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¡Hola!

Soy Luis Vizcarra

Licenciado en Psicología
Maestría en Desarrollo del Potencial Humano y Facilitación de Grupos
Master Practitioner en Programación Neurolingüística
Formación como Coach Orientado a Propósito
Entrenamiento en Integración Emocional
Diplomado en Sexualidad, Erotismo y Experiencia Amorosa
Diplomado en Psicoterapias Corporales
Entrenamiento como Conferencista Profesional
Estudios de Maestría en Desarrollo organizacional y Humano
Director Fundador de In.Genios: Psicología para el Potencial Humano
Co-Founder & CEO en VyC: Coachig y Eventos Académicos
¿Qué les estamos enseñando
a nuestros hijos?
Y nos enseñan a reprimir Las últimas,
a no sentirlas… «¡para no sufriR!»
Desde pequeños nos enseñan que existen
emociones buenas, y otras no tan buenas.
Al intentar proteger a nuestros hijos de
ciertas emociones…

les impedimos que descubran qué


pensamientos les han llevado a
experimentar esas emociones.
Los niños necesitan sentirse tristes, ansiosos,
enfadados y envidiosos. Y nuestro papel como padres
es acompañarles mientras sienten esas emociones.
no aceptamos nuestras propias emociones
y no las queremos…
o no podemos, verlas en nuestros hijos.
.
Nos metimos en esta guerra sin darnos cuenta que
nosotros somos un todo y que no hay división
alguna en nuestra comunicación.
Muchas veces «pensamos lo que sentimos» y
pocas «sentimos lo que sentimos».

Y así posiblemente estemos


educando…
¿cómo nos relacionamos con ellos?
¿y con los demás?
Nuestros hijos aprenden
por imitación.
Cinco estrategias para educar a nuestros
hijos en inteligencia emocional
1. Canalizar sus reacciones y corregir
cualquier mala acción.

A partir de los 6 meses van a empezar a


desarrollar la rabia.

Limitar sus reacciones y acompañarlas de


mensajes que les inviten a contenerse.
2. Enseñar a reconocer las emociones básicas

A partir de los dos años es recomendable iniciar


con el reconocimiento de sus emociones.

Que aprendan a reconocer sus emociones poco a


poco y también las de los demás
3. Nombrar las emociones

A partir de los 5 años sería perfecto


que los niños supieran ya dar
nombre a las emociones de modo
habitual.
4. Desarrollar su empatía

Reflexionar con ellos continuamente


mediante diferentes preguntas:

¿Cómo crees que se siente el abuelo tras lo


que le has dicho?
5. Iniciar en las emociones secundarias

A partir de los 10-11 años van a surgir emociones


secundarias que cobrarán más peso tales como el
amor, la vergüenza, la ansiedad, etc.

Fomentar buena comunicación con ellos que nos


permita hablar de estos temas abiertamente.
Si les ofrecemos comodidad para que se
puedan expresarse y comunicar, también lo
harán a medida que crezcan y en el resto de
contextos.

Saber comunicarse y reconocer emociones


propias y ajenas son, sin duda,
imprescindibles para que vayan madurando
poco a poco y alcancen una solvencia
adecuada para integrarse en la sociedad y ser
felices en ella
Gracias

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