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NORMAS
GENERALES
b)
Para tomar en cuenta…
a)
un radio de acción más es general, de alcance
derogación tácitas, ilimitado, y no dispone
reducido que la anterior,
cuando las dos simplemente la deroga;
abrogaciones específicas, se
presenta una duda
normas son de fácilmente se deduce irresoluble con una receta;
distinta extensión y que sólo afecta a su no hay criterio fijo para
propio campo dejando determinar si su fuerza
bajo el entendido abrogatoria acarrea la
que se refieren al vigente el resto. La ley
abolición de todas las
de reforma agraria que normas especiales. La
mismo objeto, se rige la propiedad rural delimitación de su ámbito
presentan algunos dejó intactas las otras de aplicabilidad debe ser
problemas de formas de propiedad. hecha con suma cautela y en
función de los antecedentes,
interpretación: razones y fines que
motivaron su implantación.
DESUETUDO, es cuando
la norma pierde su
validez a raíz de una
pertinaz e indefinida
desobediencia de los
particulares y deja de
ser aplicada por los
órganos del Estado
CASOS
ESPECIALES
DE
ABROGACIÓN DE LA ABOLICIÓN ABROGACIÓN DE DECRETOS LEYES, en un
régimen de hecho, todo se reduce a
COSTUMBRE JURÍDICA,
como toda norma general,
DE NORMAS aplicar el principio de que la norma
posterior deja sin efecto la anterior: un
decreto ley a otro decreto ley.
la costumbre jurídica es En un gobierno Constitucional también es
pasible de abrogación aplicable este principio, por tanto, una
norma constitucional deroga cualesquier
mediante otra norma de decreto-ley, desde los que implican
igual o superior rango materias reservadas a la Constitución,
hasta los que corresponden a normas
(Constitución, Ley en reglamentarias. También una ley en
sentido estricto u otra sentido estricto es apta para derogar un
decreto-ley siempre y cuando sea de su
costumbre jurídica) misma jerarquía.
DESUETUDO
• Ley del anonimato de 30 de diciembre de 1944
ACERCA DE LA ABROGACIÓN DE DECRETOS-LEYES….
Todavía circula la idea de que los decretos-leyes tienen validez sólo mientras está en funciones el
gobierno de facto que los emitió y caducan al reestablecer el Régimen Constitucional. Partiendo de
este supuesto y para precaver sus derivaciones, el Parlamento sancionó la ley de 11 de marzo de 1932
que declara que los decretos-leyes dictados por la Junta Militar de Gobierno (de junio de 1930 a
marzo de 1931) conservan su fuerza legal mientras no sean abrogados o modificados por el poder
Legislativo.
Aunque el consenso mayoritario, a medida que pasa el tiempo, admite que la transición de un
gobierno de hecho a otro constitucional no ocasiona de por sí el perecimiento de los decretos-leyes,
que sin discontinuidad subsisten de manera indefinida. Los decretos aludidos anteriormente, se
sustituyeron por otros códigos promulgados por el Mariscal Andrés de Santa Cruz, los cuales no
fueron afectados en lo más mínimo por la normatividad constitucional resumida posteriormente.
El alcance del decreto-ley es amplio y puede considerarse irrestricto en el campo de las normas
jurídicas generales, pues tiene la efectividad de norma constitucional; asume la función de ley en
sentido estricto y hace las veces de los reglamentos del Poder Ejecutivo (decretos)