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Pensadores

Positivos
Capitulo 8 José Enrique Ralón Santizo
Odontología Sección “A”
Suprima el hábito 2640-19-137
de la palabra
negativa
 Los pensadores positivos dejan a un lado muchas
palabras. Suprimen toda palabra o expresión negativa
que les estorba para su crecimiento y desarrollo
personal, tales como el si condicional, el no se puede, el
imposible. Sencillamente las arrojan fuera de su
vocabulario y de su pensamiento.
 Esto quiere decir que si adoptamos ideas erróneas,
también podemos desecharlas. Si desarrollamos
patrones erróneos de pensamientos, en nuestra mano
esta, si queremos, abandonarlos también. Y si nos
motiva una voluntad firme, podemos adoptar un estilo
de vida nuevo, más positivo. Hay un poder
extraordinario en nuestros pensamientos y esta es
posible a la creación de los pensamientos positivos.
 La vida puede ser una maravillosa experiencia. A pesar de todas las
adversidades, la vida es buena. Creamos en su valor infinito. Para los que
creen, para los que aguantan, la vida guarda alegría paz y realización. A
todos nos ofrece plenitud Dios el todo poderoso, creador y recreador de
todos los que queremos lo bueno para la vida. Desgraciadamente muchas
personas no ven los grandes valores de la vida, debido a pensamientos
tergiversados. Una de las razones por las cuales este autor escribe sobre la
necesidad de tener fe y practicar el pensamiento positivo, y triunfar
finalmente sobre toda suerte de derrotas y adversidades, es que yo creo
en la vida que y la amo.
 Quiero estimular a los demás para que también la amen y crean en ella. El
periódico USA today publico en una página entera un reportaje sobre
suicidios de adolescentes. El autor decía “casi todo el mundo parece tener
su teoría sobre la causa: la droga el alcohol, el sexo, el desempleo, el
abuso sexual, contra los niños, el divorcio, la disminución a la asistencia a
la iglesia, la presión de ganarse la vida, los conflictos con los padres, la
amenaza de la guerra, la televisión, la facilidad de adquirir armas de
fuego, desequilibrios químicos, pero nadie tiene una respuesta
satisfactoria”. Pero sin embargo el mismo número del periódico, Don
Wildmon exponía un punto de vista muy razonable y sensato, que dice así:
¿Por qué estamos sufriendo esta tragedia? Porque durante los últimos
decenios nuestra sociedad se ha entregado alegremente al hedonismo,
concibiéndoles el materialismo y a los places un alto lugar en nuestra
escala de valores
 Hemos menospreciado a la naturaleza espiritual del hombre y la
mujer.. los medios de comunicación masiva, y en particular la TV
esta expone a todos no importando la edad a un mundo de
tragedia y de dolor, que si bien es cierto esto pasa en el mundo
pero ellos caen en un lugar de amarillismo, esto también inculca
malos valores a los niños tales como las cosas materiales son la
felicidad y que la felicidad es la meta en la vida, aunque si bien es
cierto la felicidad es una meta en la vida pero no con cosas
materiales sino estando en un estado de salud exitoso, ósea, bien
con uno mismo en todos los sentidos de la palabra.
 Que podemos hacer para restablecer los valores
cristianos probados por el tiempo. denunciar el
hedonismo por los que realmente es UNA GRAN METIRA,
UN ESPEJISMO QUE SIEMPRE SE ESFUMA. La vida es
buena creamos en su valor infinito. Mas empresas y más
personas se han quedado a mitad de camino por ese si
dubitativo que por cualquier otra expresión, como no
sea el no se puede…
 Los del grupo opinaban con desaliento. “no se puede hace… no hay
forma de lograrlo. Es imposible…” y zumbaban interminablemente las
mortales expresiones negativas y sin esperanzas. Pero había entre ellos un
hombre positivo e innovador a quien se le ocurrió una idea genial: pidió
que le cedieran un pedazo muy pequeño de la tierra que habían
comprado, y como el había contribuido con liberalidad para el proyecto,
no le pudieron decir que no; pero todos se sorprendieron mucho y se
llenaron de curiosidad cuando les dijo que el pedacito de terreno lo quería
para un “cementerio”. En efecto cerco su parcela y coloco en ella tres
lapidas pequeñas. A la hora anunciada del entierro, todos se agregaron
en torno y el descubrió las lapidas en una de ellas había hecho grabar las
palabras “si acaso”, en otra no se puede.

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