EDUCACION En una sociedad globalizada como la nuestra la mayoría de los esfuerzos de las instituciones educativas esta centrado en contenidos o habilidades financieras o de sofisticación tecnología, y mas si tienen el aval de las familias que esperan, antes de cualquier cosa, que sus hijos aprendan algo útil y no anden perdiendo el tiempo en asuntos como la música, las artes escénicas o la literatura.
Afirmaciones como: “educar para la sociedad”, “educar para la inserción laboral”,
“educar para el desarrollo económico” y otras similares, dichas afirmaciones hacen que consideremos la educación solo como un fenómeno social o con carácter instrumental y parecen dejar de lado la centralidad de la persona humana en la educación. Pero una visión unilateral como esta lleva al retroceso en otros aspecto del crecimiento humano, pues, la consideración de la actividad educativa solo en su utilidad fáctica nos dificulta la visión de la importancia de una educación del ser humano en lo humano, ya que educar no es principalmente un proceso mecánico del cual se obtienen determinados productos, sino algo ofrecido a un ser libre y libremente asumido. “Todas las facultades humanas forman un sistema, en que no puede haber regularidad y armonía sin el concurso de cada una. No se puede paralizar una fibra, una sola fibra del alma, sin que todas las otras se enfermen” -Andrés Bello LAS HUMANIDADES COMO UN PROYECTO FORMATIVO Muchos son los que hoy consideran las humanidades como simples disciplinas intelectuales sin ningún sentido, ni utilidad, reduciéndola a simples cátedras, cuyo objetivo se centra en suministrar información, provocando en el individuo rechazo y menosprecio hacia ellas. Pero, ¿En verdad sabemos cual es su verdadero papel en la formación de un ser seres humanos? El fin de las humanidades es dignificar lo humano y el de la educación formar seres integrales, siendo las humanidades las encargadas de articular y darle sentido social al conocimiento. Por eso reivindicar las humanidades, en general presupone incluir una forma particular de dignificación humana, no hacerlo, es legitimar todas las formas de violencia que se manifiestan en nuestra sociedad y subestimar la capacidad de todos aquellos que han dedicado su vida a la construcción de un mundo mejor. Una educación humanística flexibiliza el espíritu, da cuenta de los problemas esenciales del hombre, ayuda a ser solidarios, fomenta el pensamiento crítico y dota a los profesionales universitarios de un lenguaje común para interactuar y socializar.
La enseñanza de las humanidades es esencial pues
estas aportan al desarrollo de la sensibilidad, la fraternidad y la imaginación. CUATRO BONDADES DE LAS HUMANIDADES Las humanidades flexibilizan el espíritu y dan un carácter plástico al pensamiento. Las humanidades presentan un horizonte más amplio de los problemas esenciales del hombre. Las humanidades nos hacen solidarios con los otros. Las humanidades nos dan habilidades argumentativas.