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Que cada grupo

humano pueda
entender el
mensaje del
evangelio en la
lengua de su
corazón, el
idioma en el que
piensa y sueña.
Korlai Creole Portuguese
Juray LANGBASHE ZAYSE-ZERGULLA CAO MIAO NGOMBALE
CENTRAL NAHUATL DZAO MINNICARAGUA CREOLE ENGLISH Dhodia
ARGENTINE SIGN LANGUAGE KWAMA KREEN-AKARORE
MBONGNO Cherepon NGUL
PonticJONKOR BOURMATAGUIL Tuamotuan BURUMAKOK Andh
ZAUZOUWasa GAWAR-BATI
BOLYU YASA NYANGATOM GELAOUDI DAGAARI DIOULA
IAPAMAYIWONTUKANG BESI SOUTH KaningiMansoanka AGUNA
Abkhaz BIDIYO DISA
GULA MATIS KENDEJE YELA JangshungSUKU
BROKPAKE Animere NARIM DZODINKACHAK ZAY
YANSI BATANGA AINU Yangho
BAJAN BALO VILI BEFANG CHOCANGACAKHA
Adamorobe Sign Language
BIAO-JIAO MIEN TEMBO BATANGA SARA DUNJO
HOROM CHILEAN SIGN LANGUAGE
OLEKHABAMBASSIWUMBOKO FERNANDO PO CREOLE ENGLISH
JUTISH KALAO ASHKUN Guianese MINA Creole
AWETIFrenchNGINDO
MENGAKA KISTANE Kono WANGGOM Chinali
SAVI BAFAW-BALONG
XAMTANGA ENAWENE-NAWE CHADIAN SIGN LANGUAGE
Mangareva Kamara FONGORO
NYALITEKE-TSAAYI A'tong
MALIGO
YULU DANISH SIGNTAVOYAN
LANGUAGE BUSSA
YAMONGERI
BEBA BUDUKHBANDA-NDELE BANDA-BANDA BAMENYAM ADAP
LOMAIVITI BEBIL NARA TUNIA Tsakonian BAIMA
MOROM MOINGI Bauria MEGAM ABAR GOROWA
MAKHUWA-MONIGABON GULA Kanikkaran Barama NKUTU
SALAMPASU Kande Agariya BOMITABA USAGHADE
LAMAM Judeo-Georgian Simba
PAHLAVANI Gata' WOLEAIAN MABAALE LOMAVREN
Groma
TUTONG 2 MENDANKWE-NKWEN TSWAPONG
Como viven los pueblos que no saben leer ni escribir?
La pregunta que
muchas veces nos
hacen es:
¿Por qué los
cristianos se
esfuerzan tanto en
traducir la Biblia?
Según teólogos islámicos una
Traducción del Corán del
árabe en otros idiomas no es
posible, porque cada
traducción ya incluye una
interpretación. Se recomienda
la lectura del texto original
árabe. Toda traducción es sólo
un acercamiento al mensaje
coránico, por lo que ningún
estudio del Corán puede ser
considerado serio si no es un
estudio basado en el texto
árabe original.
Es interesante notar que para
algunos que se hacían llamar
cristianos, la traducción bíblica
tampoco era una buena idea

Uno de los más acérrimos enemigos de


Wycliffe escribió:
“John Wycliffe ha traducido el evangelio, que
Cristo confió al clero y a los doctores de la
Iglesia, para que pudieran administrarlo
convenientemente a los laicos… Wycliffe lo ha
traducido del latín al inglés, que no es
precisamente el idioma de los ángeles. Como
resultado, lo que antes solo estaba en el
conocimiento de estudiados clérigos y de
personas de buen entendimiento, ahora se ha
convertido en algo corriente y al alcance de los
seglares; de hecho, hasta las mujeres pueden
leerlo. Como resultado, las perlas del evangelio
han sido esparcidas y echadas a los cerdos”.
Así que en 1569, mediante la
cédula que establecía la
Inquisición en América,
Felipe II también decretaba
“la censura de las biblias en
lenguaje vulgar (o sea, en
castellano), al igual que
pinturas indecentes y otros
libros prohibidos, y en los
puertos los comisarios
debían examinar que no
entrase nada de esto en las
colonias. O sea, la Biblia
(traducida) estaba dentro de
los objetos prohibidos,
compartiendo la lista con,
por ejemplo, las figuras
indecentes.
Pero en el mismo año que
se establecía la Inquisición,
más precisamente el 26 de
Septiembre de 1569, salía
de la imprenta la
traducción bíblica al
español realizada por
Casiodoro de Reina, que
tendría su primera revisión
en 1602 por Cipriano de
Valera, convirtiéndose en
la traducción Reina Valera,
la de mayor circulación en
el mundo de habla
hispana.
Es así que los
cristianos
creemos que la
traducción
bíblica no es
algo que debe
ser sólo
permitido sino
también
anhelado,
alentado,
estimulado.
Hay jóvenes que
dejan sus potenciales
carreras exitosas para
internarse en una
cultura, aprender una
lengua,
probablemente crear
la gramática, y dejar
como resultado la
traducción de la
Palabra de Dios
Hay familias
que se
trasladan de un
continente a
otro,
abandonando
sus
comodidades,
con nietos
viviendo lejos
de los abuelos,
para que un
pequeño grupo,
a veces de unos
pocos cientos,
tenga la Biblia
en el lenguaje
de su corazón.
¿Por qué?
Bueno, podríamos citar muchos motivos para la traducción:

 Por un lado, existe una motivación antropológica: proteger y reforzar


las culturas y lenguas minoritarias del mundo, que están siendo
absorbidas por los idiomas mayoritarios
 Una segunda motivación, podríamos llamarla misionológica: que cada
grupo humano pueda entender el mensaje del evangelio en la lengua
de su corazón, el idioma en el que piensa y sueña. Había un misionero
leyendo la Biblia en castellano a un grupo de personas pertenecientes
a una etnia del norte argentino. Y leía el pasaje de Gálatas 5: “Y
manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos,
iras, contiendas… envidias, borracheras…” y no pasaba nada.
Enseguida comenzó a leer el mismo pasaje en la lengua de la etnia, y
un hombre se levantó expulsado de su asiento diciendo: “¡Pero
nosotros hacemos todo eso!”
Hay una tercera motivación, que
podríamos encuadrarla como sociológica.
Un resultado derivado de la traducción
bíblica ha sido eliminar los sentimientos
de inferioridad de estas etnias. Rafael
Mansilla, cacique Toba Qom y uno de los
traductores de la Biblia a su propia lengua,
nos comentaba hace unos meses: “Hace
30 años nos daba vergüenza hablar en
idioma delante de la gente no indígena,
pero ahora estamos muy orgullosos de
nuestra lengua. Y esto se produce por la
lectura de la Biblia”. Es más, los mismos
misioneros que han estado trabajando
con ellos nos dicen que a través de la
Biblia ellos descubren que Dios no hace
acepción de personas, que no son menos
valiosos que el blanco que los conquistó, y
eso les hace – en muchos casos –
levantarse a reclamar sus derechos.
Pero sobre todos estos motivos, hay una
motivación teológica para la traducción,
que es central a nuestra fe. En realidad, la
traducción no es sólo un recurso para que
todos los pueblos conozcan el evangelio:
la traducción es un componente central
del evangelio.
Un gran historiador del cristianismo
escribe lo siguiente: “La fe cristiana se
basa un acto divino de traducción: ‘La
Palabra (el Verbo) se hizo carne, y habitó
entre nosotros’ (Juan 1.14). La
encarnación es traducción. Cuando Dios
en Cristo es hizo hombre, la divinidad fue
traducida a humanidad, como si la
humanidad fuese la lengua receptora”.
Hebreos 1.3 lo dice claramente: “Él es el
resplandor de su gloria y la expresión
exacta de su naturaleza” (RVA). Y Pablo le
escribe a los Colosenses: “Él es la imagen
del Dios invisible” (1.15).
Es más, es gracias a este acto
de traducción que hoy
tenemos un evangelio que
predicar. Cristo participó de
carne y sangre, dice la carta a
los Hebreos, y “debía ser en
todo semejante a sus
hermanos (la lengua
receptora), para venir a ser
misericordioso y fiel sumo
sacerdote en lo que a Dios se
refiere, para expiar los
pecados del pueblo” (Heb.
2.17).
• Si tu Dios es tan grande, ¿Por qué no habla mi idioma?
Palabras de un indigena cakchiquel a Cameron Townsend
cuando vendia Biblias en Español.

• ¿Por cuánto tiempo han tenido ustedes ese libro? ¿lo


tuvieron sus padres? Lo tuvieron sus abuelos? ¿Por qué
han tardado tanto en compartirlo con nosotros? Anciano
en Asia, hablando de la Biblia, a un lingüista que llego a su
aldea.

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