EL ENVEJECIMIENTO COMO REALIDAD HUMANA Después de los 65 años el individuo llega a una etapa normal del desarrollo, los principales problemas que enfrentan los adultos mayores, son los que se les crean a través de la política y la economía, que afectan su status en mayor grado que el mismo envejecimiento. Se debe tener claro que las personas claves en el problema de envejecimiento son los grupos de edad más joven porque son ellos los que determinan el status y la posición de tales personas en el orden social. Por lo tanto, el envejecimiento en sí mismo no es una enfermedad y la mayor parte de las personas ancianas gozan de buena salud, aunque no se puede negar que el envejecimiento esté acompañado de cambios físicos que incremente la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas, debido a que el equilibrio orgánico es más frágil. CONSECUENCIAS SANITARIAS DEL ENVEJECIMIENTO Hace cientos de años, las personas morían a causa de terribles epidemias que diezmaban la población de ciudades enteras. Bastó que se aplicaran algunos principios de higiene individual y colectiva para que este azote de la humanidad dejara de ser significativa como causa de mortalidad. De igual forma, por mucho tiempo las enfermedades infecciosas se erigieron en verdugos del hombre, hasta que el descubrimiento de medicinas tal como la penicilina y otros antibióticos las convirtió en algo puramente anecdótico en la historia de la medicina. Hoy día, las llamadas enfermedades degenerativas son las responsables de la mayor parte de las muertes: el cáncer, el infarto, la artritis, la arteriosclerosis, la hipertensión, entre otras, son males con escasa o nula incidencia en el pasado, pero tremendamente extendidos en las sociedades industriales. Estas enfermedades, comúnmente se manifiestan en las personas que cumplen más de los cincuenta años de edad y que llevan un deterioro físico intelectual debido a la genética, las condiciones ambientales y el estilo de vida que se haya llevado en el transcurso de los años. ESTRATEGIAS DE ACTIVIDADES FÍSICAS PARA PREVENIR ENFERMEDADES DEGENERATIVAS EN EL ADULTO MAYOR La práctica de ejercicio físico tiene innumerables beneficios positivos para la salud, tal afirmación es válida refiriéndose a individuos de todas las edades, en especial el adulto mayor, ya que permite mantener un estado físico óptimo; y en los ancianos posiblemente conservar la resistencia, la agilidad y la elasticidad, factores que le son muy necesarios para mantener una adecuada calidad de vida. En este sentido, La promoción de actividad física en los adultos mayores es indispensable para disminuir los efectos del envejecimiento y preservar la capacidad funcional del anciano. Además, aumenta la esperanza de vida del adulto mayor en la sociedad dando a lugar a un aumento de la población en la franja de edad que hemos venido llamando “tercera edad”. Existe pues, una búsqueda de longevidad en nuestras vidas mediante el cuidado de nuestros cuerpos a todos los niveles. INCORPORANDO LA PROMOCIÓN DE LA SALUD EN LA ATENCIÓN DE LOS ADULTOS MAYORES
La promoción de salud puede ser abordada desde diferentes escenarios. El
escenario macro social, con enfoque en los determinantes sociales, debe ser abordado desde políticas públicas que disminuyan la inequidad en esta etapa de vida, donde suele haber mayor vulnerabilidad. El escenario micro ambiental, relacionado a los escenarios donde los adultos mayores se desenvuelven: casas, barrios, municipios; se puede influir a través de la concertación con gobiernos locales y otros actores de las localidades donde viven los adultos mayores. El escenario interpersonal, donde la familia es la principal fuente de apoyo social y de promoción de estilos de vida saludable, se puede influir en este escenario conociendo este contexto y usándolo como recurso para promover salud. El escenario individual se puede influir a través de la motivación hacia estilos de vida saludables desde los encuentros con los prestadores de salud. INMUNIZACIONES EN EL ADULTO MAYOR
El calendario de vacunaciones para los mayores de 60 años vigente en EE. UU.
Aprobado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, incluye cuatro vacunas: antitetánica/difteria, vacuna contra el herpes zoster, vacuna contra la influenza y la vacuna antineumocócica El calendario de vacunaciones del MINSA para adultos mayores incluye la vacuna contra la influenza PREVENCIÓN DE ENFERMEDAD EN EL ADULTO MAYOR Para la realización de actividades preventivas en adultos mayores, se deben tener en cuenta diversos aspectos; considerando no solo el riesgo de enfermedad sino las expectativas, ideas, sentimiento y alteración de función que produce la enfermedad y el contexto particular de cada persona. MEDIDAS DE PREVENCIÓN PRIMARIA
Los adultos mayores representan un grupo poblacional en incremento, su
estado de salud depende de muchos factores como el físico, cognoscitivo y socio familiar; por otro lado, tienen características como la heterogeneidad, la gran carga de enfermedad, la pluripatología, entre otras, que repercuten no solo en el ámbito familiar sino social. Es importante ofrecer a la población adulta mayor los medios para ejercer un mejor control sobre su salud y mejorarla. Todo ello con el fin de lograr un envejecimiento exitoso, es decir, sin discapacidad, con la menor cantidad de enfermedades posibles o adecuadamente controladas y, sobre todo, intentando mantener en todo momento su autonomía y calidad de vida, respetando siempre sus valores y preferencias. CONCLUSIÓNES:
La disminución de la actividad física ha traído como consecuencia la aparición
de enfermedades que van en detrimento de las personas después de cierta edad. En la medida que envejecen las personas se vuelven más sedentarios, cuya consecuencia se manifiesta, en pérdida de las capacidades y habilidades físicas. Sin embargo, la realización de actividades físicas de manera consecutiva es un factor determinante en la mejora de la calidad de vida de los individuos de diferentes grupos etáreos en especial aquellos cuyas edades sobrepasan los 60 años.