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LA VISITACION PASTORAL

SEMINARIO PARA LIDERES


El Señor desea que la verdad
llegue a la gente, y esto puede
realizarse únicamente por
medio del trabajo personal. (El
Evangelismo, 320)
 No solamente ha de presentarse la verdad
en las asambleas públicas; ha de hacerse
obra de casa en casa. Efectúese este
trabajo en el nombre del Señor (Review and
Herald, 11 de agosto, 1903).
 Esta labor de casa en casa, para buscar a las
almas, para recoger a las almas perdidas, es
la obra más esencial que pueda realizarse
(Carta 137, 1898).
La obra de Cristo se componía
mayormente de entrevistas
personales. El manifestaba una fiel
consideración hacia el auditorio de
una sola alma; y esa única alma ha
llevado a millares a la comprensión
recibida. (El Evangelismo, (325)
 El pastor debe visitar a los feligreses de
casa en casa, enseñando, conversando, y
orando con cada familia, y atendiendo el
bienestar de sus almas. No debe
descuidarse a los que hayan manifestado
un deseo de conocer los principios de
nuestra fe, sino que se les ha de instruir
cabalmente en la verdad.—El
Evangelismo, 257. – {MPa 255.2}

 El rebaño del Señor tiene derecho de esperar ser visitado
por su pastor; de ser instruido y aconsejado en sus
propios hogares. Y si un hombre falla en realizar esta
parte de su trabajo, no puede ser un ministro a la orden
de Dios. Las iglesias que tienen tales obreros están
desorganizadas, debilitadas, y enfermizas y listas para
morir. Los sermones no son vitalizados por el Espíritu de
Dios, porque la bendición de Dios no descansará sobre
ningún hombre que esté descuidando el rebaño de
Dios.—Appeal and Suggestions to Conference Officers
(Ph 2) 17, 18. – {MPa 255.3}

 …Han habido deberes solemnes descuidados al
aceptar ministros para trabajar en palabra y en
doctrina que solamente pueden predicar. Estos no
velan por las almas como quienes tendrán que dar
cuenta. Ellos sermonean; pero el trabajo que se
necesita hacer en favor de las ovejas y los
corderos es dejado sin hacer... y se le ha pagado
dinero a hombres empleados, cuando deberían
haber sido despedidos para que buscasen
trabajos de menos responsabilidad y cuidado. ...
(MP,255)
 A muchos les encanta predicar, pero rehuyen la labor
que se requiere para sacar a las almas del pecado.
Hay hombres muriendo en todo nuestro alrededor, y
nosotros no hemos hecho ningún esfuerzo especial
para hablarles seria, interesada y afectuosamente,
como Cristo lo hubiera hecho si estuviera en la tierra.
Somos los embajadores de Cristo, centinelas de la
casa de Israel, para ver los peligros que le esperan a
las almas, y amonestarlas. El pastor es el pastor de las
ovejas, y debe protegerlas, alimentarlas,
amonestarlas, reprenderlas o alentarlas, según lo
exija el caso.

 Hay visitación que hacer, no para tener
una conversación agradable, sino para
hacer el trabajo que se requiere de un
centinela. Debe haber conversación seria
y oración con estas almas. Esta es la clase
de trabajo que da una valiosa experiencia
de edificar el reino de Cristo.—The
Review and Herald, 20 de octubre de
1896. – {MPa 256.2}
 Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más
al servicio personal, se conseguirían mayores
resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a
los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes,
instruir a los ignorantes y aconsejar a los
inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran y
regocijarnos con los que se regocijan.
Acompañada del poder de persuasión, del poder
de la oración, del poder del amor de Dios, esta
obra no será ni puede ser infructuosa.—El
Ministerio de Curación, 102. – {MPa 257.2}
Si se sermoneara la mitad de lo que
ahora se hace, y se duplicara la
cantidad de trabajo personal
dedicado a las almas en sus hogares
y en las congregaciones, se vería un
resultado que sería sorprendente
(Manuscrito 139, 1897).
 No es suficiente predicar a los hombres; debemos orar
con ellos y por ellos; no nos debemos mantener
fríamente alejados de ellos, sino acercarnos con simpatía
a las almas que deseamos salvar, visitarlas y conversar
con ellas. El ministro que hace el trabajo fuera del púlpito
en forma correcta logrará diez veces más resultados que
el que se concreta a trabajar sólo desde el púlpito.—The
Review and Herald, 8 de agosto de 1878. – {MPa 257.3}


De igual importancia que el
esfuerzo público es la obra
de casa en casa en los
hogares de la gente. . .
(Evangelismo, 315)
 Un ministro puede gozarse en sermonear;
porque es la parte placentera del trabajo y es
comparativamente fácil; pero ningún ministro
debe ser aquilatado por su habilidad como
predicador. La parte más dura viene después
que deja el púlpito, al regar la semilla sembrada.
El interés despertado debe ser cultivado por un
esfuerzo personal: visitando, realizando estudios
bíblicos, enseñando cómo investigar las
Escrituras, orando con las familias y personas
interesadas…(Testimonies, tomo 5, pág. 255.).
 Nuestro trabajo está incompleto si nosotros no educamos a otros
para ser obreros juntamente con Dios, visitando y orando con las
familias, mostrando al mundo lo que Jesús ha hecho por nosotros. La
Palabra de Dios declara, “la religión pura y sin mácula delante de
Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo”. Estas
palabras son dichas a cada seguidor de Cristo. No solamente el
ministro, sino cada alma conectada con él, ha de trabajar en su viña.
The Signs of the Times, 27 de diciembre de 1899. – {MPa 258.2}

 La obra de Dios en esta tierra no podrá nunca terminarse antes
que los hombres y mujeres abarcados por el total de miembros
de nuestra iglesia se unan a la obra, y aúnen sus esfuerzos con
los de los pastores y dirigentes de las iglesias. ... Es el
entrenamiento, la educación, que se está necesitando. Aquellos
que trabajan visitando las iglesias deberán darle a los
hermanos y hermanas instrucciones en cuanto a métodos
prácticos para hacer obra misionera.—Testimonies for the
Church 9:117. – {MPa 259.2}

 Las mujeres que estén dispuestas a consagrar parte de su
tiempo al servicio del Señor deben ser nombradas para visitar
a los enfermos, cuidar de los jóvenes, y ministrar a los pobres
en sus necesidades. Deben ser apartadas para este trabajo
mediante la oración y la imposición de manos. En algunos
casos necesitarán buscar el consejo de los oficiales de la
iglesia o los ministros; pero si son mujeres devotas, que
mantienen una conexión vital con Dios, serán un poder para el
bien en la iglesia. Esta es otra manera de fortalecer y edificar a
la iglesia.

 Necesitamos ampliar más nuestros métodos de trabajo.


Ninguna mano debe ser atada, ni un alma desalentada, ninguna
voz callada; dejad que cada individuo trabaje, privada o
públicamente, para ayudar en el adelanto de esta gran labor.
Poned las cargas sobre hombres y mujeres de la iglesia, para
que crezcan con el ejercicio, y así lleguen a ser agentes
efectivos en las manos del Señor para la iluminación de
aquellos que están en tinieblas.—The Review and Herald, 9 de
julio de 1895. – {MPa 257.1}

Todos los que pueden, deben hacer
trabajo personal. Al ir ellos de casa en
casa, explicando las Escrituras a la
gente, de una manera clara y sencilla,
Dios hace que la verdad sea poderosa
para salvar. El Salvador bendice a
aquellos que realizan esta obra (El
Evangelismo, 324)
 Hay algunas personas con cierta experiencia que
debieran, en ocasión de todo esfuerzo público
que se realiza en las iglesias moribundas, así
como en nuevos lugares, seleccionar a hombres y
mujeres de edad madura para ayudarlos en la
obra. Así obtendrán conocimiento, interesándolos
en el esfuerzo personal, y veintenas de ayudantes
se están preparando como instructores bíblicos,
colportores y visitadores de las familias.—El
Evangelismo, 344. – {MPa 260.1}

Nuestros hermanos deben ir siempre
de dos en dos, y entonces doble
cantidad de personas puede alistarse
para ocuparse en la obra de visitar y
buscar a las familias interesadas,
haciendo esfuerzos personales (Carta
34, 1886).
 En visiones de la noche pasó delante de mí
un gran movimiento de reforma en el seno
del pueblo de Dios. Muchos alababan a Dios.
Los enfermos eran sanados y se efectuaban
otros milagros. Se advertía un espíritu de
adoración como lo hubo antes del gran día
del Pentecostés. Veíase a centenares y miles
de personas visitando las familias y
explicándoles la Palabra de Dios. (Consejos
Sobre la Salud, 582)
Cuando se descuida la obra
personal, se pierden muchas
oportunidades preciosas, que, si
se aprovechasen, harían
progresar decididamente la obra
(Obreros Evangélicos, pág. 377.
Año 1915).
 1- Es parte de la naturaleza del trabajo de
pastorear.

 2- Es la forma más apropiada de relacionarnos


con seres humanos gregarios por naturaleza.

 3- Es la única manera de proveer el cuidado


pastoral que requiere cada caso y cada persona.
 Jesús condenaba la complacencia propia en todas sus
formas; sin embargo, era de naturaleza sociable.
Aceptaba la hospitalidad de todas las clases, visitando
los hogares de los ricos y de los pobres, de los sabios
y de los ignorantes, tratando de elevar sus
pensamientos de los asuntos comunes de la vida, a
cosas espirituales y eternas. No autorizaba la
disipación, y ni una sombra de liviandad mundanal
manchó su conducta; sin embargo, hallaba placer en
las escenas de felicidad inocente, y con su presencia
sancionaba las reuniones sociales (El Deseado de
todas las gentes, pág. 125)
 En las ciudades grandes hay ciertas clases que no pueden ser
alcanzadas por las reuniones públicas. Hay que buscarlas
como el pastor busca a su oveja perdida. Deben hacerse
diligentes esfuerzos personales en favor de ellas (Obreros
Evangélicos, pág. 377.)
 Existen muchas familias que nunca serán alcanzadas por la
verdad de la Palabra de Dios a menos que los mayordomos de
la múltiple gracia de Cristo entren en sus hogares, y por medio
de un ministerio fervoroso, santificado por el apoyo del
Espíritu Santo, quebranten las barreras y entren en los
corazones de la gente. (El Evangelismo, 120)
 Cuando un obrero tal ofrece orar a Dios en el seno de la familia
que está visitando, los corazones de los miembros son tocados
como no lo serían por la oración ofrecida en una reunión
pública. Los ángeles de Dios entran en el círculo de la familia
juntamente con él, y la mente de los que escuchan es
preparada para recibir la Palabra de Dios; (El Evangelismo,
320)
 Observad en la congregación a aquellas
personas que parecen interesarse, y
habladles después de la reunión. Unas pocas
palabras habladas en privado a menudo
harán más bien que todo lo que ha hecho el
discurso. Averiguad cómo apelan los temas
presentados a los oyentes, y si el asunto es
claro para sus mentes. Con bondad y
cortesía mostrad que tenéis un verdadero
interés en ellos y cuidado por sus almas
(Testimonies, tomo 6, pág. 68. Año 1900).
 Allegaos a la gente dondequiera que se halle, por medio de la
obra personal. Relacionaos con ella. Esta obra no puede
verificarse por apoderado. El dinero prestado o dado no
puede hacerla, como tampoco los sermones predicados desde
el púlpito. (El Evangelismo, 323)
 El ministro no debe limitar sus labores al púlpito, ni debe
establecerse en algún cómodo hogar, entre los hermanos.
Debe velar por las almas. Debe visitar a la gente en sus
hogares, y por medio de esfuerzos personales tratar de
impresionar la verdad sobre los corazones y las conciencias.
(El Evangelismo, 319)
 ". Hay una obra que debe ser hecha en este
ramo de trabajo que hasta ahora no se ha
realizado. Enseñen los obreros de Dios la
verdad en el seno de las familias,
acercándose a aquellos por quienes trabajan.
Si así cooperan con Dios, el los revestirá de
poder espiritual. Cristo los guiará en su
obra, entrando en las casas de la gente con
ellos y dándoles palabras que penetrarán
muy profundamente en los corazones de los
oyentes. (Evangelismo, 320)
 Mucho depende de la manera en que saludáis a aquellos a
quienes visitáis. Podéis estrechar la mano de la persona a
quien saludáis de tal manera que ganéis su confianza en
seguida, o de una manera tan fría que piense que no tenéis
ningún interés en ella (El Evangelismo, 326)

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