• Los desastres naturales son fenómenos que no podemos predecir ni
mucho menos detener. Cuando vienen solo nos queda huir o intentar salvar la vida haciendo uso de nuestro, también natural, instinto de supervivencia. No obstante, con el pasar de los años y con los golpes de la experiencia, el ser humano ha aprendido a estar prevenido ante posibles catástrofes. Son miles los planes de contingencia que se han inventado, que ayudan en algo a evitar que la magnitud no sea tan grave ANTECEDENTES DE DESATRES NATURALES EN EL PERU • En el Perú, estamos expuesto a diversos desastres de origen natural como sismos, deslizamientos, derrumbes, erosiones, inundaciones así como a variaciones climáticas en determinadas regiones, como precipitaciones, vientos intensos, granizadas y heladas, entre otros. • Estos son ocasionados debido a que nuestro país está ubicado al borde del llamado Cinturón de Fuego del Océano Pacífico, nuestro territorio está asentado sobre placas en pugna (Nazca y Sudamericana), por la Corriente de Humboldt que discurre por nuestro mar, nuestra proximidad a la Linea Ecuatorial, la influencia de nuestra Amazonía y a la Codillera de los Andes que cruza longitudinalmente nuestro territorio nacional. • Históricamente, hemos atravesado grandes pérdidas sociales y económicas asociadas con la ocurrencia de fenómenos climáticos, hidroclimatológicos y de la geodinámica interna y externa de la tierra. Cabe recordar algunos acontecimientos: • - 1970 Terremoto en Ancash, en la que se produjo un descomunal alud de nieve y rocas que sepultó las ciudades de Yungay y Ramrahirca (Kuroiwa, 2010) . En total fallecieron 69 mil personas y hubieron más de 150 mil heridos, 800 mil personas se quedaron sin hogar y el 95% de las viviendas se destruyeron. (Chuquisengo, 2007) • - 2001 Fuerte sismo en Arequipa, Moquegua y Tacna, que originó un tsnunami que arrasó el sur de Camaná. (Kuroiwa, Julio; 2010) • - 2007 Terremoto en Ica, causó severos daños en Pisco, Ica, Chincha y Cañete, con un saldo de 32 mil personas afectadas, 595 muertos, 230 mil viviendas dañadas y 52, 150 totalmente destruidas • 1997/98 El Niño extraordinario, que ocasionaron pérdidas económicas de US$3.283 y US$3.500 millones respectivamente lo que equivalió al 11,6% y 6,2% del PBI anual de 1983 y 1998. (Senamhi, 2014) • Estos son sólo algunos ejemplos de lo que ocasiona la complejidad de la naturaleza y la diversidad de peligros que se dan en nuestro país, que deben ser tomadas en cuenta para incorporar los criterios de prevención y atención de los desastres en los distintos niveles (nacional, sectorial, regional o local) y que todo ciudadano debe conocer. ANTECEDENTES DE DESATRES NATURALES EN EL MUNDO •Tsunami Indonesia 2004: 9,1 grados en la escala Richter, el 26 de diciembre de 2004, el terremoto de Sumatra, Indonesia, tuvo una duración de entre 8 y 10 minutos, y afectó a las costas de Indonesia, Tailandia, Sri Lanka, India y Tailandia en el Océano Índico. •Terremoto de Haití 2010: El terremoto de Haití, con magnitud de 7,3 en la Escala Richter, cobró más de 300.000 víctimas mortales el 12 de enero de 2010. •Terremoto y tsunami de Japón 2011: Con una magnitud de 8,8 en la escala Richter, el terremoto de Japón dejó más de 20.000 víctimas mortales. El 12 de marzo de 2011 se produjo una explosión en la Central Nuclear de Fukushima, la cual trajo serias consecuencias ambientales sobre el país. Después del accidente de Chernóbil, ha sido el caso más serio en materia nuclear. •Tifón Haiyan: El 8 de noviembre de 2013, Filipinas fue víctima de la furia de la naturaleza. El tifón Haiyan, formado en el Océano Pacífico, causó la muerte de más de 7000 personas. •Aunque no podamos prever estos fenómenos, sí es posible tomar medidas al respecto. En tales casos, la información suministrada por las instituciones encargadas de su estudio es fundamental, así como la labor del Estado en materia de prevención. La sociedad debe estar preparada para cualquier catástrofe natural, informándose al respecto y tomando las medidas necesarias dentro de las posibilidades, con el fin de salvaguardar la vida y asegurar la subsistencia.