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HIPOTIROIDISMO

Y
METABOLISMO DEL CALCIO

- María Guadalupe Machado Rivera


- America Cristina Martínez Arevalo
- Ariel Wilfredo Mena García
- Glenda Gisselly Méndez Mazariego
- Kenia Lissette Méndez Pérez
- Celia de los Ángeles Méndez Valladares
La glándula tiroides, o simplemente la tiroides, es una glándula en forma
de mariposa situada justo en el plano inferior de la laringe, con sus
lóbulos laterales derecha e izquierdo dispuesto a uno y otro lados de la
faringe.
La tiroides tiene peso promedio de unos 30g y flujo sanguíneo
abundante, de unos 80 a 120 ml/min.
La mayor parte de la tiroides se
compone de microscópicos sacos
esféricos, los folículos tiroideos,
repletos de una sustancia
secretora denominada coloide. El
componente principal del coloide
es una glucoproteína de gran
tamaño, la tiroglobulina, cuya
molécula contiene las hormonas
tiroideas.
Las células foliculares producen dos hormonas, la tiroxina o
tetrayodotironina (T4), que posee cuatro átomos de yodo, y la
triyodotironina (T3), con tres átomos de yodo, denominadas
conjuntamente hormonas tiroideas.
Las hormonas tiroideas regulan la expresión génica, la diferenciación de
los tejidos y el desarrollo general.
Unas cuantas células parafoliculares (células C) pueden estar dentro de
un folículo o dispuestas entre folículos. Estas células producen la
calcitonina, hormona que participa en la regulación de la homeostasis
del calcio.
La tiroides es la única glándula endocrina que almacena sus secreciones
en grandes cantidades, normalmente la reserva equivalente a 100 días.
Alrededor del 93% de las hormonas con actividad metabólica
secretadas por la glándula tiroides corresponde a tiroxina y el 7%
restante, a triyodotironina. No obstante, con el tiempo, casi toda la
tiroxina se convierte en triyodotironina en los tejidos.
En lo esencial, la T3 y T4 se sintetizan por la acción estimulante de la TSH
mediante la unión de átomos de yodo con el aminoácido tirosina, se
almacenan durante cierto tiempo y finalmente se secretan en la sangre,
de la siguiente manera:
1. Captación de yodo: Las células foliculares captan los iones de
yoduro por transporte activo desde la sangre hasta su citosol.

2. Síntesis de tiroglobulina: Al mismo tiempo que captan los yoduros,


las células foliculares sintetizan la tiroglobulina (TGB), glucoproteína
que contiene residuos de unos 5000 aminoácidos. Más de 100 de
esos aminoácidos son tirosina, y en unos cuantos ocurre su yodación.
3. Oxidación del yoduro: Los iones de yoduro de carga negativa no
pueden unirse con la tirosina hasta que ocurra su oxidación
(eliminación de electrones). Cataliza esta reacción una peroxidasa. Al
ocurrir la oxidación de los iones yoduro, estos cruzan la membrana
hacia el coloide.

4. Yodación de la tirosina: Las moléculas de yodo recién formadas


reaccionan con los aminoácidos tirosina que es parte de las
moléculas de TGB, en el coloide. La unión con un átomo de yodo
produce monoyodotirosina (T1). Y una segunda yodación, la
diyodotirosina (T2).
5. Acoplamiento de la T1 y la T2: Durante el último paso de la síntesis de
hormonas tiroideas, dos moléculas de T2 se unen para formar la T4 mientras
que una de T1 y otra de T2 forman la T3.
6. Pinocitosis y digestión del coloide: Las gotitas de coloide entran de
nuevo en las foliculares por pinocitosis y se fusionan con lisosomas.
7. Secreción de las hormonas tiroideas: La T3 y T4 son liposolubles, de
modo que difunden por la membrana plasmática y pasan por la sangre.
8. Transporte de la sangre: Más de 99% de la T3 y T4, se combinan con
proteínas de transporte en la sangre, principalmente la globulina ligadora
de tiroxina (TGB).
La tiroglobulina es el precursor de las hormonas T3 y T4. Este precursor
es una proteína grande, yodada y glucosilada, con masa molecular de
660 kDa.
La tiroglobulina es una prehormona que se sintetiza en la porción basal
de la célula, se mueve hacia el lumen, donde se almacena el coloide
extracelular, y vuelve a penetrar a la célula, y se mueve en dirección a
pical o basal durante su hidrólisis, para dar origen a las hormonas T3 y
T4.
La tiroglobulina es una forma de almacenamiento de T3 y T4 en el
coloide: en la glándula tiroides normal, existe una reserva de estas
hormonas para algunas semanas.
Las Hormonas tiroideas son transportadas por la globulina fijadora de
tiroideas.
En el organismo de la mitad hasta dos tercios de la T4 y la T3 es
extratiroidea , y gran cantidad de estas circula en forma unida; es decir
unida a dos proteínas de unión especificadas, la globulina fijadora de
tiroxina(TBG) y la prealbumina fijadora de tiroxina(TBPA).
Las hormonas tiroideas regulan:
1) El consumo de oxígeno y el metabolismo basal
2) El metabolismo celular
3) El crecimiento y desarrollo.
Regulación de la secreción de las hormonas tiroideas.
La actividad secretora de la tiroides se regula en dos formas principales:
• En primer término, aunque el yodo es necesario para la síntesis de las
hormonas tiroideas, la concentración anormalmente alta de aquel en la
sangre suprime la liberación de dichas hormonas.
• En segundo lugar, sistemas de retroalimentación negativa que
comprenden la TRH hipotalámica y la TSH adenohipofisiaria, estimulan
la síntesis y liberación de las hormonas tiroideas.
Las enfermedades de la tiroides están
entre las afecciones más comunes que
involucran al sistema endocrino.
El yodo radiactivo, debido a que se
localiza en la glándula, es ampliamente
utilizado en el diagnóstico y tratamiento
de los trastornos de la tiroides.
La insuficiencia de T3 y de T4 libres resulta en hipotiroidismo
Por lo general esto se debe a una falla tiroidea, pero puede deberse a
una alteración de la hipófisis o en el hipotálamo.
Las características primordiales incluyen: frecuencia cardíaca lenta,
hipertensión diastólica, comportamiento abólico, somnolencia,
constipación, sensibilidad al frío, piel y pelos secos y una complexión
cetrina.
En primer lugar, la glándula tiroides de casi todos esto pacientes sufre
una tiroiditis autoinmunitaria, es decir, una inflamación del tiroides, que
provoca un deterioro progresivo y, en última instancia, la fibrosis de la
glándula, con una secreción escasa o nula de hormonas tiroideas.
Cualquier crecimiento de la tiroides se conoce como bocio. El bocio
simple representa un intento para compensar la disminución en la
producción de las hormonas tiroideas.
Las causas incluyen una deficiencia de yoduro; exceso de yoduro, falla en
el mecanismo autorregulador, y una variedad de defectos metabólicos
hereditarios en la biosíntesis de las hormonas tiroideas como:
1) Defecto en el transporte.
2) Defecto en la yodación.
3) Defecto en el acoplamiento.
4) Deficiencia en la desyodinasa.
5) Producción de proteínas yodadas anormales.
Bocio coloide endémico asociado a la deficiencia alimenticia de yodo.
Al no disponer de yodo, la molécula de tiroglobulina no elabora tiroxina ni
triyodotironina, por lo que no se suprime de forma normal la producción
de TSH por la adenohipófisis. Los folículos alcanzan tamaños descomunales
y la glándula tiroides aumenta hasta 10-20 veces de tamaño.
Bocio coloide idiopático no tóxico
Casi todos los pacientes con esta enfermedad presentan signos de
tiroiditis leve. Asi pues, se ha sugerido que la tiroiditis provoca un ligero
hipotiroidismo que aumenta la secreción de TSH y favorece el
crecimiento progresivo de las porciones de la glándula que no están
inflamadas.
Mixedema
El mixedema afecta a los pacientes
cuya función tiroidea es
prácticamente nula. Los pacientes
tienden a tener grandes bolsas bajo
los ojos y tumefacción facial.
Muchos pacientes con
hipotiroidismo, en especial los que
presentan mixedema, sufren con el
tiempo arterioesclerosis.
Cretinismo
El cretinismo se debe a un
hipotiroidismo extremo sufrido
durante la vida fetal, la
lactancia o la infancia. Esta
enfermedad se caracteriza
especialmente por la falta de
crecimiento y por retraso
mental.
Hormonas que regulan el metabolismo del calcio
Los iones del calcio regulan numerosos procesos fisiológicos y
bioquímicos importantes. Entre ellos se incluye la excitabilidad
neuromuscular, coagulación sanguínea, procesos de secreción,
liberación de hormonas y neurotransmisores.
Una característica importante de la regulación del calcio extracelular es
que solo aproximadamente el 0,1% del calcio corporal total se localiza
en el líquido extracelular, alrededor del 1% se encuentra en el interior
de las células y el resto permanece almacenado en los huesos.
En el organismo humano existe aproximadamente 1 kg de calcio.
Noventa y nueve por ciento de esta cantidad se localiza en los huesos, en
donde, junto en el fosfato, forma cristales de hidroxiapatita que
proporcionan el componente estructural e inorgánico del esqueleto.
El calcio existe en el plasma en tres formas:
1) Aproximadamente el 41% (1 mmol/l) circula combinado con
proteínas plasmáticas y en esta forma no se difunde a través de las
membranas capilares.
2) Alrededor del 9% del calcio (0,2 mmol/l) difunde a través de las
membranas capilares, pero esta combinado con los aniones del plasma
y los líquidos intersticiales (p. ej., citrato y fosfato) de una forma no
ionizada.
3) El 50% restante del calcio plasmático difunde a través de las
membranas capilares y esta ionizado.
La hipocalcemia produce excitación del sistema nervioso y tetania
Cuando la concentración extracelular de iones calcio desciende a
valores inferiores a los normales, el sistema nervioso se hace
progresivamente más excitable.
La tetania suele manifestarse cuando la concentración sanguínea de
calcio desciende de su valor normal de 9,4 mg/dl a unos 6 mg/dl, cifra
solo un 35% menor que la concentración normal de calcio.
La hipercalcemia deprime la actividad
del sistema nervioso y el músculo.
Cuando la cifra de calcio de los líquidos
corporales se eleva por encima de su valor
normal, el tejido nervioso se deprime y las
actividades reflejas del sistema nervioso
central se vuelven lentas.
Estos efectos depresores comienzan a
aparecer cuando la concentración sanguínea
de calcio asciende por encima de unos 12
mg/dl.
Las glándulas paratiroides, o simplemente paratiroides, son pequeñas
masas redondeadas de tejido adosadas a la cara posterior de los lóbulos
laterales de la tiroides.
La hormona paratiroidea (PTH) constituye un potente mecanismo para el
control de la concentraciones extracelulares de calcio porque regula la
absorción intestinal, la excreción renal y el intercambio de los iones
entre el líquido extracelular y el hueso.
Incluso una mínima disminución de la
concentración de calcio iónico en el
líquido extracelular hace que las glándulas
paratiroides incrementen en un plazo de
minutos su ritmo de secreción; si la
concentración de calcio se mantiene baja,
las glándulas se hipertrofiaran hasta
alcanzar, en ocasiones, un tamaño cinco
veces mayor o incluso mayor.
En una hipocalcemia aguda, la PTH
restablece la concentración de
calcio en el líquido extracelular
mediante una acción directa sobre
los riñones y los huesos, así como
acción indirecta sobre la mucosa
intestinal.
Cantidades insuficientes de PTH resultan en hipoparatiroidismo. Los
aspectos bioquímicos importantes de esta condición son la disminución
del calcio ionizado y la elevación de los niveles de fosfato sérico. Los
síntomas incluyen irritabilidad muscular que, cuando es ligera, ocasiona
calambres musculares y tetania, la hipocalcemia aguda severas y
muerte.
El hiperparatiroidismo, el cual es una producción excesiva de PTH, por
lo general se puede deber a la presencia de un adenoma o hiperplasia
de la paratiroides.
El hiperparatiroidismo secundario se caracteriza por hiperplasia de las
glándulas e hipersecreción de PTH, que se puede observar en pacientes
con insuficiencia renal progresiva.
La calcitonina (CT) es una péptido de 32 aminoácidos que es secretado
por las células parafoliculares de la tiroides humana(es menos común,
en la paratiroides o el timo). Esta tiende a reducir las concentraciones
plasmáticas de calcio y, en general, sus efectos se oponen a los de la
PTH. No obstante, desde el punto de vista cuantitativo, el papel que
desempeña la calcitonina es mucho menor que el de la PTH en lo
relativo a la regulación de la concentración de iones calcio.
La adición o sustracción de 0,3 gramos a una cantidad tan pequeña de
calcio en el líquido extracelular provocarían una hiper o hipocalcemia
grave. Sin embargo, existe una primera línea de defensa que evita que
esto ocurra, incluso antes de que tengan oportunidad de actuar los
sistemas de retroalimentación de la PTH y de la calcitonina.

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