Orden de Predicadores

Curso de Teología Popular

Parroquia de la Santa Cruz

 Ven, Espíritu Santo,  Sin tu ayuda,
y envía del Cielo nada hay en el hombre,
un rayo de tu luz. nada que sea bueno.
 Lava lo que está manchado,
 Ven, padre de los pobres, riega lo que está árido,
ven, dador de gracias, sana lo que está herido.
ven luz de los corazones.
 Dobla lo que está rígido,
 Consolador magnífico,
calienta lo que está frío,
dulce huésped del alma, endereza lo que está extraviado.
su dulce refrigerio.
 Concede a tus fieles,
 Descanso en la fatiga,
que en Ti confían
brisa en el estío, tus siete sagrados dones.
consuelo en el llanto.
 Dales el mérito de la virtud,
 ¡Oh luz santísima! dales el puerto de la salvación,
llena lo más íntimo dales la felicidad eterna.
de los corazones de tus fieles.
 El poder del Espíritu Santo es diferente, dijo el
papa Francisco: “No revoluciona la vida a nuestro
alrededor, pero cambia nuestro corazón. No nos
libera de repente de los problemas, pero nos hace
libres por dentro para afrontarlos”
 El término "Espíritu" traduce el término hebreo Ruah,
que en su primera acepción significa soplo, aire,
viento. CEC, 678.
 Se emplea 378 veces en el
Antiguo testamento.
 El término es asignado al
viento, soplo del aire; fuerza
viva en el hombre, principio
de vida, (aliento), sede del
conocimiento y de los
sentimientos; es la fuerza de
vida de Dios por la que Él
obra y hace obrar, tanto en
el plano físico como
espiritual.
 En la Creación: La Palabra de Dios y su Soplo están en el
origen del ser y de la vida de toda creatura (cf. Sal 33, 6; 104,
30; Gn 1, 2; 2, 7; Qo 3, 20-21; Ez 37, 10).

 Los jueces: Una serie de textos relaciona la Ruah de Yahveh

con la actividad de líderes carismáticos que intervenían para
salvar al pueblo.

 Los profetas: Una serie de textos se refiere al descenso

del Espíritu de Dios sobre los profetas. el Espíritu de
Dios interviene en la vocación profética.
 Efusión sobre todas las personas: Aparecen textos en
los que se anuncia que en los tiempos finales habrá una
efusión universal del Espíritu de Yahveh. El derramamiento
del Espíritu se realizará sobre todos los israelitas, de todas
las edades y de todas las condiciones, “sobre toda carne
…sus hijos y sus hijas…, sus ancianos…y sus jóvenes
…también los esclavos y las esclavas…” (Jl 3, 1-2).

 El Espíritu de Dios en dos figuras mesiánicas: El rey

futuro (Is 11, 1-3ª); El siervo de Yahveh (Is 42, 1-4).

 En María: El Espíritu Santo preparó a María con su

gracia. Convenía que fuese "llena de gracia" la Madre de
Aquel en quien "reside toda la plenitud de la divinidad
corporalmente" (Col 2, 9).
 Cristo Jesús: Toda la Misión del
Hijo y del Espíritu Santo en la
plenitud de los tiempos se
resume en que el Hijo es el
Ungido del Padre desde su
Encarnación: Jesús es Cristo, el
Mesías. Jesús promete la venida
del Espíritu Santo, ya que su
Muerte y su Resurrección será el
cumplimiento de la promesa
hecha del Padre (cf. Jn 14, 16-17.
26; 15, 26; 16, 7-15; 17, 26).

El Espíritu de Verdad, el otro

Paráclito, será dado por el Padre
en virtud de la oración de Jesús;
será enviado por el Padre en
nombre de Jesús; Jesús lo enviará
de junto al Padre porque él ha
salido del Padre.
 Pentecostés: El día de Pentecostés
(al término de las siete semanas
pascuales), la Pascua de Cristo se
consuma con la efusión del Espíritu
Santo que se manifiesta, da y
comunica como Persona divina:
desde su plenitud, Cristo, el Señor
(cf. Hch 2, 36), derrama
profusamente el Espíritu.

 El Espíritu Santo y la Iglesia:

La misión de Cristo y del Espíritu
Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo
de Cristo y Templo del Espíritu
Santo. Esta misión conjunta asocia
desde ahora a los fieles de Cristo en
su comunión con el Padre en el
Espíritu Santo.
 ¿Qué es un Concilio ?
“Los Concilios o Sínodos son reuniones de representantes de
toda la Iglesia o de las Iglesias particulares que afectan a los
asuntos de la Iglesia”. El Concilio era una necesidad sentida por
muchas personas de la Iglesia, pero por distintas circunstancias
no se había convocado.

La convocatoria al Vat. II lo hizo Juan XXIII, a un concilio

ecuménico en enero de 1959 “en un ambiente empapado del
clima de la guerra fría y acostumbrados a la aceptación de un
catolicismo inmóvil en sus certezas.
 Angelo Giuseppe Roncalli
(Juan XXIII)

Antonio Maria Montini

(Pablo VI)

Sala capitular
Vaticano II
(1962-1965)
 El CV II (1962-1965) fue un concilio pastoral y
eclesiológico, que buscó renovar la vida de la Iglesia,
tratando de encarnarse cada vez más en las personas de
cada tiempo. De hecho, la Iglesia venía de vivir un largo
periodo de “cerrazón” y “centralismo”.

 CVII fue todo un concilio eclesiológico que quiso

responder a la pregunta: Iglesia ¿Qué dices a ti misma?
  Por otra parte, ¿cómo era la Iglesia preconciliar?
Se puede resumir en: Triunfalista, clericalista, juridicista.
Una Iglesia que añoraba todavía la época de la
cristiandad medieval y que se había plegado sobre sí
misma y condenando todo lo que había de moderno.

Modos de entender la relación Iglesia-Reino-Mundo

a) La Iglesia de los primeros tiempos Mundo Campo

La iglesia primitiva se siente y es
verdaderamente una minoría perseguida
en medio de un mundo pagano.
Sin embargo, ella se sabe depositaria de
una MISIÓN.
La frescura de los orígenes la hace ser
Testigo

Iglesia Levadura
 Mundo Malo
b) La Iglesia de la cristiandad

La Iglesia se cree el centro del Mundo.

Asume la responsabilidad de gobernar Iglesia Reino
todas las dimensiones de la vida. Se trata
de imponer la religión y el bautismo para
que se salven.

Herejes

Mundo-Cultura/s
Reino

c) La Iglesia después del concilio Vaticano II

La Iglesia aparece como una comunidad en el
mundo, abierta a él, que se deja enriquecer y
sabe reconocer las “semillas del Verbo dispersas
en las culturas.
Ella quiere vivir desde la dimensión del Reino y
Iglesia propone el camino par a que todos se salven.
 El CV II se presentó mucho más humilde, peregrina, necesitada
de conversión, Pueblo de Dios, Signo o Sacramento
Universal de Salvación.
 Significó un retorno a los orígenes bíblicos y patrísticos para
recuperar la realidad de una Iglesia comunión con Dios, por
Cristo en el Espíritu.
 Entre los documentos del Concilio, existen dieciséis, divididos
en: Constituciones, Declaraciones y Decretos.
 Las constituciones son los documentos principales y
fundamentales porque en ellas se contienen las grandes
preposiciones doctrinales, los principios de reforma y renovación
y las opciones pastorales.
 Las declaraciones son manifestaciones solemnes del Concilio
ante la Iglesia y el mundo sobre cuestiones de importancia sobre
su misión en el mundo y su relación con las religiones no
cristianas, sociedades y estados. Las declaraciones permiten dar
a conocer cuál es la postura de la Iglesia.
 Los decretos suponen, desarrollan y concretan las
constituciones. contienen elementos doctrinales que prolongan
y determinan perspectivas más amplias
Las Constituciones sobre la Iglesia

 Constitución Dogmática Lumen Gentium

 El documento trata sobre la Iglesia. Es una de las principales Constituciones junto
con la Gaudium et Spes.
 La comisión redactora del esquema previo se había propuesto reflexionar, sobre la
Iglesia en un esquema dividido en dos partes; la primera, sobre la jerarquía; la
segunda sobre los laicos, pero, gracias a la intervención de la comisión presidida
por el cardenal Suenens, se optó por no partir desde la distinción, sino desde el
misterio mismo de la Iglesia, desde los elementos comunes, para recién distinguir,
como se puede ver en los capítulos 3, 4 y 6.
Esquema de la LG
 Capítulo 1: El misterio de la Iglesia
 Capítulo 2: La Iglesia, Pueblo de Dios
 Capítulo 3: Constitución Jerárquica de la Iglesia y, en especial, del episcopado
 Capítulo 4: Los laicos
 Capítulo 5: Vocación universal a la santidad
 Capítulo 6: Los religiosos
 Capítulo 7: Carácter escatológico de la Iglesia peregrina
 Capítulo 8: María en el misterio de Cristo y de la Iglesia

De los 8 capítulos, tomaremos el 1-2

 La Iglesia como Misterio

 LG 1 comienza presentando el objetivo del Concilio, que consiste en la

necesidad que tiene la Iglesia de aclararse a sí misma, su naturaleza y
misión universal:

Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el
Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el
Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16,15) con la claridad de Cristo, que resplandece
sobre la faz de la Iglesia. Y porque la Iglesia es en Cristo como un sacramento,
o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el
género humano, ella se propone presentar a sus fieles y a todo el mundo con
mayor precisión su naturaleza y su misión universal, abundando en la
doctrina de los concilios precedentes. Las condiciones de nuestra época hacen
más urgente este deber de la Iglesia, a saber, el que todos los hombres, que hoy
están más íntimamente unidos por múltiples vínculos sociales técnicos y
culturales, consigan también la plena unidad en Cristo.

 El “misterio” se traduce con los términos “Sacramentum” y “Mysterium”.

El término misterio se refiere al designio salvador de Dios sobre la
humanidad. San Pablo piensa en la Iglesia como comunidad en la que
ahora se contiene, transmite y se anuncia el misterio de Dios en Cristo
entre nosotros (Col 1, 27).
 En el número 4 se hace referencia a la relación de la iglesia
con el Espíritu Santo y es Él quien la dirige y vivifica. Es el
agente que “como Maestro interior”, revela a la comunidad
el plan de Dios para la comunidad. Asume a la Iglesia no
tan solo como institución (santificándola), sino que asume
la vida la vida de la Iglesia en cada uno de los cristianos.

LG 4: Consumada la obra que el Padre encomendó realizar al Hijo sobre

la tierra (cf. Jn 17,4), fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés a
fin de santificar indefinidamente la Iglesia y para que de este modo los
fieles tengan acceso al Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu
(cf. Ef 2,18). Él es el Espíritu de vida o la fuente de agua que salta hasta la
vida eterna (cf. Jn 4,14; 7,38-39), por quien el Padre vivifica a los hombres,
muertos por el pecado, hasta que resucite sus cuerpos mortales en Cristo
(cf. Rm 8,10-11)…].

 Y así toda la Iglesia aparece como «un pueblo reunido en

virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo»
 Capítulo 2: La Iglesia como Pueblo de Dios

LG 9: En todo tiempo y en todo pueblo es grato a Dios quien le teme y

practica la justicia (cf. Hch 10,35). Sin embargo, fue voluntad de Dios el
santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de
unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le
sirviera santamente. Por ello eligió al pueblo de Israel como pueblo suyo,
pactó con él una alianza y le instruyó gradualmente, revelándose a Sí mismo y
los designios de su voluntad a través de la historia de este pueblo, y
santificándolo para Sí. Pero todo esto sucedió como preparación y figura de la
alianza nueva y perfecta que había de pactarse en Cristo y de la revelación
completa que había de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho carne ...]
 Nos hace que ver que la Iglesia se siente toda ella
Pueblo de Dios; y, dentro de este único pueblo,
entonces sí aparecen los ministerios ordenados, como
el episcopado, el sacerdocio y el diaconado, y las
vocaciones específicas, como el laicado y la vida
religiosa. Así como el Pueblo de Dios, la Iglesia
manifiesta el sentido comunitario de la salvación de la
humanidad. Este pueblo pertenece al Dios caminante
en la historia, se trata de realzar la condición que nos
iguala a todos en nuestra dignidad de hijos.
2- Constitución Pastoral Gaudiem et Spes

 La GS presenta la Iglesia dentro de una mirada cordial (pastoral y

evangélica) sobre el mundo y sobre la realidad. Una mirada que
contempla los “signos de los tiempos” (cf. GS 4, 11, 44) y, sobre
todo, que es positiva, esperanzadora; no de condena o
recriminación defensiva.
 Algunas ideas fundamentales:
 El respeto por la autonomía del mundo y por las estructuras
humanas
 El compromiso con el mundo para construir su historia
 En resumen, se presentan modelos de Iglesia que se perciben en
el Concilio Vaticano II:
 Iglesia Sacramento (cf. LG 1, 9, 59; SC 5, 26, GS 42; AG 5)
Universal de Salvación (cf. LG 48; GS 45; AG 1)
 Comunión (cf. LG 4, 8, 13-15, 18, 21; DV 10; GS 32; UR 2-4, 22).
 Iglesia Pueblo de Dios (cf. LG 3,7)
 Sociedad (cf. LG 8, 14, 20, 23).
Pneumatología del Concilio Vaticano II

 El concilio ha mantenido una referencia cristológica. Ésta es bíblica; es una

condición indispensable para la salud de una pneumatología. El Espíritu es el
Espíritu de Cristo; realiza la obra de Cristo, la construcción del cuerpo de Cristo. Se
nombra el Espíritu Santo como principio de vida de este cuerpo que es la Iglesia
(AA 3, 2; CD 11; LG 21).
 Aparece la idea de animación y santificación como participación en la unción de
Cristo por el Espíritu (SC 5; LG 7, 7; 9, 3; PO 5, 1).
 Muchos de los documentos del Vat. II fundamentan su doctrina en una visión
trinitaria de la economía de la creación y de la gracia. Así, la Iglesia es presentada
como el pueblo que saca su unidad de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo (LG 4).
 La recuperación del término “carismas”. Esto significa que la Iglesia no se construye
únicamente por la vía de medios instituidos, sino también por la infinita variedad
de dones que cada persona “tiene el derecho y la obligación de ejercitarlos en la
Iglesia y el mundo, para el bien de las personas y la edificación de la Iglesia (AA 3;
UR 1, 2).
 El Concilio aprendió la revalorización de las iglesias locales o particulares con la
afirmación de que el Pueblo de Dios es llamado y reunido “en el Espíritu Santo”(LG
26, 1).
 El Concilio evoca al Espíritu que inunda el universo (PO 22, 3; GS 11, 1), que guía el
curso de los tiempos, renueva la faz de la tierra, el que mueve los corazones de las
personas (GS 41, 1).
Algunos límites del Concilio:

 De tipo doctrinal: más que lograr una síntesis entre las diversas
eclesiologías, por momentos aparecen yuxtapuestas. Así aparecen
rasgos de la eclesiología se sociedad con la de cuerpo místico y la de
Pueblo de Dios.

 En su constitución: en algunos temas como el presbiterado, el laicado o

el ecumenismo, se notó la falta de aportes de los mismos interesados
que no pudieron participar de las deliberaciones doctrinales.

 En lo que se refiere al sujeto social al que se dirige: ¿a quién le está

hablando el Concilio? Les habla a hombres y naciones del mundo
desarrollado, más sensible a la libertad, racionalista, secular y tentados
por el ateísmo. Por ende, el Concilio tuvo poco en cuenta la realidad de
la pobreza y marginación del tercer mundo. Esto será actualizado en las
Conferencias de Medellín y Puebla.
 La Iglesia no es una mera continuidad de Cristo. Es el
Espíritu del Resucitado quien convoca a la comunidad
de los discípulos en Pentecostés y quien permite
constituirse como Cuerpo, quien da unidad y vida a
este Cuerpo .

 De esta manera, la comunidad eclesial es el templo del

Espíritu Santo y, por ello, los carismas-dones ocupan
un lugar fundamental en ella.
 El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y
donde quiere; nosotros nos entregamos pero sin pretender
ver resultados llamativos. Sólo sabemos que nuestra
entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la ternura
de los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y
generosa. Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos
que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a
Él le parezca.
Para mantener vivo el ardor misionero hace falta una decidida
confianza en el Espíritu Santo, porque Él «viene en ayuda de
nuestra debilidad» (Rm 8,26). Pero esa confianza generosa
tiene que alimentarse y para eso necesitamos invocarlo
constantemente. Él puede sanar todo lo que nos debilita en el
empeño misionero…permitir que Él nos ilumine, nos guíe,
nos oriente, nos impulse hacia donde Él quiera. Él sabe bien
lo que hace falta en cada época y en cada momento. ¡Esto se
llama ser misteriosamente fecundos! (EG 279-280).