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INTRODUCCION DOCUMENTO PREPARATORIO

• La iglesia ha decidido INTERROGARSE sobre cómo acompañar a los


jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada a la alegría y
plenitud.
• PEDIR a los jóvenes que la AYUDEN a identificar las modalidades
mas eficaces de hoy para ANUNCIAR la Buena Noticia.
• ESCUCHANDO sus aspiraciones podemos entrever el mundo del
mañana que se aproxima y el camino a recorrer.
• Se da inicio a la FASE DE CONSULTA. En TRES PASOS describiendo:
1.- dinámicas sociales y culturales del mundo en el que los jóvenes
crecen. 2.- pasos fundamentales del proceso de discernimiento. 3.-
componentes fundamentales de una pastoral juvenil vocacional.
TRAS LAS HUELLAS DEL DISCÍPULO AMADO.
• El apóstol Juan como figura ejemplar del joven que elige seguir a Jesús.

I.- LOS JOVENES EN EL MUNDO DE HOY:


• 1.- Un mundo que cambia rápidamente; con grandes desigualdades, mucha
técnica, cultura del descarte, explotación.
• 2.- Nuevas generaciones. Rasgos característicos: pertenencia y participación
(desean ser parte activa, protagonistas) necesidad de puntos de referencia:
deseo fuerte de dialogo abierto entre pares, interacción libre, expresión
afectiva, aprendizaje informal, sin Dios y sin Iglesia, espiritualidades
alternativas poco institucionalizadas, Generación hiperconectada;
posibilidades y riesgos, un mundo virtual donde estructura su concepción de
mundo…
• 3.- Los jóvenes y las opciones. Esta realidad fluida, “liquida”, precaria exige un
itinerario reflexivo, hoy se toman más opciones reversibles que definitivas.
II.- FE. DISCERNIMIENTO, VOCACIÓN

• La Iglesia quiere reiterar su deseo de encontrar, acompañar y cuidar


de todos los jóvenes.
• Que su vida sea una experiencia buena, que no se pierdan en los
caminos de la violencia…lo que requiere bondad, ser vivido con
ternura.
• Se presentarán algunas ideas para un acompañamiento… con el
claro objetivo de sostenerlos en su discernimiento vocacional y en la
toma de decisiones, algunas de carácter irreversible.
1.- FE Y VOCACIÓN

• La fe es la fuente del discernimiento vocacional, ensancha la


vida, hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor,
ilumina todas las relaciones sociales, significa ponerse a la
escucha del Espíritu y en dialogo con la Palabra.
• Discernir la voz del Espíritu de otras llamadas y decidir qué
respuesta dar.
• No siempre es fácil. “los seres humanos, capaces de degradarse
hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar
por el bien y regenerarse, mas allá de todos los
condicionamientos mentales y sociales que les impongan” LS
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2.- EL DON DEL DISCERNIMIENTO
• Es la capacidad de tomar decisiones y orientar las propias
acciones. Distintos tipos de discernimiento: moral, espiritual, de
la historia, vocacional.
• El Espíritu habla y actúa a través de acontecimientos de la vida,
que son mudos en sí mismos, y pueden tener distintas
interpretaciones.
• Itinerario en fases del discernimiento: RECONOCER-
INTERPRETAR- ELEGIR
• RECONOCER: los acontecimientos producen efectos en el
interior, supone reconocer y nombrar esas pasiones,
sentimientos, sin juzgarlos, percibir el sabor que dejan. En esta
etapa, La Palabra reviste gran importancia. Exige gran capacidad
de ESCUCHA y sensibilidad.
• INTERPRETAR: no basta solo RECONOCER, hay que INTERPRETAR,
comprender a qué está llamando a través de lo que se suscita en el
interior. En esta fase se requiere paciencia, vigilancia y aprendizaje. Es
necesario confrontarse honestamente a la luz de la Palabra. Se
desarrolla en un diálogo interior con el Señor, con la activación de
todas las capacidades y la ayuda de una persona experta en la
escucha del Espíritu.

• ELEGIR: una vez RECONOCIDO e INTERPRETADO el mundo de los


sentimientos, deseos y pasiones, el acto de DECIDIR se convierte en
auténtico. Entonces la elección escapa a la fuerza ciega de las
pulsiones. La elección está llamada a traducirse en acción, aceptando
el riesgo de confrontarse con la realidad. Otros movimientos
interiores nacerán, reconocerlos e interpretarlos permitirá confirmar
la decisión tomada.
3.-CAMINOS DE VOCACIÓN Y MISIÓN
• El discernimiento vocacional no se hace en un acto puntual. Es un proceso
largo. Requiere atención a las indicaciones con el que el Señor precisa y
especifica una vocación. Acoger la Misión implica disponibilidad de arriesgar
la propia vida y recorrer la vía de la Cruz. Solo si la persona renuncia a ocupar
el centro de la escena, (egocentrismo) se abre al espacio para acoger el
proyecto de Dios y buscar sinceramente el bien común.
4.-EL ACOMPAÑAMIENTO
• En la base del discernimiento podemos identificar TRES
CONVICCIONES:
• 1.- El Espíritu de Dios actúa en el corazón de cada hombre y mujer a través de
los sentimientos y deseos que se conectan a ideas, imágenes y proyectos.
Escuchando con atención se tiene la posibilidad de interpretar estas señales.
• 2.- el corazón humano debido a su debilidad y pecado, está dividido…
• 3.- el camino de la vida impone decidir y es necesario dotarse de instrumentos
para reconocer la llamada del Señor.
• Entre los instrumentos destaca el acompañamiento personal. Es
necesario tener experiencia en interpretar los movimientos del
corazón para reconocer la acción del Espíritu. Exige refinar
continuamente la propia sensibilidad a la voz del Espíritu.
• Se debe favorecer la relación entre la persona y el Señor.
• Los encuentros de Jesús con las personas de su tiempo resaltan
algunos elementos y nos ayudan a trazar el perfil ideal de quien
acompaña.
III.- LA ACCIÓN PASTORAL:
• Tomar en serio el desafío del cuidado pastoral y el discernimiento
vocacional. Considerando LOS SUJETOS- LOS LUGARES-
INSTRUMENTOS.
• Inclusión reciproca entre PJ y PV, aún con sus diferencias.
1.-CAMINAR CON LOS JOVENES:
• Exige salir de los propios esquemas. Adecuándose a sus tiempos y
ritmos. “La pastoral vocacional es aprender el estilo de Jesús que pasa
por los lugares de la vida cotidiana, se detiene sin prisa y mirando a
los hermanos con misericordia, les lleva a encontrarse con Dios
Padre”. No puede haber una siembra fructífera de vocaciones si nos
quedamos cerrados en el cómodo criterio pastoral del “siempre se ha
hecho así”, sin ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los
objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de
las propias comunidades.
• TRES VERBOS que en el Evangelio muestran el MODO en el que Jesús
se encuentra con las personas: SALIR- VER- LLAMAR.
SALIR:
• Salir de las propias rigideces que hacen que sea menos creíble el
anuncio de la ALEGRIA del Evangelio, salir de los esquemas
anacrónicos. Signo de libertad interior respecto a las actividades y a
las preocupaciones habituales y permitir a los jóvenes ser aportes
protagonistas.
VER:
• Salir al mundo juvenil requiere pasar tiempo con ellos, para
escuchar, siguiendo el modo de Jesús, requiere la capacidad de
detenerse con ellos, con una mirada de amor.
LLAMAR:
• La mirada se transforma en palabra que despierta.
2.-SUJETOS:
• Todos los jóvenes sin excepción, sobre todo los marginados y
excluidos.
• Una comunidad responsable. Toda la comunidad cristiana.
• Figuras de referencia. Adultos dignos de confianza, padres y familia,
pastores, docentes…
3.-LUGARES:

• La vida cotidiana y
el compromiso
social.
• Ámbitos
específicos de la
pastoral (jornadas
mundiales,
misiones,
voluntariados,
etc.)
• El mundo digital
4.-INSTRUMENTOS:
• Lenguajes de
pastoral. (deporte,
música, redes…)
• Cuidado educativo,
itinerarios de
evangelización.
• Silencio.
Contemplación.
Oración.
5.-MARIA DE NAZARET

• Encomendemos a María
este camino en el que la
Iglesia se interroga sobre
cómo acompañar a los
jóvenes a acoger la llamada
a la alegría del amor y a la
vida en plenitud.
• En la Exhortación Apostólica Christus Vivit, Cristo vive, el Papa
Francisco se dirige a toda la Iglesia, pero en especial a los jóvenes del
mundo.
• El Papa Francisco comienza la Exhortación con esta frase: “Cristo vive.
Él es nuestra esperanza y la juventud más hermosa de este mundo.
Todo lo que toca se hace joven, se hace nuevo, se llena de vida … ¡Él
vive y te quiere vivo!”.
Estructura
• El Papa hace un breve recuento del camino seguido para llegar a este
documento: “Me he dejado inspirar por la riqueza de las reflexiones y
diálogos del Sínodo del año pasado. Y añade: “De ese modo, mi
palabra estará cargada de miles de voces de creyentes de todo el
mundo que hicieron llegar sus opiniones al Sínodo. Aun los jóvenes
no creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han
propuesto cuestiones que me plantearon nuevas preguntas”.
Primera Parte
• En el primero retoma las Sagradas Escrituras y responde a la pregunta
¿Qué dice la palabra de Dios sobre los jóvenes? Su respuesta recorre
el Antiguo Testamento y recuerda figuras como Gedeón, Samuel, el
Rey David, Jeremías, Rut. Sin embargo, cita el Nuevo Testamento para
plantear: “El que es mayor entre vosotros, se hace como el más
joven” (Lc 22,26). Para él, la edad no establecía privilegios, y que
alguien fuera más joven no significaba que valiera menos”.
Segunda Parte
• El capítulo segundo está dedicado a ver la figura de “Jesucristo siempre joven”.
Inspirado en el pasaje de la visita de Jesús y sus padres al templo de Jerusalén,
Francisco recuerda que Jesús no es un solitario. Por ello, “gracias a la confianza de
sus padres… se mueve libremente y aprende a caminar con todos los demás”. De
este hecho el Papa infiere que:
• «Jesús tenía una confianza incondicional en el Padre, cuidó la amistad con sus
discípulos, e incluso en los momentos críticos permaneció fiel a ellos. Manifestó una
profunda compasión por los más débiles, especialmente los pobres, los enfermos,
los pecadores y los excluidos. Tuvo la valentía de enfrentarse a las autoridades
religiosas y políticas de su tiempo; vivió la experiencia de sentirse incomprendido y
descartado; sintió miedo del sufrimiento y conoció la fragilidad de la pasión”.
• El Papa llama la atención en este capítulo a la Iglesia, por el peligro de perder el
entusiasmo y compromiso: “Nos hace falta crear más espacios donde resuene la voz
de los jóvenes”. Ellos ayudarán a mantenerla joven. “A través de la santidad de los
jóvenes la Iglesia puede renovar su ardor espiritual y su vigor apostólico”.
Finalmente, recuerda el Papa a figuras como María, san Sebastián, San Francisco y
otros muchos, jóvenes que apostaron y creyeron en el proyecto de Jesús.
Tercera Parte
• El capítulo tres, el Papa lo titula: “Ustedes son el ahora de Dios” y comienza valorando el
aporte de los jóvenes a sus iglesias locales: “cuando la Iglesia abandona esquemas rígidos y
se abre a la escucha disponible y atenta de los jóvenes, esta empatía la enriquece, porque
permite que los jóvenes den su aportación a la comunidad, ayudándola a abrirse a nuevas
sensibilidades y a plantearse preguntas inéditas”.
• El Papa invita a tomar conciencia que no se puede hablar de una sola juventud. Esta es una
realidad variada, multicultural y no se expresa de la misma manera donde los jóvenes son
mayoría que donde los jóvenes son minoría. Tampoco es igual donde los jóvenes están más
cerca de las oportunidades que ofrece la globalización, que aquellos que viven en los
márgenes y amarguras de las sociedades. Aquellos que tienen familias y viven con ellas y de
aquellos que, por migraciones y guerras, se encuentran solos.
• En este capítulo, el Papa expresa sobre el tema de los abusos: “quiero expresar con cariño y
reconocimiento mi gratitud hacia quienes han tenido la valentía de denunciar el mal
sufrido: ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de lo sucedido y de la necesidad de
reaccionar con decisión”.
• El Papa les anima, recordando que “Cuando se entusiasman por una vida comunitaria, son
capaces de grandes sacrificios por los demás y por la comunidad. En cambio, el aislamiento
los debilita y los expone a los peores males de nuestro tiempo”.
Cuarta Parte
• En el capítulo cuarto, el Papa expone “tres grandes verdades que todos
necesitamos escuchar siempre, una y otra vez”: La primera es: “Dios te
ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier
circunstancia, eres infinitamente amado”. La segunda verdad es que “Cristo,
por amor, se entregó hasta el final para salvarte”. Nunca olvides que «Él
perdona setenta veces siete”. La tercera verdad consiste en que “Mataron
al santo, al justo, al inocente, pero Él venció. El mal no tiene la última
palabra. En tu vida el mal tampoco tendrá la última palabra, porque tu
Amigo que te ama quiere triunfar en ti. Tu salvador vive”. “El Espíritu Santo
te hace entrar cada vez más en el corazón de Cristo para que te llenes
siempre más de su amor, de su luz y de su fuerza”.
Quinta Parte
• Caminos de Juventud se titula el capítulo quinto. En él responde a la
pregunta: ¿Cómo se vive la juventud cuando nos dejamos iluminar y
transformar por el gran anuncio del Evangelio? Para el Papa la juventud es
un tiempo bendito para el joven y una bendición para la Iglesia y el mundo.
Es una alegría, un canto de esperanza y una bienaventuranza. Apreciar la
juventud implica ver este tiempo de la vida como un momento valioso y no
como una etapa de paso donde la gente joven se siente empujada hacia la
edad adulta. Por esta razón les invita: “Remen mar adentro, salgan de
ustedes mismos”.
• Jesús puede unir a todos los jóvenes de la Iglesia en un único sueño, «un
sueño grande y un sueño capaz de cobijar a todos. Ese es el sueño por el que
Jesús dio la vida en la cruz y que el Espíritu Santo desparramó y marcó con
fuego el día de Pentecostés en el corazón de cada hombre y cada mujer”
para que seamos hermanos, comprometidos contra la violencia y defensores
de la vida.
Sexta Parte
• Jóvenes con raíces, titula el Papa el capítulo sexto.
• Para él esta es una cuestión fundamental. Tener raíces es estar conectado a
una historia, a una familia, a una cultura, a unos amigos, a unos viejos a los que
hay que escuchar, aunque no siempre seguir. No se trata de caer en la
adoración de la juventud, pues corremos el peligro de llevar una vida
superficial, afirma el Papa y prosigue:
• “Queridos jóvenes, no acepten que usen su juventud para fomentar una vida
superficial, que confunde la belleza con la apariencia. Mejor sepan descubrir
que hay hermosura en el trabajador que vuelve a su casa sucio y desarreglado,
pero con la alegría de haber ganado el pan de sus hijos. Hay una belleza
extraordinaria en la comunión de la familia junto a la mesa y en el pan
compartido con generosidad, aunque la mesa sea muy pobre. Hay hermosura
en la esposa despeinada y casi anciana, que permanece cuidando a su esposo
enfermo más allá de sus fuerzas y de su propia salud”.
Séptima Parte
• El séptimo capítulo está dedicado a la pastoral de los jóvenes. El Papa
afirma: “se está creciendo en dos aspectos: la conciencia de que es
toda la comunidad la que los evangeliza y la urgencia de que ellos
tengan un protagonismo mayor en las propuestas pastorales”.
• El Papa anima a encontrar nuevos caminos, creativos y audaces,
donde la Iglesia institucional, sea más flexible y sinodal, y “les
ofrezcan, a los jóvenes, un lugar donde no sólo reciban una
formación, sino que también les permitan compartir la vida, celebrar,
cantar, escuchar testimonios reales y experimentar el encuentro
comunitario con el Dios vivo”.
Octava Parte
• El octavo capítulo está dedicado a la vocación. Para el Papa: “Lo
fundamental es discernir y descubrir que lo que quiere Jesús de cada
joven es ante todo su amistad”. En esa amistad, afirma, “Somos
llamados por el Señor a participar en su obra creadora, prestando
nuestro aporte al bien común a partir de las capacidades que
recibimos”.
• La vocación, por tanto, “es un camino que orientará muchos esfuerzos
y muchas acciones en una dirección de servicio. Por eso, en el
discernimiento de una vocación es importante ver si uno reconoce en
sí mismo las capacidades necesarias para ese servicio específico a la
sociedad”.
Novena Parte
• El capítulo noveno está dedicado al tema del discernimiento. El Papa parte del hecho que
“sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a
merced de las tendencias del momento”. Por eso, considera: “Formar la conciencia es
camino de toda una vida, en el que se aprende a nutrir los sentimientos propios de
Jesucristo, asumiendo los criterios de sus decisiones y las intenciones de su manera de
obrar” (cf. Flp 2,5).
• El Papa recuerda que “El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente” Por eso,
“Cuando el Señor suscita una vocación no sólo piensa en lo que eres sino en todo lo que
junto a Él y a los demás podrás llegar a ser”. En este camino, el Papa presenta una
metodología para el discernimiento de la vocación: atención a la persona. Esta acción es
ayuda para el discernimiento personal y, sensibilidad a escuchar los impulsos que el otro
experimenta y ayudar a que el otro escuche estos impulsos. Así, el discernimiento es un
instrumento para seguir al Señor.
• El Papa termina con un deseo: “Queridos jóvenes, seré feliz viéndolos correr más rápido que
los lentos y temerosos. Corran, «atraídos por ese Rostro tan amado, que adoramos en la
Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los
empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su
fe. ¡Nos hacen falta! Y cuando lleguen donde nosotros todavía no hemos llegado, tengan
paciencia para esperarnos».
•EL VIVE Y TE QUIERE VIVO

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