La lavanda se ha usado durante más de 2000 años para la elaboración de infusiones, esencias, aromatizadores y perfumes. Idealmente, la lavanda debería proceder de agricultura ecológica y sostenible para conservar sus propiedades naturales. La lavanda tiene propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes que la hacen útil para pieles grasas, combatir el acné, evitar las arrugas y sanar heridas y quemaduras leves.
La lavanda se ha usado durante más de 2000 años para la elaboración de infusiones, esencias, aromatizadores y perfumes. Idealmente, la lavanda debería proceder de agricultura ecológica y sostenible para conservar sus propiedades naturales. La lavanda tiene propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes que la hacen útil para pieles grasas, combatir el acné, evitar las arrugas y sanar heridas y quemaduras leves.
La lavanda se ha usado durante más de 2000 años para la elaboración de infusiones, esencias, aromatizadores y perfumes. Idealmente, la lavanda debería proceder de agricultura ecológica y sostenible para conservar sus propiedades naturales. La lavanda tiene propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes que la hacen útil para pieles grasas, combatir el acné, evitar las arrugas y sanar heridas y quemaduras leves.
• La lavanda se ha usado durante más de 2000 años para la elaboración de infusiones, esencias, aromatizadores, perfumes, entre otros. Se encuentra en la cuenca mediterránea, en zonas del África, Asia e India. En Europa, los campos de lavanda de la Provenza francesa son los más famosos y entre junio y julio, con su floración, se llenan de un intenso color violeta. • Idealmente la lavanda debería proceder de agricultura ecológica y de una fuente de abastecimiento sostenible, ya que, a través de la destilación por vapor, se asegura que las propiedades naturales de esta planta aromática se conserven de forma óptima. • Por sus propiedades tonificantes, equilibrantes y relajantes se utiliza para pieles grasas. Además, ayuda a matar las bacterias de la piel, la limpia y cura sin obstruir los poros. Puedes aplicar lavanda por las noches antes de dormir. Sobre la piel, actúa como un tónico hidratante y antinflamatorio. • Combatir el acné. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas, ayuda a combatir las bacterias que causan el famoso acné. Sólo necesitas aplicar lavanda con ayuda de un algodón en la zona donde tengas acné y reducirá la hinchazón. Además, puedes mezclarla con mascarillas antiacné para un resultado más óptimo. • Evitar las arrugas. La lavanda actúa como revitalizador de la piel, ayuda a regenerar las células y mantiene el tejido firme. • Sanar heridas y quemaduras leves. Si te acabas de quemar, puedes aplicar unas gotas de aceite de lavanda sobre la zona afectada, te ayudará a desinfectar la herida y, posteriormente, a regenerar la piel. Por sus propiedades antisépticas, ayuda a la curación de las cicatrices gracias a que estimula la formación de células. –