Вы находитесь на странице: 1из 11

¿Qué tipo de

narrador es?
 «Vinea Comala porque me dijeron que
aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.
Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que
vendría a verlo cuando ella muriera.»

Pedro Páramo, Juan Rulfo


 “Lo vi. Desde que se zambulló en el río.
Apechugó el cuerpo y luego se dejó ir
corriendo abajo, sin manotear, como si
caminara pisando en el fondo, después
rebalsó la orilla y puso sus trapos a secar,
lo vi. Que temblaba de frío, hacía aire y
estaba nublado”.
 El hombre, Juan Rulfo
“-¿Me dejas que descorra la cortina?
El ventero asentía con la cabeza. Era un lienzo pesado,
de tela de costales.
Pronto le conocieron la manía, y en cuanto se hubo
sentado una mañana, como siempre, en su rincón, fue
el mismo ventero quien apartó la cortina, sin que él se
lo hubiese pedido. Lo hizo ceremonioso, con un gesto
alusivo, y el otro se ofendió:
-Si te molesta que abra la cortina, podías haberlo
dicho, y me largo a beber a otra parte. Pero ese retintín
que te manejas, no es manera de decirme las cosas.
-Pero hombre, Lucio, ¿ni una broma tan chica se te
puede gastar? No me molesta, hombre; no es más que
por las moscas, ahora en el verano; pero me da lo
mismo, si estás a gusto así. Sólo que me hace gracia el
capricho que tienes con mirar para afuera. ¿No estás
harto de verlo? Siempre ese mismo árbol y ese camino
y esa tapia.”
El Jarama, Rafael Sánchez Ferlosio
 “Esto es el fin, pensó el sacerdote, con una
especie de escalofríos interior. Como
independientes de él – dos palomas-, sus manos
revolotearon en el aire limpio de la mañana y
fueron a juntarse sobre el misal. Había en ellas una
suerte de nimbo blanco: el reverbero del sol
recién amanecido, bajo cuyo toque se tornaban
difusos los contornos, produciendo un eco de luz
que traía a la memoria la imagen del espíritu
santo, pero el sacerdote no pensaban en el
espíritu santo, ni en palomas: no tengo
escapatoria”.
 Misa de Réquiem, Guillermo Blanco
 Hace unos años, -no importa cuántos
exactamente-, teniendo poco o ningún
dinero en el bolsillo y nada en particular
que me interesara en tierra, pensé en
irme a navegar un poco por ahí, para ver
la parte acuática del mundo. Es un modo
que tengo de echar fuera la melancolía
Sherlock Holmes

“ Cierta mañana, dos días después de


Pascua, pasé a ver a mi amigo Sherlock
Holmes, con el propósito de desearle
felicidades. Lo hallé recostado en el sofá,
con una bata color púrpura...”.
 “LordHenry levantó las cejas, mirándole
con asombro a través de las finas
espirales de humo azul que se
entrelazaban fantásticamente al final de
su cigarrillo impregnado de opio”
 “El hombrecito vestido de gris hacía cada
día las mismas cosas. Se levantaba al son
del despertador. Al son de la radio, hacía
un poco de gimnasia. Tomaba una
ducha que siempre estaba bastante
fría...".
 Eran las diez de la noche del mismo día, y los
residentes del condominio en la montaña
iban regresando a su rutina y su sobriedad.
Jane, en cambio, sentada en la cocina con
un vaso de escocés sobre la mesa limpia
ante ella, iba cayendo más y más en un
sentimiento que sólo identificaba como algo
poco familiar. No podía describirlo: era a la
vez temible y agradable. Era como dejarse
llevar y traer de algún lugar. Trató de
recordar, ¿cuándo había comenzado
exactamente?
 Ya conoce usted la historia del hombre
que creía tener encerrada en una botella
a la princesa de la China. Era una locura.
Le curaron de ella. Pero desde el
momento en que dejó de estar loco se
volvió tonto

Вам также может понравиться