Finalizando el año 2013, Lee Hetch Harrison realizó una
encuesta global que mostraba dentro de los resultados que el 62% de los empleados se sentían subutilizados.
Esto refleja que, en la actualidad, estamos frente a
organizaciones que gestionan sus talentos con modelos antiguos.
Para ellos, existe poca transparencia en las oportunidades de
crecimiento horizontales o ascendentes y no se les entrega a los empleados información, ni tampoco recursos que ayuden a mejorar sus habilidades, sino que todo está inserto en un esquema que no promueve las conversaciones entre las jefaturas y sus colaboradores, instancia donde puedan conocer sus expectativas, motivaciones e insatisfacciones. En este contexto, se evidencia que los colaboradores sienten miedo de sufrir consecuencias si opinan, así como también a organizaciones que generan expectativas prometiendo mucho, lo que finalmente no cumplen.
Dado que no hay conversación de calidad, las
personas terminan frustradas por estar haciendo algo que no tiene relación con su intención personal de carrera y vida y, por ello, se sienten subutilizados. Factores incidentes Algunos de los factores que han llevado a las personas a sentirse amparados bajo este concepto son:
a. Profesionales que deben aceptar posiciones que no calzan
con su experiencia debido a las condiciones económicas de sus países (falta de opciones laborales).
b. Falta de alineación entre los propósitos personales, la tarea a
realizar y la cultura organizacional.
c. Cuando en una organización no hay apertura a nuevas ideas y
las personas sienten que no pueden ejercer su potencial (el caso de muchas empresas en Latinoamérica con modelos de negocio y formas de liderazgo desactualizados, basado en comandos, control y jerarquías).
d. Cuando las empresas multinacionales no permiten
autonomía a sus ejecutivos, dado que las decisiones se toman en la casa matriz. Actualmente se tiene la convicción de que todo ser humano tiene grandes capacidades, pero el desafío está en determinar cuáles son los talentos requeridos dentro de una organización, tanto para potenciar los resultados como para lograr un clima laboral que promueva equipos de alto desempeño
Las claves de este proceso son mantener conversaciones de
carrera y analizar constantemente a la organización, para así alinear ambos factores y generar nuevas instancias positivas, tanto para la empresa como para el trabajador. La gran tarea para la organización es generar estrategias de gestión de ESTRATEGIAS Talento, enfocadas en construir una cultura que permita a los colaboradores exponer su mejor potencial, donde el desarrollo sea individual, del equipo y de la organización, para así, de la mano, llegar al éxito. Estas estrategias tienen soportes en tácticas operacionales como:
1. Planificación del desarrollo de talento.
2. Políticas claras de contratación. 3. Desarrollo de una cultura de alto desempeño, a través de la promoción por logro de objetivos. 4. Priorización de la conducta de los líderes: se valora lo técnico y lo valórico. 5. Revisión constante de los talentos y políticas de sucesión. 6. Promocionar el networking interno y facilitar herramientas de colaboración. 7. Enfoque a lo colectivo e individual. El enfoque colectivo se refiere a dar un sentido de propósito, mientras que el individual, a dar oportunidades de desarrollo para el crecimiento, proyectos desafiantes y carreras interesantes. En la medida que las organizaciones implementen un proceso claro y transparente en las políticas de movilidad, lograrán retener sus talentos, atender positivamente a los cambios y mejorar sus resultados. El reto es alinear las estrategias de gestión del talento con las …….. del negocio. Gracias