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Sismos tectónicos
Son los sismos que se originan por el desplazamiento (choque o unión) de las placas tectónicas que conforman
la corteza terrestre, afectan grandes extensiones donde existen importantes fallas y plegamientos geológicos.
Es la causa que más genera sismos (alrededor del 90% de ellos). Suelen clasificarse de dos maneras:
Sismos interplaca: Ocasionados por una fricción en las zonas de contacto entre las placas. Se caracterizan por
tener una alta magnitud y un foco profundo.
Sismos intraplaca: Originados en las zonas internas de las placas. Se caracterizan por tener magnitudes
pequeñas o moderadas.
Sismos volcánicos
Son los sismos que se producen como consecuencia de la actividad propia de los volcanes.
Acompañan a las erupciones volcánicas y son ocasionados principalmente por el fracturamiento de
las rocas debido al movimiento del magma. Por lo general son de pequeña o baja magnitud y se
limitan al aparato volcánico.
Deslizamientos: El propio peso de las montañas es una fuerza enorme que tiende a aplanarlas y que puede
producir sismos al ocasionar deslizamientos a lo largo de las fallas. Generalmente no son de gran magnitud.
Sismos inducidos
Se producen como consecuencia de alguna intervención humana que altera el equilibrio de las fuerzas en la
corteza terrestre. Entre las principales causas de los sismos inducidos podemos mencionar:
Microsismos: Se trata de sismos que no superan los 3.0 de magnitud, no ocasionan ningún
daño y son imperceptibles.
Sismos menores: Son sismos que se mantienen en una escala de 3.0 a 3.9, y que no ocasionan
daño, y si lo hacen es muy poco.
Sismos ligeros: Son sismos que se registran en una magnitud de 4.0 a 4.9, y que tienden a
generar un daño moderado.
Sismos moderados: Se reconocen por mantener una escala entre los 5.0 y los 5.9, y a la vez
tienden a producir un daño considerable.
Sismos fuertes: Su magnitud siempre se mantiene entre la escala de 6.0 y 6.9, ocasionando un
daño muy severo.
Sismo mayor: Se refiere a los movimientos de tierra que se mantienen en una magnitud de 7.0
y 7.9, y que ocasionan un daño muy amplio y a la vez fuerte.
Megasismos: Es el sismo más fuerte, peligroso y el más dañino de todos, este supera la escala
de magnitud de los 8.0 grados.
Según su origen.
Además de los sismos tectónicos, volcánicos, por fallamiento local e inducidos, de acuerdo a
su origen se encuentran los siguientes sismos:
Sismo preliminar: Son movimientos de gran intensidad que ocurren antes de los sismos.
Sismo perimétrico: Es el tipo de sismo que se crea en el interior de las placas continentales
u oceánicas, en el momento en que la profundidad libera energía de la que posee
acumulada. Su hipocentro siempre se encuentra en una de las cavidades de esta estructura.
Maremotos: Se refiere a los sismos que se originan en las profundidades del océano por
una falla tectónica submarina, o por un punto que varia en dicha placa. Se desarrollan
espontáneamente, donde se llega a liberar energía en las profundidades del mar.
Sismos de colapso: Estos sismos naturales se generan cuando cae el techo de las minas y
de las cavernas. Estos casi no se sienten, y se generan próximo a la superficie.
Según el movimiento de la tierra.
Sismo oscilatorio: Se refiere a los a los temblores que al generarse propagan sus
ondas en diversas direcciones, dando a lugar un movimiento de tierra horizontal.
En este tipo de sismo se produce un balanceo dando la sensación a la persona de
que la tierra de mueve de un lugar a otro.
Sismos de subducción someros: Aquellos que se generan en las fronteras de este tipo y
que ocurren a profundidades que no exceden los 40 km.
Sismos de subducción profundos: Aquellos que ocurren debido a la interacción de
subducción y en la zona de fricción (interplaca), pero a profundidades mayores a los 40 km.
Sismos intraplaca de profundidad intermedia: Sismos que se presentan en la placa
subducida, pero no ocasionados por la fricción entre las placas sino por fractura de la placa
que ha penetrado, sus profundidades son mayores a los 80 km y generalmente menos de
500.
Sismos de zonas de acreción: Sismos que se presentan en este tipo de fronteras, por lo
general con profundidades que no exceden los 20 km.
Sismos de fallas de transcurrencia: Los que se presentan en este tipo de frontera, cuyas
profundidades nos exceden los 30 km por lo común.
Sismos corticales intracontinentales: Sismos que se presentan en fallas no directamente
relacionadas con los procesos de interacción entre las placas, sino al interior de una placa.
Sus profundidades no exceden el grosor de la placa.
Componentes
de un sismos El movimiento tectónico origina ondas teóricamente esféricas
denominadas ondas sísmicas, que se propagan en todas las
direcciones a partir de un punto de máximo movimiento. El
punto donde se origina la vibración se llama foco o hipocentro
y se clasifican con respecto a la profundidad: someros o
superficiales (superficie-70 Km); intermedios (70-300 Km) y
profundos (300-700 Km). La mayoría de los terremotos
importantes son de focos someros, los profundos son muy
escasos y nunca se detectaron sismos por debajo de los 700
Km. La proyección vertical del foco se llama epicentro y sirve
para ubicarlo geográficamente en la superficie.
Ondas transversales, secundarias o S: Son ondas de cuerpo más lentas que las
anteriores (entre 4 y 8 km/s). Se propagan perpendicularmente en el sentido de
vibración de las partículas. No alteran el volumen. No se propagan a través de los
fluidos (atraviesan únicamente sólidos). En los sismógrafos se registran en segundo
lugar. Tienen su origen en el hipocentro.
Ondas superficiales: Son más lentas (3,5 km/s). Al viajar por la periferia
de la corteza con movimientos laterales tienen una gran amplitud,
siendo las causantes de los mayores desastres. Resultan de la
interacción de las ondas P y S a lo largo de la superficie terrestre. Se
distinguen dos tipos: ondas Love (L), con movimiento perpendicular a la
dirección de propagación, llamadas también de torsión, y ondas
Rayleigh (R) cuyo movimiento es elíptico con respecto a la dirección de
las ondas sobre planos verticales y en sentido opuesto a dirección de
propagación. En los sismógrafos se registran en último lugar. Se
propagan a partir del epicentro.
Figura 2. Tipos de ondas sísmicas.
Intensidad: Es la medida de la fuerza del movimiento del terreno, es decir del poder destructivo
de un sismo sobre poblaciones, edificaciones y naturaleza en un lugar determinado. La
intensidad puede variar notablemente de un sitio a otro, dependiendo de la distancia al
epicentro y de las condiciones geológicas locales.
Escala de Mercalli: La escala sismológica de Mercalli es una escala de doce grados desarrollada
para evaluar la intensidad de los terremotos a través de los efectos y daños causados a
distintas estructuras. Así, la intensidad de un terremoto no está totalmente determinada por su
magnitud, sino que se basa en sus consecuencias, empíricamente observadas. Debe su
nombre al físico italiano Giuseppe Mercalli.
Tabla 1. Escala de intensidad de Mercalli modificada.
Magnitud: Es la medida de la cantidad de energía liberada en el foco
calculada conociendo el efecto de las ondas sísmicas sobre un sismógrafo
situado a una distancia determinada del epicentro. La magnitud es un factor
que no varía con la distancia del epicentro.
- El estudio de la propagación de las ondas sísmicas por el interior de la Tierra a fin de conocer su
estructura interna.
Una forma de predicción estudia la variación de ciertos parámetros físicos (paso de corriente eléctrica y el
nivel freático) debido a la acumulación de los esfuerzos cuya relajación ocasiona el sismo. Otra de las formas
es la sistematicidad de la ocurrencia de los temblores. Se ha observado que los epicentros a lo largo de una
zona de subducción no se distribuyen al azar, sino siguiendo un patrón geográfico y temporal. Puede
entonces estudiarse la historia sísmica de una región, estimar los periodos de recurrencia de temblores de
cierta magnitud y evaluar de esta manera la posibilidad de que ocurra un temblor.
Los Sistemas de Alerta Sísmica (SAS) implantados en algunos países dan la oportunidad de conocer el inicio
de un sismo fuerte cerca de su epicentro, la diferente velocidad de propagación de las ondas sísmicas y
eléctricas, y la distancia entre el sitio del epicentro sísmico y el lugar donde se desea prevenir sus efectos.
Efectos de los sismos
Muchos de los daños causados por un sismo, se deben no solo a la
violencia de la sacudida, sino que también en muchas ocasiones a
otros fenómenos igualmente destructivos que pueden acompañar el
evento.
Los efectos más comunes provocados por los sismos son los
siguientes:
- Destrucción de viviendas.
- Destrucción de infraestructura (carreteras, líneas vitales, puentes).
- Daños diversos al suelo (ruptura y licuefacción).
- Deslizamientos o derrumbes.
- Tsunamis o maremotos.
- Incendios.
- Inundaciones.
- Impactos humanos.