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NUTRICIÓN MINERAL

ECOFISIOLOGÍAVEGETAL

Blga. M.S.c Gabriela Cecilia Carhuamaca Yabar


Introducción

La nutrición mineral es la parte de la Fisiología Vegetal que se ocupa


de estudiar cómo las plantas absorben y asimilan los elementos
minerales esenciales, sus funciones en el metabolismo y los factores
ambientales que actúan sobre su absorción, asimilación y transporte.

Las plantas adquieren los elementos minerales en forma iónica a


través de la raíz desde el suelo, excepto el carbono, el hidrógeno y el
oxígeno que son obtenidos del agua y el aire.
CRITERIOS DE ESENCIALIDAD
Hasta la actualidad se reconocen los tres criterios establecidos de Arnon y Stout (1939)
para definir si un elemento mineral es esencial; estos son:

Criterio 1: Un elemento es esencial si su deficiencia impide que la planta cumpla su ciclo


de vida.
Criterio 2: Para que un elemento sea considerado esencial, no puede ser sustituido por
otro de propiedades similares. Por ejemplo, el Na posee propiedades similares al K, pero
no puede sustituirlo en sus funciones.

Criterio 3: El elemento debe participar directamente en el metabolismo de la planta.

En la Tabla 3.3 se relacionan los elementos minerales esenciales, sus concentraciones


medias en base a masa seca de las partes aéreas, los autores que demostraron la
esencialidad del elemento y el año de descubrimiento.
La absorción mineral

Los nutrientes llegan a la superficie de las raíces a consecuencia del flujo


de agua que se mueve desde zonas de mayor potencial hídrico (suelo)
hacia aquellas con menor potencial. Una vez que los nutrientes minerales
llegan a las raíces penetran por dos rutas o vías, los espacios conocidos
como apoplasto (espacio externo a las células, sus paredes celulares) y
simplasto (espacio interior de las células, citoplasma y vacuola) hasta
alcanzar el tejido conductor del xilema para llegar a la parte aérea de la
planta. En la Figura 3.2 se presenta el recorrido de los minerales a través
del apoplasto y del simplasto de acuerdo con Fernandes y Souza (2006).
Debe destacarse que en la figura no se incluyen a las acuaporinas y que
los resultados de las investigaciones en los últimos años (Gomes et al.,
2009; Chaumont y Tyerman, 2014; Li et al., 2014) les confieren roles
importantes en el control del movimiento hídrico entre las células y
órganos; es decir, desempeñan un papel clave en la regulación hidráulica
y en la regulación del transporte de nutrientes en las raíces y hojas,
transportan gases disueltos como dióxido de carbono y metaloides como
los ácidos bórico y silícico.
Figura 3.2. Representación del movimiento iónico desde la solución del suelo
hasta el xilema por las vías del apoplasto y el simplasto. Fuente: Fernandes y
Souza (2006). Es conveniente acotar que el apoplasto juega otras funciones
importantes y no solo como espacio de transporte; además puede almacenar
nutrientes minerales que se fijan o adsorben en las paredes celulares; confiere
tolerancia en algunas plantas a metales tóxicos (Al, Mn) y constituye un
espacio colonizado por microorganismos que pueden contribuir a la nutrición
mineral de las plantas.
Clasificación de los elementos minerales por sus funciones fisiológicas

La importancia de los elementos minerales está determinada por la influencia


que ejercen sobre los procesos bioquímicos y fisiológicos en la planta; de ahí
que la esencialidad de los elementos minerales radica fundamentalmente en
su participación en los procesos metabólicos del organismo vegetal. Las
funciones de los elementos minerales pueden agruparse en tres grandes
clases, las que no están nítidamente separadas de acuerdo a Guardiola y
García (1990), a saber:

a) Función estructural: Son elementos constituyentes de estructuras


orgánicas y moléculas imprescindibles para la vida. Tales son los casos del
nitrógeno, el fósforo y el azufre como constituyentes de proteínas y ácidos
nucleicos; otros componentes de las plantas incluyen elementos en forma
covalente o parcialmente covalente, como en las clorofilas y distintas
metaloproteínas.
b) Activadores o reguladores de la actividad enzimática: Esta función
puede implicar la participación del elemento mineral, bien como
coenzima o grupo prostético, bien en la formación del complejo
enzima-sustrato regulando la actividad enzimática a través de la
modificación de la conformación de la molécula de proteína. El carácter
esencial de los microelementos se debe casi exclusivamente a este
tipo de función.

c) Osmorregulación y/o mantenimiento del equilibrio electroquímico:


Los elementos minerales que se acumulan en forma iónica como Cl-,
K+ y Mg+ participan en esta función. El K+2 en la mayoría de las
plantas juega un papel central en el mantenimiento del potencial
osmótico, función en la que es reemplazado parcialmente por el sodio
en algunos casos. Una clasificación más amplia y acabada de los
elementos esenciales en dependencia del rol metabólico y las
funciones fisiológicas en que ellos resultan imprescindibles, la
presentan Taíz y Zeiger (2006) en la Tabla 3.7 basándose en los
avances científicos ocurridos entre 1970 y1990.

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