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PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE

HIGIENE Y SALUD MENTAL


Jennifer Paola Torres Santiago
Expediente:: HPS-182-00082V
Educación para la salud mental
Debemos tener en cuenta desde un primer momento, que cuando hablamos de salud
mental, nos referimos a un concepto que va mucho más allá de la ausencia de una
enfermedad mental. Estamos hablando de la base para el bienestar y funcionamiento
efectivo de un individuo y una comunidad.
Educación para la salud mental
Ahora bien, debemos considerar otros temas de interés como:
◦ La salud mental individual está determinada por múltiples factores sociales,
psicológicos y biológicos. Por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes
constituyen un riesgo bien conocido para la salud mental de las personas y las
comunidades. Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de
la pobreza, y en particular con el bajo nivel educativo.
◦ La mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las
condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión
social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud
física y a las violaciones de los derechos humanos.
Educación para la salud mental
Objetivos de la Promoción de la salud mental:
El objetivo principal es promover la salud mental, prevenir trastornos mentales, dispensar
atención, mejorar la recuperación, promover los derechos humanos y reducir la
mortalidad, morbilidad y discapacidad de personas con trastornos mentales. Así mismo,
también el plan de acción está centrado en cuatro objetivos principales orientados a:
Reforzar un liderazgo y una gobernanza eficaces en el ámbito de la salud mental
Proporcionar en el ámbito comunitario servicios de salud mental y asistencia social
completos, integrados y adecuados a las necesidades
Poner en práctica estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud
mental
Fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones sobre
la salud mental.
Educación para la salud mental
Acciones de la Promoción de la salud mental:
Consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que propicien la salud
mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Entre
ellas hay una serie de acciones para aumentar las posibilidades de que más personas
tengan una mejor salud mental.
Un ambiente de respeto y protección de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos
y culturales básicos es fundamental para la promoción de la salud mental. Sin la
seguridad y la libertad que proporcionan estos derechos resulta muy difícil mantener un
buen nivel de salud mental.
Educación para la salud mental
Acciones de la Promoción de la salud mental:
Como dijimos anteriormente, la salud mental viene siendo más que la ausencia de
enfermedades. Por tal motivo, las políticas nacionales de salud mental no deben
ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones
más amplias que fomentan la salud mental como la incorporación de la promoción de
la salud mental a las políticas y programas de los sectores gubernamental y no
gubernamental. Además del sector de la salud, es esencial la participación de los
sectores de la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la
vivienda o la asistencia social.
La promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias
intersectoriales.
Educación para la salud mental
La promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias
intersectoriales. Entre otras formas concretas de fomentar la salud mental se pueden
mencionar:
◦ Las intervenciones en la infancia precoz (por ejemplo, la creación de un entorno
estable que atienda las necesidades de salud y nutrición del niño, lo proteja de las
amenazas y le proporcione oportunidades de aprendizaje precoz e interacciones que
sean sensibles, le den apoyo emocional y estimulen su desarrollo).
◦ El apoyo a los niños (por ejemplo, programas de creación de capacidades y
programas de desarrollo infantil y juvenil).
Educación para la salud mental
◦ la emancipación socioeconómica de la mujer (por ejemplo, mejora del acceso a la
educación y concesión de microcréditos).
◦ el apoyo social a las poblaciones geriátricas (por ejemplo, iniciativas para hacer
amistades y centros comunitarios y de día).
◦ los programas dirigidos a grupos vulnerables, y en particular a las minorías, los pueblos
indígenas, los migrantes y las personas afectadas por conflictos y desastres (por
ejemplo, intervenciones psicosociales tras los desastres).
◦ las actividades de promoción de la salud mental en la escuela (por ejemplo,
programas de apoyo a los cambios ecológicos en la escuela y escuelas amigas de los
niños).
Educación para la salud mental
◦ las intervenciones de salud mental en el trabajo (por ejemplo, programas de
prevención del estrés);
◦ las políticas de vivienda (por ejemplo, mejora de las viviendas);
◦ los programas de prevención de la violencia (por ejemplo, la reducción de la
disponibilidad del alcohol y del acceso a las armas);
◦ los programas de desarrollo comunitario (por ejemplo, iniciativas de colaboración
ciudadana y de desarrollo rural integrado
Educación para la salud mental
◦ la reducción de la pobreza y la protección social para los pobres;
◦ legislación y campañas contra la discriminación;
◦ promoción de los derechos, las oportunidades y la atención de las personas con
trastornos mentales.
Trastornos mentales
Es necesario proteger y promover el bienestar mental de los ciudadanos, pero también
satisfacer las necesidades de las personas con trastornos de salud mental.
En este sentido, es un logro que en el último decenio haya mejorado
considerablemente el conocimiento de lo que hay que hacer en relación con la
creciente carga de morbilidad derivada de trastornos mentales. Existe un corpus cada
vez mayor de pruebas científicas que demuestran la eficiencia y la buena relación
costo-eficacia de intervenciones cruciales para abordar trastornos mentales prioritarios
en países con diferentes niveles de desarrollo económico.
Trastornos mentales
Entre las intervenciones costoeficaces, viables y asequibles se pueden mencionar:
◦ tratamiento de la epilepsia con medicación antiepiléptica;
◦ tratamiento de la depresión con psicoterapia y, en casos moderados y graves,
antidepresivos (genéricos);
◦ tratamiento de la psicosis con medicamentos antipsicóticos más antiguos y apoyo
psicosocial al paciente;
◦ aplicación de impuestos a las bebidas alcohólicas y restricción de su disponibilidad y
comercialización.
Trastornos mentales
Y por otro lado, también existe una serie de medidas eficaces para prevenir el suicidio,
prevenir y tratar trastornos mentales en niños, prevenir y tratar la demencia y tratar los
trastornos relacionados con el consumo de sustancias. El Programa de acción para
superar la brecha en salud mental (mhGAP) ha elaborado directrices basadas en la
evidencia para que los no especialistas puedan identificar y atender mejor una serie de
trastornos mentales prioritarios.
Trastornos mentales
El Plan de acción permitirá a las personas con trastornos mentales:
◦ acceder más fácilmente a los servicios de salud mental y bienestar social;
◦ recibir tratamiento dispensado por personal sanitario debidamente cualificado, en el
marco de la atención sanitaria general; el mhGAP de la OMS y sus instrumentos
basados en la evidencia pueden facilitar este proceso;
◦ participar en la reorganización, prestación y evaluación de servicios, de manera que
la atención y el tratamiento respondan mejor a sus necesidades;
◦ obtener mayor acceso a las prestaciones públicas de invalidez y a los programas de
vivienda y medios de subsistencia, y participar más activamente en los trabajos y la
vida de sus comunidades, así como en los asuntos cívicos.
Adicción a las drogas
Otro tema de suma relevancia al hablar de la salud mental, es cómo esta es afectada
por factores como el consumo de drogas. Se debe hacer más estudios con respecto a
este tema que cumplan con el objetivo de informar y concientizar a la población,
sobretodo a los jóvenes, sobre cómo el consumo de drogas afecta la salud mental.
Resulta interesante observar que, en algunos casos por prejuicio y en otros por falta de
formación, el “drogadicto” ha sido tradicionalmente considerado como un paciente
incómodo y de difícil abordaje. Por otro lado, es evidente que el abuso de cualquier
droga puede tener consecuencias negativas sobre el desarrollo y la salud de los
adolescentes.
Adicción a las drogas
Pero también es cierto que los medios de comunicación ofrecen en demasiadas
ocasiones una imagen deformada del fenómeno, presentando como habituales y
cotidianos los casos más extremos. Así, las cuestiones relacionadas con las drogas van a
ser causa de una profunda preocupación para muchos padres. Por todos estos motivos
es imprescindible que el pediatra de AP disponga de conocimientos, herramientas y
habilidades suficientes para abordar multitud de situaciones que pueden presentarse en
la consulta: patología derivada del consumo de drogas en jóvenes y adolescentes,
dudas y cuestiones planteadas tanto por los jóvenes como por sus padres, entre otros
temas. Entre las drogas más consumidas, se encuentra en primer lugar: El alcohol.
Adicción a las drogas
El alcohol:
Según estudios, se ha determinado que el 59,2% de los adolescentes de 14 años
consumen alcohol ocasionalmente. Y lo que es aún más sorprendente, el 46,1% de los
jóvenes entre 14 y 18 años ha sufrido algún episodio de embriaguez alcohólica alguna
vez en su vida, con una media de episodios de 2,7 al mes.
Aunque los medios de comunicación han difundido este consumo de alcohol, han
trasmitido sobretodo un mensaje muy alarmista que sólo llega a ser tomado como
exagerado, por lo que no es tomado en cuenta muchas veces. Por este motivo, no se
ha concentrado la atención en el principal problema ya que, aunque la expresión
“alcoholismo juvenil” es exagerada, para algunos jóvenes el consumo de alcohol
constituye su forma de diversión fundamental, en la que la búsqueda de la embriaguez
es intencionada.
Adicción a las drogas
El alcohol:
Entonces bien, el consumo excesivo de alcohol trae consecuencias como:
El consumo excesivo de alcohol está relacionado con patología hepática, digestiva,
osteomuscular, endocrina y psiquiátrica entre otras. Es extraordinario que alguna de
estas alteraciones se manifieste en la edad pediátrica. Pero el consumo precoz de
alcohol se correlaciona con una mayor probabilidad de presentar problemas con esta
u otras drogas en la edad adulta. Por otra parte, el alcohol es la droga que con mayor
frecuencia provoca intoxicaciones agudas que requieran de atención médica y
está implicada en la mayoría de los accidentes de tráfico en población joven.
Adicción a las drogas
El tabaco:
La siguiente droga más consumida, es el tabaco. Además, se trata de la droga cuyo
inicio en el consumo es más precoz. En el año 2004, las edades medias de inicio en el
consumo ocasional y diario fueron de 13,1 y 14,4 años respectivamente1. El 17,8% de los
adolescentes de 14 años ha probado el tabaco y el 14% ha fumado a lo largo del
último mes. En contraposición con el resto de las drogas, las prevalencias de consumo
son superiores en mujeres que en varones, lo que traduce un cambio epidemiológico
importante.
Adicción a las drogas
El tabaco:
Entre las mayores preocupaciones sobre esta droga, es su elevado potencial de
adicción.
Por otra parte, su uso habitual está claramente relacionado con el desarrollo de
patología respiratoria (bronquitis crónica y enfisema pulmonar), enfermedades
cardiovasculares y neoplasias (pulmón, boca, laringe y vejiga entre otros). En España, la
mortalidad atribuida directamente al tabaco es de 55.000 personas al año. Aunque
suele considerarse el cannabis como la “puerta de entrada” al consumo de otras
sustancias, la realidad es que es el tabaco la droga que cumple esta función. Por un
lado, es la droga de inicio más precoz y, por otro, es evidente que para poder consumir
cannabis es necesario saber fumar.
Adicción a las drogas
El Cannabis:
Se refiere a un conjunto de productos psicoactivos que se extraen de la planta del
cannabis o cáñamo (Cannabis sativa o Cannabis indica). La mezcla triturada de flores,
hojas y tallos de pequeño tamaño de la planta se conoce como “marihuana” (maría,
hierba…). La extracción de la resina de la planta da lugar a una masa de color oscura
llamada “hachís” (polen, costo, chocolate). El “aceite de hachís” es resina concentrada
en forma líquida con una alta concentración de principios psicoactivos. La forma más
frecuente de consumo de los derivados del cannabis es fumada (sola o mezclada con
tabaco) aunque también es posible el consumo a través de vía oral (tartas, bollos o
bombones con cannabis). El cannabis es la droga ilegal más consumida, tanto en
España como en el resto de los países de la Unión Europea.
Adicción a las drogas
El Cannabis:
La población escolar presenta prevalencias de consumo superiores a la población
general: el 20,3% de los adolescentes ha probado el cannabis alguna vez en su
vida y el 10,7% lo ha consumido durante el último mes. Con respecto a la edad de inicio
en el consumo, se observa un leve descenso durante la última década (14,7 años en
2004 frente a 15,1 en 1994).
Adicción a las drogas
El Cannabis:
El consumo del cannabis trae muchos efectos y consecuencias. Entre ellos, algunos
efectos positivos y neutros. Los cuales se presentan en la siguiente tabla.
Por otro lado, el humo del cannabis contiene carcinógenos similares a los encontrados
en el humo del tabaco; pese al efecto broncodilatador del tetrahidrocannabinol (THC),
el uso habitual puede predisponer al desarrollo de enfermedad pulmonar obstructiva
crónica. Algunos estudios indican que las neoplasias del sistema respiratorio
son más frecuentes en fumadores habituales de cannabis, aunque la concurrencia de
hábito tabáquico limita su interpretación
En el caso del cannabis es particularmente complicado diferenciar si el consumo de
drogas es causa o consecuencia de posibles problemas de salud
Adicción a las drogas: ¿Qué
podemos hacer?
Si en algo han fallado los documentales y propagandas sobre las consecuencias del
consumo de la droga, es su carácter alarmista y exagerado, deformando un poco lo
que serían las verdaderas consecuencias de la droga, y sobretodo, en concentrarse en
enfoques morales, en vez un enfoque más centrado en criterios de tipo sanitario.
Lo que se necesita, es promover de forma realista, y objetiva, (valiéndose siempre de
evidencia científica) las consecuencias que pueden traer el consumo de drogas.
Llamando así, a la reflexión, pero sobretodo, a que la población esté debidamente
informada.
Por otro lado, es necesario que aquellas personas en mayor riesgo (los propios
consumidores) conozcan estrategias encaminadas a minimizar las consecuencias
negativas para la salud.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Caudevilla Gálligo F, González Tardón P. Abordaje del consumo de drogas desde
Atención Primaria. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2006. Madrid: Exlibris
Ediciones; 2006. p. 275-81.
Organización mundial de la salud (2004). Promoción de la salud mental. Francia.
MUCHAS GRACIAS
POR SU ATENCIÓN

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