Envolturas biodegradables

Integrantes del grupo

Hoy en día la contaminación por envolturas plásticas ha
crecido de manera importante en el mundo, ya que los
alimentos y frituras son consumidos con este tipo de envolturas
y desechados por millones de personas y la mayor parte de los
consumidores no la desechan correctamente en contenedores,
produciendo así mayor basura y contaminación, la envolturas
plásticas tardan años en degradarse y esto afecta
directamente al planeta. Gracias a la mercadotecnia que
utilizan las industrias y grandes empresas de diferentes
productos que ocupan envolturas de plásticos hacen que el
consumo de estas sea excesivo y acumulen toneladas de
desechos no degradables.
En los últimos años se reporta la elaboración de envolturas o películas
comestibles, elaboradas a base de celulosa, almidón, gomas y proteínas
adicionándoles algunas sustancias que funcionan como plastificantes
como la glicerina, debiendo presentar propiedades que permitan la
conservación del alimento.

Si en vez de tirar las envolturas, se tuvieran envolturas comestibles, no

se generarían desechos.
La envoltura se descompone más rápidamente bajo la tierra, pero
también puede descomponerse si cae de un tacho de basura al piso, tal
como lo haría la hoja de un árbol.
Una vez enterrada la envoltura en una maceta con plantas o en un jardín,
desaparece casi completamente en casi seis semanas. El material está compuesto
básicamente de madera (abedul y eucalipto cultivados de forma sostenible), las
tintas no son tóxicas, y la pequeña proporción de aluminio se descompone sin
causar problemas.
El uso de materiales biodegradables o de materiales fácilmente reciclables para
la fabricación de empaques es una directriz cada vez más importante entre los
diseñadores y fabricantes de empaques. De hecho, la utilización de plásticos que
se descomponen mediante la acción de organismos biológicos en un tiempo
razonable y sin resultar en subproductos tóxicos se ha convertido en un tema
recurrente en eventos, seminarios y publicaciones especializadas.
Académicos, investigadores y compañías multinacionales están fijando su
atención en el desarrollo de biopolímeros y tecnologías de reciclaje para
llegar a la sostenibilidad
La sostenibilidad es una idea que no ha alcanzado madurez ni eficiencia al
ciento por ciento. El objetivo principal es no gastar recursos que no podrán
ser reemplazados. Una forma de conseguirlo es usando recursos
biodegradables
No se puede pensar únicamente en la capacidad de ser reciclable, porque si
se evalúa el impacto ambiental del producto completo podría resultar
preferible usar una película plástica multicapa y deshacerse de ella mediante
incineración o en un relleno sanitario.
En todo el mundo existen enormes depósitos de basura que incluyen toneladas de
plásticos que no se degradan por medio de procesos naturales. La biodegradación
es un proceso mediante el cual los microorganismos del suelo, como bacterias y
hongos, descomponen en sustancias más sencillas los materiales presentes en él.
El uso de petróleo como materia prima para la producción de plásticos genera
problemas ambientales como la emisión de gases de invernadero (metano, óxido
nitroso y bióxido de carbono
para el desarrollo de biomateriales de envasado se aprovechan los residuos de la
industria alimentaria y al mismo tiempo, nos permitan proteger los alimentos de
los factores externos que hacen que se degraden tanto las propiedades físicas
como las químicas.
El uso de recubrimientos comestibles como vía de mejora de las propiedades de
los envases es una de las líneas de trabajo. Pudiendo obtener la materia prima
para el desarrollo de estos materiales a partir de subproductos de la industria
alimentaria, como es el caso de la proteína de suero láctica ó proteínas de origen
cárnico.
Biomateriales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente
Es importante destacar el papel que están adquiriendo los biomateriales en
materia de conservación. Son respetuosos con el medio ambiente y mucho más
sostenibles que los envases convencionales producidos con derivados del
petróleo. En este sentido, para el desarrollo de biomateriales de envasado se
aprovechan los residuos de la industria alimentaria y al mismo tiempo, nos
permitan proteger los alimentos de los factores externos que hacen que se
degraden tanto las propiedades físicas como las químicas.
Cuando hablamos de recubrimientos comestibles con capacidad de biodegradación
se refiere a un grupo de compuestos que pueden ser de varios tipos:
• Hidrocoloides: Dentro de este grupo tendríamos los carbohidratos incluyendo
almidones, celulosas y derivados, gomas y proteínas. Estos son capaces de
proporcionar una buena barrera al oxígeno.

• Lípidos: Dentro de este grupo estarían las ceras y los ácidos grasos. Los lípidos
y las resinas, por su naturaleza hidrofobica, ejercen una buena barrera al
vapor de agua.

• Composite ó compuestos: Se formulan generalmente a partir de hidrocoloides

(polisacáridos y proteínas), que constituyen la matriz estructural y la barrera a
gases, y lípidos que aportan la resistencia al vapor. Son este último grupo los
más interesantes por sus múltiples propiedades.
 En la actualidad
Los plásticos convencionales no se descomponen fácilmente. Según estudios
recientes los residuos acumulados en los rellenos sanitarios tardan entre 200 y
400 años en degradarse, lo cual perjudica no sólo a la fauna y la flora, sino que
representa contaminación visual y genera efectos dañinos en la salud pública.
Por esa razón cada vez surgen más productos que no perjudican el medio
ambiente, son biodegradables y, después de usarse, son absorbidos por la
naturaleza, lo cual contribuye con la calidad de vida de todos.
Los objetos de plástico que usamos normalmente
El polietileno y el PVC son polímeros. Un polímero es una molécula gigante
formada por moléculas llamadas monómeros, que se repiten varias veces. El PVC,
por ejemplo, es la unión de decenas de monómeros de cloruro de vinilo, y el
polietileno es la unión de monómeros de etileno.