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BASE BÍBLICA: Proverbios

22:6; Marcos 10:13.


 Practicar el cuidado pastoral en
la niñez por medio del equipo de
trabajo, para conservarlos en la
doctrina, en la iglesia y en la vida
eterna.

 Reconocer que el cuidado


pastoral ha estado dirigido a
únicamente a los adultos.
 Por cuidado pastoral debe entenderse la
atención oportuna, el esmero, la solicitud
y la vigilancia, que se debe brindar a la
niñez de la iglesia. El mismo interés
manifestado a los adultos de la iglesia,
debe ser el mismo para todos los niños y
niñas que conforman la iglesia infantil.
Tanto los adultos como los niños necesitan
de una atención pastoral dinámica y
adecuada a las edades, respectivamente.
Los resultados de un buen trato pastoral
en la niñez traerán enormes resultados
que beneficiarán a la misma iglesia y a
toda la sociedad.
 De acuerdo a la base bíblica propuesta al
inicio (proverbios 22:6; 27:26 y Marcos
10:13-16), la instrucción, entendida aquí
como cuidado pastoral, es una demanda
o mandato divino. Dios es muy claro:
“Instruye al niño en su camino, y aun
cuando fuere viejo no se apartara de él”.
Para que haya una verdadera instrucción
y dirigida a la niñez, debe tomarse en
cuenta lo siguiente:
 La enseñanza de las Escrituras. En la gran
comisión, Jesucristo declaro: “enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado”
(Mateo 28:20)
 La enseñanza de las Escrituras seguirá siendo el
medio de edificación y estabilidad de la fe en
Cristo, tanto para adultos como niños.
 Por la enseñanza de los principios bíblicos la
niñez puede ser orientada en la fe cristiana para
conocer profundamente a Dios como resultado
también, no apartarse nunca de la verdad, bajo
ninguna circunstancia.
 Es a través de las enseñanzas de las
Escrituras que la niñez podrá distinguir el
error y el rechazarlos rotundamente. El
apóstol Pablo fue claro en esto también
cuando le declaró a Timoteo: “Y que
desde la Niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer
sabio para la salvación por la fe en Cristo
Jesús” (2da. de Timoteo 3:15).
 Amor. Es obvio, debemos amar a los
niños. El trabajo pastoral dirigido a
los niños debe fundamentarse en el
amor. La niñez carece de recursos
para compensar cualquier cuidado
pastoral dirigido a los mismos, por lo
mismo, lo que se hace por ellos debe
hacerse por amor.
 En Marcos 10:13-16 Jesucristo dio clara
muestra de amor por los niños. Reprocho la
actitud de los discípulos que impedían que los
niños se acercaran a Jesús. El pastor debe
facilitar con su trabajo pastoral un mayor
acercamiento de los niños a Jesucristo.
 Es por amor que debemos llevar el evangelio
a toda criatura sin distinción de raza, nivel
social y en este caso, sin distingo de la edad
cronológica. Los niños merecen el aprecio y
cuidado de un pastor que por amor los
instruya en las verdades bíblicas.
 Paciencia: No cabe duda que la labor
pastoral entre los niños, demanda del pastor
y su equipo mucha paciencia. Los
resultados en la niñez seguramente no
llegan pronto, pero deben esperarse buenos
resultados conforme van desarrollándose en
lo físico y en la fe. Las palabras de Santiago
son muy oportunas aquí “Por tanto,
hermanos, tened paciencia hasta la venida
del señor. Mirad como el labrador espera el
precioso fruto de la tierra, aguardando con
paciencia hasta que reciba la lluvia
temprana y la tardía” (Santiago 5:7)
 Disciplina La disciplina debe de
hacer referencia a la formación dada
a un niño. Dirigiéndose a los padres
Pablo declara a los Efesios. “y
vosotros padres, no provoquéis a ira
a vuestros hijos si no criadles en
disciplina y amonestación del señor
(Efesios 6:4).
 
 La Instrucción implica disciplina. Es un
deber pastoral explicarles a los niños
que la vida es una tanto compleja y por
el mismo se necesitan normas, orden y
moderación para que todo marche bien
el la vida. Dios en un Dios de orden y
demanda ese mismo orden para sus
hijos. La iglesia infantil debe suministrar
disciplina como seguimiento a lo que los
padres hacen en casa sin caer en abusos
 El pastor y el director de la iglesia
infantil y su equipo deben tener la
visión de ganar a todos los niños y
conservarlos para el señor y la Iglesia.

 Debe haber un amor sincero para los


niños y por lo mismo, se les debe dar un
trato especial, tal como Jesucristo lo hizo
en su ministerio terrenal (Marcos 10:14).
 Los programas efectivos en las reuniones
infantiles son parte del pastoreo. Un buen
pastoreo no da lugar a la improvisación.
 La realización de las campañas infantiles,
Escuelas Bíblicas de Vacaciones y realizar
otras actividades infantiles que estimule a la
niñez son parte de la visión de ganar almas
para Cristo.
 Se debe invertir tiempo, talento y dinero en
los niños, y a largo plazo la inversión
retornara material y espiritualmente.
 Mantener un programa de visitación
dirigido a la niñez también resulta
necesario, y de modo especial para
aquellos que no han asistido ya a la
iglesia en las reuniones.
 La iglesia infantil de hoy es el
potencial de membrecía adulta y
liderazgo del mañana.
 
 Cuidar a la niñez es una labor sagrada,
que como otras más, no puede ser
postergada. En la niñez también es
cierto que “La mies es mucha, mas los
obreros son pocos” (Mateo 9:37-38).
 El cuidado pastoral en los niños es una
obra que bebe realizarse
inmediatamente.
 Es una labor que no puede ser relegada.
 Porque la iglesia local no les ha dado la
importancia que merecen.
 “Porque están desamparados y disperso
como ovejas sin su pastor” (9:36).
 Al no hacerse hoy, mañana será mucho
más difícil (Juan 9:4).
 Porque debido a su inocencia e ingenuidad,
fácilmente pueden ser desviados por un
mal camino y tomar malas decisiones.
 El potencial que representa para el futuro
puede ser positivo o negativo.
 Se encuentran en un constante riesgo de
perversión debido a la influencia negativa
de la televisión, la Internet, grupos juveniles
delincuenciales (maras), el alcohol, drogas,
pornografía, prostitución, y otros.
 Aplicando a la niñez, con mayor razón, la
mies sigue siendo mucha y los obreros
pocos” (Mateo 9:37-38).
 La labor pastoral dirigida a la niñez, debe
realizarse sobre la base de una demanda
divina descrita en las Escrituras. Es un
trabajo que no debe postergarse ni
delegarse a nadie más que al liderazgo
de la iglesia. De modo especial, es una
labor exclusiva del pastor que
juntamente con su equipo de trabajo
buscan el bienestar presente y futuro de
la niñez, afectando así, positivamente su
vida física, moral y espiritual.
 

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