la ley 791 de 2002 y las leyes especiales que reglamentan el dominio de los bienes
considerados Vivienda de Interés Social, VIS.

En caso de presentarse oposición durante cualquier etapa de la actuación ante el notario, se ordenará el archivo de las
diligencias.

Para el registro de esa posesión el artículo 2° dispone que para esa inscripción deben cumplirse ciertos requisitos:

1. Estar en posesión regular del inmueble en nombre propio en forma continua y exclusiva, sin violencia ni
clandestinidad durante un año continuo o más.

2. Acreditar que no existe proceso pendiente en su contra en el que se discuta el dominio o posesión del inmueble
iniciado con anterioridad a la fecha de presentación de la solicitud.

No será obstáculo para la inscripción de la posesión la circunstancia de que existan inscripciones anteriores sobre todo
o parte del mismo inmueble.
VICIOS de la POSESIÓN:

El código califica en el artículo 772 como posesiones viciosas o inútiles la


violenta y la clandestina.

Estos son vicios que afectan la posesión existente o impiden su nacimiento.

Son inútiles porque el fenómeno creado por estos vicios no conduce a la


prescripción ni su autor puede interponer las acciones posesorias
VIOLENCIA:

La posesión esta viciada de violencia en los siguientes casos:

 Cuando se han hecho actos de fuerza para apoderarse de la posesión o para cuando la fuerza se ejerce contra el
dueño, contra el poseedor o contra el tenedor o sus familiares señalados en el artículo 1513.

 Cuando la fuerza sea ejercida por el poseedor o sus agentes, aunque los actos violentos no hayan sido ordenados
ni aprobados previamente por el poseedor que se limita a favorecerse con ellos continuando la posesión.

También hay vicio de violencia, aunque el poseedor ni sus agentes la hayan ejercido directamente, cuando se
aprovechan de la situación generalizada de violencia que ha obligado a declarar perturbado el orden público y el país
en estado de sitio por conmoción interior.

Para que la fuerza exista, se requiere que los actos que la constituyen, o las amenazas en que se funda, sean
suficientes para intimidar una persona de sano juicio y lo obliguen por eso a abandonar el bien para permitir que otro
lo ocupe.

No hacen falta las armas; también puede constituir violencia la amenaza de revelar hechos que se han mantenido en
secreto, por ejemplo, deshonra para la familia.
LA CLANDESTINIDAD:

esta clase de vicio consiste en ocultar la posesión a los que tienen derecho para oponerse a ella. Este vicio se opone a
una cualidad que siempre debe tener la posesión para ser eficaz: ser pública.

Este vicio no mira la forma como se adquirió la posesión sino a la manera como se ejerce. Sera clandestina la posesión
que se tomo ocultamente y así se mantiene.

También es clandestina la posesión que se toma públicamente pero después se niega para ocultarla.

Pero la posesión que inicialmente era clandestina y mas tarde se hace pública, deja de ser posesión viciosa desde el
momento en que cesa la clandestinidad y desde ese mismo instante esa posesión es eficaz y comienza a contarse el
termino de la usucapión ya que desde ese momento sabe el dueño que debe defender su derecho con la posesión
posesoria o con la acción reivindicatoria.

La posesión clandestina, mientras sea tal, no puede producir efecto contra el verdadero dueño porque el ocultamiento
a impedido que este defienda un derecho que ignoraba estar en peligro; esa es la razón para afirmar que la posesión
debe ser publica para que conduzca a la usucapión, su principal efecto
AGREGACIÓN DE POSESIONES:

El poseedor actual puede agregar o sumar a su posesión la de sus antecesores inmediatos, a fin de completar el
tiempo necesario para adquirir por prescripción o para hacer uso de las acciones posesorias.

Se permite agregar a la posesión actual el tiempo de posesión de antecesor y de una serie no interrumpida de
antecesores, siempre que al hacerlo se le agreguen las cualidades y defectos que estas posesiones tenían.

Cada posesión es distinta a la de sus antecesores y también a la de sus sucesores; pero mediante un acto de
facultad, y siempre que haya una vinculación jurídica entre ambas, se permite sumar el tiempo de cada una de esas
posesiones a fin de que se complete el tiempo necesario para la usucapión, y se adquiera el dominio.

La agregación de posesiones debe reunir ciertos requisitos para que tenga efecto; tales son: que entre las
posesiones que se agregan haya un vinculo jurídico (herencia, venta, permuta, etc.), que las haga derivar una de
otra; que la agregación sea total, esto es, que se unan cualidades y vicios, y que todas sean continuas entre sí y
teniendo siempre en cuenta que hacerla o no es facultativo del poseedor.
PERDIDA DE LA POSESION:

Terminara entonces la posesión, cuando falten los dos o uno de los elementos esenciales de ella, sea porque se
enajena la cosa y se permite que otra persona entre a ejercer actos de dominio en ella, sea porque se abandona el
bien para que lo haga suyo el primer ocupante, sea porque un tercero se apodera de la cosa con ánimo de hacerla
suya, sea por un caso fortuito, por ejemplo, la destrucción total del bien, poseído, caso en el cual no hay sobre que
ejercer los actos de dominio constitutivos de la posesión.

También se pierde la posesión por decisión judicial que ordena la restitución.

Debe declararse que la posesión no se pierde siempre por el solo abandono de la cosa mientras persista el ánimus
y la intención de tenerla como propia. Para que la posesión se pierda es necesario que, además del abandono,
haya entrado un tercero a ejercer los actos de poseedor.

Tratándose de bienes inmuebles la posesión inscrita no se pierde sino por otro registro que anule el anterior
PÉRDIDA VOLUNTARIA DE LA POSESIÓN:

Un poseedor puede abandonar voluntariamente su poder de hecho o relación


posesoria, de dos maneras: mediante acto unilateral o mediante entrega.

Unilateralmente se pierde la posesión cuando el poseedor abandona su poder de


hecho sin interesarle quien lo tome.

El abandono unilateral se caracteriza por cuanto no hay sucesión jurídica en la


posesión; en consecuencia, quien se apropia una de tales cosas comienza
necesariamente una posesión nueva.

La perdida de la posesión mediante entrega voluntaria supone que el actual poseedor


entrega a otro una cosa, existiendo tanto la voluntad de entregar como la de adquirir.
PÉRDIDA INVOLUNTARIA DE LA POSESIÓN:

En general todas las cosas robadas, o sustraídas al poseedor, constituyen pérdida involuntaria de la posesión, como
igualmente las cosas extraviadas cuyo paradero se ignora.

Entre las causales de perdida o extinción de la posesión, deben distinguirse las que tienen carácter absoluto de las
que tienen carácter relativo.

Causales de extinción absoluta de posesión son aquellas en virtud de las cuales el poseedor cesa definitivamente de
poseer y nadie le sucede directamente en la posesión, como cuando la cosa perece, o se confunde con otra en
forma que pierde su individualidad por no poderse identificar, o sin perecer materialmente, perece jurídicamente,
como cuando el animal domesticado recobra su libertad natural.

Causales de extinción relativa son simplemente las que implican extinción de la posesión en una persona por
sucederle otra en el ejercicio del poder de hecho; se trata, entonces, de una simple trasmisión de la posesión por
acto entre vivos o por causa de muerte
PROTECCIÓN LEGAL DE LA POSESIÓN:

Para proteger al poseedor y su posesión existe en la jurisdicción colombiana ciertas acciones específicas llamadas “Acciones
posesorias”, consagradas en el artículo 972 del Código Civil y ss.

El objeto de una acción posesoria es el de “conservar o recuperar la posesión de bienes raíces, o de derecho reales constituidos en
ellos”.

Para estas acciones es importante mencionar los aspectos que las diferencian de las demás.

Primero, son acciones que, según la legislación colombiana, solo se pueden ejecutar para la protección de la posesión sobre
inmuebles.

Estos inmuebles deben ser susceptibles de apropiación por prescripción, lo que quiere decir que en los bienes fiscales no se
podrán aplicar tales acciones.

Por otro lado el poseedor que lo invoca debe haber estado por lo menos un año en posesión tranquila e ininterrumpida en esta,
como también pueden ser aquellos que están poseyéndola en función de cualquier otro derecho real (usufructuario, usuario o
beneficiario de habitación).

Como lo expresa el artículo 979, en el ejercicio de las acciones posesorias solo se tendrá en cuenta y se probará la posesión
material y más no el dominio sobre esta. Para probar lo anterior se debe demostrar el ejercicio del dueño en aspectos como el de
cultivar, mejorar, explotar, etc, la propiedad.
ACCIONES QUE AMPARAN LA POSESIÓN:

Denuncia de obra nueva: el objeto de esta acción es paralizar o suspender todo trabajo (obra nueva en construcción)
en curso que perturbe un predio ajeno. Se entiende por obra nueva “toda construcción, siembra, o plantación que
antes no existía dentro del predio, o que, aun habiendo existido, ha tenido una modificación que la hace diferente”.

Aquellas obras que son denunciables se pueden expresar en los siguientes casos:

 Construcciones que se tratan de sustentar en edificio ajeno no gravado con una servidumbre. (art 987, inc. 2 C.C).

 Toda obra voladiza que atraviese el plano vertical de la línea divisoria de los predios, aunque no se apoye sobre el
predio ajeno, ni dé vista, ni vierta aguas lluvias sobre él (art 987, inc. 3 C.C).

 Si se hicieren estacadas, paredes u otras labores que tuerzan la dirección de las aguas corrientes, de manera que
se derramen sobre el suelo ajeno, o estancándose lo humedezcan, o priven de su beneficio a los predios que
tienen derecho de aprovecharse de ellas (art 993 C.C)·

 Obras terminadas en la cuales no haya transcurrido tiempo bastante para constituir un derecho de servidumbre.
Denuncia de obra ruinosa: “El que tema que la ruina de un edificio vecino le pare perjuicio, tiene derecho
de querellarse al juez para que se mande al dueño de tal edificio derribarlo, si estuviere tan deteriorado
que no admita reparación; o para que, si la admite, se le ordene hacerla inmediatamente; y si el
querellado no procediere a cumplir el fallo judicial, se derribará el edificio o se hará la reparación a su
costa” (art. 988 C.C).

Por tanto esta acción constituye una caución para garantizar resarcimiento de daños causados a futuro, es
decir una “promesa de reparar”.

Los sujetos capaces de interponer esta acción son:

1) toda persona que crea estar en riesgo frente a algún edificio vecino en ruina o deterioro podrá recurrir
al órgano jurisdiccional para denunciar.

2) Aquel que “tema un perjuicio cuando se trate de cualquiera construcción o de árboles mal arraigados”
GRACIAS

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